El consolador
prometido
por Jesús
Presentamos en esta edición
el tema
nº
7
del Estudio Sistematizado de
la Doctrina Espirita, que
está siendo presentado aquí
semanalmente, de acuerdo con
el programa elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado en
seis módulos y 147 temas.
Si el lector utiliza este
programa para el estudio en
grupo, sugerimos que las
cuestiones propuestas sean
debatidas libremente antes
de la lectura del texto que
a ellas sigue.
Si es destinado solamente
para uso por parte del
lector, pedimos que el
interesado intente
inicialmente responder las
cuestiones y solo después
lea el texto referido. Las
respuestas correspondientes
a las cuestiones presentadas
se encuentran al final del
texto abajo.
Cuestiones
para debate
1. ¿En qué Evangelio está
consignada la promesa de
Jesús relativa al
Consolador?
2. El consolador prometido
por Jesús debería presentar
algunas características
especiales. ¿Cuáles son
ellas?
3. ¿Por qué motivo el
Espiritismo se presenta como
el Consolador prometido por
Jesús?
4. ¿Qué razones
justificarían la promesa de
Cristo, relativamente al
advenimiento del Espíritu de
la Verdad?
5. ¿Usted encuentra que el
Espiritismo llena todas las
condiciones inherentes al
Consolador prometido por
Jesús?
Texto para la
lectura
1. El Evangelio de Juan
registra de la siguiente
forma la promesa de Jesús
relativa al Consolador: “Si
me amáis, guardad mis
mandamientos. Y rogaré a mi
Padre y él os dará otro
Consolador, a fin de que
quede eternamente con
vosotros: El Espíritu de la
Verdad que el mundo no puede
recibir, porque no lo ve y
no conoce absolutamente.
Pero, en cuanto a vosotros,
lo conoceréis, porque
quedará con vosotros y
estará en vosotros” (Juan,
14:15 a 17).
2. Un poco más adelante, el
mismo Evangelista atribuye a
Jesús las siguientes
palabras: “Yo os he dicho
estas cosas mientras
permanezco con vosotros.
Pero el Paráclito, el Santo
Espíritu, que mi Padre os
enviará en mi nombre, os
enseñará todas las cosas y
os hará recordar lo que os
dije” (Juan, 14:25 y 26).
(N.R.: Paráclito o paracleto
significa mentor, defensor,
protector.)
3. Se verificará por esas
palabras que el Consolador
prometido por Jesús también
llamado Santo Espíritu y
como Espíritu de la Verdad,
sería enviado a la Tierra
con la misión de consolar,
recordar lo que él dijo y
enseñar todas las cosas.
4. El Consolador, como
Espíritu de la Verdad,
tendría pues, que dar al
hombre el conocimiento de su
origen, de la necesidad de
su estancia en la Tierra y
de su destino, esparciendo
por todos los lados el
consuelo que viene de la fe
y de la esperanza.
5. Su compromiso con la
verdad (la enseñanza de
todas las cosas) lo eleva a
la condición de una nueva
Revelación (la tercera) de
la ley de Dios a los
hombres. Ahora, el
Espiritismo procediendo de
Espíritus sabios y
bondadosos, en un verdadero
derramamiento de la
mediumnidad en la carne,
llena integralmente esas
condiciones, ya que:
1º - procura recordarnos lo
que Jesús enseñó;
2º - nos enseña muchas cosas
que el Evangelio no puede
explicar adecuadamente;
3º - consuela y conforta a
los que sufren al mostrarles
la causa y la finalidad de
los sufrimientos humanos.
6. La revelación cristiana
sucedió a la revelación
mosaica; la revelación de
los Espíritus vino a
completarla. El Espiritismo
es, pues, según los propios
Espíritus superiores, el
Consolador prometido por el
Cristo.
7. Varias fueron las razones
que justificaron la promesa
de Cristo, relativamente al
advenimiento de la Verdad.
Una de ellas sería la
inoportunidad de una
revelación total y completa
por Cristo, en una época en
que el hombre no estaría
maduro para comprenderla.
Otra razón sería el olvido y
la falta de vivencia de las
verdades predicadas en el
Evangelio. Y más que esto,
se destacan como fuerte
razón a las distorsiones
premeditadas que el mensaje
evangélico sufrió a los
largo de los tiempos. Kardec
afirma, en “La Génesis”,
habrán sido dos mil años de
fermentación y de criminales
deformaciones del mensaje
cristiano.
8. La relación entre el
Espiritismo y el Consolador
prometido esta en el hecho
de que la Doctrina Espírita
llene todas las condiciones
inherentes al Paráclito
anunciado por Jesús. Como
señalaba Kardec, el
Espiritismo viene a abrir
los ojos y los oídos de toda
la gente, pues habla sin
figuras, ni alegorías, y
levanta el velo
intencionadamente lanzado
sobre ciertos misterios,
trayendo el consuelo supremo
a los desheredados de la
Tierra y a todos los que
sufren.
9. Si, de un lado, el
Espíritu de la Verdad se
presentaba a los hombres, al
frente de elevadas Entidades
espirituales, que volvieron
a la Tierra para completar
la obra de Cristo, de otro
Kardec se ponía dispuesto,
al frente de criaturas
espiritualizadas, dispuestas
a colaborar en la inmensa
tarea. Se cumplía, así, una
promesa de Cristo, por medio
de todo un inmenso proceso
de madurez espiritual del
hombre.
10. Kardec fue, por tanto,
el instrumento de que se
sirvió lo Alto para
completar el mensaje de
Cristo, como él mismo había
prometido, por intermedio de
una Doctrina altamente
consoladora e íntimamente
ligada a la enseñanza moral
contenida en el Evangelio de
Jesús, que permanecerá para
siempre con nosotros.
Respuestas a
las cuestiones propuestas
1. ¿En qué Evangelio está
consignada la promesa de
Jesús relativa al
Consolador?
R.: En el Evangelio de Juan,
cap. 14.
2. El Consolador prometido
por Jesús debería presentar
algunas características
especiales. ¿Cuáles son
ellas?
R.: Más allá, evidentemente,
de la tarea de consolar, el
debería recordar lo que
Jesús había enseñado y,
superando la propia
enseñanza de Cristo, enseñar
al hombre todas las cosas.
3. ¿Por qué el Espiritismo
se presenta como el
Consolador prometido por
Jesús?
R.: La revelación cristiana
sucedió a la revelación
mosaica, y la revelación de
los Espíritus vino a
completarla.
El Espiritismo es, según
afirman los propios
Espíritus superiores, el
Consolador prometido por el
Cristo. Y él, de hecho,
llenó integralmente las
condiciones mencionadas en
la promesa de Cristo, ya
que: 1º - procura
recordarnos lo que Jesús
enseñó; 2º - nos enseña
muchas cosas que el
Evangelio no puede explicar
adecuadamente;
3º - consuela y conforta a
los que sufren al mostrarles
la causa y la finalidad de
los sufrimientos humanos.
4. ¿Que razones
justificarían la promesa de
Cristo, relativamente al
advenimiento del Espíritu de
la Verdad?
R.: Varias fueron las
razones que justificaron la
promesa de Cristo,
relativamente al
advenimiento del Espíritu de
la verdad. Una de ellas
sería la inoportunidad de
una revelación total y
completa por Cristo, en una
época en que el hombre no
estaría maduro para
comprenderla. Otra razón
sería el olvido y la falta
de vivencia de las verdades
predicadas en el Evangelio.
Y más que eso, se destacan
como una fuerte razón las
distorsiones premeditadas
que el mensaje evangélico
sufre a lo largo de los
tiempos.
5. ¿Usted encuentra que el
Espiritismo tiene todas las
condiciones inherentes al
Consolador prometido por
Jesús?
R.: Sí. No existe duda en
cuanto a eso. Como señala
Kardec, el Espiritismo vino
a abrir los ojos y los oídos
de toda la gente, pues habla
sin figuras, ni alegorías, y
levanta el velo
intencionadamente lanzado
sobre ciertos misterios,
trayendo el consuelo supremo
a los desheredados de la
Tierra y a todos los que
sufren y cumpliendo, de ese
modo, todas las condiciones
citadas por Jesús en su
promesa.
Bibliografia:
"O Evangelho
segundo o Espiritismo", de
Allan Kardec, cap. 2.
"A Gênese", de Allan Kardec,
itens 37 e 40.
"O Espírito e o Tempo", de
J. Herculano Pires.