¿Por qué se
debilitó en
Francia el
movimiento
espírita?
Ahora que acaba
de ser realizado
un Congreso
Espírita Mundial
más en la ciudad
de Valencia,
España, resurge
entre nosotros
una pregunta que
de vez en cuando
nos viene a
tono: ¿Cómo pudo
el movimiento
espírita haber
perdido el vigor
en incontables
países europeos,
principalmente
en Francia?
Muchas personas
en nuestro medio
no comprenden
como pudo tal
hecho haber
ocurrido en
Francia, donde
tantos
personajes
eminentes se
dedicaron a los
estudios y a las
investigaciones
espíritas,
además de haber
sido aquella
nación la cuna
de la
codificación
kardecista, la
tierra de Kardec
y León Denis, de
Gabriel Delanne
y Camille
Flammarion, a
parte de otros
espiritistas de
notable
renombre.
De hecho, la
retracción del
movimiento
espírita en
Francia y su
expansión en
otros países,
como Brasil,
constituyen algo
que nos hace
pensar, porque
innegablemente
en Europa los
hechos espíritas
atrajeron la
atención de
científicos y
personalidades
de importancia
en el mundo de
la cultura, como
Cesar Lombroso y
Ernesto Bozzano
(Italia), Conan
Doyle y William
Crookes
(Inglaterra),
Charles Richet y
Flammarion
(Francia),
Aksakof (Rusia),
además de muchos
otros cuya
mención sería
aquí ociosa.
Richet y Crookes
fueron laureados
con el Premio
Nóbel; eran, por
lo tanto, lo que
se acostumbra
llamar hombres
de ciencia, que
no presentaban
con relación a
la fenomenológia
espírita el
prejuicio que
parece existir,
en los días de
hoy, contra el
Espiritismo.
Varias
explicaciones
pueden ser dadas
acerca de ese
hecho. Pero nos
parece que la
mejor fue dada
por el Espíritu
de Gabriel
Delanne, muchas
décadas tras su
desencarnación,
en una
entrevista
concedida por él
a André Luiz,
autor del libro
“Nuestro Hogar”,
la cual puede
ser vista en el
libro “Entre
Hermanos de
Otras Tierras”,
obra
psicografiada
por los médiuns
Francisco
Cândido Xavier y
Waldo Vieira
(FEB, 1966, cap.
31).
El trecho en que
Delanne expuso
su punto de
vista es
reproducido
enseguida:
– “¿Qué nos dice
acerca del
Espiritismo en
Francia?”
(Pregunta de
André Luiz)
Delanne: “No nos
es lícito decir
que haya
alcanzado el
nivel ideal...”
– “¿Tratándose
de la cuna de
Allan Kardec,
nos será
permitido
indagar la razón
de eso?”
Delanne: “No
podemos olvidar
que Francia en
los últimos
veinte lustros
sufrió la carga
de tres grandes
guerras que le
impusieron
sufrimientos y
pruebas
terribles.”
– “¿Considera
que eso haya
atrasado la
marcha del
Espiritismo?”
Delanne: “De
modo alguno.
Legiones de
compañeros de la
obra de Allan
Kardec
reencarnaron, no
sólo en Francia,
sino igualmente
en otros países,
principalmente
en Brasil, para
la sustentación
del edificio
kardecistas.”
Nos parece que
la explicación
arriba focaliza
de modo nítido
un hecho que no
es imposible en
el proceso de
evolución de
nuestro orbe.
¿Dónde están los
filósofos y
sabios griegos y
egipcios? Tanto
en un caso
(Grecia) como en
el otro
(Egipto),
cualquier
persona de
mediana
instrucción
entiende que
esas naciones no
presentan hoy la
más leve señal,
a no ser en sus
edificaciones,
de que allí ya
floreció un día
una civilización
más adelantada.
Es que los
personajes que
las
engrandecieron
fueron para
otros parajes,
en este mismo
globo, o en
otros donde la
vida late y da
testimonio de la
sabiduría y
grandeza de
Dios.
Gabriel Delanne
lo afirma
positivamente:
legiones de
compañeros de
Kardec, por lo
tanto,
franceses,
reencarnaron en
otros países –
principalmente
Brasil – para
hacer que se
irradiase el
mensaje
espírita.
No es, pues, sin
razón que
nuestro país
ocupa un papel
de liderazgo en
términos de
movimiento
espírita y es
así que ese
mismo movimiento
resucita en
Francia y en
otros países de
Europa según el
modelo y la
orientación de
los espiritistas
brasileños, como
se vio en el
reciente
Congreso
realizado en
Valencia.
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