La Teoría del
Design
Inteligente y el
Espiritismo
Hace cinco años,
en una de las
selectividades
realizadas por
la Universidad
Federal de
Paraná, una de
las cuestiones
propuestas versó
sobre el
evolucionismo,
el creacionismo
y la entonces
nuevísima
corriente del
pensamiento
conocida por el
nombre de
“Design
Inteligente”.
¿Delante de
esas tres
corrientes de
ideas, cómo se
pone la Doctrina
Espirita?
Es por demás
conocida nuestra
opinión de que,
entre el
evolucionismo de
Darwin y el
creacionismo
bíblico, no hay
duda de que el
Espiritismo se
quedaría siempre
con el primero,
una vez que la
evolución del
alma y de los
seres vivientes
se averiguó
lentamente, con
el pasar de los
milenios, y no
como narra el
Génesis. Es, sin
embargo, más que
evidente que,
según proponen
los partidarios
de la Teoría del
Design
Inteligente,
existen en el
mundo
estructuras
biológicas
demasiadas
complejas para
que tengan
surgido tan
solamente en las
condiciones
descritas por
Darwin, por la
acumulación
gradual de
modificaciones
aleatorias.
Todo nos lleva,
entonces, a
creer que hubo y
hay en ese
proceso la
intervención de
inteligencias
extracorpóreas,
hecho que
Emmanuel afirma
expresamente en
su libro “A
Camino de la
Luz”,
psicografado por
Chico Xavier en
1938, mucho
antes de que
tengan ganado
notoriedad las
ideas de la
mencionada
corriente de
pensamiento, que
entiende existir
un “designer”,
un proyectista
inteligente,
para explicar
las maravillas
de la Creación.
Esa comprensión,
por cierto,
salta a la vista
con la simple
lectura de los
textos que
componen el
estudio
metódico,
publicado en las
ediciones
semanales de
esta revista, de
la obra
”Evolución en
Dos Mundos”, de
André Luiz,
psicografada por
los médiums
Waldo Vieira y
Chico Xavier en
1958, en la cual
la participación
de los
Instructores
Espirituales,
supervisados por
el Cristo, es
destacada a todo
el momento.
He aquí el
enlace que
remite a una de
las partes del
mencionado
estudio,
publicada en la
edición pasada:http://www.oconsolador.com.br/ano5/247/estudandoaserieandreluiz.html.
Uno de los
partidarios de
la Teoría del
Design
Inteligente
(TDI) es el
profesor y
doctor Marcos
Eberlin,
presidente de la
Sociedad
Internacional de
Espectrometría
de Masas,
miembro de la
Academia
Brasileña de
Ciencias y
docente en el
Instituto de
Química de la
Universidad
Estadual de
Campinas
(Unicamp).
En entrevista
concedida al
periodista
Michelson
Borges, el Dr.
Eberlin explica
lo que es la
Teoría del
Design
Inteligente.
La entrevista
puede ser leída
en la íntegra
pulsándose
en este enlace:http://www.entrevistas.criacionismo.com.br/2010/05/professor-da-unicamp-defende-design.html
He aquí las
palabras del
profesor
Eberlin:
“La TDI es una
teoría
científica,
defendida por
una comunidad
creciente de
científicos
cualificados de
todo el mundo y
de varias áreas,
y que busca
establecer
metodología
científica
intensa capaz de
detectar señales
de inteligencia
en la vida y en
el universo. A
través de esos
métodos, la TDI
reinterpreta
todo el arsenal
de datos
riquísimos y con
detalles
altísimos
disponibles hoy
sobre el
funcionamiento
de la vida y del
universo. Y a
partir de ese
análisis
cuidadoso, sin
conceptos
previos, sin
pasión y
racional, hecho
dentro de todo
el rigor de la
metodología
científica que
rige las
ciencias
históricas, la
TDI concluye,
buscando seguir
los datos adonde
quieren que
ellos nos
lleven, que esos
datos apunten
con mucha
seguridad para
una mente
inteligente y
conciente como
la única causa
conocida,
necesaria y
suficiente para
la vida y para
el universo. O
sea, el design
detectado en el
universo y en la
vida no es
aparente o
ilusorio, pero
real e
inteligente”.
¿Sería la TDI un
tipo de
creacionismo?
“El creacionismo
tiene varias
vertientes, pero
la principal es
aquella que
asume que un Ser
todopoderoso
proyectó y creó
el universo y la
vida. El
creacionismo
bíblico va mucho
más lejos y da
nombre y
dirección al
Creador;
describe Su
intención y Sus
métodos, y hace
muchas otras
afirmaciones que
están mucho más
allá de la
capacidad de la
Ciencia de
investigarlas,
debido a muchas
limitaciones de
la metodología
científica. O
sea, el
creacionismo
parte de
presuposiciones
filosóficas y
teológicas,
encierra con
esas
presuposiciones
y confiere a
ellas
racionalidad
cuando encuentra
en la naturaleza
y,
eventualmente,
en la Ciencia
soporte a sus
tesis. La TDI,
sin embargo, no
tiene
absolutamente
nada que ver con
tesis
creacionistas,
de cualquier
vertiente. En
ellas no se
inspira y
tampoco se
apoya. La TDI
busca,
simplemente, de
manera más
honesta posible,
escrutar los
datos
científicos
brutos e
interpretarlos
correctamente,
sin
absolutamente
ninguna
presuposición,
ninguna
predefinición de
cómo o cuál
sería nuestra
conclusión.
Concluimos por
una mente
inteligente como
causa primera de
la vida y del
universo por la
obligación que
todos los
científicos
tienen que
seguir siempre
las evidencias,
las
informaciones
dadas por los
secretos de la
vida y del
universo,
dejando al
máximo nuestra
subjetividad,
naturalista o
teísta, de
lado.”
¿La química (que
es el área de
estudios del Dr.
Eberlin) revela
el design
inteligente?
“Muchos utilizan
comparaciones
morfológicas,
comparan picos
de pajaritos,
huesos,
embriones,
colores de alas
de mariposas
nocturnas. Pero
es a través de
la química, en
nivel molecular,
que entendemos
mismo como la
vida y el
universo
funcionan. Es a
través de la
Química que
aprendemos la “lengua”
de las moléculas
y podemos así
traducir
correctamente
los ecos
moleculares, los
cuales
transmiten los
secretos de
nuestra
existencia. ¡Es
a través de la
Química que
percibimos que
la vida no es
cosa de
aficionado, no!
¡Vida es cosa de
profesional! ¡Y
profesional
cualificado,
especializado!
Que organizó los
diversos códigos
y la información
cerrada, con
clave secreta,
enigmática y en
compartimientos
del DNA, tipo
hard-disk. La
arquitectura
top-down
algorítmica de
la vida, su
lógica atontada
y muy
optimizada. Y
elaboró el
código de
especialización
celular de las
histonas, basado
en reacciones
químicas
ultrasincronizadas
y adecuadas. Y
elaboró los
planes
corporales que
ni siquiera
sabemos dónde y
cómo están
almacenados.”
Llamamos la
atención para
este trecho de
la entrevista
arriba: ”la vida
no es cosa de
aficionado”, y
sugerimos al
lector
compararlo con
las respuestas
dadas por los
Espíritus
Superiores en
las cuestiones 8
y 9 de “El Libro
de los
Espíritus”, la
principal obra
del Espiritismo:
L.E, n. 8:
-¿Qué se debe
pensar de la
opinión de los
que atribuyen la
formación
primaria a una
combinación
fortuita de la
materia, o, por
otra, a la
casualidad?
“¡Otro absurdo!
¿Qué hombre de
buen seso puede
considerar la
casualidad un
ser inteligente?
Y, además de
eso, ¿qué es la
casualidad?
Nada.” La
armonía
existente en el
mecanismo del
Universo patenta
combinaciones y
designios
determinados y,
por eso mismo,
revela un poder
inteligente.
Atribuir la
formación
primaria a la
casualidad es
insensatez, pues
que la
casualidad es
ciega y no puede
producir los
efectos que la
inteligencia
produce. Una
casualidad
inteligente ya
no sería
casualidad.
(Nota de Allan
Kardec.)
L.E., n. 9:
- ¿En qué es
que, en la causa
primaria, se
revela una
inteligencia
suprema y
superior a todas
las
inteligencias?
“Tenéis un
proverbio que
dice: Por la
obra se reconoce
el autor. ¡Muy
bien! Ved la
obra y buscad el
autor. El
orgullo es que
produce la
incredulidad. El
hombre orgulloso
nada admite
arriba de sí.
Por eso es que
él se denomina a
sí mismo de
espíritu fuerte.
¡Pobre ser, que
un soplo de Dios
puede abatirlo.”
Del poder de
una inteligencia
se juzga por sus
obras. No
pudiendo ningún
ser humano crear
lo que la
Naturaleza
produce, la
causa primaria
es,
consecuentemente,
una inteligencia
superior a la
Humanidad.
Cualquiera que
sean los
prodigios que la
inteligencia
humana tenga
realizado, ella
propia tiene una
causa y, cuanto
más grande sea
lo que realice,
tanto más grande
hay que ser la
causa primaria.
Aquella
inteligencia
superior es que
es la causa
primaria de
todas las cosas,
sea cual sea el
nombre que le
den. (Nota
de Allan
Kardec.)
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