La tragedia en
la sierra
fluminense
Delante de más
una tragedia que
se abatió sobre
la población
brasileña, ¿qué
nos cabe hacer
además de orar y
prestar nuestra
ayuda?
Nos acordemos
primero que las
lluvias que
atingieron la
región serrana
de la Provincia
de Río de
Janeiro mataron
cientos de
personas y
dejaron miles
sin abrigo. El
escenario aún es
de verdadera
destrucción, en
especial en las
ciudades de Nova
Friburgo,
Teresópolis y
Petrópolis, que
fueron invadidas
por el agua,
lama y
escombros.
Si unos
perdieron todo
lo que tenían,
incluso la
vivienda, otros
perdieron entes
queridos
llevados por la
riada o
soterrados por
la lama.
La tragedia
atingió personas
de distintas
clases sociales
y no sólo los
más pobres, como
es costumbre
ocurrir en casos
semejantes.
Posadas de lujo
y habitaciones
sencillas,
viviendas
incrustadas en
el cerro y casas
situadas lejos
del peligro,
coches antiguos
y automóviles
novísimos, nada
escapó a la
furia del agua,
como si un
tsunami hubiese
barrido la
región serrana
de aquella
Provincia.
¿Cómo entender
tantas
desgracias?
No haremos aquí
consideración
alguna de
naturaleza
doctrinaria,
porque este no
es el momento
apropiado. Nos
acordemos, tan
sólo, una
conocida alerta
hecha por Jesús,
que Lucas
registró en el
cap. 21:9-13 de
su Evangelio:
“Y, cuando
oyeras hablar de
guerras y
sediciones, no
os asustéis.
Porque es
necesario que
eso ocurra
primero, pero el
fin no será
luego.
Y entonces les
dice: Se
levantarán
nación contra
nación, y reino
contra reino; y
habrá en varios
lugares grandes
terremotos, y
hambres y
pestilencias;
habrá también
cosas
espantosas, y
grandes señales
del cielo. Pero
antes de todas
estas cosas
lanzarán mano de
vosotros, y
vosotros
perseguirán,
entregándoos a
las sinagogas y
a las prisiones,
y llevándoos a
la presencia de
reyes y
presidentes, por
amor de mi
nombre. Y os
ocurrirá eso
para
testimonio.”
Emmanuel, en cap.
71 de su libro
Camino,
Verdad y Vida,
comentó estas
palabras dichas
por Jesús.
Aquí está lo que
el conocido
instructor
espiritual
escribió por las
manos de Chico
Xavier:
“Naturalmente
que el Maestro
no descansará de
ver a sus
discípulos
sumergidos en
sufrimiento.
Teniendo en
cuenta, pero,
las necesidades
amplias de los
hombres de la
Tierra,
comprende el
carácter
indispensable de
las probaciones
y de los
obstáculos.
La pedagogía
moderna está
llena de
esfuerzos
selectivos, de
concursos de
capacidad, de
pruebas de
inteligencia.
El Evangelio
ofrece
situaciones
semejantes. El
amigo del Cristo
no debe ser una
criatura
sombría, a la
espera de
sufrimientos;
sin embargo,
conociendo su
posición de
trabajo, en un
plan como la
Tierra, debe
contar con
dificultades
de toda suerte.
Para los gozos
falsos del
mundo, el
Planeta está
lleno de
conductores
engañados. ¿Cómo
invocar el
Salvador para la
continuidad de
fantasías?
Cuando llamados
para el Cristo,
es para que
aprendamos a
ejercer el
trabajo en favor
de la esfera
mayor, sin que
olvidemos que la
tarea empieza en
nosotros mismos.
Existen muchos
hombres de valor
cultural que se
constituyeron en
mentores de los
que desean
mentirosos
regalos en el
plan físico. En
Evangelio, pues
no ocurre así.
Cuando el
Maestro invita
alguien a su
trabajo, no es
para que llore
en desaliento o
repose en
satisfacción
ociosa.
Si el Señor te
llamó, no te
olvides de que
ya te considera
digno de
testimoniar.”
*
La tragedia en
la sierra
fluminense
constituye para
todos nosotros,
y para aquellas
personas en
especial, una
prueba muy dura
que solicita de
todas las
personas no sólo
oraciones, pero
toda ayuda
posible capaz de
minimizar el
sufrimiento de
nuestros
hermanos de
Petrópolis,
Teresópolis y
Nova Friburgo.
Nota:
A los que puedan
colaborar
financieramente
en socorro a los
nuestros
hermanos, basta
buscar una de
las agencias de
atendimiento de
Banco de Brasil,
en las cuales
fueron abiertas
las siguientes
cuentas:
SOS Nova
Friburgo:
Agencia 0335-2 –
cuenta 120.000-3
SOS Teresópolis:
Agencia 0741-2 –
Cuenta 110.000-9
SOS Petrópolis:
Agencia 0080-9 –
Cuenta 76.000-5.
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