Delanne: investigador
del Espiritismo
(2ª y
última parte)
Delanne -
Escritor
Hasta el presente
momento se evito
tratar de los libros
escritos por Delanne,
presentándose a penas
las revistas con las
cuales colaboró lo que
edito. Su primer libro
fue publicado en 1885,
con el titulo “El
Espiritismo ante la
Ciencia”. Dividido en
cinco partes, trata
inicialmente de las
diversas teorías
relacionadas con la
existencia del alma; de
la historia y teoría
del magnetismo,
sonambulismo e
hipnotismo;
de
los
experimentos
que
|
|
prueban
la inmortalidad del
alma, del periespiritu,
pruebas de su existencia,
su composición y su
papel en la
desencarnación,
concluyendo con una
parte que trata de la
mediumnidad. |
Lantier (1971, p. 77)
hace un comentario al
respecto de este libro,
que nos hace creer que
el lo había leído: “El
autor, dando pruebas de
su gran saber, combate
en el materialismo con
argumentos que se apoyan
más en las realidades
del electromagnetismo
que de los postulados
Kardecianos”. Al
referirse al
electromagnetismo,
Lantier debía estar
queriendo hablar del
magnetismo animal de
Mesmer y sus sucesores,
de los cuales Delanne
trata en la segunda
parte. ¿Como atribuir la
teoría del periespiritu
a alguien que no sea
Kardec?¿Como atribuir el
tratamiento de los tipos
de mediumnidad al
electromagnetismo?
Hablando francamente,
Jacques Lantier parece
no haber leído el libro
que comenta, o
desconocer la obra de
Allan Kardec. La edición
brasileña de este libro
fue traducida por
Carlos Imbassahy y
revisada por Lauro S.
Tiago, para la segunda
edición de 1993. La
edición, que sirvió de
base a este artículo de
1993, indica que fueron
impresos sin ser
publicado. , hasta
entonces, diez mil,
libros, más es necesario
comentar que el quedo
décadas.
La segunda publicación
de Delanne fue “El
Fenómeno Espirita”, que
vino al publico en
1896. especie de curso
introductoria al
Espiritismo, este libro
presenta la comunicación
con los muertos desde la
antigüedad, dedicando un
capitulo para los
tiempos modernos, donde
presenta, con propiedad,
el desenvolvimiento del
“nuevo espiritualismo”
angloamericano desde las
hermanas Fox, el trabajo
de Kardec y sus
contemporáneos y las
pesquisas alemanas de
Justinus Kerner a sus
contemporáneas. Se
sigue la presentación
de fenómenos de efectos
físicos y una discusión
de las tesis
alternativas a la
mediumnidad, con la
presentación de diversos
hechos que comprueban
las cuatro facultades
básicas de la
mediumnidad. La segunda
parte termina con un
capitulo sobre el
“Espiritismo
Trascendental”, termino
que se refiere a los
fenómenos de
materialización,
desmaterialización,
transporte y otras
facultades de efectos
físicos. La tercera
parte del libro es
destinada a los grupos
espiritas, presentando
sugestiones para su
funcionamiento. La
cuarta y última parte
se destina a discutir la
tesis materialista y
presentar argumentos a
favor de la
reencarnación. Esta es
una obra que merece ser
indicada a los
iniciantes en el
Espiritismo que ya
posean hábito de lectura.
Es lectura casi
obligatoria a los que se
dedican a la práctica de
la Doctrina de los
Espíritus. Su traducción
fue realizada por
Ewerton Cuadros, y la
edición consultada
indicativa a la
publicación de 29.000
libros por la FEB, en
1992.
La contribución
siguiente del discípulo
de Kardec a la
literatura espirita fue
publicada en 1897 y está
traducida en portugués
con el titulo “La
Evolución Anímica”. Esta
obra es un análisis
comparativo de los
postulados espiritas
frente a la Psicología
Fisiológica de la época.
Desdoblándose temas
como la vida (entendida
orgánicamente), la
memoria, las
personalidades multiples,
la locura, la
hereditariedad y el
universo, en donde se
discute la evolución
cósmica y la evolución
terrestre. Traducido
para el portugués por
Manuel Quintao, en 1992
la FEB ya había impreso
34.000 volúmenes.
Su cuarto libro, cuya
primera edición vino al
público en 1898, aun no
está traducido para el
portugués, y su titulo
podría ser traducido
como “Pesquisas Sobre la
Medianidad”. Sobre este
libro silencian Regnaul
y Bodier, y el dudoso
Lantier indica, lacónico,
a su publicación.
Herminio Miranda,
entretanto, consiguió la
edición francesa de
1902, que cita en su
“Diversidad de
Carismas”.
En este mismo año,
Delanne prefacio el
libro “Katie King:
historia de sus
apariciones”, cuyo autor
no es indicado por
Lantier. En 1899,
Delanne publico “El
Alma es Inmortal”,
quinto libro consecutivo
en cinco años de
trabajos. En él trata de
la inmortalidad del
alma, del periespiritu,
del desdoblamiento del
ser humano, del cuerpo
fluídico después de la
muerte, las experiencias
de De Rochas sobre la
exteriorización de la
sensibilidad, las
fotografías de
Espíritus desencarnados,
las creaciones fluídicas
de la voluntad, las
teorías científicas del
tiempo, espacio,
conservación de la
energía y ponderabilidad.
Traducido para el
portugués por Guillén
Ribeiro, la obra
consultada ya estaba en
su cuarta edición en
1978.
Después de una
abstinencia de diez años,
Delanne trae al publico
la obra que todos sus
biógrafos consideran su
obra prima. En lengua
portuguesa ella podría
ser traducida “Las
Apariciones
Materializadas de lo
Vivos y de los Muertos”.
Su primer volumen fue
publicado en 1909 y su
segundo volumen fue
publicado en 1911.
regnault y Bodier (1990,
p. 61) afirman que, en
el primer volumen,
“Gabriel Delanne no deja
sin respuesta ninguna de
las objeciones que son
hechas a la existencia
del alma de los vivos.
Para probarlo, ofrece
una documentación
extraordinaria, basada
en multiples
experiencias
científicas.” Ellos
continúan tratando del
segundo tomo, lo que se
transcribe abajo.
“En el segundo tomo
muestra la analogía que
existe entre el que
pasa durante la vida de
los seres y lo que
existe cuando, no
teniendo más el cuerpo
físico, pueden, todavía,
manifestar su
sobrevivencia a través
de comunicaciones “pos
mortem”. De aquí a
algunos siglos, cuando
los historiadores
quieran tornar conocido
lo que había en la época
de la barbarie, cuando
existan materialistas,
los humanos de esa época
quedaran muy espantados
al constatar que los
metapsiquistas nada
habían inventado.”
Ochenta y cinco años se
pasaron sin que los
espiritas brasileños
pudiesen tener el placer
de leer, en su lengua,
la presente obra. Una
vez que algunos
privilegiados aun la
poseen, lo que se puede
hacer esperar que uno de
los estudiosos
dedicados, que el
movimiento espirita
brasileño posee, se
dedique a traducirla,
con la certeza de que no
será un “best Seller”,
más que ciertamente
contribuirá para una
mejor comprensión del
alma humana y de la
historia del
Espiritismo.
En 1992, Delanne
prefacio “La Granja del
Silencio” de Paul Bodier,
publicado en portugués
por la FEB y de
excelente aceptación por
el publico francés,
cuando fue lanzado. El
“canto del cisne” del
pesquisidor de los
espíritus fue dictado en
1924 y parece haber
tenido publicación
póstuma en 1927.
Regnault y Bodier se
refieren a el como
“Documentos para Servir
al Estudio de la
reencarnación”, y está
publicado en portugués
con el titulo “La
Reencarnación”. Asunto
de polémica junto a los
espiritualistas
ingleses, Delanne trata
de la reencarnación en
otras culturas y se
esmera en documentar
evidencias de la
reencarnación con el
auxilio del tema de la
memoria integral. La
casuística es extensa y
lo que los
pesquisidores
contemporáneos
denominarían como
métodos de memoria
espontánea y provocada
tienen su lugar en este
libro, con presentación
de procedimientos y
resultados. Traducido
por Carlos Imbassahy, la
edición consultada data
de 1992 y ya está en su
octava edición, habiendo
sido impresos cerca de
cuarenta mil libros.
Ultimas
palabras
¿Por qué creemos en los
Espíritus? posiblemente,
algunos adeptos del
espiritismo de los días
de hoy responderán a
esta pregunta
refiriéndose a algún
médium cuyas facultades
les trajeron alguna
evidencia sobre la vida
más allá, de la materia.
Otros se recordaran de
obras que leen como si
fuese una ficción, más
que son repetidas
debido a la autoridad de
un expositor vibrante
que les confiere el
carácter de verdad.
Herminio Miranda, al
contrario, relató que,
en el inicio de sus
estudios sobre el
Espiritismo le recomendó
la lectura de Kardec,
Denis y Delanne.
Ciertamente, ele
espirita que hubiera
estudiado la obra de
este gigante del
pensamiento espiritista
tendría una convicción
diferente, en cuanto a
los Espíritus y a la
mediumnidad. Convicción
basada en hechos y en la
reflexión. Convicción
filosófica científica.
Gema tan preciosa en
cuanto rara en los días
en que los “noticieros”
se enfilan en busca de
las noticias, tan
diferentes como
improbables, del
supuesto “mundo de los
espíritus”, mezclado del
“mundo de la imaginación
de los pseudos mediúms.
Observemos detenidamente
a los traductores de la
obra de Delanne. Aquello
que conocen la historia
del movimiento espirita
brasileño reconocen el
porte de los que se
dispusieron a traducirlo.
Quintao, Imbassahy,
Guillon Ribeiro, Ewerton
Quadros... Nadie más,
nadie menos.
El número de ediciones
es bien tímido, si es
comparado a las
centenas de millares de
“Nuestro Hogar” o las
cifras bien superiores a
un millón de “El
Evangelio según el
espiritismo”, que
apuntan el potencial del
mercado editorial
espirita en nuestro
país. Sin duda que este
cuadro será diferente
cuando los estudiosos y
expositores espiritas
atiendan para la
relevancia de la obra de
Gabriel delanne y sigan
su consejo, divulgándolo.
Agradecemos de corazón,
para finalizar, los
esfuerzos del Centro
Espirita León denis, que
viene realizando
esfuerzos editoriales en
contramano del mercado,
más en la dirección de
un Espiritismo mejor
conocido y divulgado.
Ciertamente no
tendríamos acceso al
trabajo cuidadoso de
Regnault y Bodier si no
fuese por la pluma
paciente del profesor
José Jorge y el trabajo
en equipo de este núcleo
de estudiantes y
trabajadores de l causa
espirita.
Fuentes bibliograficas:
BODIER,
Paul, REGNAULT, Henri.
Gabriel Delanne: vida e
obra. Rio de Janeiro:
CELD, 1990.
DUMAS,
André. História do
Espiritismo. in:
História do Ocultismo
Porto: Nova Crítica,
1980.
LANTIER,
Jacques. O Espiritismo.
Lisboa: Edições 70,
1971. p. 74-83.
MIRANDA,
Hermínio. Diversidade
dos carismas. Niterói:
Arte e Cultura, 1991.
WANTUIL,
Zêus; THIESEN,
Francisco. Allan Kardec
(vol. III). Rio de
Janeiro: FEB, 1980. p.
120-122, 314-316,
373-379.
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