Apometría no es
Espiritismo
Obsesor y obsesado son
criaturas enfermas que
necesitan del cariño y
de la atención de los
que se dedican a la
desobsesión; si estos
ingredientes faltaran,
estaremos delante de
algo que difiere del
Espiritismo codificado
por Kardec
Uno de mis hermanos
consanguíneos más
queridos, que desencarnó
en Curitiba diez años
atrás, fue durante
cierto tiempo entusiasta
de las ideas del Dr.
José Lacerda acerca de
la apometria, un término
que pocos conocían en
aquella época y que,
obviamente, no suscitaba
las discusiones que hoy
se hicieron frecuentes
en el medio espírita.
Pasando algunos días en
su casa, lo que era
entonces muy común en
base de mis compromisos
profesionales, pude leer
lo que, según mi
hermano, era la obra más
importante del Dr.
Lacerda acerca del
asunto. La lectura
exigió pocas horas, pero
me dejó intrigado porque
los rituales entonces
sugeridos herían uno de
los principios conocidos
de la práctica espírita,
que es la completa
ausencia de rituales. Mi
extrañeza inicial
transcurría del hecho de
que, en lo tocante al
tema desobsesión, además
de todas las obras que
hablan con profundidad
sobre el método y la
finalidad de la práctica
espírita, nadie puede
ignorar la sencillez de
lo que Kardec escribió,
primero en la Revista
Espírita, después en
El Evangelio según el
Espiritismo, cap.
28, ítems 81 y
siguientes.
La metodología espírita,
expuesta allí por el
Codificador, es por
demás simple y puede ser
resumida en un concepto
conocido: - No se
resuelve el problema de
la obsesión sin cuidar
del agente y del
paciente.
La propuesta exorcista,
tan común en cierta
época en el medio
católico y en el seno de
las iglesias
protestantes, es
absolutamente ineficaz,
como ineficaz es la
práctica umbandista
cuando pretenda tan
solamente el alejamiento
de los litigantes.
|
Sintetizando lo que
incontables autores ya
escribieron, Suely
Caldas Schubert nos dice
en su obra Obsesión/Desobsesión
(1ª Parte, cap. 14,
págs. 76 y 77) que para
atender al obsesado es
necesario socorrer
simultáneamente a toda
la falange de verdugos
que lo cercan.
En breve esas entidades
menos felices son
atraídas para la reunión
de desobsesión, de tal
modo que, cuando el jefe
de la turba se comunica,
casi todos sus acólitos
ya fueron atendidos y
encaminados.
Obsesor y obsesado son
criaturas enfermas y,
como tal, merecen el cariño y la atención de
los que se
|
dedican a ese
mister. Si estos
ingredientes
faltan a la
práctica
desobsesiva,
estaremos
delante de otra
cosa, pero no
del Espiritismo
codificado por
Kardec. |
Las prácticas de la
apometría están en total
desacuerdo con las
recomendaciones de El
Libro de los Médiums
He ahí lo que el
conocido compañero
Divaldo Franco dijo
sobre la Apometria, en
una conferencia dada en
agosto del 2001,
conforme está registrada
por el programa
Presencia Espírita de la
Radio Boa Nova,
disponible en http://www.oespiritismo.con.br/textos/ver.php?id1=91
en internet:
“El médico carioca
residente en Porto
Alegre Dr. José Lacerda
desde los años 50,
espírita que era
entonces, comenzó a
realizar en una pequeña
sala del Hospital
Espírita de Porto
Alegre,
llamada La Casa del
Jardín, actividades
mediúmnicas normales.
Con el tiempo él recibió
instrucciones de los
Espíritus y realizó
investigaciones
personales que
desaguaron en un
movimiento al cual él
dio el nombre de
Apometría.
No iré a entrar en el
mérito ni en el estudio
de la apometria porque
yo no soy apômetra, yo
soy espírita. Lo que
puedo decir es que la
apometria, según los
apómetras, no es
Espiritismo, por cuanto
sus prácticas están en
total desacuerdo con las
recomendaciones de El
Libro de los Médiums.
No examinaremos aquí el
mérito o demérito porque
yo no practico la
apometria, pero según
los libros que han sido
publicados, la
apometria, según la
presunción de algunos,
es un paso avanzado del
movimiento espírita en
el cual Allan Kardec
estaría desfasado. Allan
Kardec fue la propuesta
para el siglo XIX y para
parte del siglo XX y la
apometria es el escalón
más evolucionado en el
cual Allan Kardec se
encuentra totalmente
desfasado – tesis con la
cual, en la condición de
espírita, yo no
concuerdo en absoluto.
En la práctica y en los
métodos de liberación de
los obsesores, la
violencia que dichos
métodos presentan, a mí,
a mí personalmente, me
parece tan chocante que
hace recordarme la ley
del Talión que Moisés
suavizó con el código
legal y que Jesús
sublimó a través del
amor.
Cuando las entidades son
rebeldes, los
adoctrinadores, tras
realizar una cuenta
cabalística o de tener
lo gestos muy
específico, expulsan por
la violencia a ese
Espíritu para el magma
de la Tierra, la
sustancia aún en
ebullición de nuestro
planeta.”
La Casa Espírita no es
una clínica alternativa,
donde toda experiencia
nueva va a ser puesta en
ejecución
“Lo colocan – prosigue
Divaldo – en cápsulas
espaciales y lo disparan
para el mundo de la
erraticidad. No iremos a
examinar la cuestión
esdrújula de ese
comportamiento, pero si
yo, en la condición de
Espíritu imperfecto que
soy, llegara desesperado
a un lugar pidiendo
misericordia y apoyo en
mi locura, y otros, mi
prójimo, me exiliase
para el magma de la
Tierra, para yo
experimentar la dureza
de un infierno
mitológico o ser
desintegrado, yo
renegaría a aquel Dios
que inspiró ese
adversario de la
compasión.
O si me mandara en una
cápsula espacial para
que fuera expulso de la
Tierra. ¿Con qué
autoridad? Cuando Jesús
dijo que su reino es de
los miserables.
En la parábola del
Festín de Bodas, él
manda buscar a los
mendigos, aquellos que
están en los lugares
escabrosos ya que los
elegidos rechazaron y
mataron a sus
embajadores.
La Doctrina Espírita se
centra en el amor y
todas esas prácticas
nuevas, de las
mentalizaciones, de las
corrientes
mentomagnéticas,
psicotelérgicas, para
nosotros espíritas
merecen todo respeto,
La Casa Espírita no es
una clínica alternativa,
no es lugar donde toda
experiencia nueva va a
poner en ejecución.
Tengo certeza de que
aquellos que adoptan
esos métodos nuevos,
primero, no conocen las
bases kardecistas y, al
conocerlas, nunca las
vivirán para tener
seguridad. Eso sería
desmentir todo el
material revelado por el
mundo espiritual en
estos 144 años de
codificación, en Brasil
y en el mundo, por la
mediumnidad incomparable
de Chico Xavier, las
informaciones que
vinieron por ese médium
impar, por la notable
Yvonne del Amaral
Pereira, por Zilda Gama,
por tantos médiums
nobles conocidos y
nobles desconocidos en
su trabajo de socorro.
Entonces si alguien
prefiere la apometria,
que se divorcie del
Espiritismo. ¡Es un
derecho! Pero no mezcle
para no confundir.
Nuestra tarea es de
iluminar, no es de
eliminar. El Espíritu
malo, perverso, cruel,
es nuestro hermano en la
ignorancia.”
Los métodos de la
apometría son bastante
chocantes Para nuestra
mentalidad espírita
En la parte final de su
charla, Divaldo así se
expresó:
“¿Podría haber alguien
más cruel que el joven
Saulo de Tarso? Él había
asesinado a Esteban a
pedradas, había
asesinado a otros, y fue
a Damasco para asesinar
a Ananias. Jesús no lo
colocó en una cápsula
espacial y lo disparó
para el infinito. ¡Se le
apareció a él!
Lo conquistó por el
amor: "¿Saulo, Saulo,
por qué me persigues?"
¿Puede haber mayor
ternura en eso? Y él
espantado preguntó:
"¿Que es esto?" “– Yo
soy Jesús, aquel a quien
persigues". Y él
entonces cayó en sí.
Emmanuel usa esta frase:
Y cayendo en sí, quiere
decir aquella capa del
ego cedió lugar al
encuentro con el ser
profundo, cayendo en sí.
Él despertó, y gracias a
él nosotros conocemos a
Jesús por su palabra,
por sus luchas,
por el alto precio que
pagó, apedreado varias
veces hasta ser
considerado muerto,
tirado por detrás de los
muros en los lugares de
la basura, de los
desechos él fue
rescatado por los amigos
y continuó predicando.
Entonces los Espíritus
perversos merecen
nuestra compasión y no
nuestro repudio.
Coloquémosno en el lugar
de ellos.” (…)
“No tenemos nada contra
la Apometria, las
corrientes
mentomagnéticas,
aquellas otras de
nombres muy esdrújulos y
pseudocientíficos.
No tenemos nada.
Pero como espíritas,
nosotros
deberemos cuidar de la
propuesta Espírita. Y de
mi condición de espírita
ejerciendo la
mediumnidad hace más de
54 años, los resultados
han sido todos cogidos
del árbol del amor y de
la caridad.
No entraré en el mérito
de los métodos, que son
bastante chocantes para
nuestra mentalidad
espírita, que no admite
ritual, gestos,
griterío, ni
determinados
comportamientos, porque
la única fuerza es
aquella que viene de
dentro. Para esta clase
de Espíritus son
necesarios ayuno y
oración.”
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