Continuamos con el
estudio metódico de “El
Libro de los Médiums”,
de Allan Kardec, la
segunda de las obras que
componen el Pentateuco
Kardeciano, cuya primera
edición fue publicada en
1861. Las respuestas a
las preguntas sugeridas
para debatir se
encuentran al final del
texto.
Preguntas para debatir
A. ¿Por
qué hay Espíritus malos
que no valen más que los
llamados demonios?
B. ¿Cómo
prevenir los
inconvenientes que
presenta la práctica
espírita?
C.
¿Pueden los Espíritus
buenos infundir la
acritud y la cizaña
entre los hombres?
D. ¿Puede
el hombre escudriñar el
principio de las cosas?
Texto para la lectura
21. Los
medios de convicción
varían extremadamente
según los individuos; lo
que persuade a unos no
produce ningún efecto
sobre otros; una persona
se convence por ciertas
manifestaciones físicas,
otra por las
comunicaciones
inteligentes, la mayoría
por medio del
razonamiento. Para la
mayor parte de los que
no están preparados
mediante el
razonamiento, los
fenómenos físicos son de
poco peso. (Ítem 29)
22. No
aconsejamos despreciar
los hechos, ya que fue
por ellos que llegamos a
la teoría. Decimos
solamente que sin
razonamiento, ellos no
son suficientes para
asentar la convicción, y
que una explicación
previa destruyendo los
prejuicios y mostrando
que éstos no tienen nada
contrario a la razón,
predispone a aceptarlos.
(Ítem 34)
23.
Cuando los fenómenos
extraños del Espiritismo
comenzaron a producirse,
surgieron varios
sistemas que intentaron
explicarlos. Los
sistemas de negación,
esto es, los sistemas de
los adversarios del
Espiritismo, fueron
objeto de estudio en la
introducción y en la
conclusión de El
Libro de los Espíritus
y en la obra Qué es
el Espiritismo.
(Ítem 37)
24. Los
partidarios del sistema
diabólico o demoníaco no
deben ser colocados
entre los adversarios
del Espiritismo; por el
contrario. Ahora bien,
si los seres que se
comunican son ángeles o
demonios, en ambos
casos, son seres
incorpóreos. Admitir tal
manifestación significa
admitir la posibilidad
de comunicación con el
Mundo Invisible o al
menos con parte de ese
Mundo. (Ítem 46)
25. Es
muy difícil persuadir a
una madre que el hijo
querido que perdió y
que, después de su
muerte, viene a darle
pruebas de afecto y de
su identidad, sea un
agente de Satanás. En
verdad, hay entre los
Espíritus unos muy malos
que no valen más que
aquellos que se llaman
demonios. Y la razón es
muy sencilla: existen
hombres muy malos a
quienes la muerte no los
hace mejores
inmediatamente. La
cuestión es saber si son
los únicos que se
comunican. Con todo, la
Iglesia reconoce como
auténticas algunas
manifestaciones de la
Virgen y de otros
santos, en apariciones,
visiones, comunicaciones
orales, etc. Esa
creencia, ¿no contradice
la doctrina de la
comunicación exclusiva
de los demonios? (Ítem
46)
26. El
sistema multiespírita o
poliespírita, al
contrario de los demás
sistemas, es fruto de
una observación completa
y puede ser resumido en
los siguientes
principios generales:
1°- Los
fenómenos espíritas son
producidos por
inteligencias
extracorporales, o sea,
por los Espíritus.
2°- Los
Espíritus constituyen el
Mundo Invisible; están
en todas partes,
inclusive alrededor
nuestro, y estamos en
contacto con ellos.
3°- Los
Espíritus reaccionan sin
cesar sobre el mundo
físico y sobre el mundo
moral y son una de las
potencias de la
Naturaleza.
4°- Los
Espíritus son las almas
de los que vivieron en
la Tierra o en otros
mundos y que se
despojaron de su
envoltura corporal; las
almas de los hombres son
Espíritus encarnados; al
morir, pasamos a ser
Espíritus.
5°- Hay
Espíritus de todos los
grados de bondad y de
maldad, de saber y de
ignorancia. (1)
6°- Los
Espíritus están sujetos
a la ley del progreso, y
todos pueden llegar a la
perfección; pero, como
tienen libre albedrío,
la alcanzan en un tiempo
más o menos largo, según
sus esfuerzos y su
voluntad.
7°- Ellos
son felices según el
bien o el mal que hayan
hecho durante la vida y
el adelantamiento al que
llegaron. La felicidad
perfecta y sin sombras
sólo es compartida por
los Espíritus que
llegaron al grado
supremo de la
perfección.
8°- Todos
los Espíritus, en
determinadas
circunstancias, pueden
manifestarse a los
hombres; el número de
los que pueden
comunicarse es
indefinido.
9°- Los
Espíritus se comunican
por intermedio de los
médiums, quienes les
sirven de instrumentos y
de intérpretes.
10°- Se
reconoce la superioridad
o la inferioridad de los
Espíritus por su
lenguaje. Los buenos
aconsejan el bien y sólo
dicen cosas buenas; todo
en ellos da testimonio
de elevación. Los malos
engañan y todas sus
palabras llevan el sello
de la imperfección y de
la ignorancia. (Ítem 49)
27. Los
diferentes sistemas a
los que hemos pasado
revista, sin exceptuar
los que poseen un
sentido negativo, se
basan en algunas
observaciones, pero
incompletas o mal
interpretadas. Si una
casa es roja por un lado
y blanca por otro, quien
sólo vio uno de los
lados afirmará que es
roja, el otro dirá que
es blanca: ambos tienen
y no tienen razón. Pero
quien vio la casa desde
todos los lados dirá que
es roja y blanca, y sólo
él estará en lo cierto.
(Ítem 49)
28. Lo
mismo sucede con la
opinión que se hace del
Espiritismo; puede ser
verdadera en ciertos
aspectos y falsa si
generalizamos lo que es
sólo parcial, si
tomáramos por regla lo
que constituye la
excepción. He ahí por
qué afirmamos que quien
quisiera estudiar con
seriedad esta ciencia,
debe observar mucho y
por mucho tiempo. (Ítem
49)
29. El
sistema del alma
material parte del
principio de que el alma
y el periespíritu no
serían dos cosas
distintas, o mejor
dicho, el periespíritu
sería el alma misma, que
se purificaría a través
de las diversas
transmigraciones, como
el alcohol se depura
mediante varias
destilaciones. (Ítem 50)
30. En
cambio, la Doctrina
Espírita considera al
periespíritu simplemente
como la envoltura
fluídica del alma o
Espíritu. (Ítem 50)
Respuestas a las
preguntas propuestas
A. ¿Por
qué hay Espíritus malos
que no valen más que los
llamados demonios?
El hecho
es verdadero y la razón
es sencilla: hay hombres
muy malos a quienes la
muerte no los hace
mejores inmediatamente.
Al ser los Espíritus las
almas de los hombres y
no siendo éstos
perfectos, resulta de
ello que hay Espíritus
igualmente imperfectos,
y cuyo carácter se
refleja en sus
comunicaciones.
(El
Libro de los Médiums,
ítem 46.)
B. ¿Cómo
prevenir los
inconvenientes que
presenta la práctica
espírita?
El mejor
medio de estar
prevenidos contra los
inconvenientes que puede
presentar la práctica
del Espiritismo no es
prohibirlo, sino hacer
que sea comprendido.
Dios nos dio la razón y
el discernimiento para
apreciar a los Espíritus
tanto como a los
hombres. Un temor
imaginario sólo
impresiona un instante y
no afecta a todo el
mundo. La realidad
claramente demostrada es
comprendida por todos.
El conocimiento previo
de la teoría y de la
Escala Espírita nos dará
condiciones para
comprender y controlar
las manifestaciones.
(Obra
citada, ítem 46)
C.
¿Pueden los Espíritus
buenos infundir la
acritud y la cizaña
entre los hombres?
No; los
Espíritus buenos no
infunden jamás la
acritud y la discordia.
Los que así actúan son
Espíritus imperfectos
que, debido a su
inferioridad, pueden
inducir a los hombres a
la desunión. Los
Espíritus buenos tienen
la práctica del bien
como meta y es eso lo
que les caracteriza.
(Obra
citada, ítem 50)
D. ¿Puede
el hombre escudriñar el
principio de las cosas?
No,
porque el principio de
las cosas, tal como es
enseñado en El Libro
de los Espíritus,
está en los secretos de
Dios. Pretender ojear
con la ayuda del
Espiritismo lo que
todavía no está al
alcance de la Humanidad
es desviarlo de su
verdadero objetivo. Lo
esencial es que el
hombre aplique el
Espiritismo a su
perfeccionamiento moral,
porque el único medio de
progresar es volverse
mejor.
(Obra citada, ítem 51.)
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