En el especial
publicado en
esta edición de
la revista, en
que es examinada
la idea del
Creacionismo,
Paulo de Silva
Neto Sobrino
dice, con
propiedad, que
los religiosos
que se aten al
texto bíblico,
si no dejan de
aferrarse a la
creencia de que
Adán y Eva
formaron la
primera pareja
humana, se
colocan delante
de algo que no
consiguen
explicar, como,
por ejemplo, el
hecho de Caín,
tras haber
matado a Abel,
encontrara a
aquella que
sería su
compañera y con
ella casarse.
Pero esa no es
la única
dificultad
impuesta por el
Creacionismo,
una orden de
ideas que el
Espiritismo
evidentemente no
acepta, al
enseñarnos que
la especie
humana no
comenzó por un
único hombre y
que aquel a
quien llamamos
Adán no fue el
primero en
poblar la
Tierra. ¿En que
época vivió
Adán? – “Más o
menos en la que
creéis: cerca de
4.000 años antes
de Cristo”,
dijeron los
Espíritus
superiores, como
podemos leer en
la cuestión 51
del Libro de los
Espíritus.
La información
arriba, que
constituye
sentido común
entre los
religiosos,
encuentra apoyo
también en la
narración
bíblica, ya que
fue sólo en el
llamado Periodo
Neolítico –
entre 5.000 a.C.
y 2.500 a.C. –
que surgió en la
Tierra el
pastoreo,
seguido del
cultivo de la
tierra, y el
hombre pasó de
cazador a
pastor.
Ahora, se Caín
cultivaba el
suelo y su
hermano Abel era
pastor, como
narra el
Génesis, la
fecha indicada
por los
Espíritus acerca
de la época en
que vivió Adán
no es compatible
con los
registros
históricos, o
sea, la pareja
citada vivió en
plena vigencia
del Neolítico.
Ocurre que la
población de la
Tierra se inició
en épocas mucho
más atrasadas,
como prueban los
sucesivos
descubrimientos
arqueológicos,
lo que muestra
que nuestros
ancestrales
vivieron mucho
antes de Adán y
Eva.
Sólo para citar
un ejemplo,
recordemos que
en el inicio del
2000,
científicos
conectados a la
Universidades
Emory y Stanford,
ambas situadas
en América del
Norte,
divulgaron los
resultados de
una
investigación
singular
realizada con
base en las
mutaciones del
ADN.
Los resultados
encontrados por
Douglas Wallace
y sus compañeros
confirmaron que
los primeros
Homo sapiens,
provenientes de
África, llegaron
a Europa entre
40.000 y 50.000
años atrás,
fecha que es
respaldada por
el análisis
químico de
varios fósiles
encontrados en
el Viejo Mundo.
La Ciencia
respalda con
datos de ese
porte lo que los
Espíritus
superiores
enseñaron hace
más de 150 años,
o sea, que la
llamada raza
adámica
representa tan
solamente uno de
los troncos que
dieron origen a
la civilización
terrena, pero
antes de ella
vivían aquí
otros pueblos,
lo que explica
la información
relativa a la
familia de Caín
y de su hijo
Enoch, primer
nieto de Adán,
conforme los
textos bíblicos.
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