La apometria y las
prácticas
espíritas
La apometria, de la
forma
como los apómetras la interpretan,
no es
Espiritismo,
por
cuanto sus prácticas
están en
total
desacuerdo con las
recomendaciones del
Libro de los
Médiums,
de Kardec
“Más
vale repeler
diez
verdades
que admitir
una sola
mentira, una
sola teoría
falsa.”
Erasto (1)
Muchos compañeros
recorren las
instituciones
que
práctican apometria,
porque el
“tratamiento” es más “fuerte”.
Afirman.
Los apometras
incautos,
hipnotizados
por las
tinieblas, mantienen ese
tipo de
actitud
bizarra
bajo los
aplausos
de sus víctimas,
psíquica
y
mentalmente
aprisionada.
Si la apometria es más
“fuerte”
que la
reunión de desobsesión,
¿por
qué la omisión de los
Espíritus
Superiores?
¿Por
qué ellos se callan
sobre el
asunto? ¿Curioso
eso, no? El silencio de
los Espíritus
Superiores
es, sin duda, un
presagio de
que
tal
práctica es de
mal
augurio y,
por
eso mismo, ella es
circunscrita
a pocos
grupos que
deberían
borrar el
nombre
Espiritismo
de sus
estatutos.
Para quien desconoce,
explotamos algunos
regueros de oro
que
encontramos en las
proposiciones de esa
tal
“avanzadísima
terapia”.
Los apometras confirman
que “la
apometria es más
fraternal,
puede
ser más
eficaz”.
(2)
Resuenan en las
rocas
voces
que “la
apometria acelera, con
calidad, las lentas
atenciones desobsesivas
que, aun,
son realizados en muchas
casas de
nuestro
país”.
(3) (¡pásmense!) Gritan
que
“el éxito de la
apometria reside en la
utilización de la
facultad mediúmnica,
para
entrar en contacto con el
mundo
espiritual de manera más
fácil
y
objetiva,
siempre
que
se quiera. Puede, pues,
ser utilizada
como
técnica eficaz
en el tratamiento de las
obsesiones y la eficacia
ocurre en virtud de
que
los Espíritus
protectores están en el
mismo
plano
que los asistidos, pudiendo,
por
tanto obrar
con mayor profundidad y
más
rapidez”.
(Qué cosa, ¿¡eh!?)
Desconocen
tales
compañeros,
que “la
cura
des las obsesiones
graves
requieren mucha
paciencia, perseverancia
y dedicación.” (4)
Nuestra conciencia
doctrinaria no acepta
tanta
facilidad – ya
que no
admitimos
que
sea posible
una
transformación tan
rápida
en Espíritus
que
cultivan el odio tan
intensamente.
No satisfechos, difunden
otra perla: “Los
diagnósticos
son mucho más
precisos
y detallados; (5) las
operaciones
astrales
son ejecutadas con
una
alta
técnica y con el empleo de
aparatos
sofisticados de
hospitales
muy bien montados en
regiones elevadas del
Astral
Superior. Por
resonancia vibratoria,
el desencarnado recibe
cierto alivio,
una
especie de
calor
benéfico
que se irradia del cuerpo
vital,
pero
causa en el
encarnado
el malestar de
que
este
se queja”.
Se expresan en éxtasis
con el hallado oro y
afirman: “en la
medida en
que
la humanidad evoluciona,
los
velos del
desconocimiento
van a
ser
descubiertos y el
conocimiento de las
leyes
espirituales,
que antes
era privilegio de pocos, va siendo
revelado, abiertamente,
a los
investigadores
llenos de preconceptos”.
Distante del régimen de
la
lógica,
los apometras proclaman
falacias del
tipo:
“Del punto de
vista del
Budismo
y de la Teosofía, los
vehículos de
manifestación de la
conciencia (inmoladora)
son divididos en siete.
Ya en la
óptica del
espiritualismo,
del Espíritu
heterodoxo
(sic) y de la
Conscienciología (entre
otras líneas de
pensamiento más nueva),
hay
apenas
tres vehículos (el
cuerpo
físico,
astral
y
mental), siendo
el energético (doble
etérico o energosoma)
apenas un
involucro
que
no (com)
porta
la conciencia”. (6)
Analicemos esta otra
afirmación de ellos: “La
apometria trabaja con
sintonía. No incorpora
egos. No
incorpora vehículos de
manifestación de la
conciencia.
Una
vez cerrada
la atención en la
casa
apometrica, la sesión
apometrica puede
continuar en el
astral, a
ejemplo de lo
que
ocurre con las sesiones
espíritas
convencionales”.
(7) ¿Entendieron?
¡Pues es!) Y está aquí:
“con la ayuda de los
amparadores extrafísicos
(mentores)
de la sesión apometrica,
la sensibilidad
espiritual
del
médium permite
una
sintonía con
determinada
faja de conciencia del
paciente
y
que
se haga
barrer
bioenergética y
psicometriica en sus
chacras, nádis,
parachacras y paranádis”.
(¿)
Divaldo
Franco
amonesta
sobre la
exquisitez de
colocar
“obsesores en
cápsulas
espaciales”
y dispararlos
para el
mundo
de la erraticidad. “No
vamos a
examinar la cuestión
esdrújula de ese
comportamiento, pero,
si yo, en
la condición de espíritu
imperfecto
que
soy, llegase desesperado
a un
lugar,
pidiendo misericordia y
apoyo en
mi
locura, y otro, mí
prójimo,
me
exiliase
para el magma
de la Tierra,
para
que yo experimente la
dureza
de un infierno
mitológico
o ser
desintegrado, yo
renegaría de aquel Dios
que
inspiró ese adversario
de la compasión. O,
si
me mandase en
una
cápsula
espacial
para que
fuese expulsado de la
Tierra… ¿Con qué
autoridad? ¿Cuándo dijo
Jesús
que
su
reino es
de los miserables?
Obsesores retirados del
campo
mental del obsesado “la
fortaleza”
y
enviados
a “otros
planetas”,
o a extraños
lugares o
dimensiones extrafísicas,
reafirma
que,
entre
los engañadores
apometras, hay
una
grotesca
falta de conocimiento de la Doctrina
Espírita.
Refugiémosno, pues no
basta la
asiduidad a la
Casa
Espírita. Es indispensable
que
estudiemos a Kardec con
mucha seriedad y
persistencia. Los
enunciados
contenidos en la
Codificación exigen
cautela
al interpretarlos y,
sobre
todo,
humildad al ejercerlos.
Observen lo
que
encontramos en
este
trecho: “Los
que
prefieren el
método
clásico de adoctrinación
religiosa,
entronizado
a lo
largo del
siglo XX en los
centros
espíritas y
espiritualistas
brasileños, critican la
Apometria,
porque
esta no “evangeliza” al
espíritu obsesor.
Todavía, en complejas
obsesiones
espirituales,
el
intento
de “evangelizar”,
“sensibilizar”
o “concienciar” al
espíritu obsesor, no
surte efecto.
Evangelizar a
magos
negros es tan
eficaz
como enseñar lecciones de fraternidad a
un psicópata”. Y ellos
concluyen de esta
forma el
razonamiento: “¿Sería
“más
fraterno”
dejar a los
pacientes
con el
chips
tenebrosos y los
magos
negros y sus
adeptos
sueltos, haciendo lo
que
hacen? ¿Análogamente,
sería más
fraterno
si
nuestros policías no
portasen
armas de
fuego, pues podrían
herir a los
bandidos
que nos
asaltan y
nos
matan? La correlación es
la misma”. (9)
(comillas,
destaques,
etc.,
todo es
por
cuenta de los apometras)
El
tribuno bahiano
recuerda
que
“Nuestra tarea es de
iluminar, no es
de
eliminar. El
espíritu malo,
perverso,
cruel es nuestro hermano en la
ignorancia”. (10) en
rigor, el
uso
de energía
para
apartar
obsesores, sin la
necesaria reforma
íntima,
indispensable a la
liberación
real de
los envueltos en los
dramas
obsesivos, contradice
los principios
básicos
del
Espiritismo,
pues el simple
alejamiento de las
entidades
por sus leyes y
rituales,
no es
técnica
que
se encuadre en los
principios doctrinarios
espíritas,
no siendo,
por
tanto,
una
práctica recomendable en
la
casa
espírita.
En ese
mundo de
fantasía de la apometria,
encontramos
una
esmeralda. Veamos esa: “La
principal
característica de la Apometria radica en la
envoltura de su
asistencia
espiritual.
La Apometria investiga
el cuerpo
astral
del
paciente,
su
habitat (ambiente
doméstico y/o profesional), los
obsesores
locales y
no
locales
(basados en otros
niveles del
umbral).
Es mucho más
poderosa
que
el pase y la
adoctrinación
convencionales.
Detecta y
retira
equipos extrafísicos
mecánicos y electrónicos
(para-tecnología) del
psicosoma (cuerpo
astral)
de los
pacientes.
Los pases no son medios
suficientes
ni
instrumentos
exclusivos para
la
retirada de
chips
extrafísicos de los
pacientes.
En determinadas
circunstancias, remedios
homeopáticos
de
alta
potencia destruyen o
desplegan equipamientos
extrafísicos adheridos
al
aura
o al psicosoma del
paciente.
Hay
una
práctica bioenergética
llamada “MBE”
(movilización
básica
energética) (sic)
bastante
eficiente en la destrucción de
implantes
de para-tecnología
negativa.
La mayoría de la
humanidad es inmadura
conscientemente
(niños
espirituales):
no lee, no estudia, no
hace prácticas
bioenergéticas.” (11)
(¡¿?!) (Quedamos
verdes,
con
una
tremenda
sensación de impotencia
delante de
todo
eso).
Como se observa, los
apometras adoptan
terminologías diversas
de aquellas utilizadas
por la
Doctrina
Espírita de
creencias
orientales.
Además de eso, sus
alegaciones chocan de
frente
con el buen
sentido
kardecista.
Que
sepamos, no hubo
manifestaciones
sobre
el
tema en
varias
partes
del
mundo,
por
medio de
médiums
conceptuados. Debemos
considerar,
por tanto,
que no hubo el Control
Universal
de las enseñanzas de la
técnica,
como
preconizaba Kardec. (12)
Los
términos
utilizados
por los
apometras impresionan,
realmente
a los inadvertidos.
Si no
veamos: “salto
cuántico, spin,
despolarización de
memoria,
campos
magnéticos,
chips
astrales, cuentan en portugués o griego
y
latidos
energéticos. Las
percepciones
espirituales de los
médiums
de soporte de las
secciones de Apometria
se dan
por
clarividencia
objetiva,
intuitiva o
mental. En un
diapasón
mental
adecuado, alcanzan
una
potencia cuadrática (elevada
al cuadrado), en
que diez
trabajadores afines, y
en
alta
sinergia,
valen
por cien
personas) lo
que
también se aplica a
otros
grupos).
De ahí la importancia
del
grupo
apometra desenvuelve un
agudizado nivel
técnico,
mediúmnico y sinérgico”.
(13)
A esa
altura
del artículo, los
apometras deben
estar
horrorizados, diciendo
entre sí: - Jorge Hessen
debe tener varios
chips astrales
incrustados en el
periespíritu,
deteriorando su
razonamiento… Pero no
estamos
solos
en ese pensamiento. Vea
lo
que
nuestro hermano Divaldo
Franco,
durante
una larga
entrevista concedida al
programa
Presencia
Espírita, de la
Radio Buena Nueva, de
Guarulhos (SP), en
agosto/2001,
afirmó: “No iré a
entrar en el
mérito,
ni en el estudio de la
apometria,
porque
yo no soy apometra, yo
soy
espírita. Lo
que
puedo decir es
que la
apometria, de la
forma
como los apometras interpretan, no es
Espiritismo,
porque sus prácticas
están
totalmente
en desacuerdo con las
recomendaciones de “El
Libro de los
Médiums”.
(14) Con esas esdrújulas
prácticas, se abren
precedentes
graves
para la implantación de
rituales,
totalmente inaceptables en la práctica
espírita,
que es,
fundamentalmente,
la doctrina de la fe
razonada. En la práctica
y en los
métodos
de liberación de los
obsesores, la violencia
que
dichos
métodos
presentan, a mí
personalmente,
me parece
tan
chocante,
que me
hace
recordar la Ley
del Talión,
que
Moisés suavizo con el
Código
Legal
y
que Jesús
sublimó a través del
amor. (…)
(15)
He ahí lo
que
pensamos al respecto del
asunto. Nuestros
argumentos
son
por demás
consistentes, pues se
basan en estudios y
experiencias kardecistas.
De nuestra
parte,
sin estrangulamiento de
cualquier
línea
de razonamiento, creemos
que la
apometria es un
método
supuestamente
terapéutico
que se
puede estudiar lejos de
las huestes
espíritas
para
ser mejor evaluado. La desobsesión es
una
cosa seria y no admite
placebos inocuos.
Fontes
(1) Kardec, Allan. O
Livro
dos
Médiuns,
Ed. FEB, cap. XX,
item
230, p. 292.
(2)
Disponível
em
www.comunidade-espiritual.com/blog.php?sub_section=view&id=2654.
Acesso em 18-03-08.
(3) Disponível
em
http://aumpram.org.br/apometria.html.
Acesso em
15-03-08.
(4) Kardec, Allan, O Evangelho
segundo o
Espiritismo,
Rio de Janeiro:
Ed. FEB , 1998, Cap. 28,
item 84.
(5)
Disponível
em
www.geocities.com/Vienna/Strasse/5774/atend.htm.
Acesso em 18-03-08.
(6)
Disponível em
www.comunidade-espiritual.com/blog.php?sub_section=view&id=2654.
Acesso em
15-03-08.
(7)
Disponível em
http://
harmonizacaoambiental.blogspot.com/2008/06/apometria.html.
Acesso em
15-03-08.
(8) Entrevista, de Divaldo
Pereira
Franco
no
programa
Presença
Espírita da Rádio
Boa
Nova, de
Guarulhos (SP),
em
Agosto/2001.
(9)
Disponível em
http://harmonizacaoambiental.blogspot.com/2008/06/apometria.html.
Acesso em 15-03-08.
(10) Entrevista, de Divaldo
Pereira
Franco
no
programa
Presença
Espírita da Rádio
Boa
Nova, de
Guarulhos (SP),
em
Agosto/2001.
(11)
Disponível
em
http://www.comunidade-espiritual.com/blog.php?sub_section=view&id=2654.
Acesso em
18-03-08.
(12) Kardec utilizou na
Codificação
do
Espiritismo
o "Controle
universal do ensino
dos
Espíritos",
conforme
se
lê
em
"O
Evangelho
segundo
o
Espiritismo",
Introdução,
item II - AUTORIDADE
DA
DOUTRINA
ESPÍRITA".
(13) Idem.
(14) Entrevista,
de Divaldo
Pereira
Franco
no
programa
Presença
Espírita da Rádio
Boa
Nova, de
Guarulhos (SP),
em
Agosto/2001.
(15) Idem.
(16)
Idem.
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