|
Mábel Meichtry
Farina (foto),
presidenta de la
Sociedad
Espírita Adolfo
Bezerra de
Menezes, de
Itaqui-RS,
desarrolla, con
su esposo Elton,
intensa
actividad en el
campo de los
estudios
doctrinarios y
de la
divulgación
espírita, en que
participa de dos
programas
semanales en
emisoras de
radio locales
y edita el
periódico “O
Consolador”.
¿Cómo se volvió
espírita?
Hace veintiséis
años, después
del nacimiento
de mi hija. Tuve
depresión
post-parto (hoy
sé que era
obsesión); fui
llevada al
centro espírita
por mi madre,
que ya conocía
el Espiritismo.
Cuando allá
llegué, fui muy
bien recibida.
|
Mejorando, luego
me hice
voluntaria.
Hoy estoy en la
presidencia,
aplico pases,
hago
exposiciones
doctrinarias,
atención
fraterna,
asistencia
social; soy
facilitadora de
un grupo de
CIEDE, uno de
ESDE y otro de
“El Libro de los
Médiums”; formo
parte de los
caravaneros de
visitas a los
hogares y
trabajo en la
reunión
mediúmnica.
Aplico cursos
operacionales e
motivadores para
trabajadores. |
¿Cómo está el
movimiento
espírita en
Itaqui?
Tenemos un
movimiento bien
participativo
junto a la
comunidad.
Auxiliamos en el
CAPS AD, en una
fundación para
menores que son
retirados de los
padres por el
consejo tutelar,
en la casa de
pasada
(adolescentes de
ambos sexos).
Siempre estamos
siendo invitados
para participar
de eventos en
escuelas y
guarderías, por
la propia SMEC,
cuartel, grupo
amor exigente,
en actividades
ecuménicas, etc.
¿Cuántos centros
espíritas hay en
la ciudad y cómo
se integran?
Actualmente
tenemos seis
casas espíritas
federadas y una
recién fundada.
Tenemos una
buena relación y
todas abrazan el
movimiento
organizado.
En la región es
tradicional el
Encuentro de la
Familia.
Háblenos de su
formato.
Es organizado
por el
Departamento de
Asuntos de la
Familia de la
UME – Unión
Municipal
Espírita.
Antiguamente era
realizado de dos
en dos años; hoy
se realiza
anualmente.
Ocurre siempre
el primer
domingo de mayo.
Normalmente se
hace un panel
con dos o tres
panelistas de
otras regiones
del Estado.
Después,
trabajamos en
talleres, donde
debatimos el
tema. A seguir
las
conclusiones.
Otra experiencia
interesante es
el ACAMPE,
encuentro de
jóvenes durante
el carnaval.
¿Cómo ocurre
eso?
La idea surgió
hace algunos
años con el
propósito de
alejar a los
jóvenes de los
días conturbados
de las fiestas
carnavalescas,
dándoles otra
opción que no
sean los
llamamientos del
mundo. Es un
encuentro de
convivencia y
reflexiones
junto a la
naturaleza. Del
ACAMPE
participan, una
media, de cien
personas, siendo
que ya se volvió
un evento de
espíritas de
todas las
edades.
¿Qué aprendizaje
tiene para
relatar de esas
actividades?
En el ACAMPE, el
aprendizaje
mayor es el de
la convivencia,
pues pasamos
cuatro días
juntos y, así,
podemos
conocernos
mejor. En el
Encuentro de la
Familia, siendo
cada uno de
nosotros una
individualidad,
nuestras
familias son el
reflejo de esa
condición. Por
eso no debemos
proponer listas,
pues lo que
conviene a una
familia puede no
ser conveniente
a otra.
¿Cuál es la
importancia de
la asistencia
social en los
centros
espíritas?
Pienso que
salimos de un
extremo para
otro. En el
pasado, las
actividades eran
asistenciales y
no promociónales
y educativas;
hoy percibo que
las casas
espíritas
menosprecian esa
actividad. Hay
necesidad de
tener un trabajo
asistencial bien
delineado.
Muchas veces
estamos
entregando
cestas básicas
con nuestros
compañeros y,
por
insensibilidad,
no percibimos
sus propias
necesidades
materiales.
Tenemos que
comenzar por la
propia
institución.
Todos admiran el
trabajo de Chico
Xavier, pero
bien pocos se
proponen a hacer
algo parecido.
El pasar de los
años nos lleva,
fatalmente, al
envelhecimento.
¿Cuál es su
visión sobre ese
aspecto de la
vida?
He meditado
mucho a ese
respecto,
porque, cuando
esa etapa llega,
en la mayoría de
las veces
necesitamos ser
cuidados, las
limitaciones
físicas
fatalmente
ocurrirán, por
eso busco
prepararme para
tal, pues
tendremos que
vencer el
orgullo y
dejarnos cuidar,
no siendo
peso para
nuestros hijos o
familiares,
aceptando
aquello que
hagan por
nosotros, sin
exigencias.
Cuando quedamos
en la
dependencia de
otros, es
preciso buscar
ejercitar la
paciencia y la
blandura. Cuando
el cuerpo no
responder más,
buscar otras
actividades como
la lectura,
trabajos
manuales,
acompañando la
evolución del
mundo, no
estacionando en
el pasado. Todas
las edades son
bellas cuando el
alma es bella.
¿Cómo se prepara
usted para la
muerte?
Analizando lo
que puede
ocurrir ahora,
busco
desapegarme al
máximo de las
cosas materiales
y de los afectos
que dejaré por
un tiempo. El
mejor ejercicio
es no interferir
en la vida de
los familiares,
dejándolos
libres para
actuar, sin
omitirme de
aconsejar cuando
es necesario ni
invadirles la
intimidad.
Sus palabras
finales.
Hermanos de
ideal, estamos
viviendo
momentos
decisivos en el
planeta, un
marco “divisor
de aguas”.
Entendamos el
significado de
términos
encarnado estos
tiempos y seamos
servidores y no
obstaculizadores
de la Doctrina
Espírita.
Estamos aquí, no
por
merecimiento,
pero sí por
misericordia del
Padre. Nuestro
hermano mayor,
Jesús, precisa
de nosotros para
la construcción
de un mundo
mejor. Mucha
paz.
|