su amor por la obra Pablo y
Esteban.
El Consolador:
¿Dónde nació usted?
En São Paulo,
Capital, al tiempo
en que aún era la
“São Paulo da garoa”,
en los años pasados
de agosto de 1951.
El Consolador:
¿Dónde reside
actualmente?
En el Norte de
Londres, la capital
del Reino Unido.
El Consolador: ¿Qué
hecho lo llevó a
cambiarse para
Londres?
Estuve en Londres de
enero a febrero del
2004, para algunas
conferencias. Vine,
vi y me gustó...
Hice amigos, sentí
que había un lindo
campo de trabajo. Me
enamoré por la
ciudad y volví para
quedarme, en marzo
del 2005.
El Consolador: ¿Cual
es su formación
escolar?
Soy abogado,
graduado por la
Universidad de São
Paulo y actué
durante 30 años como
profesional liberal,
la mayor parte de
ese tiempo en el
área del Derecho de
Familia.
El Consolador: ¿Qué
cargos ya ejerció
usted en el
Movimiento Espírita?
Comencé mis
actividades
espíritas en la
Federación Espírita
del Estado de São
Paulo (Feesp), donde
concluí el curso de
Expositor el año de
1988. En 1989, ya
comencé a exponer en
el área de Enseñanza
de la propia Feesp.
Desde entonces,
actué en todas las
áreas de la Feesp y
en varias
funciones, pero
primordialmente en
el área de
Enseñanza, donde fui
Director de Cursos y
Expositor. En los
últimos 12 años,
hasta venir para
Londres, fui
expositor del curso
de Filosofía
Espírita y actué
en el área de
Asistencia
Espiritual, donde
era pasista. Además
de eso, hice
conferencias en
varios Centros
Espíritas de la
Capital, en algunas
ciudades del
Interior del Estado
y en algunos Estados
de Brasil.
El Consolador:
¿Actualmente, cuál
es su actividad?
Actualmente soy un
modesto trabajador
del Solidarity
Spiritist Group,
donde ocupo la
función de Asistente
del Dpto. de
Enseñanza,
expositor, ponente y
pasista. Además de
eso, he hecho
conferencias en los
otros Grupos
Espíritas de
Londres.
El Consolador:
¿Cuándo tuvo usted
su primer contacto
con el Espiritismo?
Mi primer contacto
con el Espiritismo
se dio al tiempo en
que hacía el curso
de Derecho en el
Ancho de San
Francisco, en el
Centro de São Paulo.
Cuando salía del
curso para una
oficina de abogacía
que quedaba
exactamente detrás
del edificio de la
facultad, pasaba
frente
a un puesto de
libros usados que
estaba colocado
junto a la pared
lateral del edificio
de la grande
academia de derecho
y, siempre
interesado por
libros, paraba para
examinar lo que
había allí para
venta. Entonces, me
deparaba con obras
de Allan Kardec en
su estantería más
alta y quedé
encantado con aquel
nombre impreso en
dorado en la tapa de
los libros.
El Consolador: ¿Hubo
algún hecho o
circunstancia
especial que haya
propiciado ese
contacto?
En el caso que
referí, pienso que
fue una simple
coincidencia, pero
que me conectó al
nombre de Allan
Kardec, desde el
primer momento.
Después, en 1975,
conocí a una abogada
que era espírita de
cuna y comentaba
sobre cosas que leía
en los libros
espíritas. En 1982,
en una
excursión a Foz del
Iguazú, conocí a una
señora que trabajaba
en un centro
espírita en Río de
Janeiro y me envió
los primeros libros
espíritas para mi
lectura, entre
ellos, El Libro de
los Espíritus, por
el cual sentí amor a
primera vista.
El Consolador: ¿Cuál
fue la reacción de
su familia??
Mi familia solamente
tomó conocimiento de
mi adhesión
definitiva al
Espiritismo cuando
pasé a trabajar en
la Feesp. Mi madre
quedó sorprendida, y
me preguntó cuánto
me pagaban para dar
clases en aquella
casa. Y más
sorprendida quedó
cuando yo dije que
era un trabajo
voluntario,
gratuito. Ella hoy,
sin embargo, apoya
totalmente mi
trabajo.
El Consolador: ¿De
los tres aspectos
del Espiritismo -
ciencia, filosofía y
religión - cuál es
el que más lo atrae?
Me gusta la Doctrina
Espírita cómo un
todo indisociable,
pero tengo una
ligera inclinación
por el aspecto
filosófico, pues el
penetra todas las
áreas del
conocimiento humano.
El Consolador: ¿Qué
autores espíritas le
agradan más?
Para mí, Kardec está
en primerísimo
lugar. Tras él, me
gusta mucho León
Denis, Herculano
Pires y Hermínio
Miranda. De los
autores de obras
mediúmnicas,
destaco, sin sombra
de duda, Chico
Xavier, pero también
aprecio mucho a
Yvonne Pereira y
Divaldo Franco.
El Consolador: ¿Qué
libros espíritas que
haya leído usted
considera
indispensables al
compañero
principiante?
El Libro de los
Espíritus y El
Evangelio según el
Espiritismo,
antes que
cualesquier otros;
Que es el
Espiritismo, El
problema del ser,
del destino y del
dolor (a
depender del nivel
cultural del
principiante) y
Pablo y Esteban.
El Consolador: ¿Hay
algún libro espírita
en especial que
usted considera,
digamos, su
preferido? ¿Por qué?
Paulo y Esteban,
por toda la
ejemplificación de
que él es portador,
normalmente a partir
del despertar de
Saulo, a las puertas
de Damasco. Es una
historia que afecta,
dotada de enseñanzas
profundas y
valientes, para los
momentos más
críticos de nuestra
existencia.
El Consolador: Como
trabajador activo y
dedicado a proferir
conferencias y dar
cursos, ¿cuál es su
apreciación sobre la
importancia del
estudio de la
Doctrina?
El propio Espíritu
de la Verdad, en el
cap. VI del
Evangelio según el
Espiritismo, mostró
su necesidad, al
decir: “Espíritas:
amaos, he ahí la
primera enseñanza;
e instruiros, he
ahí el segundo”. El
estudio es esencial;
sin el, jamás
seremos verdaderos
espíritas, ni nos
transformaremos en
el “hombre nuevo”
preconizado por
Jesús.
El Consolador: Las
divergencias
doctrinarias en
nuestro medio se
reducen a pocos
asuntos. Uno de
ellos es respecto al
llamado Espiritismo
laico. ¿Para usted,
el Espiritismo es
una religión?
No es una religión,
en el sentido común
de la palabra, desde
que está enteramente
desprovisto de
rituales,
sacramentos, casta
sacerdotal y sus
jerarquías,
ceremonias y
privilegios... El
propio Kardec, en la
Revista Espírita de
1868, mes de
diciembre, afirmó
que el Espiritismo
es
una religión, sin
sombra de duda, y
complementó: “en el
sentido filosófico,
el espiritismo es
una religión, y
nosotros lo
glorificamos por
esto...”. Eso
significa que el
Espiritismo es una
religión en el
sentido interior,
sin las prácticas
exteriores de las
religiones
tradicionales.
Prevalece en el más
el sentimiento de
religiosidad,
atributo del
espíritu, que el
sentido formal de
religión.
El Consolador:
Cierta vez, en una
de sus conferencias,
usted dijo que
muchas personas aún
van al centro
espírita como si
fueran a la misa el
domingo por la
mañana. ¿Usted puede
explicar mejor lo
que dijo?
Es verdad, porque
muchos de nosotros
aún traemos hábitos
muy fuertes,
conectados a
nuestras prácticas
religiosas del
pasado, con todo su
dogmatismo, y para
adentrar la Doctrina
Espírita, que
es puramente
racional y nos
estimula a repensar
nuestros
comportamientos
atávicos, algunos
aún necesitan pasar
por el proceso de
desvinculación
gradual, que es un
tanto complejo.
El Consolador: Otro
tema en que la
práctica espírita a
veces diverge está
relacionado con los
llamados pases con
patrones, propuestos
en la obra de Edgard
Armond. Aunque
sepamos que el más
común sea la
imposición de manos,
tal como recomienda
Herculano Pires,
¿cual es su opinión
y como es el pase
aplicado en la casa
espírita en que
usted trabaja?
De hecho, el propio
Herculano Pires
estaba contra el
pase patrón. Afirma
él que el pase
espírita es
simplemente la
imposición de manos,
como lo hacía Jesús.
Con todo el respeto,
pienso que la
patronización se
aplica a los
componentes de un
trabajo de
asistencia
espiritual y no a la
casas espíritas,
que a rigor no están
sujetas a los
dictámenes de un
órgano regulador. En
un grupo de trabajo,
todos deben aplicar
el pase de una misma
forma, para que
ningún trabajador se
diferencie del otro,
ni sea el preferido,
u omitido, de los
asistidos de la casa
espírita en que
milita.
Aquí en Londres, en
los grupos que ya
visité, el pase
aplicado es la
imposición de manos,
inclusive en el
Solidarity Spiritist
Group, casa donde
trabajo. Debido a la
limitaciones de
espacio y de tiempo,
las casas espíritas
londinenses trabajan
todas de forma
semejante. Si
mañana,
o después, las cosas
se modifican y es
preciso crear otros
tipos de pases,
pienso que el
espíritu de patrón
debe siempre guiar
la formación de los
nuevos grupos. En el
freír de los
huevos, es la
dirección de la casa
espírita que debe
orientar a sus
trabajadores.
El Consolador: ¿Como
ve usted la
discusión en torno
al aborto y el papel
del Movimiento
Espírita en cuánto a
ese asunto?
Pienso que la tarea
del Espiritismo está
dirigida a la
conciencia de
aquellos que buscan
la Doctrina, en las
casas espíritas y en
sus cursos. Fuera de
ese ámbito,
representantes del
Espiritismo han sido
llamados a opinar en
una cuestión o en
otra, a exponer uno
u otro tema,
inclusive
ese a que usted se
refiere, por el
respeto que la
Doctrina Espírita
alcanzó, gracias a
los ejemplos
edificantes de Chico
Xavier y otros. Con
eso, los espíritas
han actuado en
varios frentes
últimamente y creo
que eso ya es un
gran avance. Además,
han surgido canales
de televisión y
emisoras de radio
espíritas, que
alcanzan un gran
público fuera del
medio espírita,
donde la cuestión ha
sido tratada más
abiertamente. Además
de eso, libros y
artículos de
periódicos han
expuesto la
enseñanza
doctrinaria acerca
de ese tema y hasta
en los medios
políticos ha habido
la actuación de
entidades espíritas,
llevando la posición
doctrinaria sobre
esa temática.
Entonces pienso que
eso ya está de muy
buen tamaño.
Aquí en el Reino
Unido, ya es difícil
regularizar las
casas espíritas,
debido al rigor de
las leyes que rigen
la cuestión. Imagine
entonces piense en
la actuación de los
espíritas junto a la
autoridades
gubernamentales para
debatir ese
asunto... Además, se
trata de una
sociedad
extremadamente
liberal,
normalmente en el
caso del aborto, en
la cual el propio
sistema de salud
favorece la
práctica,
suministrando
medicamentos para
que la mujer
practique el acto
por sí misma, en su
propia casa,
corriendo por cuenta
y riesgo de ella,
exclusivamente,
todas las
consecuencias
venidas de esa
práctica condenable.
El Consolador:
¿Usted tiene
contacto con el
movimiento espírita
brasileño? ¿Lo
considera activo, o
falta en el algo que
favorezca una mejor
divulgación de la
doctrina?
Considero el
movimiento espírita
brasileño como el
más activo en todo
el planeta. El ha
penetrado en las más
variadas capas de la
sociedad brasileña,
principalmente en
las más cultas, en
las universidades y
en los órganos de
clase de los más
diversos
profesionales
liberales, y
allí ha hecho
escuela. Creo que
nada falta,
absolutamente, en el
sentido de la más
amplia divulgación
doctrinaria y los
medios de
comunicación de masa
han ayudado mucho en
ese movimiento de
actuación social
intensa.
El Consolador:
¿Cuándo y cómo se
originó el
movimiento espírita
en Inglaterra?
Por lo que sé,
después de la
desencarnación de
Sir Arthur Conan
Doyle, el año de
1930, el Espiritismo
quedó olvidado aquí
en Reino Unido.
Pero, ya al tiempo
de Kardec y aún
después de su
desencarnación,
aparecieron aquí
grandes médiuns e
investigadores que
fueron conocidos por
lidiar con el
fenómeno espírita. A
finales de la década
de 1980 - hay más o
menos veinte, por
lo tanto - el
Espiritismo resurgió
aquí, gracias a la
pionera la sra.
Janet Duncan y a su
gran amor por la
Doctrina. En la
década de 1990, fue
la vez de los
brasileños y
portugueses aquí
residentes crearon
nuevos grupos, que
continúan
multiplicándose
al día de hoy.
Pienso que el
momento aún es de
preparación del
terreno para el
futuro y estudio de
la Doctrina en una
más ancha escala,
como nunca antes.
Actualmente, existen
solamente en Londres
cerca de 8 grupos
espíritas activos y
algunos aún en fase
de formación.
El Consolador: ¿Cómo
es la aceptación de
los ingleses en
relación a la
Doctrina?
Siento que la
aceptación de la
Doctrina los días de
hoy, normalmente
entre las personas
jóvenes, es muy
grande. Cada semana
vemos surgir nuevos
frecuentadores en el
Solidarity, y
algunos ya vienen
con voluntad de
colaborar en la
casa, estudiar y
participar
fraternalmente de
todo.
El Consolador: ¿Cómo
ve usted el nivel de
criminalidad y
violencia que parece
aumentar en todo el
mundo, y cómo
nosotros, espíritas,
podemos cooperar
para que esa
situación sea
cambiada?
Pienso siempre que
Dios está al mando
de todo, a través de
sus leyes y
designios sabios y
contenidos. La
criminalidad de hoy
es la consecuencia
de nuestras acciones
en el pasado. Para
los envueltos con
ella, hay siempre
una razón para que
sea así. Son
nuestras tendencias,
por un lado, contra
nuestras deudas
cármicas, por otro,
la transformación
del mundo, que será,
sin embargo,
consecuencia de la
transformación moral
de cada uno de
nosotros.
Al Espiritismo cabe
concienciar a cada
uno sobre sus
deberes y
responsabilidades, a
través de la
práctica de las
enseñanzas de Jesús.
Sin eso,
continuaremos
viviendo la
situación calamitosa
de hoy por más largo
tiempo.
El Consolador: La
preparación del
advenimiento del
mundo de
regeneración en
nuestro planeta ya
dio, como sabemos,
sus primeros pasos.
¿De aquí a cuántos
años usted cree que
la Tierra dejará de
ser un mundo de
expiación y de
pruebas,
pasando plenamente a
la condición de
mundo de
regeneración, en
que, según San
Agustín, la palabra
amor estará
escritura en todas
las frentes y una
equidad perfecta
regulará las
relaciones sociales?
Por lo que sabemos,
la espiritualidad no
trabaja con
limitaciones de
tiempo, de modo que
no se puede precisar
el número de años en
que eso ocurrirá.
Sólo para el hombre
el tiempo es
importante, pero no
para el Espíritu.
Kardec ya decía que
el proceso de
transformación del
mundo ya había
comenzado el siglo
anterior al del
advenimiento del
Espiritismo. Por lo
tanto, la fase de
transición de un
estado a otro ya
está en su tercer
siglo de duración.
Cuánto tiempo más
eso demandará,
depende de cada uno
de nosotros, de
nuestro esfuerzo
para mejorarnos
efectivamente.
El Consolador: En
base de los
problemas que la
sociedad terrena
está enfrentando,
¿cuál debe ser la
prioridad máxima de
los que dirigen
actualmente el
movimiento espírita
en el mundo?
Para ellos, los que
dirigen, y también
para todos nosotros,
sin excepción, la
prioridad debe ser:
esforzarse cada cuál
aún más por su
propia mejoría;
estudiar más la
doctrina y actuar
más en el sentido
apuntado por
Jesucristo;
destacarse en la
defensa de la pureza
doctrinaria y
aplicar los
principios
doctrinarios en
todas sus
actividades.
El Consolador: ¿Qué
significa para usted
el Espiritismo? ¿Y
cuál es la
importancia que el
tiene en su vida?
El Espiritismo es,
para mí,
principalmente
vivencia. Es bien
verdad que aun somos
muy imperfectos,
pero debemos siempre
hacer lo mejor a
nuestro alcance, en
todas las
situaciones en que
estemos empeñados.
El Espiritismo es
motivo de gran
felicidad para mí.
Él dio sentido a mi
vida y aún me
posibilitó trabajar
más cerca de Cristo,
así como conquistar
muchos amigos. Sé
que si tengo salud,
es para nunca
ausentarme del
trabajo en la casa
espírita, a no ser
en casos de fuerza
mayor; alegría, para
infundir en mis
hermanos de camino
el amor por el
estudio de la
doctrina; y
confianza en el
futuro, por la
certeza en cuánto a
la continuidad de
nuestro desarrollo
en otros planos.
Debo mucho de eso al
Espiritismo, que es
mi verdadero
sustento y mi
fortaleza
inquebrantable.
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