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Estudio de las Obras de Allan Kardec Português   Inglês

Año 10 - N° 496 - 18 de Diciembre de 2016

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
 
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 

El Espiritismo en su más simple expresión

Allan Kardec

(Parte 2)
 

Continuamos en esta edición el estudio del libro El Espiritismo en su  más simple expresión, publicado en el año 1862 por Allan Kardec. Este estudio es realizado en base a la traducción al idioma portugués hecha por Salvador Gentile. 

Cuestiones preliminares

A. Hay quien piensa que los Espíritus son seres ambiguos, abstractos, indefinidos. ¿Es esa idea correcta?

No. Los Espíritus no son seres abstractos, sino por el contrario, seres muy reales, que tienen su individualidad y una forma determinada. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

B. Hay en el hombre tres elementos esenciales. ¿Cuáles son?

Primero: el alma o Espíritu, principio inteligente en el que residen el pensamiento, la voluntad y el sentido moral. Segundo: el cuerpo, envoltura material pesada y densa, que pone al Espíritu en relación con el mundo exterior. Tercero: el periespíritu, envoltura fluídica, ligera, que sirve de lazo y de intermediario entre el Espíritu y el cuerpo. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

C. Muchas personas piensan que los Espíritus están en un grado superior al nuestro y que, por ello, tienen la suprema ciencia y la suprema sabiduría. ¿Es verdadera esa idea?

No es verdad. Se trata de un error que la experiencia no tardó en demostrar. Entre las comunicaciones dadas por los Espíritus, algunas son sublimes por su profundidad, elocuencia, sabiduría, moral, y solo reflejan bondad y benevolencia; pero al lado, están las que son muy vulgares, frívolas, triviales, groseras incluso, y por las cuales el Espíritu revela los instintos más perversos. La razón es sencilla: no siendo otra cosa que el alma de los hombres que desencarnaron, los Espíritus no pueden naturalmente volverse perfectos solo por haber dejado su cuerpo. Hasta que hayan progresado, conservarán, pues, las imperfecciones de la vida corporal y es por eso que los vemos en todos los grados de bondad y de maldad, de sabiduría y de ignorancia. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

Texto para la lectura

23. Por lo general, se tiene de los Espíritus una idea completamente falsa; no son como muchos se lo imaginan, seres abstractos, ambiguos e indefinidos, ni algo como un destello o una chispa. Los Espíritus son, por el contrario, seres muy reales que tienen su individualidad y una forma determinada. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

24. Se puede tener de ellos una idea aproximada mediante la siguiente explicación: Hay en el hombre tres partes esenciales: 1º el alma o Espíritu, principio inteligente en el que residen el pensamiento, la voluntad y el sentido moral; 2º el cuerpo, envoltura material pesada y densa, que pone al Espíritu en relación con el mundo exterior; 3º el periespíritu, envoltura fluídica, ligera, que sirve de lazo y de intermediario entre el Espíritu y el cuerpo. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

25. Cuando la envoltura exterior está gastada y ya no puede funcionar, cae y el Espíritu se despoja de ella como el fruto de su cáscara y el árbol de su corteza: en una palabra, como se descarta un traje que no se usa; es lo que se denomina muerte. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

26. La muerte, por lo tanto, no es otra cosa que la destrucción de la envoltura densa del Espíritu: solo el cuerpo muere, el Espíritu no muere. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

27. Durante la vida el Espíritu está, de alguna manera, oprimido por los lazos de la materia a la cual está unido y que, con frecuencia, paraliza sus facultades; la muerte del cuerpo lo libera de sus lazos; se libera de él y recobra su libertad, como la mariposa al salir de su crisálida; pero solo deja el cuerpo material; conserva el periespíritu, que constituye para él una especie de cuerpo etéreo, vaporoso, imponderable para nosotros y con forma humana, que parece ser la forma típica. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

28. En su estado normal el periespíritu es invisible, pero el Espíritu puede hacerle sufrir ciertas modificaciones que lo vuelven momentáneamente perceptible a la vista e incluso al tacto, como ocurre con el vapor condesado; es así como puede, a veces mostrarse ante nosotros en las apariciones. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

29. Es con la ayuda del periespíritu que el Espíritu actúa sobre la materia inerte y produce los diversos fenómenos de ruidos, movimientos, escritura, etc. Los golpes y los movimientos son, para los Espíritus, los medios de demostrar su presencia y llamar la atención sobre ellos, así como cuando una persona da golpes para avisar que hay alguien. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

30. Hay los que no se limitan a ruidos moderados, sino que hacen incluso un estruendo semejante al de la vajilla cuando se rompe, puertas que se abren y se cierran, o muebles que derriban. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

31. Con la ayuda de los golpes y de movimientos convenidos, ellos pueden expresar sus pensamientos, pero la escritura les ofrece el medio completo, más rápido y más cómodo; también es el que ellos prefieren. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

32. Por la misma razón que pueden llevar a trazar caracteres, los Espíritus pueden guiar la mano para trazar dibujos, escribir música, ejecutar un fragmento musical en un instrumento, en una palabra, a falta de su propio cuerpo, que ya no tienen, se sirven del médium para manifestarse a los hombres de una manera sensible. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

33. Los Espíritus también pueden manifestarse de varias maneras, entre ellas a través de la vista y la audición. Algunas personas, llamadas médiums auditivos, tienen la facultad de oírlos y así pueden conversar con ellos; otros los ven: son los médiums videntes. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

34. Los Espíritus que se manifiestan a la vista, por lo general se presentan bajo una forma análoga a la que tenían en vida, pero más vaporosa; otras veces esa forma tiene todas las apariencias de un ser vivo. En este caso, algunas veces han sido tomados por personas de carne y hueso, con las cuales se ha podido conversar e intercambiar apretones de mano, sin que el interlocutor sospeche que se relacionaba con Espíritus. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

35. La visión permanente y general de los Espíritus es muy rara, pero las apariciones individuales son bastante frecuentes, sobre todo en el momento de la muerte. El Espíritu liberado parece apresurarse para volver a ver a sus parientes y amigos, como para advertirles que acaba de dejar la Tierra y decirles que vive para siempre. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

36. Que cada uno reúna sus recuerdos y verá cuantos hechos de ese género, de los que no se daba cuenta, le han ocurrido no solo de noche, durante el sueño, sino en pleno día, en el más completo estado de vigilia. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

37. En el pasado se consideraban esos hechos sobrenaturales y maravillosos, y los atribuían a la magia y a la hechicería; actualmente los incrédulos los atribuyen a la imaginación; pero desde que la ciencia espírita reveló su clave, se sabe cómo se producen y que no escapan al orden de los fenómenos naturales. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

38. Se cree también que los Espíritus, por el solo hecho de ser Espíritus, debían tener la suprema ciencia y la suprema sabiduría: fue un error que la experiencia no tardó en demostrar. Entre las comunicaciones dadas por los Espíritus, algunas son sublimes por su profundidad, elocuencia, sabiduría, moral, y solo reflejan bondad y benevolencia; pero al lado, están las que son muy vulgares, frívolas, triviales, groseras incluso, y por las cuales el Espíritu revela los instintos más perversos. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

39. Es, pues, evidente que éstas no pueden emanar de la misma fuente, y que si hay buenos Espíritus, los hay también malos. Los Espíritus, no siendo otra cosa que el alma de los hombres, no pueden naturalmente volverse perfectos solo por haber dejado su cuerpo; hasta que hayan progresado, conservarán las imperfecciones de la vida corporal; por eso, nosotros lo vemos en todos los grados de bondad y de maldad, de sabiduría y de ignorancia. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

40. Los Espíritus se comunican generalmente con placer, y para ellos es una satisfacción ver que no fueron olvidados y describen voluntariamente sus impresiones al dejar la Tierra, su nueva situación, la naturaleza de sus alegrías y de sus sufrimientos en el mundo de los Espíritus donde se encuentran. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

41. Unos son muy felices, otros desdichados, algunos soportan tormentos horribles, según la manera en que vivieron y el empleo bueno o malo, útil o inútil que hicieron de su vida. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

42. Al observarlos en todas las fases de su nueva existencia, según la posición que ocuparon en la Tierra, su género de muerte, su carácter y sus hábitos como hombres, se llega a un conocimiento bastante preciso del mundo invisible, para que nos demos cuenta de nuestro estado futuro y presentir el destino feliz o desdichado que allí nos espera. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.) (Continúa en el próximo número.)

 

 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita