sesión del
Gremio Espírita
Atualpa Barbosa
Lima, en
Brasilia. |
¿Qué lo motivó a
escribir el
libro
“Mentomagnetismo
y Espiritismo”?
La motivación
nació del deseo
de conciliar las
potencialidades
del
mentomagnetismo
con la
mediumnidad
centrada en la
asistencia
espiritual
dirigida a los
enfermos de
ambos lados de
la vida. En el
contexto
espírita, con
algunas
excepciones,
poco se comenta
al respecto de
la profunda
relación entre
Allan Kardec y
el magnetismo
humano. Este
noble educador
del alma humana,
en su preclara
concepción,
consideraba al
magnetismo como
la base de la
nueva doctrina
codificada por
él, tanto que en
“La Revista
Espírita” de
marzo de 1858
declaraba así:
“El magnetismo
preparó el
camino del
Espiritismo, y
los rápidos
progresos de
esta última
doctrina se
deben
indudablemente a
la vulgarización
de las ideas
sobre la
primera”. Dentro
de este
contexto,
informamos que
la obra
“Mentomagnetismo
y Espiritismo”
elaborada bajo
la supervisión
del mentor
espiritual
Lancelin, tiene
el objetivo de
darnos una
oportuna
contribución al
estudio de este
tema.
Para ubicarnos
mejor, nos
gustaría conocer
el concepto de
mentomagnetismo.
Bien, de acuerdo
con el punto de
vista expuesto
por la Doctrina
Espirita,
diríamos que el
mentomagnetismo
es el conjunto
de fenómenos
electromagnéticos
fundamentados en
el pensamiento
enfocado, en la
voluntad
persistente y en
la oración
fervorosa, todo
en forma de
irradiación
mental, con el
objetivo de
propiciar los
fenómenos
anímicos,
mediúmnicos y de
consolidar la
terapia fluídica
en favor de los
enfermos de
ambos lados de
la vida.
¿Qué método
utiliza y cuánto
tiempo lleva en
la elaboración
literaria?
El método del
cual nos valemos
es del esfuerzo
intelectual.
Como hábito, los
libros que
hicimos editar
son frutos de
observaciones
realizadas en el
ámbito de la
práctica
mediúmnica. Con
el paso del
tiempo, nuestra
preferencia se
consolidó en el
análisis de la
mediumnidad y en
la investigación
de los fenómenos
que involucran a
la obsesión y a
la desobsesión.
El tiempo
dedicado a la
elaboración de
cada obra varía,
sin embargo,
nunca menos de
un año. En
cuanto al libro
en cuestión, la
metodología
empleada fue un
poco diferente,
pues tiene como
coautor al
médium Gustavo
H. de Lucena,
responsable de
la psicografía
de cada
capítulo. Mi
parte se limita
a la formulación
de las preguntas
y a los
comentarios
elaborados al
final de cada
capítulo, con la
finalidad de
consolidar bien
la comprensión
de aquello que
han descrito los
amigos
espirituales.
¿La obra surgió
como fruto de
una iniciativa
particular?
A mi modo de
ver, todo lo que
se elabora en el
ámbito de la
literatura
espírita es
fruto de una
conjugación de
factores, donde
entran en juego
la voluntad del
escritor y la
participación de
la
espiritualidad
mayor,
aclarándonos la
mente con la
inspiración que
nos guía.
Nosotros
pensamos que la
honestidad de
los propósitos
de quien se
propone la
divulgación de
los principios
espírita es un
factor
fundamental en
la elaboración
de un trabajo,
cuyo objetivo es
comentar e
agregar nuevas
ideas a los
temas dichosos
que gravitan
alrededor de la
Tercera
Revelación de la
Ley de Dios.
¿Cómo ve usted
la calidad de la
literatura
espírita en el
momento actual?
Particularmente
la veo con
buenos ojos. La
literatura
doctrinaria de
buena
procedencia es
aquella que
aborda de manera
ética los hechos
basados en los
postulados
espíritas y que
se reviste de
Gran importancia
para los
destinos de la
Humanidad, pues
se propone
esclarecer los
matices
relativos a la
fenomenología
extrafísica, así
como repercutir
el intercambio
inteligente
entre los
encarnados y los
Espíritus que
nos rodean. A
nuestro modo de
ver, la obra
espírita de
buena calidad
equivale a un
verdadero
repertorio de
enseñanzas
elevadas y sirve
para poner en
evidencia la
realidad del
hombre-espíritu
y su
subordinación a
las Leyes de la
Reencarnación y
de Causa y
Efecto. Tales
informaciones se
constituyen en
estímulos a las
iniciativas
personales de
transformación
moral para
mejor, además de
consolarnos ante
las grandes
conmociones que
se experimentan
en el transcurso
de la jornada.
¿Cuál es el
papel de los
escritores
espíritas en la
mejoría y la
preservación de
la calidad de
los contenidos
literarios
espíritas?
El papel de
quien aborda la
temática
espírita es ser
fiel a las
propuestas
básicas
sustentadas por
Allan Kardec.
Esto no
significa cortar
la capacidad de
cada autor en la
divulgación de
los nuevos
principios.
Especialmente en
el ámbito de la
ciencia espírita
son muchas las
hipótesis de
trabajo
referidas a los
mecanismos
intrínsecos de
la facultad
mediúmnica.
Varios autores
buscan tesis que
expliquen el
mecanismo
senso-percepción
mediúmnica, sin
duda, un gran
desafío para los
investigadores y
estudiosos.
Otros además, se
adaptan mejor a
las obras
noveladas, tipo
de literatura
muy en boga en
el momento
actual. Sin
embargo, de una
manera general,
mientras no
proliferen las
fantasías, el
exceso de
misticismo y las
ideas
particulares
dirigidas como
verdades
incuestionables,
por ello
desvinculadas de
las bases
doctrinarias, no
tenemos que
oponernos a
nada. Por lo
tanto, todo se
reduce al buen
sentido y la
honestidad de
propósitos de
cada autor.
Según su
percepción, ¿qué
se requiere y
puede mejorar en
el incentivo y
en la formación
de nuevos
escritores
espíritas?
A los nuevos
escritores se
les debe
conceder las
oportunidades
que les
gustarían. Hay
mucha gente
capaz y hay
trabajos
interesantes que
permanecen
archivados por
falta de
editoras que
ofrezcan
oportunidades a
los novatos.
Otro detalle que
nos parece
válido se
refiere a la
realización de
concursos
literarios.
Estos podrían
organizarse
rutinariamente,
contando con el
incentivo de las
instituciones
espíritas
destacadas del
movimiento y con
el apoyo
decisivo de las
editoras
espíritas
interesadas en
la promoción de
nuevos valores.
Creo que tales
iniciativas
traerían
beneficios
indudables y,
ciertamente, nos
encontraríamos
con sorpresas
agradables para
el conjunto de
articulistas
doctrinarios,
que nos merecen
respeto y
admiración.
¿Cuáles son las
principales
dificultades a
superar?
Sin duda las
grandes barreras
a ser superadas
se refieren a
las
imperfecciones
aún incrustadas
en nuestra
intimidad.
Vencer la
vanidad excesiva
que impregna la
mente humana es
de una urgencia
absoluta, para
evitar que el
sujeto,
principalmente
el médium,
resbale hacia un
personalismo
degradante. Las
demás
imperfecciones
morales
representan las
dificultades
implantadas en
nuestro ser,
impidiéndonos el
libre caminar en
el ejercicio del
bien. Otros
tipos de
dificultades
podrán ser
señaladas, pero
desarrollar la
buena voluntad
en el sentido de
apresurar la
reforma íntima
es
indudablemente
la mejor
iniciativa que
se puede tomar,
pues nada es más
importante que
vencer la mala
tendencia que
reconozcamos y,
cuando ello
ocurre, las
demás
dificultades
serán superadas
con mucho más
facilidad.
¿Cuáles son sus
planes para el
futuro?
¿Pretende seguir
escribiendo?
Claro que sí.
Pretendemos
seguir
escribiendo
mientras esa
aptitud, en la
presente
existencia, nos
sea permitida
por Dios. Por
otra parte,
puedo adelantar
de primera mano,
que ya se
encuentra en
camino la
elaboración de
un nuevo volumen
dedicado a la
parte práctica
del
mentomagnetismo.
La obra
actualmente
editada aborda
las bases
teóricas de la
metodología
mentomagnética.
Pero en el
próximo
lanzamiento
contará con las
instrucciones
prácticas, de
tal suerte que
no sólo las
criaturas,
individualmente,
sino los grupos
asistenciales
mediúmnicos en
conjunto podrán
valerse de los
recursos
derivados del
potencial
mentomagnético a
ser dirigido en
favor de los
enfermos
encarnados y de
los enfermos
ubicados en el
otro lado de la
vida.
Su mensaje final
para nuestros
lectores.
Agradezco
inicialmente la
oportunidad de
dirigirme a los
cofrades
espíritas, por
intermedio de
este prestigioso
órgano de
difusión
doctrinaria. Y
en esta
oportunidad
también me
gustaría hacer
un llamado a
todos para
mantener la
serenidad y el
equilibrio ante
las adversidades
que enfrentan
una parte
considerable de
la población. El
momento se nos
presenta
contaminado por
la violencia,
abusos de todo
orden e
inversión de los
valores morales.
Sin embargo, los
espíritas están
conscientes de
que
experimentamos
un sufrido
período de
transición, en
búsqueda de un
mundo mejor. Por
lo tanto,
alentados en la
fe y en la
esperanza de
días mejores,
asumamos la
posición de
coautores en la
edificación de
la nueva
civilización
idealizada por
Jesús.
Finalmente,
todos somos
colaboradores en
la obra de la
implantación de
la paz y de la
armonía en
nuestra querida
morada cósmica:
el Planeta
Tierra.
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