conferencia que
ofrece sobre una
investigación de
lo que es la
vida. |
La pregunta
“¿Que es la
vida?”,
convertida en
conferencia, ¿es
fruto de qué
experiencia de
vida?
Desde niño yo
buscaba
respuestas para
este estado
espiritual al
que llamamos
Vida. Sin
embargo, ya
adulto,
experiencias
mediúmnicas
inconscientes me
llevaron a
investigar la
naturaleza del
Ser Inteligente,
así como la
realidad de la
plena
comunicación
espiritual, lo
que ocurrió a
partir del
estudio
sistematizado de
las obras
básicas del
Espiritismo,
destacándose su
parte
filosófica, es
decir, la
creación y la
evolución del
Espíritu, la Ley
del Progreso que
opera a través
del Principio de
Reencarnación,
permitiéndome
entonces la
deducción de un
nuevo concepto
de Vida.
¿Cómo fue
llevado usted a
esa
investigación?
Me llamó la
atención el
análisis
comparativo que
Allan Kardec
establece entre
la filosofía de
Sócrates y la de
Platón, con
relación a la
pre-existencia y
transmigración
de las almas, la
reencarnación,
en la
Introducción de
El Evangelio
según el
Espiritismo,
cuando entonces,
por primera vez
pasé a
investigar
atentamente la
posibilidad de
ser un Espíritu
reencarnado, lo
que me
presentaba una
hipótesis más
racional para la
Vida, a pesar
del conflicto
con mi formación
religiosa en el
Catolicismo.
¿Qué criterios
fueron
establecidos
para esa
investigación
filosófica?
Los fundamentos
para la
organización de
esa
investigación
fueron,
básicamente, la
hipótesis de una
única existencia
a partir de la
creación del
Alma cuando se
genera el cuerpo
biológico,
sustentada por
todas las
religiones no
reencarnacionistas,
y la hipótesis
de la
reencarnación
sustentada por
el Espiritismo,
Budismo e
Hinduismo. ¿Cuál
de las dos
posibilidades
era la más
eficiente para
esclarecer mi
propia
existencia, a
partir del
autoconocimiento
que el dolor
siempre nos
impone? La
conclusión fue
que la hipótesis
espírita era
mucho más
eficiente, pero
sin negar mi fe
cristiana. Muy
por el
contrario, la
ampliaba.
¿De qué manera
el Espiritismo
ayudó en esa
reflexión?
Analizándolo
ahora, después
de dos décadas,
aquellas
primeras
investigaciones
filosóficas,
concluyo que, a
pesar de
confrontar mi
formación
católica, la
posibilidad de
la reencarnación
me mostraba a un
Jesús mucho más
Vivo y, por qué
no decirlo,
verdadero,
especialmente al
revelarnos
nuestra
capacidad de
auto deificación
en la eternidad
de nuestra
educación moral,
pasada, presente
y futura.
¿Cuáles son los
principales
desarrollos de
esa
investigación?
Al admitir la
posibilidad de
ser un Espíritu
que evoluciona a
partir de un
Principio de
Inteligencia
creado por Dios,
sin ningún tipo
de conocimiento,
pero dotado de
voluntad, fue
evidente que
toda la Historia
de mi Vida fue
construida por
mí mismo, a
partir de una
fuerza
inicialmente
ciega, la
voluntad,
atributo
esencial de todo
ser inteligente,
pero que se
desarrolló hasta
la adquisición
de un libre
albedrío,
momento en que
conquistamos la
condición de
Espíritus y por
ello, de
Inteligencias
Conscientes.
¿De qué manera
esa
investigación se
transformó en
acción efectiva
para entender la
cuestión?
A partir del
momento en que
admitimos la
posibilidad de
ser Espíritus
reencarnados, la
mayoría de
hechos
existenciales
ganan un
referente
teórico más
eficiente para
su
esclarecimiento,
especialmente
las angustias,
los dolores y
los sufrimientos
del Alma. Al
mismo tiempo, la
existencia gana
una importancia
mucho mayor, a
saber, por la
oportunidad de
un reencuentro
consigo mismo
para, al mismo
tiempo,
re-armonizar las
relaciones
pasadas y
construir las
futuras de
manera mucho más
eficiente y
fructífera,
según el modelo
de Moral
adoptado:
¡Jesús!
¿De qué manera
este enfoque es
reflexionado por
el público en
las
conferencias?
La enorme
mayoría del
público espírita
desconoce el
hecho de que, en
su origen, el
Espiritismo
siempre fue
tratado en
Francia como una
Filosofía, tanto
que en su
lápida en el
cementerio
Père-Lachaise,
Kardec es
identificado
como el fundador
de la “Filosofía
Espírita”. Pero
como él mismo
nos dice, a
diferencia de la
filosofía
académica,
actualmente
reducida a la
simple historia
de la Filosofía,
el Espiritismo
es un
conocimiento
filosófico
accesible al
entendimiento
más sencillo,
siempre que se
considere la
recomendación
del Apóstol
Pablo, que
durante su
exposición se
hable la lengua
del público para
no convertirnos
en bárbaros para
los oyentes.
En el desarrollo
de esa
reflexión, ¿hubo
cambios en la
manera de
entender la
vida?
Indudablemente,
la perspectiva
reencarnacionista
nos vuelve mucho
más pacientes en
relación con
nosotros y con
los demás. Esta
debe ser la
primera
consecuencia de
un estudio
honesto y
valiente del
Espiritismo. La
conciencia de
que se está
recorriendo un
viaje
existencial
libremente
elegido de
acuerdo a las
necesidades
espirituales de
cada uno, con el
propio caudal
individual de
experiencias
pasadas, nos
convence de la
responsabilidad
exclusivamente
personal por
nuestro estado
actual,
atribuyéndonos
el mérito por
nuestra
condición
evolutiva:
¡somos lo que
nosotros mismos
realizamos!
¿Algo resaltante
que le gustaría
destacar?
El conocimiento
de sí mismo como
un Ser Infinito,
en constante
aprendizaje,
tanto en la
condición de
encarnado como
de desencarnado,
nos muestra la
Verdad contenida
en la afirmación
de Jesús: “Sois
dioses!”. Así
también una
existencia
consciente de
las necesidades
reencarnatorias
en búsqueda de
la atención del
Deber de Amor y,
por ello, una
postura
existencial en
conformidad con
la idea
universal de
Virtud, nos
revela la plena
posibilidad de
atender la
recomendación
del Maestro:
“Sed perfectos,
como perfecto es
el Padre!”, pues
tenemos un
tiempo infinito
para alcanzar
esa meta.
¿Cómo fue el
incluir la
música en el
enfoque?
Es indudable el
efecto
psicológico que
ejerce la
música. Desde
los Mantras
(palabras de
poder), hasta el
canto
gregoriano, que
San Agustín dice
que han sido
introducidos en
la liturgia
católica por
imitación de los
hindúes, son
reconocidos
también los
efectos
espirituales de
ese arte divino.
Jesús era
respetado como
un rabí y, como
nos muestran los
Evangelios (Mt
4:23; 13:54),
predicaba en las
sinagogas con
frecuencia. Tal
procedimiento de
parte del
Maestro sería
imposible sin el
recurso del
canto, pues este
es esencial para
la realización
de los servicios
religiosos
hebraicos.
Sus palabras
finales.
Así como
Sócrates, el
filósofo
Emmanuel Kant
(1724 – 1804)
nos dice que el
autoconocimiento
es el primero de
los deberes para
consigo mismo.
Ratificando esta
máxima para la
adquisición de
la Virtud, el
Espíritu San
Agustín nos
revela en la
pregunta 919 de
L.E. la utilidad
de esa
investigación
para nuestra
felicidad en
esta existencia.
Sin la plena
conciencia de
que se es un
Espíritu
reencarnado bajo
la constante
influencia del
mundo de los
Espíritus a
nuestro
alrededor,
ninguna
investigación en
ese sentido
puede ser
fructífera.
¡Sólo el
Espiritismo nos
da, con
seguridad, la
llave para el
autoconocimiento!
Nota del
Entrevistador:
La conferencia
“¿Qué es la
vida?” puede ser
vista en el
portal YouTube,
accediendo al
enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=arn97KtctAk
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