La difícil lucha
por la igualdad
de los derechos
entre los
hombres
Hace 50 años,
precisamente en
el día 2 de
Julio de 1964,
el presidente
Lyndon B.
Johnson sancionó
la Ley de los
Derechos Civiles
que prohibió en
los Estados
Unidos de
América la
segregación
racial, que
imperaba hasta
entonces en
varias unidades
federativas de
la gran nación
norteamericana.
La aprobación de
la Ley fue el
coronamiento de
un movimiento
iniciado años
antes, más
precisamente en
final de 1955,
en razón de un
acto de coraje
practicado por
una simple
costurera negra,
Rosa Louise
McCauley, más
conocida por
Rosa Parks.
He aquí la
marcha de los
acontecimientos.
En Montgomery,
capital de
Alabama, las
primeras hileras
de los autobuses
eran reservadas,
por ley, para
pasajeros
blancos. Más
atrás venían los
asientos en los
cuales los
negros podrían
sentarse. En el
día 1º de
Diciembre de
1955, Rosa Parks
cogió uno de
esos autobuses a
camino del
trabajo a su
casa y se sentó
en uno de los
lugares situados
en el medio del
autobús. Cuando
el conductor
exigió que ella
y otros tres
negros se
levantasen para
dar lugar a
blancos que
habían entrado
en el vehículo,
Rosa se negó a
cumplir el orden
y permaneció
sentada.
En razón de eso,
fue presa y
llevada a la
prisión.
La protesta
silenciosa de
Rosa se propagó
rápidamente. El
Consejo Político
Femenino
organizó, a
partir de ese
episodio, un
boicot a los
autobuses
urbanos, como
medida de
protesta contra
la
discriminación
racial en el
país. Martin
Luther King Jr.
fue uno de los
que apoyaron la
acción. El
músico y también
activista Harry
Belafonte
declaró más
tarde que su
vida cambió por
completo,
después del día
en que Luther
King lo llamó
para pedir apoyo
a la acción de
Rosa Parks, que
se quedó
conocida como la
“madre de los
movimientos por
los derechos
civiles” en
Estados Unidos.
Pocos días
después de la
actitud tomada
por Rosa Parks,
miles de negros
se recusaron a
coger el
autobús a camino
del trabajo.
Mientras las
empresas de
transporte
colectivo
empezaron a
tener perjuicio
cada vez
mayores, los
negros andaban –
caminando muchas
veces por varios
kilómetros –
saludando y
cantando por las
calles, a pesar
de los insultos
y de las
agresiones que
recibían de
personas que se
consideran
especiales y
reniegan el
derecho del
prójimo.
Menos de un año
después, en el
día 13 de
Noviembre de
1956, La Suprema
Corte
norteamericana
abolió la
segregación
racial en los
autobuses de
Montgomery y, en
21 de Diciembre
de 1956, Martin
Luther King y
Glen Smiley,
sacerdote
blanco, entraron
juntos en un
autobús y
ocuparon lugares
en la primera
hilera.
Acompañada
diariamente por
la prensa en red
nacional de
televisión y por
los más
influyentes
periódicos del
país, la
indignación que
el caso provocó
en la opinión
pública
americana ayudó
el Presidente
Johnson a
aprobar junto al
Congreso, en el
día 2 de Julio
de 1964, la Ley
de los Derechos
Civiles, que
está
completando, por
lo tanto, 50
años, y es una
prueba viva de
cuán difícil es
la lucha por la
implantación de
la igualdad de
los derechos
entre los
hombres, un
objetivo que,
sin embargo, es
posible alcanzar
sin violencia,
sin agresiones,
sin
depredaciones,
como Gandhi
había demostrado
décadas antes en
su lucha contra
el imperio
británico.
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