una ocasión a
disertar sobre
Herculano Pires
y su obra, quedó
maravillado con
el legado del
gran escritor,
cuyo trabajo en
las lides
espíritas
constituye el
tema de la
presente
entrevista. |
Para ubicar a
nuestros
lectores, ¿quién
fue Herculano
Pires?
José Herculano
Pires nació el
25 de setiembre
de 1914, en
Avaré, São
Paulo. Desde la
infancia reveló
su vocación
literaria, dado
que a los 9
años, ya había
escrito un
soneto. Ejerció
la actividad de
periodista, se
graduó en
Filosofía en la
Facultad de
Filosofía de
Universidad de
São Paulo a
finales de 1957,
especializándose
en Historia y
Filosofía de la
Educación. A los
22 años, cuando
leyó por primera
vez El Libro
de los Espíritus,
como él mismo
nos cuenta, “se
volvió espirita
por el
razonamiento” y
se transformó,
según dice Chico
Xavier, en el
más profundo
conocedor de la
Doctrina
Espírita.
En las
conmemoraciones
del centenario
de su
nacimiento, ¿qué
aspecto debe
destacarse más
al público
espírita?
Sin ninguna duda
la misión de
Herculano Pires
que, según las
palabras de su
gran amigo Jorge
Rizzini, era
defender la
pureza
doctrinaria y
consolidar a la
Doctrina
Espírita en las
tierras
brasileñas.
En sus
investigaciones
sobre Herculano
Pires, ¿qué le
sorprendió más?
Quedamos
maravillados con
la riqueza del
conocimiento que
transmitía en
sus obras. Su
búsqueda de la
perfección en
todo lo que
hacía, ya sea
como filósofo,
parapsicólogo,
educador,
novelista,
poeta,
periodista o
traductor,
también quedaban
manifestadas en
sus
disertaciones
doctrinarias.
Aunque lo más
sorprendente fue
descubrir que
todo lo que
nuestro hermano
defendía en sus
obras, él las
aplicaba en su
vida, algo
difícil de
encontrar.
¿Cuál es el
mayor legado de
Herculano al
pensamiento
espírita?
La perseverancia
que debemos
tener para
demostrar la
consistencia del
pensamiento
espírita y
defender la
valoración de
los aspectos de
crítica e
investigación de
la propuesta
sistematizada
por Allan
Kardec,
combatiendo
interpretaciones
equivocadas de
las obras de la
codificación y,
como él mismo
dijo en la obra
“En la hora del
Testimonio”,
mantener la
ética espírita
por encima de la
ética mundana.
¿Cuántos libros
publicó? ¿Cuál
de ellos usted
destacaría más?
Entre
Disertaciones
Doctrinarias,
Ciencia/Parapsicología,
Psicología,
Filosofía,
Ficción
Literaria,
Crónicas y
Ensayos, Ficción
Científica y
Paranormal,
fueron más de 80
obras.
Lamentablemente,
aún no hemos
tenido la
oportunidad de
estudiar la obra
completa del
autor, pero nos
tocó
profundamente
las enseñanzas
de la obra
“Pedagogía
Espírita, que
demuestra de
manera clara y
objetiva que la
Educación
Espírita tiene
como objetivo el
desarrollo pleno
del individuo.
¿Cómo surgió su
interés por la
investigación?
¿Qué métodos y
criterios
utilizó?
Por la
conmemoración
del centenario
del nacimiento
de José
Herculano Pires
este año, fuimos
invitados por el
dirigente del
Grupo Kardecista
Cairbal Schutel,
de São Carlos,
Sr. Claudio
Figueiredo, a
preparar una
exposición sobre
este ícono del
Espiritismo.
Aceptamos el
desafío y, como
era de esperar,
quedamos
maravillados con
su vida y obra e
iniciamos
nuestros
estudios.
¿Cómo atraer al
público y a las
instituciones
espíritas para
una mayor
atención a las
obras de tan
importante
escritor?
Como dijo
nuestro
recordado
Francisco
Cândido Xavier,
inspirado por su
mentor Emmanuel,
José Herculano
Pires fue “el
metro que mejor
midió a Allan
Kardec”. Solo
por esa
afirmación ya
tendríamos
motivos
suficientes para
estudiar la obra
de Herculano
Pires. Sin
embargo, podemos
añadir que su
obra trae la
pureza
doctrinaria
abordada por un
filósofo,
parapsicólogo,
educador,
novelista,
poeta,
periodista y
traductor, todos
en una sola
persona, es
decir, rica en
conocimientos.
Además, el
estudio de su
biografía nos
muestra que, por
encima de todo,
Herculano vivió
plenamente el
Espiritismo que
tanto defendía.
¿Le gustaría
destacar algo de
sus
investigaciones?
En nuestras
investigaciones
descubrimos en
Herculano Pires
a uno de los
autores, sino el
mejor, que más
supo describir
con fidelidad el
Espiritismo tal
como fue
anunciado por
Allan Kardec,
entonces,
decidimos buscar
en las obras de
la Codificación,
algo que también
describiese a
Espíritus como
Herculano Pires.
Y encontramos en
la pregunta 842
de El Libro
de los
Espíritus,
en la que se
pregunta a la
Espiritualidad
sobre los
indicios por los
cuales se
pudiera
reconocer, entre
todas las
doctrinas que
alimentan la
pretensión de
ser la
expresión única
de la verdad, a
la que tendría
el derecho de
presentarse como
tal. Los
Espíritus
superiores nos
responden: “Será
aquella que haga
más hombres de
bien y menos
hipócritas, es
decir, que
practiquen la
ley de amor en
su mayor pureza
y en su más
amplia
aplicación. Esa
será la señal
por la que
reconoceréis que
una doctrina es
buena, pues toda
doctrina que
tenga como
resultado
sembrar la
discordia y
establecer una
línea de
separación entre
los hijos de
Dios, no puede
ser sino falsa y
perniciosa”.
José Herculano
Pires, sin duda,
es uno de esos
hombres que nos
confirma que el
Espiritismo es
el Consolador
prometido por
Jesús.
Sus palabras
finales.
Sólo agradecemos
la oportunidad
que nos fue dada
de, simplemente,
homenajear a
este Espíritu
grandioso y, por
encima de todo,
agradecer al
Creador por su
infinita
misericordia que
permite que
podamos tener
acceso a más de
ese misionero
que nos ayuda a
reencontrar el
Reino de Dios
dentro de cada
uno de nosotros.
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