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Año 4 202 – 27 de Marzo de 2011


 

Traducción
Elza F. Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 

La Masonería y el Espiritismo


Hay en el medio espirita muchos masones, lo que implica decir que existen entre los masones muchos espiritas. Apenas las proporciones es que ciertamente son distintas.

Perseguida a lo largo de los siglos de forma contundente y sistemática por la Iglesia de Roma, la Masonería encontró en el seno del Espiritismo una acogida que se averiguó también en el sentido inverso, de tal modo que las relaciones entre uno y otra son antiguas y fraternales.

En una época no muy distante, había en Río de Janeiro un periódico católico que ponía en realce todos los meses la siguiente frase: “Aquí están nuestros enemigos” y, en seguida, venían tres nombres: Masonería, Espiritismo y Comunismo, lo que concurrió también para que muchos activistas del comunismo en Brasil mantuviesen relaciones estrechas con cofrades nuestros, como compañeros de sufrimiento común que buscan reunirse para sumar fuerzas.

Leemos en la Revista Espirita de 1864 (Edicel, págs.121 a 126) tres comunicaciones allí puestas por Kardec que comentan las relaciones entre el Espiritismo y la Franco-masonería.

En la primera de ellas, Guttemberg (Espíritu) dice que todo masón iniciado es llevado a creer en la inmortalidad del alma y en el Divino Arquitecto y a ser bienhechor, devotado, sociable, digno y  humilde.

En las sociedades a que pertenece se practica la igualdad en la más ancha escala, habiendo, pues en ellas una afinidad evidente  con el Espiritismo.

Aseverando que muchos masones son espiritas y trabajan mucho en la propagada de esta creencia, Guttemberg previó que en el futuro el estudio espirita entrará como complemento en los estudios abiertos en las logias.

En el según mensaje, el Espíritu de Jacques de Molé asegura que las instituciones masónicas fueron para la sociedad un guía para la felicidad.

En una época en que toda idea liberal era considerada crimen, los hombres necesitaban de una fuerza que fuera emancipada por sus creencias, por sus instituciones y por la unidad de su enseñanza. “En esa época – dice Molé – la religión aún era, no madre consoladora, pero fuerza despótica que, por la voz de sus ministros, ordenaba, hería, hacía todo curvarse a su voluntad.”

Concluyendo su pensamiento, Jacques de Molé profetiza: “El Espiritismo hizo progresos, pero, en el día en que tuviere dado la mano a la Franco-masonería, todas las dificultades estarán vencidas, todo obstáculo retirado, la verdad estará esclarecida y el mayor progreso moral será realizado y tendrá transpuesto los primeros peldaños del trono, donde muy pronto deberá reinar”.

En el tercer mensaje, el Espíritu de Vaucanson observa que Guttemberg fue contemporáneo del monje que inventó la pólvora – invención esa que transformó el viejo arte de las batallas –, en cuanto la prensa trajo una nueva palanca a la expresión de las ideas, permitiendo la emancipación de las masas y el desarrollo intelectual de los individuos.

La Franco-masonería, contra la cual tanto gritaron, contra la cual la Iglesia romana no tuvo anatemas en cuantidad suficiente y que ni por eso dejó de sobrevivir, abrió de par en par las puertas de sus templos al culto emancipador de la idea. “En su seno – dice él – todas las cuestiones más serias fueron levantadas y, antes que el Espiritismo tuviese aparecido, los venerables y los gran-maestros sabían y profesaban que el alma es inmortal y que los mundos visible  e invisible  se intercomunican.”

Según Vaucanson, el Espiritismo encontrará en el seno de las logias masónicas numerosa falange compacta de creyentes, serios, resolutos e inalterables en la fe, porque el Espiritismo realiza todas las aspiraciones generosas y caritativas de la Franco-masonería.

De hecho, al inscribir la caridad como siendo el alma del Espiritismo, Kardec enseñó de  manera inequívoca cual el rumbo que las sociedades espiritas deberían seguir, rumbo ese que nosotros, los adeptos del Espiritismo, no podemos perder de vista, si quisiésemos efectivamente hacer merecimiento a ese título.



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita