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La Dra. Ana
Beatriz
Barbosa Silva
(foto),
nuestra
entrevistada
de la semana,
es
médica-psiquiatra
y escritora,
además de
profesora
Honoris Causa
por la UniFMU
(SP) y
presidente de
la AEDDA –
Asociación de
los Estudios
del Disturbio
de Déficit de
Atención (SP).
Directora de
las clínicas
Medicina del
Comportamiento
en Río de
Janeiro y en
São Paulo,
donde da
atención a los
pacientes y
supervisión de
los
profesionales
de su equipo
(médicos y
psicólogos),
realiza
ponencias,
conferencias,
consultas
y
entrevistas
sobre
|
variados temas
del
comportamiento
humano. En la
entrevista
siguiente,
ella nos habla
sobre los
temas
psicopatía y
bullying, por
ella
examinados a
partir de su
trabajo como
escritora y
terapeuta del
comportamiento
humano. |
En su opinión,
¿qué es lo
divino en
nosotros?
Entiendo que
nuestra
conciencia sea
esa expresión y,
quien sabe, una
fracción
incalculable del
tan hablado y
poco practicado
amor universal o
incondicional.
Cualquier
historia sobre
conciencia es
relativa a la
conectividad que
existe entre
todas las cosas
del universo.
Por eso, incluso
de forma
inconsciente,
nos alegramos sí
frente a la
naturaleza
gentil de los
actos de amor.
En su libro:
Mentes
Peligrosas -
El psicópata
vive al lado,
usted habla
sobre
psicopatía.
¿Cuál es la
definición de un
psicópata?
Es el individuo
que presenta un
Trastorno de
Personalidad,
que se
caracteriza por
total ausencia
de sentimiento
de culpa,
arrepentimiento
o remordimiento
por lo que hace
de errado, falta
de empatia con
otro y de
emociones de
forma general
(amor, tristeza,
miedo, compasión
etc.).
¿Cómo se
presentan ellos
en la
convivencia
social?
Son fríos y
calculadores,
mentirosos
contumaces,
egocéntricos,
megalómanos,
parásitos,
manipuladores,
impulsivos, sin
escrúpulos,
irresponsables,
transgresores de
reglas sociales;
muchos son
violentos y sólo
buscan el
interés propio.
Ellos están
infiltrados en
todos los medios
sociales, credo,
sexo, cultura y
son capaces de
pasar por encima
de cualquier
persona sólo
para satisfacer
sus sórdidos
intereses.
Podemos decir
que son
verdaderos
“predadores
sociales”,
anhelan
solamente poder,
status y
diversión y usan
a las personas
sólo como
trofeos o piezas
de su juego
cruel.
Nosotros los
espíritas
entendemos que
somos seres
reencarnados,
cada cuál
trayendo un
complejo
psicológico.
¿Cómo reconocer
a un psicópata?
No es una tarea
tan fácil. La
mayoría no tiene
apariencia mala
o descuidada y
no posee marcas
que lo puedan
identificar. Son
verdaderos
actores de la
vida real. Pero
tener cautela es
siempre
importante
cuando no se
conoce a alguien
aún muy bien.
Chequear sus
hábitos,
saber un poco de
su pasado,
quedar atento al
jueguecito “de
la pena”, “del
desgraciado”
(todos hacen eso
en un momento
determinado).
Ellos son muy
habilidosos en
usar nuestra
buena fe.
¿Cómo seres
reencarnados,
presentamos
desde pronto una
tendencia
psicopática o
ella se muestra
sólo más tarde
en el transcurso
de la vida
física?
La medicina sólo
puede dar el
diagnóstico de
psicopatía a
partir de los 18
años. Sin
embargo, nadie
se transforma en
psicópata de un
día para el
otro. El
individuo ya
nace psicópata.
Así, queda claro
que un niño y un
adolescente
también
presentan
conductas
maliciosas
o son
genuinamente
perversos. Eso
se percibe en
los malos tratos
con los
hermanos,
coleguitas y
animales, en las
mentiras
recurrentes,
robos de
pertenencias de
los otros,
transgresores de
reglas sociales,
y especialmente
en la falta de
afecto.
¿Cómo es hecho
el diagnóstico?
Es básicamente
clínico, o sea,
a través de la
observación del
comportamiento y
del historial de
vida del
individuo. El
examen debe ser
riguroso y el
profesional
estar muy
atento, una vez
que los
psicópatas son
manipuladores y
pueden pasarse
por “gente de
bien”.
Normalmente
son los padres
que llevan a sus
hijos al
consultorio, por
no aguantar más
su
comportamiento
desafiador o
trasgresor o por
creer que
fallaron en la
educación de
ellos. Ya los
adultos
difícilmente
buscan por un
consultorio
psiquiátrico o
psicológico.
En su opinión de
médica, ¿la
psicopatía tiene
cura?
La psicopatía es
un modo de ser.
Lo que el médico
y/o terapeuta
pueden hacer es
dar soporte y
ofrecer
tratamiento a
las víctimas de
los psicópatas,
una vez que son
ellas las que
verdaderamente
sufren. Por más
bizarro que
pueda parecer,
los psicópatas
parecen estar
enteramente
satisfechos
consigo mismos y
no presentan
malestares
morales o
sufrimientos
emocionales como
depresión,
ansiedad,
culpas, baja
autoestima etc.
Así, no es
posible tratar
un sufrimiento
inexistente. Si
tuviera que
modular
(disminuir el
poder de fuego
de ellos)
sería en la
infancia con
reglas y límites
claros, sabiendo
que serán
castigados de
alguna forma.
Por ejemplo: un
niño que tiene
tendencia a la
psicopatía
grave, por medio
de un rigor
educacional,
puede hacerse
moderada. Pero
los padres
necesitan estar
atentos desde
muy pronto y no
despreocuparse,
lo que es muy
difícil.
¿Qué asusta más
en los
psicópatas en
sus relaciones
humanas?
En las diversas
esferas de las
relaciones
humanas, los
psicópatas son
capaces de pasar
por encima de
cualquier
persona sólo
para satisfacer
sus propios
intereses.
Podemos decir
que son
verdaderos
“predadores
sociales”, y a
veces sus actos
son tan
chocantes que
nos
rechazamos
instintivamente
a reconocer su
existencia. El
lado bueno es
que, según la
clasificación
americana de
trastornos
mentales (DSM-IV-TR),
la prevalecía
general del
trastorno de la
personalidad
antisocial o
psicopatía es de
cerca de 3% en
hombres y 1% en
mujeres. Casi
96% de las
personas son
consideradas
poseedoras de
una base
razonable de
decencia y
responsabilidad.
Los hombres son
naturalmente más
impulsivos y
agresivos que
las mujeres y
pueden revelar
la psicopatía
con más
facilidad y/o
visibilidad. Ya
las
mujeres
presentan una
perversidad más
sutil,
camuflada, en el
campo de las
intrigas. Ellos
son muy
habilidosos en
usar nuestra
buena fe.
Algunos cuidados
son importantes,
pero lo esencial
es tomar
distancia
absoluta y jamás
compactar con
alguien de esa
naturaleza.
Recientemente
usted lanzó el
libro
BULLYING:
Mentes
Peligrosas en
las Escuelas.
¿Finalmente, qué
es bullying?
La palabra
bullying aún es
poco conocida
del grande
público. De
origen inglés y
sin traducción
aún en Brasil,
es utilizada
para calificar
comportamientos
agresivos en el
ámbito escolar,
practicados
tanto por niños
como por niñas.
Los actos de
violencia
(física o
no) ocurren de
forma
intencionada y
repetitiva
contra uno o más
alumnos que se
encuentran
imposibilitados
de hacer frente
a la agresiones
sufridas. Tales
comportamientos
no presentan
motivaciones
específicas o
justificables.
En última
instancia
significa decir
que, de forma
“natural”, los
más fuertes
utilizan a los
más frágiles
como meros
objetos de
diversión,
placer y poder,
con la intención
de maltratar,
intimidar,
humillar y
amedentrar a sus
víctimas.
¿Cuáles son las
formas de cómo
es practicado el
bullying?
Verbal, físico y
material,
psicológico y
moral, sexual,
virtual.
¿Cuáles son los
principales
problemas que
una víctima de
bullying
puede enfrentar
en la escuela y
a lo largo de su
encarnación?
Son las más variadas
posibles y dependen
mucho de cada
individuo, de su
estructura,
vivencias, pre-disposición
genética, de la
forma e intensidad
de las agresiones.
Sin embargo, todas
las víctimas, sin
excepción, sufren
con los ataques de
bullying (en mayor o
menor
proporción). Muchas
llevarán marcas
profundas
provenientes de las
agresiones para la
vida adulta, y
necesitarán de apoyo
psiquiátrico y/o
psicológico para la
superación del
problema.
¿Puede hablarnos
sobre los problemas
más comunes causados
por el bullying?
Los que observo en
consultorio son:
desinterés por la
escuela; problemas
psicosomáticos;
problemas psíquico-comportamentales
como trastorno del
pánico, depresión,
anorexia y bulimia,
fobia escolar, fobia
social, ansiedad
generalizada, entre
otros. El bullying
también
puede agravar
problemas pre-existentes,
debido al tiempo
prolongado de estrés
a que la víctima es
sometida. En casos
más graves, podemos
observar cuadros de
esquizofrenia,
homicidio y
suicidio.
¿Cómo podemos
percibir cuando un
niño o adolescente
está sufriendo
bullying? ¿Cuál
es el comportamiento
típico de esos
jóvenes?
En la escuela,
durante el recreo se
encuentran aisladas
del grupo, o cerca
de algunos adultos
que puedan
protegerlas; en la
sala de aula
presentan postura
retraída, faltas
frecuentes a la
aulas, se muestran
comúnmente tristes,
deprimidas o
afligidas; en los
juegos o actividades
en
grupo siempre son
las últimas a ser
escogidas o son
excluidas; poco a
poco se van
desinteresando por
las actividades y
tareas escolares; y
en casos más
dramáticos presentan
hematomas, arañazos,
cortes, ropas
damnificadas o
rasgadas. En casa
frecuentemente se
quejan de dolores de
cabeza, nauseas,
dolor de estómago,
tonterías, vómitos,
pérdida de apetito,
insomnio. Cambios
frecuentes de estado
de humor, con
explosiones
repentinas de
irritación o rabia.
Generalmente no
tienen amigos o bien
pocos, utilizan
menos el teléfono y
e-mails. Todos esos
síntomas tienden a
ser más intensos en
el periodo que
antecede al horario
en que las víctimas
entren en la
escuela.
¿Y lo contrario?
¿Qué podemos
observar en el
comportamiento de un
practicante de
bullying?
En la escuela los
agresores hacen
bromas de mal gusto,
diversiones, colocan
motes peyorativos,
difaman, amenazan,
presionan y
menosprecian a
algunos alumnos.
Perturban e
intimidan por medio
de violencia física
o psicológica.
Desvían o roban
dinero, comidas y
pertenencias de
otros estudiantes.
Acostumbran a ser
populares en la
escuela y están
siempre agrupados.
Se divierten a costa
del sufrimiento
ajeno. En el
ambiente doméstico,
mantienen actitudes
desafiadoras y
agresivas en
relación a los
familiares. Son
arrogantes en el
actuar, hablar y
vestir, demostrando
superioridad.
Manipulan a personas
para zafarse de las
confusiones en que
se envuelven.
Acostumbran a volver
de la escuela con
objetos o dinero que
no poseían.
¿El practicante de
bullying es
más “pensador” o
“ejecutor”?
Pueden presentarse
de las dos formas, o
sea, como el
articulador o como
el ejecutor. En
ambos casos ellos
son los agentes
generadores y
propagadores de la
violencia entre los
estudiantes. El
pensador es mucho
más peligroso, los
ejecutores son sus
“soldaditos”.
Sabemos de la
importancia de los
padres en la vida de
los hijos. ¿Se puede
decir que el
practicante de
bullying
comienza en casa?
Sí, a buen seguro.
Para que los hijos
puedan ser más
empáticos y actuar
con respecto al
prójimo es necesario
primero ver lo que
ocurre dentro de
casa. Los padres,
muchas veces, no
cuestionan sus
propias conductas y
valores, eximiéndose
de la
responsabilidad de
educadores. El
ejemplo dentro de
casa es fundamental.
La escuela es co-responsable
en los casos de
bullying, pues es en
ella que los
comportamientos
agresivos y
transgresores se
evidencian o se
agravan en la
mayoría de las
veces. La buena
escuela no es
aquella donde el
bullying no ocurre,
pero sí aquella que
tiene una postura
preactiva y eficaz
en base al problema.
Sus palabras
finales.
En cuanto a los
psicópatas, existe
una fracción
minoritaria que
muestra una
insensibilidad
tamaña que sus
conductas criminales
pueden alcanzar
perversidades
inimaginables. En
cuanto al bullying,
es estremecedor
observar que niños
que deberían estar
jugueteando u
ojeando
libros en las
escuelas trafiquen
con drogas, empuñen
armas y aprieten
gatillos sin
cualquier vestigio
de piedad. Se trata
de niños o
adolescentes que
presentan la
trasgresión como
base estructural de
sus personalidades.
Les falta el
sentimiento esencial
para el
ejercicio del
altruismo. La
enseñanza de ética,
solidaridad y
altruismo se inicia
en la cuna y se
extiende para el
ámbito escolar,
donde los niños y
adolescentes pasarán
gran parte de su
tiempo. La dirección
de la escuela debe
accionar a los
padres, el Consejo
Tutelar, los órganos
de
protección al niño y
al adolescente etc.
Admitir que el
bullying ocurre en
100% de las escuelas
de todo el mundo
(públicas o
privadas) es el
primer paso para el
éxito contra esa
práctica indecorosa.
Nota del autor:
Obras de autoría de
la entrevistada:
"Mentes Inquietas:
TDAH - desatención,
hiperactividad e
impulsividad.
“Mentes y Manias:
TOC: Transtorno
Obsessivo-compulsivo”.
"Sonría, usted está
siendo filmado” (en
conjunto con el
publicitario Eduardo
Mello) "Mentes
Insaciables:
anorexia, bulimia y
compulsión
alimentaria" "Mentes
con Miedo: de la
comprensión a la
superación" "Mentes
Peligrosas: el
psicópata vive al
lado" "BULLYING:
Mentes Peligrosas en
las Escuelas".
Direcciones para
contactos:
contacto@medicinadocomportamento.con.br;
anabeatriz@medicinadocomportamento.con.br;
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