Traeré para los lectores
en este texto algunas
salpicaduras históricas
sobre el Espiritismo.
Antes, haré una rápida
reflexión sobre cómo y
cuándo se inició el
sentimiento religioso en
la humanidad, hasta
llegar a la Codificación
de la Doctrina de los
Espíritus, por Allan
Kardec, en el siglo XIX.
8.000 a.C. –
Suponen los
historiadores, sin
condiciones de
confirmarlo, que la
creencia en el poder
celestial habría surgido
alrededor del año 8.000
a.C. Cada fenómeno de la
naturaleza se creaba un
dios – por regla
autoritario (poder
absoluto...), exigente
(holocaustos...) y
vengativo (causante
hasta de muertes...).
Igualmente, cada
actividad humana;
después, incluso los
animales pasaron a ser
endiosados, siempre en
lenguaje simbólico.
Por siglos y siglos la
humanidad vivió bajo el
politeísmo original,
comandada por aquellos
“dioses”, los cuales
serían los responsables
por todo lo que ocurría
en el mundo de entonces:
Dioses de la naturaleza,
uno para cada uno de los
fenómenos geológicos,
tales como:
– el rayo, el relámpago,
el trueno, la lluvia, el
viento, el volcán,
inundaciones,
terremotos, etc.;
Dioses de los actos
humanos, de acción
individualizada también,
para:
– la caza, la pesca, la
plantación, la cosecha,
la guerra, la cura de
enfermedades, el
nacimiento, la muerte,
etc.;
Más dioses, siempre
individuales, para los
animales:
– el ibis, el cocodrilo,
el gato, el buey, etc.
Con el tiempo, acoplando
la fecha y la hora del
nacimiento a la posición
de las estrellas, se
estableció el horóscopo,
dividiéndose la
trayectoria aparente del
Sol en doce partes, cada
una con 30°. En el
horóscopo, el interés
por el futuro era (como
aún es) estrictamente
individual.
Los Profetas –
Después, vinieron los
Profetas... Solaparon
ellos, a las diversas
creencias, la
comunicación directa con
Dios, segundo creían.
Las profecias, todas,
buscaban el bien
colectivo.
A continuación,
Espíritus misioneros
vinieron al planeta, con
la intención de fundar
las religiones, que se
reportarían (cómo se
reportaron) al estadio
evolutivo de cada época.
Todos esos Espíritus,
sin excepción, trajeron
luces para el futuro de
los pueblos de entonces.
Enfocando ahora nuestra
mirada en la historia de
las religiones, iremos a
encontrar siempre una
jerarquía social,
induciendo a los adeptos
(promovidos a fieles) –
el pueblo, a rigor – a
la disciplina y
sometimiento a las
clases dominantes. Eso,
desde los inmemoriales
tiempos de Egipto, de
Babilonia (país de Asia
antigua), Asiría y
Roma. Así, uniendo
equivocadamente el Cielo
a la Tierra, muchos
fieles, desde hace mucho
tiempo, creen poder
alcanzar bienes
individuales en pago de
sacrificios, ofrendas u
otras promesas.
Jesús –
Cristo (ungido) de Dios,
innegablemente el mayor
de todos los misioneros,
legó a la Humanidad el
tesoro de la Fe, por
haber sido aquel que más
concedió el Amor, de
todos los tiempos. Habló
al mundo del Reino de
Dios, intangible e
intocable en la creencia
de los pueblos de
entonces, arrastrando
millones y millones de
Espíritus al nivel en
que reside la Esperanza.
Sus palabras, de
duración eterna,
tuvieron, tienen y
tendrán el inigualable
efecto de iluminar
tinieblas externas e
internas de la mente.
Necesario, sólo, tener
“ojos para ver” y “oídos
para oír”. No creó
ninguna religión. No
dejó dogmas. La moral
cristiana, de la primera
al último ejemplar, se
fundamenta en la Ley del
Amor – amor a Dios y al
prójimo. Por eso, creo
que Jesús es la mayor de
todas las incontables
bondades que Dios, desde
siempre, dispensa a la
humanidad entera.
Daré ahora un rápido
sumergimiento en el
pasado de la
civilización, con la
mirada volcada para el
surgimiento de las
religiones. Mi objetivo
es llegar al
Espiritismo,
caracterizándolo y a sus
no pocas diferencias con
el Candomblé y la
Umbanda.
Respetables los tres.
¡Pero diferentes entre
sí!
Las Religiones
– Veamos lo que la
Historia registró y el
mundo de hoy nos
muestra, en cuanto a la
relación
criatura-Creador,
hijo-Padre, hombre-Dios:
Judaísmo:
Fundado en Oriente Medio
por el patriarca
Abraham, alrededor del
sig. XVII a.C. El
legislador de Israel fue
Moisés. Para los judíos
la Biblia esta formada
únicamente por los
libros hebraicos y
corresponde
esencialmente al Antiguo
Testamento de los
cristianos. El judaísmo
se fortaleció aún más
con la creación del
Estado de Israel, en
1948. Posee fuertes
características étnicas,
en las cuales nación y
religión se mezclan. El
judaísmo es reconocido
como la primera religión
monoteísta de la
humanidad y
cronológicamente la
primera de las tres
religiones oriundas de
Abraham, con el
cristianismo y el
islamismo. Adeptos:
cerca de 14,8 millones.
Hinduismo (Brahmanismo):
Principal religión de la
India. Se caracteriza
por el sistema de
castas. Sucedió al
vedismo (religión
primitiva conocida por
cuatro colecciones de
himnos – los Vedas –,
entre 1.400 a.C. y el
sig. VII a.C.). Reconoce
la autoridad de los
Vedas. El ser humano
está sujeto al sansara
(sucesión de vidas y
renacimiento), regido
por la ley del karma
(acción y reacción de
toda acción, buena o
mala). Posteriormente,
Incorporó el ideal de
renuncia del budismo.
Adeptos: 949 millones.
Confucionismo:
Fecha del sig. V a.C.
Fue un intento de
establecer reglas de
comportamiento, en una
agitada época del mundo
chino, donde varios
principados se destruían
mutuamente. Respeto a
los más viejos, amor al
trabajo bien ejecutado,
moral severa – he ahí
los trazos del
Confucionismo.
Adeptos: cerca de 8,1
millones.
Budismo:
Religión nacida en Asia,
fundada por el príncipe
hindú Sidharta Gautama,
Buda (560 y 480 a.C.).
Enseñanzas: todo es
transitorio; la realidad
es mutable; no existe
nada en nosotros de
realidad metafísica,
nada de indestructible.
El ser está sometido al
ciclo de nacimientos y
muertes, mientras la
consecuencia de la
acción (karma) no sea
interrumpida. La
existencia está sujeta a
la desdicha, que se
manifiesta por el
sufrimiento, enfermedad
y muerte. Tiene por
ideal la renuncia. Es en
Asia que se concentra la
mayoría de sus adeptos
(cerca de 494,9
millones).
Sintoísmo:
Religión de Japón, en la
cual los dioses son la
personificación de las
fuerzas naturales y los
espíritus de los
antepasados son
igualmente considerados
como dioses. A partir
del sig. VI los budistas
anexionaron las
divinidades sintoístas a
su panteón y poco a poco
se formó un sincretismo.
En el sig. XVII nuevas
sectas sintoístas
rechazaron cualquier
compromiso con
religiones extranjeras.
En el sig. XIX se hizo
una especie de religión
del Estado (adoración
del emperador-dios).
Adeptos: 2,7 millones.
Cristianismo:
Conjunto de las
religiones organizadas
con base en la persona
de Jesús Cristo y en los
escritos que relatan sus
palabras y sus
pensamientos. El
Cristianismo, nacido en
Judea y difundido
inicialmente en el
Oriente, fue predicado
en el mundo mediterráneo
por los Apóstoles, tras
la muerte de Jesús. El
Cristianismo, en su
origen una secta surgida
del judaísmo, se afirma
como religión revelada,
es decir, de origen
divino, pero con la
particularidad de que
Jesús, su fundador, no
era un simple
intermediario entre Dios
y la humanidad, sino el
propio Dios.
Son 2,3 mil millones de
cristianos en el
planeta. Así, el
Cristianismo es la
religión que cuenta con
el mayor número de
fieles en el mundo. En
el transcurrir de la
historia, el
Cristianismo se dividió
en tres corrientes
principales: Iglesia
Católica, Protestantismo
e Iglesia Ortodoxa,
además de otras líneas
como la Iglesia
Anglicana y los credos
llamados de
“cristianismo de
frontera” (grupos que
están en la intersección
entre el Cristianismo y
otra doctrina, como por
ejemplo, la Iglesia
Adventista, Mormones y
Testigos de Jehová).
Islamismo:
Religión y civilización
de los mulsumanes,
fundada por Mahoma,
habiendo surgido en el
sig. VII, en la
península arábica, es la
última de las religiones
monoteístas. Mahoma
recibió de Dios la
revelación coránica [El
Corán o Alcorán y el
hadith (tradición del
Profeta) forman la
tradición, verdadera
constitución que sirve
de plantilla imperativa
para los mulsumanes]. No
existe un clero
mulsuman. Dogma
principal del Islam: la
existencia de Dios
(Alá), ser supremo
único, infinitamente
perfecto, creador del
universo y juez soberano
de los hombres. Para los
mulsumanes, Mahoma es el
enviado de Alá. Adeptos:
1,5 billones.
Religiones populares
chinas:
Creencias y prácticas
que pueden incluir
divinidades locales y
elementos budistas,
confucionistas y
taoístas.
Adeptos: 434,6 millones.
Animismo y Chamanismo:
Creencia de que todo lo
que existe – seres
vivos, objetos
inanimados, lugares y
hasta fenómenos
naturales – tiene alma.
Adeptos: 242,5 millones.
Psiquismo:
Religión monoteísta
creada el siglo XV, en
la India. Surge como una
disidencia del
Hinduismo.
Adeptos: 24 millones.
Hay en el mundo los que
no siguen ninguna
religión: forman ellos
cerca de 813 millones de
personas. En cuanto al
ateísmo – doctrina que
niega la existencia de
cualquier divinidad y
dispensa la idea de una
justificación divina
para la vida – sus
adeptos suman 136,6
millones. Uno de los
argumentos utilizados
por los ateos para
sostener su posición es
la supuesta
incompatibilidad de la
coexistencia de Dios y
del sufrimiento humano.
(1)
Organización de la
Tierra
– Como señalé
anteriormente en estos
mis comentarios, de
tiempo en tiempo vienen
al planeta Espíritus
misioneros, con la tarea
específica de erigir
columnas maestras de la
religación del hombre a
Dios. Todos, sin
excepción, esclarecen
que el comportamiento
humano – bueno o malo –
tendrá siempre como
resultante,
respectivamente,
aproximación o
alejamiento de la
felicidad.
Invariablemente esos
trabajadores del Bien,
propuestos de Jesús –
tanto los que vinieron
antes como después de Él
– empuñaron la bandera
del amor a Dios y al
prójimo como principal
vía de acceso al Reino
Celestial.
Jesús, hablando a un
pueblo seguidor de la
religión dogmática de la
pasada época en que el
Imperio Romano era el
“dueño del mundo”, no
podría decir a ese
pueblo cosas que en
aquel entonces no
tendrían sentido.
¿Ejemplos? Veamos
algunos. Antes,
recordémonos del
registro sobre el
Maestro de los maestros
hecho por el Espíritu
Emmanuel en “A Camino de
la Luz”, Cap. I,
p.17/18, 13ª Ed., 1985,
FEB, RJ/RJ: Jesús
participó de la
organización de la
Tierra, desde cuando el
planeta aún no existía.
En efecto, la Tierra,
hace cerca de 4,5 mil
millones de años, nació
de una nube solar. De
inicio no tenía forma
regular. A medida que
atrajo mayor cantidad de
materia, comenzó a tomar
la forma esférica.
Esto puesto, es de
preguntarse:
– ¿Será que Jesús,
cuando estuvo aquí,
encarnado, desconocía la
existencia del
continente americano,
que sólo sería
descubierto de ahí a 15
siglos, pasando a ser
hogar de millones de
Espíritus?
(2)
– La prensa, la
electricidad, la
aeronáutica, la
electrónica, la energía
atómica, la informática,
la biogenética y tantos
otros avances
científicos: ¿eran o
serían desconocidos de
Jesús?...
¡De forma alguna! Todas
esas cuestiones,
necesariamente eran del
conocimiento de Cristo.
Pero, ¿cómo anunciarlas
en aquella época y a
aquel pueblo? ¿Cómo?
¿Y en cuanto al
Espiritismo?
Con la
previsibilidad
propia de quien, de lo
alto, descubre el
paisaje a su frente
(el futuro),
Jesús informó sí sobre
el Espiritismo, por él
pedagógicamente
denominado y avalado
como el futuro
“consolador”, según Juan
registró (14:15, 16,17 y
26).
El tiempo (siglo XIX) y
lugar (Francia)
adecuados, surge Allan
Kardec, pseudónimo
adoptado por Hippolyte
Léon Denizard Rivail,
eminente pedagogo que no
deseaba hacer prevalecer
la fuerza de su nombre
sobre el contenido de la
obra que lanzaba al
público, fruto de una
meticulosa codificación
de las informaciones
venidas de los
Espíritus: siendo el
primero, “El Libro de
los Espíritus”, piedra
fundamental de la
Doctrina de los
Espíritus – seguido de
las otras obras.
El Espiritismo demuestra
el Amor de Dios con la
lógica irrefutable de la
reencarnación y de la
Ley Divina de Acción y
Reacción: sufrimientos,
hoy, son frutos amargos
de equivocada
plantación, ayer. Ahí,
el sufridor comprende la
razón del sufrir. Y más:
sabiéndose en temporal
rescate, se consuela y
parte para la
reconstrucción moral.
¡Tal es el aspecto
consolador de la
Doctrina de los
Espíritus!
¡Con Kardec se cumplió
la previsión-promesa de
Cristo! “El Consolador”
aportó en el plano
terreno. En efecto, en
“El Evangelio Según el
Espiritismo”, en el
sexto capítulo – Cristo
Consolador –, ítem 3,
encontramos: “El
Espiritismo viene, en el
tiempo previsto, a
realizar la promesa de
Cristo y el Espíritu de
la Verdad preside su
establecimiento”.
En “Que es el
Espiritismo” (en el
“Preámbulo”) Allan
Kardec definió el
Espiritismo y comentó:
– El Espiritismo es una
ciencia que trata de la
naturaleza, origen y
destino de los
Espíritus, así como de
sus relaciones con el
mundo corporal;
– (...) el Espiritismo
es, a la vez, ciencia de
observación y doctrina
filosófica. Como ciencia
práctica, tiene su
esencia en las
relaciones que se pueden
establecer con los
Espíritus; como
filosofía, comprende
todas las consecuencias
morales decurrentes de
esas relaciones;
En la “Revista Espírita”
de diciembre/1868, en un
largo discurso de
apertura sobre el tema
“¿El Espiritismo es una
religión?”, Allan Kardec
expresó su opinión, de
la cual extraemos
pequeñas notas,
extraídas de las páginas
358 y 359:
– el Espiritismo no
puede ser considerado
“religión”, por no tener
culto, casta sacerdotal,
ceremonias y
privilegios; sin embargo
hay en él el sentido
nítidamente religioso
cuando establece un lazo
moral entre los hombres,
cuando los une, como
consecuencia de la
compatibilidad de vistas
y de sentimientos, la
fraternidad y la
solidaridad, la
indulgencia y la
benevolencia mutuas.
En “Obras Póstumas” (em
el capítulo “Ligera
Respuesta a los
Detractores del
Espiritismo”) anotó:
– el Espiritismo es una
doctrina filosófica de
efectos religiosos (...)
va a las bases de todas
las religiones: Dios, el
alma y la vida futura.
Pero no es una religión
constituida, ya que no
tiene culto, ni rito, ni
templos y que, entre sus
adeptos, ninguno tomó,
ni recibió el título de
sacerdote o de
sumo-sacerdote.
Sólo por esas premisas
ya se ve como el
Espiritismo no puede ser
confundido con
cualquiera otras
corrientes religiosas,
si bien todas las
religiones (Judaísmo,
Catolicismo,
Confucionismo,
Protestantismo,
Teosofismo, Esoterismo,
Budismo, Brahmanismo
etc.) sean
espiritualistas, es
decir, aceptan la
inmortalidad del
Espíritu y la existencia
de Dios. Tampoco puede
ser confundido ni aún
entre aquellas que: a.)
aceptan la
reencarnación; b.) en
sus prácticas, marcadas
por el sincretismo,
ejercitan el
mediumnismo.
Tan pronto el Brasil fue
descubierto se inició su
colonización. En el
caso, “colonizar”
significó la venida de
portugueses,
mandatarios. Y como
quién manda precisa de
quien obedezca, Portugal
ni siquiera lo pensó dos
veces: por tres siglos
ordenó la criminal
importación de
“obedientes” criaturas,
buscadas a la fuerza, en
África. Está en
“Estadísticas Históricas
de Brasil”/IBGE:
vinieron para el Brasil
4.009.400 esclavos,
entre 1531 a 1855.
¡Estremecedor!
(Continua na próxima
edição desta revista.)
Notas:
(1)
Los números de adeptos
de las diferentes
religiones, con datos de
2010, fueron extraídos
del ALMANAQUE
ABRIL-2013, p.130, Año
39, Editora Abril,
SP/SP; a la p. 132
consta el número de
espíritas en Brasil:
3.848.876, según el
Censo Demográfico
2010/IBGE.
(2)
En América, hoy, están
cerca de 948,3 millones
de Espíritus encarnados
(datos a la p. 344 del
ALMANAQUE ABRIL, ya
citado).
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