“Por la ley de la
pluralidad de las
existencias, [el
Espiritismo] abre un
nuevo campo a la
Filosofía; el hombre
sabe de dónde viene,
para dónde va, con qué
objetivo está en la
Tierra. Explica la causa
de todas las miserias
humanas, de todas las
desigualdades sociales;
da las propias
leyes de la Naturaleza
como base de los
principios de
solidaridad universal,
de fraternidade, de
igualdad y de libertad,
que se asentaban sólo en
la teoría. Finalmente,
lanza luz sobre las
cuestiones más árduas de
la Metafísica, de la
Psicología y de la
Moral.1
Um saber espírita
Término acuñado por
Allan Kardec y enseñanza
suministrada por los
Espíritus, como
informadores de la
investigación científica
llevada a cabo por el
maestro lionés, la
reencarnación se refiere
a la vuelta del Espíritu
a la vida corporal.
En el Vocabulário
Espírita el maestro
esclarece que ese
retorno del Espíritu a
la vida corpórea puede
darse en corto o largo
tiempo tras la muerte,
en la Tierra o en otras
moradas planetárias,
siempre en um cuerpo
humano por el hecho del
Espíritu no retroceder
en su escalada
evolutiva y tampoco
retrogradar las fases
infra-humanas. Nada no
obstante, cada
reencarnación el
Espíritu puede
evolucionar de modo más
acelerado o lento,
conforme el ritmo de su
esfuerzo personal en el
campo del desarrollo de
su intelecto y en el de
su moralidad, pudiendo
incluso estacionarse
temporalmente en cierto
sentido.
De una experiencia
corporal a la otra, el
Espíritu puede alternar
su condición social,
étnica y cultural, con
miras a su
adelantamiento a través
de los diferentes
aprendizajes que pueden
ser obtenidos en la
diversidad de las
circunstancias
materiales que se le
presentan, conforme a
sus elecciones en la
erraticidad que, por su
parte, generan pruebas
pertinentes al
crecimiento que le cabe
realizar, o aún,
expiaciones que
consisten em mecanismos
educativos de cosecha de
la siembra equivocada
emprendida en el pasado.
Um psiquiatra y su
descubrimiento de la
reencarnación
El M.d. Brian Weiss,
americano, lidiaba con
sus pacientes mediante
los métodos
convencionais de la
psicoterapia, siendo
sorprendido por la
intervención de los
Espíritus en la vida
corporal y la pluralidad
de las existencias
cuando Catherine, una de
sus pacientes,
espontáneamente, comenzó
a recordar traumas de
vidas pasadas que
estarían conectados con
los transtornos
emocionales que
enfrentaba en la vida
presente. Pero, el
escepticismo de Weiss
fue desafiado por la
mediumnidad de su
paciente que, en trance,
hizo narraciones del más
allá de la vida acerca
de hechos particulares
de su terapeuta, en
especial, sobre su padre
e hijo, ambos
desencarnados. Esa
experiencia singular él
la detalla com propiedad
em su Best-seller “Muchas
vidas, muchos maestros”.
Desde entonces la vida
de Brian Weiss nunca más
fue igual al que era. El
médico, post-graduado en
la Universidad de
Columbia y Yale Medical
School y presidente
emérito del Mount Sinai
Medical Center, en
Miami, ha se dedicado a
la cura de sus pacientes
a través de la terapia
de vidas pasadas, además
de ocuparse en
contribuir con la
formación de otros
profesionales y realizar
seminários de ámbito
nacional e
internacional.
Contataciones em la
terapia de vidas pasadas
A continuación, buscaré
sintetizar al lector
algunos aprendizajes
indicados por Brian
Weiss mediante la
aplicación de la terapia
de vidas pasadas en
búsqueda de la cura de
sus pacientes3
. Pero, es de buen
sentido destacar que la
técnica utilizada por
Weiss para llevar a sus
pacientes a la memoria
de sus vidas anteriores
es la hipnosis, de hecho,
hija del magnetismo de
Mesmer y aceptada
académicamente desde el
XIX, cuando fue
difundida por el Sr.
Broca4.
De igual manera, la
meditación es un recurso
utilizado por el médico
para ayudar a sus
pacientes en el acceso a
la recuerdos de vidas
pasadas, se trata de un
medio para hacer tener
la mente en foco y
activar informaciones
del subconsciente, con
miras a la superación de
conflictos que flagelam
los que buscan esa
terapia. Jamás fines
pueriles orientan el
quehacer
de Brian Weiss. En ese
proceso, el paciente no
es adormecido y estando
consciente hace uso de
su capacidad de
discernir, sin perder el
autocontrol. Los
recuerdos emergen bajo
la conducción del
terapeuta y se
manifiestan a los
pacientes como una
película o fragmentos
neurônicos.
Em cualquier momento el
paciente puede ser
despertado. Y, así,
Brian Weiss (2009, p.)
sintetiza la regresión:
La terapia de regressão
es el acto mental de
volver a un tiempo
anterior, cualquiera que
sea ese tiempo, a fin de
rescatar recuerdos que
pueden influir
negativamente en la vida
actual del paciente y
que son probablemente la
fuente de sus síntomas.
(...)
En cuarenta por ciento
de sus pacientes, Weiss
identificó la regresión
como la llave de la
conquista de la cura
completa. Em otros
casos, no identificó esa
necesidad. En
trescientos de sus
pacientes verificó que,
con la regresión
asociada a la hipnosis,
es posible explorar de
forma más profunda el
inconsciente.
Igualmente, alerta que
la carga emocional que
surge
en la regresión demanda
que la terapia sea
realizada por
profesionales con la
debida formación en el
área de la salud mental
para ayudar debidamente
al paciente a elaborar
el aprovechamiento de la
vivencia experimentada.
Weiss descubrió que las
vivencias accedidas por
sus pacientes se
presentan en dos
patrones: el clásico,
con riqueza de detalles
sobre aquella vida y los
acontecimientos; y en
flujo de momentos-clave,
donde el subconsciente
entrelaza recuerdos de
momentos más importantes
y relevantes de las
experiencias pasadas que
son capaces de aclarar
el trauma oculto,
favoreciendo la cura.
La hipótesis central de
él consiste en la
constatación de que el
simple acto de rememorar
o revivir un trauma del
pasado lejano resulta en
uma cura emocional, tal
como ocurre en la
terapia convencional.
Entiende que hay una
notoria posibilidad de
que el agente de la cura
esté en la conciencia de
que el alma nunca muere
y en la comprensión de
las causas profundas de
los conflictos
psicológicos o de
enfermedades.
Entre los saberes
encontrados por Weiss,
por la memoria que
rebosa del inconsciente
profundo de sus
pacientes o por el
diálogo con los
Espíritus orientadores
(que él nombra por
maestros en su obra),
encontramos la
inmortalidad del alma,
la reencarnación, la
comunicabilidad entre
los que partieron para
el más allá con los que
viven de este lado, de
hecho, muy presente en
experiencias
espirituales vividas por
pacientes terminales,
aquellos que transitaron
en el estado de
casi-muerte, otros
durante las sesiones con
el terapeuta o, aún, de
forma particular en
momentos de
visualización
terapéutica o
meditación.
La terapia de vidas
pasadas demostró
eficacia en casos de
dolores crónicos,
alergias, asma, éstres,
ansiedad, depresión,
deficiencias
imunológicas, úlceras,
gastritis, pudiendo
mejorar lesiones o
tumores cancerígenos,
además de promover la
tranquilidad, alegría y
voluntad de vivir. Para
el terapeuta, el
elemento espiritual de
la terapia de vidas
pasadas – la seguridad
de la inmortalidad –
tiene un gran poder
curativo al apartar al
paciente del miedo y del
sufrimiento.
Los lazos de familia son
tejidos en razón de los
encuentros que las vidas
sucesivas fomentan,
pues, según sus
constataciones,
renacemos varias veces
en los mismos grupos y
las simpatías o
antipatias son
originadas en esas
convivencias sanas o no
que se pierden en la
estela del tiempo. El
reconocimiento
subconsciente de los
encuentros familiares
del pasado se da en la
repulsa o atracción por
el afecto de hoy, de
forma espontánea.
El condicionamento del
cárma es relativo, pues
estamos sujetos a
nuestras elecciones
mediante el libre
albedrío. No estamos
determinados por
factores genéticos y o
cármicos, no obstante
nuestras acciones
condicionan de cierto
modo nuestra evolución
espiritual y, en ese
caso, la terapia de
vidas pasadas parece
fortalecer la voluntad
del paciente que sea
juguete de sus propias
tendencias.
Las dificultades y
obstáculos superados
cada reencarnación hacen
al individuo progresar
espiritualmente y las
circunstancias más
afligentes deben ser
encaradas como
“oportunidades de
progreso, no de
retraso.” (Weiss, 2009,
p. 82)
Vale destacar que la
terapia de vidas pasadas
abre un camino para la
espiritualidad, en el
sentido más profundo, en
el cuidado con el
paciente y establece la
posibilidad de un
diálogo natural sobre la
muerte y las
enfermedades, psíquicas
o físicas entre el
médico, sus pacientes y
familiares.
Otro saber pertinente a
los hallazgos de Weiss
está en la presencia de
los guías espirituales,
los Buenos Espíritus
responsables por bien
orientar a los sujetos
en la presente
reencarnación, cuyos
lazos de afinidad pueden
ser estructurados ya en
vidas anteriores.
Igualmente, el guía
puede manifestarse a
través de médiums
expertos o a
él mismo, mediante el
ejercicio de la
meditación o
visualización, prácticas
espirituales que ayudan
al paciente en la
concentración mental.
Ciertamente el lector,
si fuera espírita, está
pensando que Brian Weiss
no nos trae novedad
alguna, pues recogemos
esos saberes en los
textos de Allan Kardec.
Sin embargo, encontramos
en la producción escrita
de Weiss una expressiva
convergéncia con el
pensamiento kardecista,
lo que acaba por
reforzar no sólo la
actualidad de la
filosofia espírita, como
también, la apertura –
aunque tímida – de otros
campos de saber a la
dimensión espiritual del
ser humano. Los
profícuos
descubrimientos de Weiss
piden al investigador
sensato y sin prejuicio
un contacto más atento
con fenómenos de ese
orden y una curiosidad
epistemológica que
transcienda sus verdades
pre-concebidas.
¿Y el olvido del pasado?
En su diálogo con el
escéptico, en ¿Qué es el
Espiritismo?, Allan
Kardec aborda el
problema del olvido del
pasado que es materia de
objección por el que
inquiere al principio de
la reencarnacción. Y, en
ese sentido, esclarece
el pensador de la
Doctrina Espírita: “Si
en cada una de sus
existencias un velo
esconde el pasado del
Espíritu, con eso nada
pierde el de sus
adquisiciones, solo
olvida el modo de como
las conquistó.”5
Hay un olvido del
pasado, para la
conciencia actual del
Espíritu, cuya finalidad
es permitirle en su
aprendizajes, a partir
de los saberes y
vivencias adquiridos
grabados en su psiquismo
sin estar prendido a
esas experiencias,
abriéndole los
horizontes del intelecto
y de la moralidad
orientado por las
inmensas posibilidades
latentes en su virarse.
Reencarnado, el ser
humano trae de forma
intuitiva y en sus ideas
inatas lo que adquirió
en ciencia y en
moralidad, pero detalles
de las vivencias pasadas
quedan ocultos en el
inconsciente profundo
para que el individuo no
se prenda a ellos, con
el riesgo de caminar en
un círculo vicioso,
desviándose del campo
del aprendizaje que debe
emprender. Em esse caso
todas lãs personas se
acordarían de todo,
viviríamos un caos
porque con nuestra
limitada cosmovisión
perpetuaríamos
prejuicios, disputas
inútiles, odios y, por
descontado, exigiríamos
en la vida presente
respeto a las
prerrogativas que nos
fueron concedidas en el
pasado, como clase
social, valores étnicos
y religiosos, enraizando
aún más en nuestro ser
las ilusiones que nos
prendem al sufrimiento
en las vidas sucesivas.
Sin embargo, al
identificar el olvido
del pasado como una
herramienta de la
solicitud de Dios en pro
de sus hijos, el
Espiritismo jamás hizo
de él un dogma. Como
doctrina progresista, en
el no hay ninguna
prescripción prohibitiba
en ese sentido, por el
contrario, porque
tendiendo a absorber los
progresos científicos
de campos distinguidos
del conocimiento, como
pretendía Kardec, el
Espiritismo es dialógico
en relación a la
contribuciones que son
confirmadas por el más
riguroso y actual método
científico.
De hecho, el recuerdo de
vidas pasadas es una
posibilidad del ser
humano porque llega a
esas memorias
extracerebrales y
traídas para el
consciente, se traducen
en experiencia
transpersonal que habla
hondo al alma sobre su
inmortalidad y
progresividad
espiritual. Ese emerger
de recuerdos de vidas
pasadas
ha sido blanco de
registros de diversos
investigadores como
Albert Rochas
(1837-1914), Hernani G.
Andrade (1913-2003),
Prof. Hamendra Nath
Banerjee (1929-1985) y
Dr. Ian Stevenson
(1917-2007).
Ese fenómeno merece
estudio, sea de aquellos
que se interesan por el
tema, que desean hacer
de el objeto de sus
investigaciones o para
los que perciben la
fertilidade del diálogo
de la Ciencia Espírita
con las investigaciones
contemporáneas sobre
reencarnación. El
recuerdo de las vidas
pasadas, finalmente, es
un hecho que colabora
com la difusión del
principio de la
reencarnación y
corrobora la terapéutica
psicológica que de ella
se sirve y que ha sido
útil para el alivio del
sufrimiento humano. Las
contrapuso con las armas
de la prohibición o
discursos en pro de una
cultura del miedo, que
nada tienen que ver con
el Espiritismo, es tan
ingenuo como negarlas
por desconocerlas. Aquí,
como en otras cuestiones,
el buen sentido es
siempre bienvenido.
Notas:
-
Revista Espírita,
agosto de 1865. O
que ensina o
Espiritismo.
-
Instruções Práticas
sobre as
Manifestações
Espíritas.
Vocabulário
Espírita.
REENCARNAÇÃO
-
WEISS, Brian. A
cura através da
terapia de vidas
passadas. Rio de
Janeiro: Sextante,
2007.
-
Vide Revista
Espírita Revista
Espírita de Janeiro
de 1860 - O
Magnetismo perante a
Academia.
-
KARDEC, Allan. O que
é o Espiritismo. 55.
Ed. Rio de Janeiro:
FEB, 2007, p. 127.
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