Actos de los Apóstoles
Quinto
libro del Nuevo Testamento
Lucas (Discípulo de
Pablo)
(Parte 2)
Damos continuidad en esta
edición al Estudio
Sistematizado del Nuevo
Testamento, que comprenderá
el estudio de los Evangelios
de Mateo, Marcos, Lucas y
Juan y del libro Actos de
los Apóstoles. El estudio
está basado en la versión del Nuevo
Testamento que el lector
puede consultar a partir de
este link: http://www.bibliaonline.con.br/tb.
Las respuestas
correspondientes a las
cuestiones presentadas se
encuentran a finales del
texto de abajo.
Cuestiones
para el debate
1. ¿Cómo vivían, en los
primeros tiempos, los
cristianos primitivos?
2. ¿Qué sucedió a Ananias y
a su mujer Safira, que,
vendiendo una propiedad,
retuvieron parte del dinero
que sería destinado a la
comunidad apostólica?
3. Sabemos que muchos
prodigios fueron hechos por
los apóstoles, valiéndose de
sus manos. ¿Pedro también
curaba imponiendo las manos,
o actuaba de forma
diferente?
4. ¿De qué modo los
apóstoles consiguieron
escapar de la prisión
pública, donde fueron
apresados por orden del sumo
sacerdote?
5. Amonestado por el sumo
sacerdote a no enseñar la
doctrina traída por Jesús,
¿qué respuesta le fue dada
por Pedro y sus compañeros?
Texto para la lectura
6. Surge en medio de los
cristianos el levita Barnabé
- Como los seguidores de
Jesús vivían en comunidad,
no había necesitados entre
ellos. Todos los que poseían
tierras o casas vendían todo
y llevaban el dinero, y lo
entregaban a los apóstoles.
La distribución era hecha
de acuerdo con las
necesidades de cada uno. Así
es que José, un levita,
nacido en Chipre y
apellidado por los apóstoles
como `Barnabé (que significa
‘hijo de la consolación’),
vendió el campo que poseía y
fue a entregar el dinero a
los apóstoles. (Actos,
4:34 a 4:37.)
7. Los apóstoles deciden
admitir siete
auxiliares en sus servicios
- En aquella época, el
número de los discípulos
aumentaba y los que hablaban
griego comenzaron a quejarse
contra los que hablaban
hebraico, porque sus viudas
estaban siendo olvidadas en
la distribución diaria de
auxilios. Por ese motivo,
los doce apóstoles
convocaron la asamblea de
todos los discípulos y
dijeron: “No es correcto que
dejemos la predicación de la
palabra de Dios por el
servicio de las mesas. Por
eso, hermanos, debéis
escoger de entre vosotros
siete hombres bien
conceptuados, llenos del
Espíritu Santo y de
sabiduría, y nosotros los
encargaremos de esa función.
En cuanto a nosotros,
continuaremos a dedicarnos
todo el tiempo a la oración
y al servicio de la
Palabra”. La propuesta
agradó a toda la asamblea y
así se hizo. (Actos, 6:1
a 6:5.)
8. Esteban es llevado a
consejo y condenado al
apedreamiento - Prendido
y llevado a consejo,
Esteban, que era uno de los
siete auxiliares electos por
los discípulos, hizo ante el
sumo sacerdote un largo
discurso en que acordó la
vida y los actos de Abrahán
y Moisés, para decir que la
obstinación y la dureza de
corazón fueron siempre una
característica del pueblo
hebreo en faz del mensaje
proveniente de Dios. Les
dice entonces Esteban: “¡Que
gente obstinada, dura de
corazón y sorda para el
mensaje de Dios! Siempre
resistís al Espíritu Santo:
vosotros procedéis ahora
como vuestros antepasados
antiguamente. ¿Cuál fue el
profeta que vuestros
antepasados no persiguieron?
Asesinaron aún a los que
habían profetizado la venida
del Justo del cual os
hicisteis traidores y
asesinos”. “Vosotros sois
aquellos que recibisteis la
Ley por medio de los ángeles
y no la cumplisteis.” Oyendo
esto, los fariseos y los
sacerdotes quedaron
enfurecidos y crujiendo los
dientes contra Esteban, que
inmediatamente sería
condenado y muerto por
apedreamiento. (Actos,
7:51 a 7:54.)
9. Muerto Esteban, se
inicia una violenta
persecución contra la
Iglesia - Saulo (que más
tarde sería conocido como el
apóstol Pablo de Tarso)
había aprobado el asesinato
de Esteban, hecho que dio
inicio a una violenta
persecución contra la
Iglesia de Jerusalén. Los
seguidores de Jesús, excepto
los apóstoles, se
dispersaron por las regiones
de Judea y de Samaria.
Algunas personas piadosas
sepultaron el cuerpo de
Esteban e hicieron un gran
luto. Saulo, con todo,
devastaba la Iglesia e
invadía las casas,
arrastrando consigo hombres
y mujeres que eran
conducidos a prisión.
(Actos, 8:1 a 8:3.)
Respuestas a las preguntas
propuestas
1. ¿Cómo vivían, en los
primeros tiempos, los
cristianos primitivos?
Ellos vivían como en
comunidad. Todas las cosas
les eran comunes. No había
entre ellos necesitado
alguno, porque los que
poseían heredades o casas,
vendiéndolas, traían el
precio del que fuera
vendido, y lo depositaban a
los pies de los apóstolos. Y
se repartía cada uno, según
la necesidad que cada uno
tenía. (Actos, 4:32 a
4:35. Ver también: Actos,
2:44 a 2:46.)
2. ¿Qué le sucede a Ananias
y a su mujer Safira, que
vendiendo una propiedad,
revirtieron parte del precio
que sería destinado a la
comunidad apostólica?
Al saber del hecho, Pedro le
dijo: ¿Ananias, por qué
llenó Satanás tu corazón,
para que mintieras al
Espíritu Santo, y retuvieras
parte del precio de la
heredad? ¿Guardándola no
quedaba para ti? Y, vendida,
¿no estaba en tu poder?
Por qué formaste este
designio en tu corazón?
No mentiste a los hombres,
sino a Dios.
Ananias, al oír estas
palabras, cayó y expiró. Y
un gran temor vino sobre
todos los que esto oyó.
Pasando un espacio casi de
tres horas, entró también su
mujer, no sabiendo lo que
había ocurrido. Pedro le
preguntó: Dime, ¿por cuánto
vendisteis aquella heredad?
Ella dijo: Vendemos por
tanto. Entonces Pedro le
dijo: ¿Por qué es que entre
vosotros os concertasteis
para tentar al Espíritu del
Señor? He ahí a la puerta
los pies de los que
sepultaron tu marido, y
también te llevarán a ti.
Luego la mujer cayó a sus
pies, y expiró. Y, entrando
los jóvenes, la hallaron
muerta, y la sepultaron
junto a su marido.
(Actos, 5:1 a 5:10.)
3. Sabemos que muchos
prodigios fueron hechos por
los apóstoles, valiéndose de
sus manos. ¿Pedro también
curaba imponiendo las manos,
o actuaba de forma
diferente?
Pedro curaba hasta sin
imponer las manos. Ellos
transportaban los enfermos
para las calles, y los
ponían en lechos para que al
menos la sombra de Pedro,
cuando este pasara, cubriera
algunos de ellos. Y hasta de
las ciudades circunvecinas
concurrían mucha gente a
Jerusalén, conduciendo
enfermos y atormentados de
espíritus inmundos; los
cuales eran todos curados.
(Actos, 5:12 a 5:16.)
4. ¿De qué modo los
apóstoles consiguieron
escapar de la prisión
pública, donde fueron
apresados por orden del sumo
sacerdote?
De noche, un ángel del Señor
abrió las puertas de la
prisión y, echándolos para
fuera, dijo: Id y presentaos
en el templo, y decid al
pueblo todas las palabras de
esta vida. Oyendo esto,
ellos entraron de mañana
pronto en el templo, y
enseñaban. Cuando los
guardias fueron a buscarlos
en la prisión, no los
encontraron. He ahí lo que
dijeron: Hallamos realmente
la cárcel cerrada, con toda
la seguridad, y los
guardias, que estaban fuera,
delante de las puertas;
pero, cuando abrimos, nadie
hallamos dentro.
En ese momento, llegando uno
de ellos, les anunció: He
ahí que los hombres que
encerrasteis en la prisión
están en el templo y enseñan
al pueblo. (Actos, 5:16 a
5:25.)
5. Amonestados por el sumo
sacerdote a no enseñar la
doctrina traída por Jesús,
¿qué respuesta le fue dada
por Pedro y sus compañeros?
Pedro y los apóstoles le
dijeron: Más importa
obedecer a Dios que a los
hombres. El Dios de nuestros
padres resucitó a Jesús, al
cual vosotros matasteis,
suspendiéndolo en el madero.
Dios con su diestra lo elevó
a Príncipe y Salvador, para
dar a Israel el
arrepentimiento y la
remisión de los pecados. Y
nosotros somos testigos
acerca de estas palabras,
nosotros y también el
Espíritu Santo, que Dios dio
a aquellos que le obedecen.
(Actos, 5:25 a 5:32.)