Damos continuidad al estudio metódico del libro La Génesis, los Milagros y las Profecías según el Espiritismo, de Allan Kardec, cuya primera edición fue publicada el 6 de enero de 1868. Las respuestas a las preguntas sugeridas para debatir se encuentran al final del presente texto.
Preguntas para debatir
A. ¿En qué período geológico sucedió el llamado diluvio universal?
B. ¿Cuándo apareció el hombre en la Tierra?
C. ¿Cuáles son las principales teorías que existen sobre el origen de la Tierra?
Texto condensado para la lectura
414. Durante el período secundario, que debe haber sido muy largo, como dan testimonio el número y el empuje de las capas geológicas, la vida animal logró un enorme desarrollo en el seno de las aguas, tal como se había dado con la vegetación en el período que había finalizado. Más depurado y más favorable a la respiración, el aire comenzó a permitir que algunos animales viviesen en la tierra. El mar se desplazó varias veces, pero sin movimientos violentos. Con ese período desaparecieron también, aquellas razas de animales acuáticos gigantescos, sustituidos más tarde por especies análogas, de formas menos desproporcionadas y de menor tamaño.
415. El orgullo llevó al hombre a decir que todos los animales fueron creados en su honor y para la satisfacción de sus necesidades. Pero, ¿cuántos le sirven directamente, a los que ha podido someter, comparado con el número incalculable de los que nunca tuvo ni tendrá ninguna relación? ¿Cómo se puede sostener semejante tesis, ante las innumerables especies que exclusivamente poblaron la Tierra durante miles y miles de siglos, antes de que el hombre apareciese, y que finalmente desaparecieron? ¿Se puede afirmar que estas fueron creadas para su beneficio?
416. Período terciario – Con el período terciario comienza un nuevo orden de cosas para la Tierra. El estado de su superficie cambia completamente de aspecto; se modifican profundamente las condiciones de vitalidad, y se aproximan al estado actual. Los primeros tiempos de este período se caracterizan por una interrupción de la producción vegetal y animal; todo revela señales de una destrucción casi general de los seres vivos, y que después aparecen sucesivamente nuevas especies, cuya organización, más perfecta, se adapta a la naturaleza del medio donde están destinadas a vivir.
417. Durante los períodos anteriores al terciario, la corteza sólida del globo debido a su escaso espesor, oponía una débil resistencia muy a la acción del fuego interior. Fácilmente despedazada, esa envoltura permitía que las materias en fusión se derramasen libremente por la superficie del suelo. No sucedió lo mismo cuando ganó cierto espesor. Entonces, comprimidas por todos lados, las materias incandescentes, como el agua en ebullición en un recipiente cerrado, terminaron por producir una especie de explosión. Violentamente quebrada en un sinnúmero de puntos, la masa granítica quedó surcada por grietas, como un vaso resquebrajado. A lo largo de esas grietas, la corteza sólida, levantada y hundida, formó los picos, las cadenas de montañas y sus ramificaciones.
418. Ciertas partes de la envoltura no llegaron a ser despedazadas, fueron sólo elevadas, mientras que en otros puntos se produjeron desplazamientos y hundimientos. La superficie del suelo se volvió muy desigual; las aguas, que hasta aquel momento cubrían de manera casi uniforme la mayor parte de su extensión, fueron empujadas hacia lugares más bajos, dejando en seco vastos continentes, o cumbres de montañas aisladas, formando islas.
419. Tal fue el gran fenómeno que se produjo en el período terciario y transformó el aspecto del globo. Pero no se produjo de manera instantánea ni simultánea en todos los lugares, sino sucesivamente y en épocas más o menos distantes. Una de las primeras consecuencias de estos levantamientos fue, como ya se ha dicho, la inclinación de las capas de sedimento, primitivamente horizontales, que así se conservaron donde el suelo no sufrió trastornos. Por lo tanto, fue en las laderas y en las inmediaciones de las montañas que esas inclinaciones fueron más pronunciadas.
420. En las regiones donde las capas de sedimento conservaron la horizontalidad, para llegar a las de formación primaria se debe atravesar todas las otras hasta una considerable profundidad, al final de la cual se encuentra inevitablemente la roca granítica. Pero cuando se elevaron como montañas, aquellas capas fueron llevadas por encima de su nivel normal, llegando a veces hasta una gran altura, de manera que si se hace un corte vertical en el flanco de la montaña, éstas se muestran en todo su espesor y superpuestas como las hiladas de una construcción.
421. Es así que en las grandes elevaciones se encuentran enormes bancos de conchas, primitivamente formados en el fondo de los mares. Hoy está perfectamente comprobado que en ninguna época el mar pudo alcanzar semejante altura, porque para ello no bastarían todas las aguas que existen en la Tierra, aun cuando fuese una cantidad cien veces mayor.
422. En los lugares donde el levantamiento de la roca primitiva produjo una rajadura completa del suelo, ya sea por la rapidez del fenómeno o por la forma, altura y volumen de la masa elevada, el granito quedó al desnudo, como un diente que brotó de la encía. Levantadas, quebradas y arrimadas, las capas que lo cubrían quedaron al descubierto. Así es como terrenos pertenecientes a las formaciones más antiguas y que, en la posición primitiva, se encontraban a una gran profundidad, componen hoy el suelo de ciertas regiones.
423. Dislocada por efecto de los surgimientos, la masa granítica dejó fisuras en algunos lugares, por donde se escapa el fuego interior y se escurren las materias en fusión: los volcanes, que son como chimeneas del inmenso horno, o mejor, las válvulas de seguridad que, al dar salida al exceso de materias ígneas, preservan al globo de conmociones mucho más terribles. Por ello se puede decir que los volcanes en actividad son una garantía para el conjunto de la superficie del suelo.
424. Los levantamientos operados en la masa sólida desplazaron las aguas, que fueron empujadas hacia las partes cóncavas, que al mismo tiempo se habían vuelto más profundas por la elevación de los terrenos emergidos y por la depresión de otros. Los sucesivos desplazamientos de esta masa líquida alteraron y accidentaron la superficie del suelo. Las aguas, al correr, arrastraron consigo una parte de los terrenos de formaciones anteriores, puestos al descubierto por los levantamientos, desnudaron ciertas montañas que los cubrían y dejaron al descubierto su base granítica o calcárea. Fueron cavados profundos valles, mientras que otros eran rellenados.
425. Durante los cambios del suelo ocurridos al comienzo de este período, la vida orgánica, como es fácil de concebir, tuvo que quedar estacionaria por algún tiempo, lo que se reconoce al examinar los terrenos desprovistos de fósiles. Pero cuando vino un estado de más calma, reaparecieron los vegetales y los animales. Al cambiar las condiciones de vitalidad, más purificada la atmósfera, se formaron nuevas especies con una organización más perfecta. Las plantas, bajo el punto de vista de la estructura, diferían poco de las actuales.
426. Durante los dos períodos precedentes, los terrenos que las aguas no cubrían fueron poco extensos; aun así, eran pantanosos y con frecuencia quedaban sumergidos. Por esa razón sólo había animales acuáticos o anfibios. El período terciario, en el cual se formaron varios continentes, se caracterizó por la aparición de los animales terrestres.
427. Así como el período de transición asistió al nacimiento de una vegetación colosal y el período secundario al de reptiles monstruosos, también el terciario presenció al de mamíferos gigantescos como el elefante, el rinoceronte, el hipopótamo, el paleoterio, el megaterio, el dinoterio, el mastodonte, el mamut, etc. Estos dos últimos, variedades del elefante, tenían de 5 a 6 metros de altura y sus colmillos llegaban hasta 4 metros de longitud.
428. Este período también asistió al nacimiento de los pájaros, así como al de la mayoría de las especies animales que todavía hoy existen. Algunas especies de esa época sobrevivieron a los cataclismos posteriores; otras, designadas genéricamente como animales antediluvianos, desaparecieron completamente, o fueron sustituidas por especies análogas, de formas menos pesadas y menos macizas, cuyos primeros tipos fueron como los esbozos.
429. Período diluviano – Este período está marcado por uno de los mayores cataclismos que conmovieron el globo, que cambió el aspecto de su superficie una vez más, destruyendo una infinidad de especies vivas, de las cuales sólo quedan restos. Por todas partes dejó rastros que dan testimonio de su generalidad. Las aguas, violentamente expulsadas fuera de sus respectivos lechos, invadieron los continentes, arrastrando consigo tierras y peñascos, desnudando las montañas y arrasando los bosques seculares. Los nuevos depósitos que formaron se designan en Geología con el nombre de terrenos diluvianos.
430. Uno de los vestigios más significativos de ese gran desastre son las rocas llamadas bloques erráticos. Se denomina así a los peñascos de granito que se encuentran aislados en las planicies, reposando sobre terrenos terciarios y en medio de terrenos diluvianos, algunas veces a muchos cientos de leguas de las montañas de donde fueron arrancados. Es evidente que sólo la violencia de las corrientes pudo transportarlos a tan grandes distancias.
431. Otro hecho no menos característico y cuya causa si no se ha descubierto todavía es que en los terrenos diluvianos se encuentran los primeros aerolitos o meteoritos. Puesto que sólo en esa época comenzaron a caer, se deduce que la causa que los produjo no existía anteriormente.
432. Fue también por esa época que los polos comenzaron a cubrirse de hielo y se formaron los glaciares en las montañas, lo que indica un cambio notable en la temperatura de la Tierra, cambio que debe haber sido súbito, porque si se hubiese producido gradualmente, animales como los elefantes, que hoy sólo viven en los climas cálidos y que se encuentran en tan elevado número en estado fósil en las tierras polares, hubieran tenido tiempo de retirarse poco a poco hacia las regiones más templadas. Por el contrario, todo indica que probablemente fueron tomados de sorpresa por una ola de frío y sitiados por los hielos.
433. Ese fue pues, el verdadero diluvio universal. Las opiniones en relación a las causas que deben haberlo producido están divididas. Pero, sean cuales fueren, lo cierto es que el hecho sucedió.
Respuestas a las preguntas propuestas
A. ¿En qué período geológico sucedió el llamado diluvio universal?
El diluvio universal sucedió en el período diluviano, llamado así debido a que fue uno de los mayores cataclismos que conmovieron al globo, que cambió el aspecto de su superficie una vez más, destruyendo una infinidad de especies vivas, de las cuales sólo quedan restos. El diluvio dejó por todas partes rastros que dan testimonio de su generalidad. Las aguas, violentamente expulsadas fuera de sus respectivos lechos, invadieron los continentes, arrastrando consigo tierras y peñascos, desnudando las montañas y arrasando los bosques seculares. (La Génesis, cap. VII, ítems 42, 43, 46 y 47.)
B. ¿Cuándo apareció el hombre en la Tierra?
Cuando el hombre apareció, la Tierra se poblaba de animales menos feroces y más sociables. Más suculentos, los vegetales le proporcionaban alimentación menos grosera y todo, en fin, se encontraba preparado en el planeta para el nuevo huésped que lo habitaría. ¿Habrá existido el hombre en la Tierra sólo después del período diluviano, o habrá aparecido antes de esa época? Esta cuestión es muy controvertida hoy, pero su solución, sea cual fuere, nada cambiará en el conjunto de los hechos verificados, ni hará que la aparición de la especie humana no sea anterior, en muchos miles de años, a la fecha que le asigna la Génesis bíblica. (La Génesis, cap. VII, ítems 48 y 49.)
C. ¿Cuáles son las principales teorías que existen sobre el origen de la Tierra?
Las principales teorías sobre el origen de la Tierra son: la teoría de la proyección, la teoría de la condensación y la teoría de la incrustación. De las tres, la teoría de la formación de la Tierra por la condensación de la materia cósmica es la que prevalece hoy en la ciencia, porque es la que la observación mejor justifica, la que resuelve un mayor número de dificultades y la que se apoya, más que las otras, en el gran principio de la unidad universal. (La Génesis, cap. VIII, ítems 1, 3, 4 y 7.)
