La polémica en
la prensa
espirita
Varias ilaciones
pueden ser
sacadas de un
hecho o de una
enseñanza
cualquiera, lo
que significa
que en una
revista semanal,
como ésta, la
multiplicidad de
ideas debería
ser objeto de
aplauso, no de
censura.
Diferentes punto
de vista acerca
de un mismo
asunto sólo
pueden
contribuir para
la formación de
un pensamiento
sólido en
términos de
doctrina
espirita. Y en
esa pluralidad
de ideas, nadie
tiene dudas de
que la cizaña –
caso exista –
luego aparece,
sobre todo
cuando la
publicación
mantiene una vía
de comunicación
permanente con
sus lectores y
lleva al público
sus
observaciones o
críticas.
Volvemos a este
asunto porque
nos ha llegado,
a veces,
manifestaciones
de lectores de
la revista que
no entienden por
qué, en
determinada
edición, se
permitió la
difusión de esa
o de aquella
materia que
estaría, según
las mismas
personas, en
desacuerdo con
los propósitos
de este
periódico.
En razón de
tales
manifestaciones,
consideramos
oportuno
recordar aquí un
trecho de la
Carta al lector
que abrió la
edición n. 1 de
esta revista,
publicada en 18
de Abril de
2007.
He lo aquí:
“Expuestas las
razones,
hablemos de
nuestras
propuestas y
nuestro
compromiso.
La revista
buscará divulgar
siempre aquello
que se ajustó a
llamar en Brasil
los tres EEE –
Espiritismo,
Evangelio y
Esperanto, sin
jamás huir a la
polémica
constructiva,
poco presente en
la prensa
espirita
brasileña, cuyos
dirigentes
tienen la
costumbre de
ignorar el
ejemplo y la
lección de
Kardec, que
afirmó que había
un genero de
polémica a que
jamás
retrocedería:
la discusión
seria de los
principios
espiritas.”
(He aquí el
link que permite
el acceso al
texto
trascripto:
http://www.oconsolador.com.br/1/cartaaoleitor.html.)
La revista El
Consolador
no fue creada
para tan
solamente
publicar
mensajes
mediumnicas, que
ya rellenen, en
número
considerable,
las producciones
de las editoras
espiritas.
La discusión
seria de asuntos
que dicen
respecto al
Espiritismo, he
aquí uno de sus
propósitos
principales, y
es exactamente
para eso que
abrimos espacio
a colaboradores
diversos,
radicados en
diferentes
localidades de
este País, cuya
participación da
vida a las
páginas de
nuestra revista,
además de
enriquecerlas,
aunque esa o
aquella opinión
no nos agrade.
Entendemos
igualmente
oportuno
recordarnos aquí
– como fue dicho
en la Carta al
lector de la
edición pasada –
que las materias
y los artículos
firmados y
publicados en
nuestra revista
no representan
necesariamente
la opinión de la
directiva de
este periódico,
siendo lícito al
lector concordar
o no con el
punto de vista o
la argumentación
utilizados en
esa o en aquella
materia. Caso
tenga
discordancia,
esta revista
ofrece al
interesado el
derecho de
publicar sus
críticas en la
edición
inmediata, como
nuestros
lectores pueden
conferir delante
del contenido de
los mensajes que
han sido
publicados
semanalmente en
la sección de
Cartas.
La polémica
constructiva que
no encamine para
la ofensa o la
agresión, desde
que fundamentada
en hechos, obras
o autores de
idoneidad
comprobada, será
siempre
bienvenida,
aunque sea tan
rara en la
prensa espirita
y que muchos la
consideren
inconcebible en
una revista con
El Consolador.
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