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Año 9 - N° 451 - 7 de Febrero de 2016
JOSÉ PASSINI      
passinijose@yahoo.com.br 
    
Juiz de Fora, MG
(Brasil)
 
Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org
 
 

José Passini

Análisis del libro
“La Vida Viaja en la Luz

 

Livro: A Vida Viaja na Luz  (La Vida Viaja en la Luz)

Autor: Inácio Ferreira

Médium: Carlos A. Baccelli

Editora: LEEPP


Al largo de este análisis, deberían ser colocados entre comillas los nombres de los Espíritus citados, por el hecho de que sus palabras y actitudes no nos convencen de la identidad a ellos atribuida. Sin embargo, para facilitar la

redacción de este texto, dejamos de hacerlo.

 

Los textos del libro serán transcritos en negrita, las páginas, entre paréntesis.

 

Ese Espíritu, que se hizo pasar por el Dr. Inácio Ferreira, tras ridiculizar la mediumnidad, de atacar a los espíritas, de inventar materialización a partir de ectoplasma extraído de un cadáver de un borracho, de inventar reencarnación en el Mundo Espiritual, de usar un lenguaje absolutamente incompatible con la sobriedad, la dignidad y la nobleza de la Doctrina Espírita, ahora se coloca, en lenguaje mucho más moderado, como defensor de Chico Xavier, olvidado de que en el libro “Chico Xavier Responde” colocó en la boca del médium desencarnado una clara defensa del aborto. 

 

Si ese Espíritu fuera realmente el ilustre Dr. Inácio Ferreira, debería valorar la obra del médium Chico Xavier, estudiando y desplegando las tesis presentadas por André Luiz, que se presentan como un complemento de la Codificación. Pero, en un intento de valorar el trabajo equivocado del médium que le sirve de instrumento, primero defiende la tesis de que Chico Xavier fue Kardec, y ahora presenta a Baccelli como médium de Chico, luego del propio Kardec, que estaría volviendo para completar la Codificación.

 

- ¡Pero nadie puede querer imponer silencio a Chico! -, exclamó, indignado, el fiel amigo.

– Es un intento de lanzar al descrédito todo el mensaje de él, vía mediúmnica. Vea: contestan algunos libros de su labranza psicografica – teniendo el visible objetivo de que no sean admitidos por complemento de la Codificación... (22)

 

Quién estudia la obra de André Luiz tiene una visión clara de cómo se organiza la vida en el Mundo Espiritual. El Dr. Inácio nunca se refiere a la bella organización delineada en la comunidad “Nuestro Hogar” y en otras colonias, en que son resaltados los valores espirituales, la vivencia evangélica, el orden, la seriedad, el merecimiento, la obediencia.

 

– El otro día, bien pronto, en la compañía de Modesta y Manoel Roberto, fui a ver, en las inmediaciones del Hospital, un terreno que hubimos conseguido en régimen de préstamo, para la realización de viejo sueño. (25)

 

– ¡El Hospital de los médiums será la institución mantenedora de la Sociedad Protectora de los Animales “Francisco de Asís”!

– ¡Una Sociedad Protectora de los Animales en el Más Allá! (27)

– El Hospital de los Médiums, del punto de vista jurídico, responderá por la Sociedad “Francisco de Asís”. (30)

 

El Dr. Inácio, en su consulta, encontró sobre su mesa una carta confidencial de Chico Xavier, como si hubiera allá un servicio postal. (33/35)

 

Esa, uno de las incontables intentos que hace en el sentido de hacer la vida espiritual semejante a la vivida en la Tierra, en un intento claro de minimizar las revelaciones de André Luiz. Después, recibe un hombre que había sido condenado a 200 años de prisión en el Mundo Espiritual, y que había obtenido licencia del juez para una consulta.

 

– Jamás podría suponer que, en la Vida del Más Allá de la Tumba, la justicia funcionara como funciona en la Tierra. Así que me vi fuera del cuerpo, me dieron voz de prisión y fui para una penitenciaria, donde quedé aguardando juicio. (49)

 

Obsérvese la continuación del relato del entibador desencarnado:

 

– Conforme le digo, así que me vi fuera del cuerpo – tuve oportunidad de ver mi cuerpo inmóvil, caído en el cuarto de baño de una de mis propiedades -, dos detectives se aproximaron y me preguntaron si yo era el dueño de aquellas propiedades y de la herrería.

– Los detectives pronunciaron mi nombre completo. En otras circunstancias, como huí incontables veces, yo habría huido, pero... ¡Yo tenía incontables contactos en la policía, Doctor! (50)

– Conforme le digo, me dieron voz de prisión y me esposaron.

– ¿Y usted fue esposado?

– ¿Conducido en el vehículo?

– Me llevaron para el presidio. Me quitaron las esposas, un médico me examinó y prescribió algunos medicamentos. Debo haber dormido unos cuatro o cinco días seguidos… (51)

 

La fábula prosigue, dándonos la impresión de que el Dr. Inácio se volvió un novelista…

 

Más adelante, dice que fue a Uberaba y, habiendo materializado un oído y un ojo (¿necesitaría?), oyó unas conversaciones de espíritas y presenció algunas escenas triviales, cuya descripción, como muchas otras, sirve sólo para llenar páginas de libros. (58)

 

Dando lecciones de buenas costumbres, dice que leyó en los periódicos (sic) de la localidad donde habita:

 

– ¿Usted leyó, en los periódicos, la ley que fue aprobada recientemente? – ¡Quién sea cogido tirando papel en el suelo, o escupiendo, además de ser multado, será condenado a un mes de servicios comunitarios! (60)

 

Difícil de comentar es la afirmación de la posibilidad de ahogamiento seguido de muerte en la colonia “Nuestro Hogar”. Tras la muerte, en la sepultura, o la cremación.

 

– ¿Será que, sin saber nadar, si alguno de nosotros cae en las aguas del Río Azul, podrá ahogarse y morir?  Doctor, si el cuerpo espiritual es dotado de sistema pulmonar y todo lo demás, si continuamos inflando los pulmones de oxígeno, la respuesta es lógica: ¡sí, podrá ahogarse y morir ! (87)


Y no sólo muere, más es enterrado o quemado…

 

– ¡Muere y es enterrado! ¡Va para el cementerio, o, como en este Otro Lado, es más común, para el horno crematorio! (119)

 

¿Pero como puede haber desencarnación si no hay carne? A pesar del absurdo, el Dr. Inácio prosigue en su raciocinio falaz, aprovechando para reafirmar su tesis de la reencarnación en el Mundo Espiritual, partiendo de un sofisma creando por él mismo:

 

– Mi gente, reflexione conmigo. Si del Lado de Acá se muere, o sea, se desencarna,  ¿qué impide que también se reencarne?

 

Pablo, en su Primera Carta a los Corintios (15: 40), hace distinción entre cuerpo carnal y cuerpo espiritual, demostrando que este sobrevive a la muerte: “Y hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres (...)”. Pero, El Dr. Inácio cita el pasaje sólo por la mitad, intentando confundir al lector:

 

- “... ¡también hay cuerpos celestiales!” (121)

 

Continuando en su campana de diseminar descontento en el medio espírita, hace acusaciones, como si hubiese algún órgano censor:

 

– Sí. Bajo el pretexto, por ejemplo, de pureza doctrinaria, en sustitución a la fraternidad, la intolerancia viene siendo adoptada. Estamos repitiendo casi los errores cometidos por la Iglesia, en el campo de la censura a las nuevas ideas con el cercenamiento de la libertad de expresión. (133)

 

Luego adelante, el Dr. Odilon afirma justamente lo contrario, ¿o estará haciendo un mea culpa en nombre del Dr. Inácio y advirtiendo a su médium?:

 

– Es sumamente desagradable digamos, pero los médiums, principalmente los psicógrafos, deberían ser más comedidos. Ni todo médium nació para escribir bajo la inspiración de los espíritus. En consecuencia, presionados por las editoras, los médiums pierden todo el criterio de evaluación en cuanto se refiere a la conveniencia o no de publicarse esta o aquella obra de su coautoría. (137)

 

En el cap. 19, el Dr. Inácio hace una interpretación curiosa de la Parábola del Hijo Pródigo, en la cual se aventura como teólogo y produce afirmaciones cómo esta, en que niega la encarnación como necesidad evolutiva, cuando dice que sólo tras el hijo haber dejado la casa paterna es que necesitó de la reencarnación (será esta una nueva versión de la “¿caída de los ángeles?):

 

– ¡En una traducción metafísica, dejando el Plano Etéreo, él reencarna! ¡Se sumerge, de cabeza, en la experiencia de la reencarnación! ¡Hasta entonces, él no poseía carma, estaba exento! (158)

 

Nótese como es “terreno” el plano espiritual en que el Dr. Inácio se sitúa:

 

– Querido, ¿por dónde es que andaba usted ? – pregunté a Cássio.

– Por ahí, Doctor.

– ¿Qué está haciendo ahora?

– Aprendiendo y cuidando de la Clínica.

- ¿Usted abrió uma clínica por aqui? (178)

 

En la obra “Nuestro Hogar” hay una observación de Lisias a André Luiz, en el sentido de ser evitados comentarios que no sean constructivos. En el libro “Fundación Emmanuel”, el Dr. Inácio hace referencia a un periódico, titulado “Reseña”, que circularía en aquella región, llevando comentarios hechos en la Tierra. Al tomar conocimiento de apreciaciones que le fueron desagradables, el Dr. Inácio da un corte de manga a los espíritas que no concuerdan con sus tesis. En el libro en estudio, hay una afirmación equivocada, afirmando la existencia de prensa en la colonia “Nuestro Hogar”, lo que no es verdad:

 

– El recuerdo de Altiva es interesante, Inácio- habló Modesta -, el personal que lee la obra “Nuestro Hogar” poco comenta sobre la Prensa en el Mundo Espiritual. (179)

 

El Dr. Inácio, siempre disminuyendo el valor de los espíritas, y dándose importancia...

 

– Últimamente, muchos espíritas recién desencarnados tienen consulta conmigo. No que estén propiamente enfermos, pero desean ajustar ciertas ideas en conflicto con la realidad de la Vida, ante la cual se deparan en la existencia del Más Allá de la Tumba. (184)

 

Ese Espíritu, que se dice Dr. Inácio, moderó un tanto los ataques a los espíritas y las bromas que hacía en sus libros anteriores, pero no las dejó del todo, como se ve en esos diálogos que dice haber tenido con un espírita recién desencarnado:

 

– ¡Usted no podía: sonreír era contra la pureza doctrinaria! ¡De hecho, para muchos espíritas, fumar es más contra la pureza de la Doctrina que contra la pureza de los pulmones!

El amigo ahora pasó a sonreír sonoramente.

– Yo aún, Doctor – consideró –, ya combatí mucho el hábito de comer carne... Llego a este Otro Lado y percibo que ciertos espíritus...

Espíritus, no – ¡hombres! – reparé.

– Cierto. Percibo que muchos hombres se están deshabituando poco a poco... (189)

 

Prosiguiendo la conversación, pasó a entrevistar al Espíritu:

 

– ¿Usted es espírita?

– Sí, hace más de 40 años...

- Desencarno, ¿y de ahí?

– No aconteció absolutamente nada. Estoy en la misma.

– ¿No voló?

– Apenas me arrastré y estoy arrastrándome...

– ¿Come y duerme?

– ¡Y bebo agua!

– ¿Hace sexo?

– ¡Lo hago!

– ¿Con qué?

– ¡Doctor, el señor está loco!

– Responda.

– ¡Con las cosas, oh!

– ¿Usted es espíritu vampiro?

– No, yo soy normal.

– ¿Entonces, usted hace sexo es con desencarnado?

– ¡Sí! ¿Pienso qué? Yo no soy íncubo...

– ¿Tiene orgasmo?...

 

¡Bien, disculpadme, pero el resto de la entrevista es prohibido para menores y no quiero poblar la cabeza de ese nuestro personal beato, que considera pecado tener orgasmo en un sólo lado de la Vida, mientras más en los Dos! (190/191)

 

En una entrevista concedida a un periódico (sic) de la colonia espiritual donde se encontraba, el Dr. Inácio declara algo inusitado, como el hecho de que un Espíritu desencarnado normalmente no recuerde su última encarnación:

 

– Si estamos viniendo de la Tierra – de su contraparte más materializada –, ¿por qué no nos acordamos?

– ¡Por la misma razón que, al reencarnar, el espíritu no se acuerda de donde viene! (202)

 

Imaginemos la confusión que causa en alguien que se está iniciando en el Espiritismo, al tener conocimiento de que un Espíritu, que se dice médico y orientador de grupos espirituales, se presente resfriado, con la nariz goteando:

 

Percibiendo que yo estaba con la nariz goteando, el compañero me preguntó:

– ¿El señor se resfrió?

– No sé – respondí – si es la “porquería”, con la cual el personal anda preocupado allá debajo, pero estoy todo atascado, la cabeza pesada, respirando apenas... (209)

 

En toda la obra de André Luiz no hay ni un relato de dolencias en Espíritus trabajadores del Bien. El Dr. Inácio presenta esa novedad.

 

– Luego por la mañana de aquel jueves, tras haberme alejado de la consulta por tres días consecutivos, a fin de recuperarme de un fuerte resfriado, Nelson compareció para una consulta más. (227)

 

La información abajo está equivocada, pues “Nuestro Hogar” es sólo una de las miles de ciudades espirituales. De hecho, no se puede hacer paralelo con la parodia presentada en la obra:

 

– ¡La referida colonia es una organización sui generis! No se tiene paralelo al respecto en otra obra de cuño espiritualista, transmitida para la Tierra mediumnicamente. (213)

 

El capítulo 28 es dedicado a una crítica al Movimiento Espírita Unificado, y a los espíritas en general. Tras mucho quejarse del trabajo que tiene como Director-Médico de un hospital, se niega a afiliarlo a una entidad de unificación existente en el Mundo Espiritual. Su interlocutor, buscando aproximarse al Dr. Inácio, se declara, también él, masón (sic). Imaginando que su interlocutor hablara de intervención en el hospital, el Dr. Inácio, no perdió la oportunidad para una bravata:

 

– No es mi recelo, porque, primero, vosotros tendríais que pasar por encima de mí. Mientras yo esté en la dirección de este sanatorio, excepto Jesús y los Mayores que nos orientan, nadie se entromete. ¡En ese sentido, si fuera el caso, no dudaría en recurrir a los servicios de un buen abogado!

 

Parece que el Dr. Inácio quiere materializar el Mundo Espiritual al punto de hacerlo inverosímil... Finalmente, tras mucha conversación, el Dr. Inácio se sale con esta, como si circulara dinero en el Mundo Espiritual:

 

– Vosotros podéis contar con nosotros, inclusive, en su caso, con dinero para las promociones en pauta, pero no nos afiliaremos. (243)

 

Y continúa con sus ataques a la Unificación:

 

– Casi me arriesgué a decir que en los moldes con que viene siendo conducido, el Movimiento de Unificación es más perjudicial que útil al Espiritismo. (244)

 

Usa todo el capítulo 29 para describir una conversación informal con la cocinera del sanatorio, lo que da al lector idea de que el hospital está en el plano físico... ¡Además de eso, dice que la cocinera había llegado con el niño de la mano, con hambre! No es eso que se aprende con André Luiz, principalmente en las obras “Entre la Tierra y el Cielo” y “Liberación”, relativo a los niños desencarnados.

 

– ¿Se acuerda de cómo llegué aquí, trayendo a Benedito por la mano? Miedosa y retraída hecha una coquina asustada... El señor me miró, jugueteó con Benedito, preguntó si estábamos con hambre y nos trajo justamente para aquí, la Cocina – ¡el señor aún hizo el plato de Benedito!...

- ... ¡que comió hecho un leon!

– Teníamos hambre, Doctor. El común de la gente no sabe lo que es pasar hambre y llegar ahuyentados del mundo... (260)

 

Algo que no encuentra explicación en el libro es el hecho del Dr. Inácio recibir cartas de encarnados y de desencarnados, como esa que él responde abajo:

 

“Confieso que sus obras mucho me han auxiliado a entender lo que André Luiz escribió a través de Chico Xavier. (...) Y el señor es el único espíritu en defender la obra mediúmnica de Chico Xavier – ¡No generalizando, la mayoría no dice una única palabra, a no ser para exaltarse a sí mismo! ¡Reciba mi abrazo y balón para la frente!”

 

Respondiendo la carta recibida, ataca a médiums y al Movimiento Unificador:

 

– El Espiritismo, mi amigo, para mucha gente, hoy volvió un medio de vida. La inquisición que los “cardenales” del movimiento vienen haciendo a los nuevos médiums, en el fondo, es lucha por el poder y - ¡pásmese! – ¡por el vil metal! Muchos de ellos, sin que lo perciban, están siendo usados por los lobos disfrazados de ovejas... (268)

 

Más adelante, continuando la respuesta a la “carta” que había recibido, hace una defensa de la obra mediúmnica de Chico Xavier, como si aquella que él recibió cuando encarnado, como médium, estuviera siendo contestada. Pero la defensa que él hace es de esas obras supuestamente atribuidas a Chico desencarnado, recibidas por Baccelli.

 

– ¡Pero, antes del punto final, necesito decirle una cosa más: no dude de que, en el propio medio espírita, haya una conspiración contra las obras mediúmnicas de la labor de Chico Xavier! (270)

 

Al final de su respuesta, retoma aquel lenguaje rastrero de sus primeros libros:

 

– Sea usted mismo y, conforme dijo, ¡”balón para el frente”! Permítame sólo pluralizar la palabra “balón”, incitándolo a ser digno representante de los que, sin ser machistas, son machos lo suficiente para decir lo que piensan.

 

P.S: En lo que se refiere al coraje del testimonio y verdadero amor a la Causa, no puedo dejar de reconocer que, por sus ovarios, muchas mujeres poseen “balones”  que muchos hombres! (271)

 

Tras hablar, en otras obras, de reencarnación en el Mundo Espiritual, el Dr. Inácio ahora intenta amenizar la tesis, mezclando reencarnación con materialización, argumentando con lo que relata André Luiz en “Nuestro Hogar” y en “Liberación”:

 

– En sus bases el fenómeno es el mismo; lo que difiere es el proceso... de ahí, en passant, nosotros podamos conjeturar en torno a la reencarnación en los diferentes planos espirituales de la Vida, sin que, para tanto, el sexo concurse, en los patrones con que concursa en la Tierra,  en otros mundos y dimensiones. (287)

 

En el cap. 36 hay una curiosa carta que Chico, desencarnado, habría dirigido al Dr. Inácio. Siempre el intento del Dr. Inácio de “materializar” el Mundo Espiritual. (314)

 

Siempre atacando y ridiculizando a los espíritas que estudian y que siguen una línea moral:

 

– Los ortodoxos, en el campo de la Filosofía Espírita, están impidiendo a nuestro pueblo de pensar – ¡están cometiendo un crimen! ¡Ese grupo de clérigos reencarnados, que se cansó de arrodillar, pero no de tener a los otros arrodillados delante de sí, cree que la Ley de Causa y Efecto funciona sola! Si fuera así, también la Ley de la Reencarnación también funcionaría – ¡no habría necesidad ni de relación sexual! El espermatozoide – yo no sé por qué orificio –, saldría solo preguntando en cada esquina: – “¿Vosotros vieron un óvulo dando vueltas por ahí?...” Ahora, no hagan poco de la mía ya tan poca inteligencia…

- ¡Los espíritas necesitan incluso actualizar su concepción de vida más allá de la muerte!

 

En otro intento de “materializar” la Vida Espiritual, habla de la fuerza policial en el Más Allá, que vino a la Tierra a aprisionar Espíritus:

 

– Iremos, pero voy a entrar en contacto con el Dr. Elpídio, amigo mío y Delegado de Policía, para que prepare un destacamento policial. Aquellas entidades necesitan ser prendidas! (319)

– Conforme acordamos, Odilon vino a encontrarme en el hospital y, en compañía de Elpídio, previamente contactado por mí y tres detectives más bajo su mando, partimos en dirección a la Superficie (324)

– Mientras “descendíamos”, fuimos, naturalmente, integrándonos en el ambiente, de tal manera a ser identificados en la condición de entidades recién desencarnadas. Inhalando fluidos menos rarefactos, en la atmósfera de la Tierra, promoviendo una relativa condensación en nuestros cuerpos espirituales y, entonces, nos confundimos con los transeúntes de la ciudad que visitábamos. (324)

 

Confundirnos con los transeúntes”. Entonces se materializaron, como dijo en el libro “Por Amor al Ideal”, refiriéndose a Edgar Alan Poe, que se habría materializado con el ectoplasma del cadáver de un borracho y habría andado por las calles de Uberaba, a fin de consultarse, como si fuera un paciente encarnado. ¡Si es así como habla el Dr. Inácio, queda difícil saber si estamos viendo un Espíritu encarnado o un desencarnado materializado!

 

Finalmente, se trata de un trabajo grosero, emanado de un Espíritu que pretende informar equivocadamente a aquellos que están interesándose por el Espiritismo, al tiempo que cuenta con la falta de cuidado de aquellos que, conociendo la Doctrina, nada hacen para cohibir su acción nefasta.

 

Con la palabra principalmente los responsables por centros, librerías y clubes de libros espíritas por la divulgación de libros como ese.



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita