Lector de la revista “O
Consolador”:
“Leyendo la materia de
su elaboración ‘Os sanos
no necesitan de médico’
en la publicación
referente, donde se
informa que los
Espíritus que formaron
las razas de hombres
blancos vinieron de
Capela y que las razas
negra y amarilla, en
aquella oportunidad, ya
se encontraban por aquí,
nos viene una pregunta:
¿de dónde y cuándo
vinieron tales Espíritus
(negros y amarillos)?”
El libro A Camino de
la Luz 1
(cap. II) nos permite
concluir que esas razas
(negra y amarilla),
existentes en la Tierra
– en la época de mundo
primitivo –,
evolucionaron aquí
mismo, en un proceso
natural, y con la
intervención paciente y
constante de los
“obreros de Jesús”, a lo
largo de siglos.
En cuanto al origen y
cuando surgieron los
Espíritus que animaron
los cuerpos de las razas
negra y amarilla, es un
enigma insondable para
nosotros, en nuestro
estadio actual.
En la misma obra,
Emmanuel indica, en las
páginas 30 y 31:
“Las fuerzas
espirituales que dirigen
los fenómenos
terrestres, bajo la
orientación de Cristo,
establecieron, en la
época de la gran
maleabilidad de los
elementos materiales, un
linaje definitivo para
todas las especies,
dentro de las cuales el
principio espiritual
encontraría el proceso
de su perfeccionamiento,
en marcha para la
racionalidad.
Los peces, los reptiles,
los mamíferos, tuvieron
sus linajes fijos de
desarrollo y el
hombre no escaparía a
esa regla general.”
(Negrita mía.)
Divaldo P. Franco (en
una charla en Argentina:
Parte II, de este
artículo) dice lo mismo.
Como surgieron en la
Tierra los primeros
hombres
– En La Génesis2,
capítulo XI, ‘Génesis
Espiritual’, ítem 29, el
surgimiento de los
primeros hombres es
claramente indicado:
“Cuando la Tierra se
encontró en condiciones
climáticas pertinentes a
la existencia de la
especie
humana, encarnaron en
ella Espíritus humanos.
¿De dónde venían? Que
hayan sido creados en
aquel momento; que hayan
procedido, completamente
formados, del espacio,
de otros mundos, o de la
propia Tierra, la
presencia de ellos en
este planeta, a
partir de cierta época,
es un hecho,
(...) Se revistieron de
cuerpos adecuados a sus
necesidades especiales,
a sus aptitudes, y que,
fisiológicamente, tenían
las características de
la animalidad. Bajo la
influencia de ellos y
por medio del ejercicio
de sus facultades, esos
cuerpos se modificaron y
perfeccionaron: es lo
que la observación
comprueba. Dejemos,
pues, de lado la
cuestión del origen, de
momento insoluble;
(...)” (Negrita
nuestra.)
Evolucionaron como
desdoblamiento del
principio inteligente y
de la acción de
Espíritus superiores, a
servicio de Jesús, que
presidió la formación de
la Tierra y la gobierna.
Sobre el tema, he ahí
algunas cuestiones de
El Libro de los
Espíritus 3:
Cuestión 48: ¿Podemos
conocer la época de la
aparición del hombre y
de los otros seres vivos
en la Tierra?
“No; todos vuestros
cálculos son
quiméricos.”
Cuestión 49: Si el
germen de la especie
humana se encontraba
entre los elementos
orgánicos del globo,
¿por qué los hombres no
se forman más
espontáneamente, como en
su origen?
“El principio de las
cosas está en los
secretos de Dios. Sin
embargo, puede decirse
que
los hombres, una vez
esparcidos por la
Tierra, absorbieron en
sí mismos los elementos
necesarios a su
formación, para
transmitirlos según las
leyes de la
reproducción. Se dio lo
mismo con las diferentes
especies de seres
vivos.” –
(Negrita.)
Todo se encadena en la
obra de la Creación
–
Núcleo del argumento
contenido en la
cuestión:
Cuestión 607-a. – ¿Así,
se podría considerar el
alma como habiendo sido
el principio inteligente
de los seres inferiores
de la Creación?
“¿Ya no dijimos que todo
se encadena en la
Naturaleza y tiende para
la unidad? Es en esos
seres, que estáis lejos
de conocer enteramente,
que el principio
inteligente se elabora,
se individualiza poco a
poco y se ensaya para la
vida. Es, de cierto
modo, un trabajo
preparatorio, como el de
la germinación, por
efecto del cual el
principio inteligente
sufre una transformación
y se hace Espíritu.
(...).” (Cursiva, salvo
en la palabra Espíritu,
en que la cursiva es del
original.)
Un noble amigo cita El
Evangelio según el
Espiritismo (cap. III,
ítem 14): había en la
Tierra (en 1863) tres
grupos de Espíritus: los
que siempre vivieron
aquí y aún eran
primitivos; los que
siempre vivieron aquí y
ya presentaban alguna
evolución, y los
extranjeros,
provenientes de otros
mundos.
Entiende que no sólo el
sistema de Capela
abasteció la Tierra de
Espíritus. Que la raza
amarilla tuvo origen en
otra parte, por los
trazos especiales de su
cultura (tradiciones
religiosas y la forma
especial de registrar
las palabras, diferente
de árabes, griegos y
judíos). Ciertamente
iniciaron su evolución
en otro orbe, que no la
Tierra. Eso justificaría
esa cultura tan
diferente de las demás.
Suposiciones
respetables, pero
desconocemos fuentes
mediúmnicas que las
sostengan.
¿Criacionismo o
Evolucionismo?
– Dos corrientes de
pensamiento se oponen,
sobre el origen de la
raza humana en la
Tierra. Una defiende
solamente el
Criacionismo; la otra,
el Evolucionismo.
Joanna de Ângelis 4
armoniza esas
tendencias, con datos
actuales de Ciencia:
“Dos alternativas, pues,
se confrontan en
antagonismo,
(Criacionismo y
Evolucionismo) que es
más resultante de
interpretación de
contenidos que de
legitimidad objetiva,
pudiendo ser solucionado
la dificultad a través
de la asociación de
ambas teorías.
El Psiquismo Divino
concibió y elaboró la
vida, gracias a una
programación que se
concretó en el proceso
evolucionista, etapa a
etapa, con los
intervalos
correspondientes al
periodo de la muerte, en
que el psiquismo
prosiguió experimentando
continuidad evolutiva,
volviendo en formas
primitivas que se
hicieron cada vez más
complejas, hasta
alcanzar las expresiones
superiores en los
animales evolucionados,
culminando en el ser
humano.
Esa posibilidad no debe
ser descartada, cuando
se puede constatar el
autógrafo de Dios en
el genoma después de ser
decodificado, en el cual
se encuentra toda la
historia de los diversos
seres en sus extraños
códigos responsables por
las informaciones
contenidas especialmente
en cada célula del
cuerpo humano, en un
conjunto de tres mil
billones de letras...
(...).”
(Cursivas de la autora
espiritual.)
Antes, en el mismo
texto, ella ya
adviertió:
“(...) se considerar que
el Evolucionismo
consigue explicar en
toda su complejidad el
milagro de la vida, sin
la necesidad del
Criacionismo o de la
presencia de un Autor,
es ofertarle una
trascendencia que se
asemeja a la propia
Divinidad.”
Reciente descubrimiento
científico corrobora la
idea que armoniza
Criacionismo y
Evolucionismo:
Los interesados pueden
leer, vía Internet, un
artículo que informa ese
hecho en “Ciencia y
Salud”, colocado en
01/10/2009, titulado
El Ancestral
humano más antiguo
muestra que hombres y
monos evolucionaron
paralelamente.
(El link que remite a la
materia es:
http://noticias.uol.com.br/ultnot/cienciaesaude/ultnot/2009/10/01/ult4477u2111.jhtm.)
He una pequeña parte de
el, que dice:
“El descubrimiento del
más antiguo ancestral de
los humanos ya conocido
contraría la idea de que
los hombres habrían
evolucionado de
chimpancés primitivos,
afirma un estudio
publicado en la edición
de ese viernes (2) de la
revista americana
‘Science’. El trabajo
apunta para una
evolución paralela de
monos y humanos después
de la criba de las dos
familias, millones de
años atrás.
La base de la discusión
es el fósil de una
hembra de la especie
Ardipithecus ramidus.
Bautizada como Ardí,
ella tiene 4,4 millones
de edad.” (Cursiva mía.)
(Este
artículo será concluído
em la próxima edición de
esta revista.)
Bibliografia: