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Año 6 262 – 27 de Mayo de 2012      
GUARACI LIMA SILVEIRA          
glimasil@hotmail.com  
     
Juiz de Fora, MGrasil)
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 


Guaraci Lima Silveira

Confrontar, cautela y buen sentido

Toda y cualquier propuesta de revisión doctrinaria debe ser estudiada y
analizada en profundidad
 


Existen espíritas que proponen actualización en algunos puntos de la Codificación. Se basan en los avances científicos y en las propias palabras del maestro Kardec de que la doctrina necesita estar a la par con la ciencia. Justo, muy justo. Forma parte de la práctica del bueno sentido predicada y demostrada por el Codificador. Sin embargo hay situaciones en que debemos tener mucha cautela. La Codificación completó el día 18 de abril sólo 155 años. Durante ese periodo muchas otras obras ya surgieron, principalmente las de André Luiz y compañeros que se dedican a los estudios científicos, los cuales vienen demostrando la actualidad de Kardec. Si fuéramos cambiando aquí y allá, dentro de los conceptos de que disponemos en la actualidad, puede ser que hayamos que rehacer todo de nuevo, porque la ciencia no siempre tiene la palabra final sobre los asuntos que ella investiga. Una verdad de ahora cambia mañana, como la historia de la ciencia nos muestra. De entre las propuestas de revisión presentadas, vamos a analizar un hecho que bien puede refrendar nuestras palabras de arriba.

En el libro “La Génesis”, cap. VI, ítem 26, existe una citación sobre satélites naturales existentes en nuestro sistema solar. Investigamos tres traducciones. Primero, la traducción de Guillon Ribeiro, de la FEB: “El número y los satélites de cada planeta han variado de acuerdo con las condiciones especiales en que ellos se formaron. Algunos no dieron origen a ningún astro secundario, como se verifica con Mercurio, Venus y Marte, mientras que otros como la Tierra, Júpiter,  Saturno etc. formaron uno o varios de esos astros secundarios”. Vamos ahora a la traducción de Albertina Escudeiro Seco, de la editora CELD: “La cantidad y la situación de los satélites de cada planeta variaron según las condiciones específicas en que ellos se formaron. Algunos planetas como Mercurio, Venus y Marte no dieron origen a ningún astro secundario, mientras que otros, como la Tierra, Júpiter, Saturno, etc., formaron uno o más”. Por fin vamos a citar la traducción de Víctor Tollendal Pacheco con presentación y notas de José Herculano Pires, de la editora LAKE: “La cantidad y el estado de los satélites de cada planeta variaron según las condiciones especiales en las cuales fueron formados. Algunos planetas como Mercurio, Venus y Marte no dieron origen a ningún astro secundario, mientras que otros formaron diversos, como la Tierra, Júpiter, Saturno, etc.” En las ediciones de la FEB y de la CELD fueron colocadas notas a pie de página diciendo: FEB: “En 1877, fueron descubiertos dos satélites de Marte: Fobos y Deimos”. Y por la editora CELD: “En 1877, fueron descubiertos los dos satélites de Marte: Fobos y Deimos. Ver fotos de Marte en las pp. 680/681 y también en las pp. 682, 683 y 684. (N.R.)”.

Según la ciencia, existen hoy tres hipótesis de
formación de nuestra Luna

Interesante es que José Herculano Pires no colocó ninguna nota. Para él la información estaba correcta ¿y por qué estaba? Esta es la pregunta. Recordemos que J. Herculano Pires fue considerado como uno de los mayores intérpretes del pensamiento de Kardec y fue definido por Emmanuel, por intermedio de Chico Xavier, como (El metro que mejor midió a Kardec).

Entendemos el valor y dedicación de esos compañeros que se dedican a hacer traducciones y/o editar grandes obras de maestros de otras tierras. De hecho, es un trabajo arduo ese de adecuar a nuestra lengua algo que fue escrito en otra gramática, aún siendo el francés una lengua latina. Pero, si de tres, uno difiere, un signo toca, es preciso saber lo que es. Entonces vamos a investigar.

Según la ciencia, existen hoy tres hipótesis de formación de nuestra Luna, a saber:

         •        Coa-creación. Propone que la Luna se formó al tiempo que la Tierra a partir de la Nebulosa Proto-Planetaria Solar.

•        Fisión. Propone que el material que formó la Luna se separó de una Tierra ida en fusión por efecto de la rotación.

•        Captura. Propone que la Luna era un pequeño planeta capturado por el campo gravitacional de la Tierra. Tal vez un planeta desaparecido y denominado Theia, con aproximadamente el tamaño de Marte. Todo esto habría ocurrido muy próximo al tiempo de la creación del planeta Tierra.

Ya ahí vemos que la ciencia aún no detenta una información definitiva. Está en fase de investigaciones, exámenes y debates. Así cabe a nosotros espíritas que recurramos a la espiritualidad, ya que, con ella tenemos posibilidades de esclarecer el asunto. Veamos lo que dice Emmanuel, en el libro “A Camino de la Luz”, cap. 1, Génesis Planetaria: “En esa computación de valores cósmicos en que trabajan los obreros de la espiritualidad bajo la orientación misericordiosa de Cristo, se delibera la formación del satélite terrestre. El programa de trabajos a realizarse en el mundo requería el concurso de la Luna, en sus más íntimos detalles. Ella sería el ancla del equilibrio terrestre en los movimientos de translación que el globo efectuaría en torno a la sede del sistema; el manantial de fuerzas ordenadoras de la estabilidad planetaria y, sobre todo, el orbe naciente necesitaría de su luz polarizada, cuyo suave magnetismo actuaría decisivamente en el drama infinito de la creación y de la reproducción de todas las especies, en los variados reinos de la Naturaleza”. (Editora FEB – 9ª. Ed. – cap. 1 – pág. 20.)

Fobos es, en el Sistema Solar, el satélite que orbita
más próximo del planeta madre

Emmanuel dice: “... se delibera la formación del satélite terrestre”. Al frente va relatando el proceso de diferenciación de la materia ponderable para dar origen al hidrógeno, dejando claro un trabajo impar de los trabajadores de Jesús bajo los auspicios del Maestro. Entonces, podemos concluir que la Luna fue formada a partir de la Tierra y que la tal colisión del objeto Theia no existió. Es sólo una propuesta científica y hecho sobre el cual ella aún no concluyó, que ningún astrónomo afirma, que nadie toma para sí la palabra final.

Bien, ¿por qué estamos refiriéndonos a nuestra Luna, si la cita está en Marte? Volvamos a los textos de La Génesis” y hagamos un recorte: “... Algunos no dieron origen a ningún astro secundario, como se verifica con Mercurio, Venus y Marte...”, Editora FEB. “... Algunos planetas como Mercurio, Venus y Marte no dieron origen a ningún astro secundario”, editora CELD y “... Algunos planetas como Mercurio, Venus y Marte no dieron origen a ningún astro secundario”, editora LAKE. Noten que en todos ellos existe la misma cita: no dieron origen.

Hicimos una investigación comparada sobre nuestra Luna y Fobos y Deimos, las lunas de Marte. Existen hechos curiosos a saber: el diámetro de nuestra Luna es de 3.480 Km., mientras que el diámetro de Fobos es de 7,5 Km. y el de Deimos 10 km. Sabemos que la distancia entre la Tierra y la Luna es de cerca de 384.405 km. Fobos es, en todo el Sistema Solar, el satélite que orbita más próximo al planeta-madre: menos de seis mil kilómetros por encima de la superficie marciana y Deimos queda cerca de 20.000 Km. por encima de la superficie de aquel planeta. Deimos es el satélite más pequeño conocido del Sistema Solar. Su baja densidad (1.8) es del mismo orden que la de Fobos (1.9), lo que indica deban tener composiciones semejantes – probablemente una mezcla de silicato e hielo, análoga a la de los asteroides del tipo C. Afirman los científicos que nuestra Luna es, proporcionalmente, el mayor satélite natural del Sistema Solar.

Los astrónomos en la actualidad no tienen tanta certeza si los satélites de Marte fueron formados en aquel planeta, como nuestra Luna fue originaria de la Tierra, en las anotaciones de Emmanuel y en las posibilidades científicas arriba presentadas. Notemos que Camille Flammarion, al concebir mediúmnicamente la comunicación de Galileo, escribió que algunos planetas como Mercurio, Venus y Marte no dieron origen a ningún astro secundario. Así, siendo Fobos y Deimos asteroides capturados del cinturón existente entre Marte y Júpiter, como la ciencia actual cree ser, no hube formación de ellos en Marte. ¿Concuerdan? Entonces no consigo entender dónde está el error en el libro “La Génesis” de Allan Kardec. ¿Será que está faltando alguna línea mejor de interpretación del texto?

Sabemos que las lunas de Marte fueron descubiertas
en 1877 por Asaph Hall

Algunos compañeros están divulgando el hecho como un fallo de control de Kardec de la comunicación mediúmnica o mismo animismo del médium y aún error de Galileo (Espíritu) que dictó el texto a Camille Flammarion.

Sabemos que la Codificación fue supervisada por el Espíritu de la Verdad que, con certeza, no permitiría un error de esta dimensión. Porque serían tres entidades de notoria sensatez y conocimientos a errar: Galileo, Flammarion y Kardec. Sabemos que las lunas de Marte fueron descubiertas en 1877 por Asaph Hall, por lo tanto sólo 9 años tras el lanzamiento de “La Génesis”. Con absoluta certeza, el Espíritu de la Verdad era conocedor de eso y evitaría cualquier error por parte de los responsables por la Codificación. Bajo la criba del maestro lionés incontables comunicaciones fueron refutadas ¿y por qué esta de tamaña importancia dentro de los conceptos científicos pasó desapercibida? Es tan fácil decir que el otro se equivocó, ¿no es eso así? En algunos casos, hasta placentero, como no creo sea aquí.

Proponemos así el sondeo del tiempo y de las confirmaciones y la cautela y el bueno sentido en el acto de divulgar apresuradamente hechos y postulados que aún están en estudios. En este caso, no tenemos dudas de que Fobos y Deimos pueden ser el mismo asteroide capturado y no formado en Marte. Hay hasta una hipótesis que de aquí a 50 millones de años, Fobos si choca con el planeta, transformándose quién sabe en un anillo. Percibimos, de esta forma, que este asunto aún está en el campo de los sondeos. Siendo así siendo, nadie puede dar la palabra final. De nuestra parte, quedamos con Kardec y “La Génesis” y afirmamos hoy, con él, que Marte no formó satélites, como la Tierra, Júpiter, Saturno etc., conforme está escrito, hasta que los aparatos espaciales lanzados en aquel mundo confirmen la formación de Fobos y Deimos en el seno de Marte.

Este y demasiados asuntos que envuelven propuestas de revisión doctrinaria deben ser bien leídos, estudiados e investigados antes. Somos hoy los dignos representantes de la Codificación en el plano físico. Aún estamos el siglo II del Espiritismo, por lo tanto formamos parte de los espíritas primitivos. No debe, pues, haber consideraciones diferentes entre nosotros. Bueno que los espíritas científicos opinen sobre el caso. Bueno que el asunto sea debatido no con la intención de ver quién anda con la razón y sí para que dudas como estas no pairen en el movimiento. Estamos recibiendo diariamente muchos hermanos venidos de otros credos. Ellos no pueden sentir que tenemos interpretaciones diferentes.

No debemos olvidar que la ciencia modifica sus
conceptos todo el tiempo

Si algún hermano o hermana tiene la certeza de que “La Génesis” u otro libro de la Codificación en algún punto está superado, debe pronunciarse de forma científica, presentando hechos y datos y no solamente en el formato de una manera personal y propia de interpretar postulados, y que lo haga con el aval de sus pares, también estudiosos y sensatos, y que tengan amor y respeto a la causa espírita.

Cuando me decidí por la doctrina, en 1978, leí la Introducción de “El Libro de los Espíritus” y me detuve por mucho tiempo en el ítem VIII, cuando Kardec propone: “Añadamos que el estudio de una doctrina, como es el caso de la Doctrina Espírita, que súbitamente nos lanza en un orden de cosas tan nueva y grandiosa, sólo puede ser hecho de manera provechosa por hombres serios, perseverantes, excluidos de ideas preconcebidas e impulsados por un firme y sincero propósito de alcanzar un resultado. ¿No podríamos calificar de esa forma aquellos que juzgan a priori, livianamente y sin haber visto todo, aquellos que no realizan sus estudios con la continuidad, la regularidad y ni el reconocimiento necesarios”

Él nos dijo que necesitamos evolucionar con la ciencia, pero nos concita a la cautela, al estudio continuo y con recogimiento. No sólo los asuntos referentes a Marte y sus lunas, como también en otros puntos hoy cuestionados por tantos estudiosos. No debemos olvidar que la ciencia está caminando y modificando conceptos todo el tiempo. ¿Quién contestaría a Newton antes de Niels Bohr, Albert Einstein y otros? Dejemos que las investigaciones científicas avancen. Con certeza la espiritualidad está atenta y en el momento correcto nos dará las orientaciones, de forma para no tener dudas.

En la década de los setenta algunos hermanos de ideal espírita editaron una obra revisando el contenido de la obra de Kardec “El Evangelio según el Espiritismo”. Se vendieron más de treinta mil ejemplares y aún dijeron que Chico Xavier había aprobado el hecho. J. Herculano Pires escribió un libro titulado En la Hora del Testimonio. Fue el antídoto contra aquel equívoco de revisión y el portavoz del propio Chico Xavier, en defensa de él mismo. Vamos a un pequeño tramo de la Obra: “Que esos mensajes y crónicas de la hora amarga sirvan de ejemplo a los que, en el futuro, sean tentados a nuevas pretensiones vanidosas de corregir al Cristo, los Espíritus Superiores y los textos insuperables de Allan Kardec”.

No debemos estar divulgando conceptos que confundan
a nuestras mentes

Acordémonos de la expresión de Bezerra de Menezes en una hora semejante: "¡Pero, Kardec es insuperable!” Estaba pensando: será que si de hecho hubo equívoco en la concepción de la Obra “La Génesis”, el Espíritu de la Verdad ¿no habría aprovechado aquel momento en que muchos se empeñaban en revisar y aprovechando la extraordinaria mediumnidad de Chico Xavier para corregir lo que de hecho necesitara hasta entonces? ¿Y no nos colocara los posibles avances de la ciencia? Hoy tenemos la mediumnidad de Divaldo Franco y otros médiums de conocida reputación como intérpretes ilesos y coherentes, ¿por qué no los utilizan?

Amigos y hermanos, es decir sólo una propuesta para reflexiones. Nosotros la hicimos y la estamos dividiendo con todos. Lejos de nosotros la idea o el deseo de andar con la verdad. Sólo no vimos, en el caso de las lunas de Marte, motivos ni aún para las anotaciones de pie de página que se ven en dos editoras. Esto sin críticas, sólo como observaciones. Quién tenga una propuesta más actualizada y que no genere polémica de interpretaciones, por favor pronunciarse. Sólo así edificaremos en nuestro movimiento espírita las bases fuertes y sinceras de que él necesita para cumplir su papel en el seno de las sociedades.

Si, de hecho, la Codificación está superada por la ciencia en algunos puntos y que causen malestar a compañeros que militan en los medios académicos, ¿por qué no crear, entonces, un consejo de espíritas conectados a la ciencia y de notoria participación en el movimiento para un pleno bajo los auspicios de una institución respetable y con la asistencia sin sofismas de la espiritualidad? Lo que no se debe hacer es quedar divulgando aquí, allí y en otras partes conceptos que confundan mentes necesitando aprender. Necesitamos cuidarnos. Volvamos a un texto de la citada obra de J. Herculano Pires: “Los pretendidos reformadores de Kardec ni siquiera conocen su obra, no penetraron aún en el conocimiento de la armoniosa estructura de la Doctrina y con eso no revelan la mínima condición cultural, intelectual y espiritual para sus intentos de superación doctrinaria”. Concluimos sugiriendo que un consenso de notables estudiosos y profundizados en los textos doctrinarios sería el ideal.

 

 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita