WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual Edições Anteriores Adicione aos Favoritos Defina como página inicial

Indique para um amigo


O Evangelho com
busca aleatória

Capa desta edição
Biblioteca Virtual
 
Biografias
   
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco

Estudio de las Obras de Allan Kardec Português   Inglês

Año 10 - N° 499 - 15 de Enero de 2017

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
 
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 

El Espiritismo en su más simple expresión

Allan Kardec

(Parte 5)

 

Continuamos en esta edición el estudio del libro El Espiritismo en su  más simple expresión, publicado en el año 1862 por Allan Kardec. Este estudio es realizado en base a la traducción al idioma portugués hecha por Salvador Gentile. 

Cuestiones preliminares

A. ¿Cómo define el Espiritismo el bien y el mal?

El bien es todo lo que está conforme con la ley de Dios y el mal todo lo que es contrario a esa misma ley. Se ve, pues, que Dios no creó el mal. Él estableció leyes, y esas leyes son siempre buenas, porque Él es soberanamente bueno; aquél que las observe fielmente será perfectamente feliz; pero los Espíritus, al tener su libre albedrío, no siempre las han observado y el mal, para ellos, es resultado de su desobediencia. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

B. ¿Cuál es el estado del Espíritu en el intervalo de sus existencias corporales?

En el intervalo de sus existencias corporales, el Espíritu es errante, es decir, se encuentra en la erraticidad. La erraticidad no tiene una duración determinada. En ese estado, el Espíritu es feliz o desdichado, según el buen o mal uso que haya hecho de su última existencia. Estudia las causas que lo han apresurado o retardado en su adelanto, toma las decisiones que intentará poner en práctica en su próxima encarnación y elige, él mismo, las pruebas que cree más apropiadas para su adelanto. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

C. ¿Dios perdona al Espíritu culpable?

Sí. Dios perdona, pero exige arrepentimiento, reparación y retorno al bien, de manera que la duración del castigo es proporcional a la persistencia del Espíritu en el mal. Pero, cuando una chispa de arrepentimiento entra en el corazón del culpable, Dios extiende su misericordia sobre él. Siendo soberanamente justo y bueno, Él no condena a sus criaturas a castigos perpetuos por faltas temporales, sino les ofrece en todo momento los medios para progresar y reparar el mal que hayan podido hacer. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

Texto para la lectura

89. El libre albedrío se desarrolla en los Espíritus al mismo tiempo que las ideas, y Dios les dice: “Todos podéis aspirar a la felicidad suprema, cuando hayáis adquirido los conocimientos que os faltan y hayáis cumplido la tarea que os impongo. Trabajad, pues, por vuestro adelanto, ese es el objetivo, y lo alcanzareis siguiendo las leyes que grabé en vuestra conciencia”. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

90. Como consecuencia de su libre albedrío, unos toman el camino más corto, que es el del bien, y otros toman el más largo, que es el del mal. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

91. Dios no creó el mal; estableció leyes, y esas leyes son siempre buenas, porque Él es soberanamente bueno; aquél que las observe fielmente será perfectamente feliz; pero los Espíritus, al tener su libre albedrío, no siempre las han observado y el mal, para ellos, es resultado de su desobediencia. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

92. Se puede decir, pues, que el bien es todo lo que está conforme con la ley de Dios y el mal todo lo que es contrario a esa misma ley. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

93. Para cooperar, como agentes del poder divino, en la obra de los mundos materiales, los Espíritus se revisten temporalmente de un cuerpo material. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

94. Mediante el trabajo que su existencia corporal necesita, perfeccionan su inteligencia y adquieren, observando la ley de Dios, los méritos que deberán conducirlos a la felicidad eterna. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

95. La encarnación no es impuesta al Espíritu, al principio, como un castigo; es necesaria para su desarrollo y para el cumplimiento de las obras de Dios, y todos deben experimentarla, ya sea que tomen el camino del bien o del mal; solo aquellos que siguen la ruta del bien, avanzan más rápido, están menos lejos de alcanzar el objetivo y llegarán a él en condiciones menos penosas. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

96. Los Espíritus encarnados constituyen la Humanidad, que no está circunscrita a la Tierra, sino que puebla todos los mundos diseminados en el espacio. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

97. El alma del hombre es un Espíritu encarnado. Para apoyarlo en el cumplimiento de su tarea, Dios le dio como auxiliares a los animales que le son sumisos, y cuya inteligencia y carácter son proporcionales a sus necesidades. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

98. El perfeccionamiento del Espíritu es fruto de su propio trabajo; al no poder, en una sola existencia corporal, adquirir todas las cualidades morales e intelectuales que deben conducirlo al objetivo, lo alcanza mediante una sucesión de existencias, en cada una de las cuales da algunos pasos hacia adelante en el camino del progreso. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

99. En cada existencia corporal, el Espíritu debe desarrollar una tarea proporcional a su desarrollo; cuanto más ruda y trabajosa es, más mérito tendrá en cumplirla. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

100. Cada existencia, entonces, es una prueba que lo acerca al objetivo. La cantidad de esas existencias es indeterminada. Depende de la voluntad del Espíritu abreviarla, trabajando activamente por su perfeccionamiento moral, del mismo modo que depende de la voluntad del obrero abreviar el número de días que emplea para realizar el trabajo que debe entregar. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

101. Cuando una existencia fue mal empleada, no tiene beneficio para el Espíritu, que debe recomenzarla en condiciones más o menos penosas, en virtud de su inteligencia y de su mala voluntad; es así que, como en la vida, se puede ser obligado a hacer al día siguiente lo que no se hizo en la víspera, o volver a hacer lo que se hizo mal. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

102. La vida espiritual es la vida normal del Espíritu: es eterna; la vida corporal es transitoria y pasajera: es solo un instante en la eternidad. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

103. En el intervalo de sus existencias corporales, el Espíritu es errante, es decir, se encuentra en la erraticidad. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

104. La erraticidad no tiene una duración determinada; en ese estado, el Espíritu es feliz o desdichado, según el buen o mal uso que haya hecho de su última existencia; él estudia las causas que lo han apresurado o retardado en su adelanto; toma las decisiones que intentará poner en práctica en su próxima encarnación y elige, él mismo, las pruebas que cree más apropiadas para su adelanto. Con todo, algunas veces se equivoca o sucumbe al no sostener como hombre las decisiones que tomó como Espíritu. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

105. El Espíritu culpable es castigado en el mundo de los Espíritus mediante sufrimientos morales y mediante penas físicas en la vida corporal. Sus aflicciones son la consecuencia de sus faltas, es decir, de su infracción a la ley de Dios; de manera que son, al mismo tiempo, una expiación del pasado y una prueba para el porvenir. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

106. Así, el orgulloso puede tener una existencia de humillaciones, el tirano una de servidumbre y el mal rico una de miseria. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

107. Hay mundos apropiados a los diferentes grados de adelanto de los Espíritus, y donde la existencia corporal se encuentra en condiciones muy diversas. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

108. Cuanto menos adelantado es el Espíritu, tanto más pesados y materiales son los cuerpos con los que se reviste; a medida que se purifica, pasa a mundos moral y físicamente superiores. La Tierra no es el primero ni el último, pero es uno de los más atrasados. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

109. Los Espíritus culpables encarnan en los mundos menos adelantados, donde expían sus faltas mediante las tribulaciones de la vida material. Esos mundos son para ellos verdaderos purgatorios, y depende de ellos salir, trabajando por su adelanto moral. La Tierra es uno de esos mundos. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

110. Dios, siendo soberanamente justo y bueno, no condena a sus criaturas a castigos perpetuos por faltas temporales; les ofrece en todo momento los medios para progresar y reparar el mal que hayan podido hacer. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.)

111. Dios perdona, pero exige arrepentimiento, reparación y retorno al bien, de manera que la duración del castigo es proporcional a la persistencia del Espíritu en el mal. Pero, cuando una chispa de arrepentimiento entra en el corazón del culpable, Dios extiende su misericordia sobre él. (El Espiritismo en su  más simple expresión – Resumen de la Enseñanza de los Espíritus.) (Continúa en el próximo número.)

 

 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita