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Obra
focalizada: O
Abismo
Autoria: Rafael
Américo Ranieri
Editora:
Eco |
La obra
Liberación
(Libertação), de
André Luiz, vino
a traer más
detalles sobre
regiones
purgatoriales o
infernales que
ya habían sido
referidas en
libros
anteriores, como
Nuestro Hogar
y En el Mundo
Mayor. En
ella, el Autor
describe, con
claridad y
concisión, el
panorama donde
se organizan
fuerzas del mal,
como actúan
junto a
encarnados y
desencarnados.
Es un trabajo de
información y de
alerta, pues
revela la
existencia de
verdaderas
organizaciones
constituidas por
inteligencias
poderosas,
infelizmente
volcadas al mal.
El lector, al
final de la
obra, tendrá una
visión
equilibrada del
mundo espiritual
inferior, en
base de las
enseñanzas
nobles que
atraviesan las
descripciones y
los relatos de
situaciones
negativas.
En el libro “El
Abismo” tenemos
una exaustiva
exposición de
cuadros y
panoramas
deprimentes, una
descripción
repetitiva de
formas
monstruosas
adquiridas por
criaturas que
permanecen en el
mal. No se ve, a
lo largo de la
narración, una
señal de
esperanza, una
palabra de
misericórdia.
Sólo el mensaje
mórbido, que
parece tener más
el objetivo de
aterrorizar que
de informar.
Además de las
descripciones
aterrorizantes,
la obra contiene
verdaderos
absurdos,
fácilmente
constatables:
Cap. 1 - “Mi
pensamiento fue
asaltado por
vibraciones
venidas del seno
de la Tierra.
Sentí como si un
poderoso aparato
detonador me
alcanzara las
fibras más
íntimas y me
precipitara en
sintonía con la
muerte. (...)
Fuerzas
desconocidas
actuaban en mi
subconsciente y
me atraían para
un peligroso
abismo.”
¿Cómo puede un
Espíritu que
será llevado a
regiones
abismales – por
un Benefactor –
ser atraído de
esa forma por
fuerzas emanadas
del mal?
“Mi ser crecía,
crecía siempre
como si yo me
hubiese hecho un
muñeco de goma
porosa que se
dilatase
indefinidamente.
(...) Buceé en
el firmamento y
subí, subí
siempre. Allá
debajo comenzó a
quedar la Tierra,
perdida en el
océano del
universo. No
sabía a qué
alturas habría
de alcanzar,
pero veía el
mundo huir de mí
como el niño que
contempla su
bolita de vidrio
perderse en las
aguas del mar.”
¿A qué distancia
de la Tierra
habría sido
llevada esa
criatura para
verla de esa
forma? André
Luiz dice que,
de Nuestro Hogar,
contempla la
luna. El Autor
debería haber
ido mucho más
allá de nuestro
satélite a fin
de que pudiera
ver la Tierra
tan pequeña...
Cap. 2 - Al
describir el
Espíritu que
sería su guía en
esa jornada, lo
hace de modo
singular:
“largos
cabellos blancos,
ligeramente
enrrollados como
si fueran
cuerdas, le
descendían por
los hombros. Un
rostro enorme,
redondo
“cuadrado” sobre
un cuello
taurino y pecho
descomunal”.
Hemos aprendido
que el Espíritu,
a medida que se
perfecciona, sus
formas se
vuelven cada vez
más harmoniosas
y bellas...
“Miré la
Tierra: aún
estaba allá
debajo, perdida
en la enormidad
del universo.”
Después el guía
lo esclarece
diciendo que
están “Entre
las esferas del
Sistema Solar,
sin embargo a
una distancia de
325.000
kilómetros de la
Tierra”.
Se sabe que la
distancia media
entre la Tierra
y la Luna es de
384.000
kilómetros... No
habría sido más
fácil decir que
estaban entre la
Luna y la
Tierra, si
estuvieran aún a
esa distancia.
Pero el guía le
dijo que estaban
entre las
esferas del
Sistema Solar...
Cap. 3 - “Contemplé
la Tierra que se
asemejaba
realmente a una
naranja de
formato
irregular y
extraño. No era
la forma redonda
que nos es
representada en
las escuelas y
gimnásios del
orbe, sino un
cuerpo repleto
de prominencias
(...)”
¿Cómo pudo ver
el relieve de la
Tierra, si la
veía del tamaño
de uma naranja?
¿Dónde está el
sentido de la
proporción?
Cap. 4 - De ese
punto, partieron
directamente
para el interior
de la Tierra “en
demanda de las
profundidades y
de los abismos
donde habitan
los Genios de la
sombra y del mal”.
El modo de
transportarse en
el espacio es
inusitado,
completamente
diferente de los
ejemplos
presentados por
André Luiz.
“Orcus me cogió
fuertemente y
comprendí que
disminuía la
velocidad como
dos torpedos que
llegaron al
objetivo.
Enseguida
posamos en la
punta de un
peñasco.”
Véase en
Volví como
Bezerra de
Menezes condujo
un grupo de
Espíritus a
varias colonias
espirituales; y
como André Luiz
describe, en
varias obras, la
manera lenta de
desplazarse. En
Los
Mensajeros,
conducido por el
Benefactor
Aniceto, usan un
vehículo para
alcanzar la
superficiec
terrestre. En
toda la obra
psicografada por
F. C. Xavier no
hay ejemplos de
Espíritus
desplazándose en
el espacio como
torpedos o
cohetes...
Cap. 5 - “A
nuestro frente,
en una distancia
indescriptible
para el
pensamiento
humano,
contemplé una
criatura de
grandeza
excepcional y de
una perfección
asombrosa. Tan
bello que
producía en mi
alma verdadero
vértigo. Creí
enloquecer.
Posado en el
peñasco más
elevado y
puntiagudo, con
largas alas
descendiéndole
sobre los
hombros
centelleantes un
Ángel de sublime
belleza dominaba
el abismo.
– Aquel es
Gabriel, que
asiste delante
de Dios –
declaró Orcus
con acento
cariñoso y
profundo.”
Es de lamentar
que esa obra,
así como Sexo
más allá de la
Muerte, del
mismo Autor,
haya recibido no
sólo acogida de
lectores, sino
también el apoyo
de un escritor
que escribió um
artículo
elogioso
publicado en um
periódico
espírita. Según
el Nuevo
Testamento,
Gabriel fue el
Espíritu
incumbido de
anunciar a María
que el niño que
ella traía en el
vientre era el
esperado Mesías,
y que, según
Humberto de
Campos,
desempeñó
también la noble
tarea de
protector de la
pareja. Es
asombroso que
ahora se haya
transformado en
una especie de
Cérbero, o
carcelero de los
abismos...
A fin de no
perder tiempo,
deberíamos parar
la lectura por
ahí, pero vamos
un poco más
adelante. Para
no tener duda
sobre la
condición alada
de Gabriel,
tenemos aún la
siguiente
afirmación,
luego adelante:
“Gabriel sobre
el abismo
parecía um
amoroso pájaro
de dimensiones
indescriptibles
alimentando el
abismo como sol
que de lo alto
del firmamento
alimenta la
Tierra.”
Cap. 9 -
Conviene
observar, con
cuidado, lo que
el Autor habla
sobre involución,
eso sin contar
la confusión
absurda que hace
al establecer
paralelo entre
desagregación
intercelular y
explosión
atómica:
“– Realmente,
querido, hay los
que se
precipitaron en
las formas
vegetales y
viven ahora
aprisionados en
lo que se podría
llamar inercia
aparente... Son
corazones
afligidos y
conciencias que
fueron cayendo,
cayendo, y
alcanzando a
inconsciencia
comenzaron a
recorrer para
tras la escala
de la evolución...
Irán hasta el
mineral y
descenderán un
poco más. En esa
ocasión podrán
sufrir una
especie de
explosión
atómica que
desagregará el
propio ser.
Decimos
explosión
atómica cómo
quién usa una
expresión ya
inteligible en
la Tierra. En
realidad es una
desagregación
intercelular
pero tan
distante de una
explosión
atómica como la
velocidad del
sonido para la
velocidad de la
luz.”
Cap. 11 - ¿Será
que el Autor
estuvo
perturbado o
simplemente está
jugando, em uma
obra que
pretende sea uma
revelación? :
“¿Quiénes
éramos nosotros?
¿Sería él o
Alighieri o
sería yo?
– ¿Eres tú
Virgilio y soy
yo el Dante o
eres el Dante y
soy Virgilio?
– Las palabras y
el pensamiento
de Dante fueron
truncados,
modificados,
alterados, para
satisfacer
aquellos que
venden la propia
alma si preciso
fuera. Volvemos
al Abismo para
restablecer la
verdad. ¿Tienes
miedo?”
Nótese que la 1ª
y la 2ª partes
de La Divina
Comedia, o
sea, el Infierno
y el Purgatório,
fueron
publicadas
cuando Dante aún
estaba
encarnado. Sólo
la 3ª parte, el
Paraíso, fue
publicada tras
su
desencarnación.
Luego, la
afirmación sobre
adulteración que
habrían sufrido
esas partes, que
se refieren
justamente a las
zonas
inferiores, no
es verídica. El
texto que se
conoce hoy es el
mismo que fue
dado al público
em el siglo XIV.
Cap. 14 –
En este
capítulo, se
queda sabiendo
que hay una ley
en el Abismo y
que su texto se
encuentra
escrito
pergamino, que
se encuentra
concluído en una
caja metálica.
“Pero quien hace
esa ley es el
ser a quien
llamamos Dragón
y que la Iglesia
denomina
Lúcifer. En el
momento, está
prisionero,
encadenado, en
el centro de la
plaza. Mire allá
y vea bien en el
centro mismo de
esa plaza donde
se observa una
especie de
fuente luminosa
existe alguien
encadenado. Si
bien la
fisionomia
recordará la
fisionomia de un
hombre o de un
espíritu de
forma humana,
estaba tan
distanciado de
nuestra especie
como un
dinosaurio de un
hombre.
Descomunal,
piernas que
recordaban
columnas de un
edificio, pies
que medían
muchos metros de
altura, brazos
belludos (...)
rostro enorme de
más de quince
metros donde dos
ojos malos
lanzaban llamas.”
Realmente, es
hasta difícil de
comentar...
El Autor
pregunta a su
guía por qué
aquel Dragón no
rompía las
cadenas que lo
prendían,
habiendo
recibido la
siguiente
respuesta:
“– El Señor no
lo permite. Pero
le fue concedido
por Dios cierto
tiempo de
libertad y en
breve reinará
libre de las
amarras con
permiso divino.
Sí. Dios en su
Misericórdia le
dará oportunidad
para redimirse.
Según estamos
informados
tendrá concesión
para subir en
breve tiempo a
la superficie de
la Tierra y
establecerá una
lucha contra el
Bien durante mil
días. Después
será vencido.
Los hombres
quedarán en esa
época entregados
a su libre
albedrío,
exclusivamente a
él. Los que sean
verdaderamente
buenos subirán a
regiones más
altas de
conciencia y los
que solamente
parezcan buenos
rodarán en los
abismos de la
inconsciencia.”
¿Eso no es una
réplica de la
tentación por el
Demonio, ahora
con tiempo
limitado?
Sabemos que
estamos siempre
en posesión del
libre albedrío,
y no sólo en
dicha época.
Sabemos, también,
que siempre
tenemos la
asistencia
espiritual que
merecemos, pero
el Autor dice
que no habrá
ninguna
interferencia de
los Buenos
Espíritus en ese
periodo. ¿Por
qué Dios iría a
permitir al
Dragón reinar
libre de las
amarras,
significando con
eso oportunidad
de redimirse? ¿Cómo
puede alguien
redimirse
trabajando en el
mal? ¿Qué
significa rodar
en los
abismos
de la
inconsciencia?
Aún hablando
sobre el Dragón,
el Guía dice:
“Su conciencia
culpable tendrá
oportunidad de
aprovechar la
experiencia
humana así como
recibirá de la
Tierra
vibraciones
transformadoras
que hace
milenios el
hombre lanza en
la superficie.
Los dragones
también forman
parte de la
creación divina.
La parte más
embrutecida de
la Tierra.
Recuerdan los
mamutes, los
brontosaurios y
los saurios. Son
la naturaleza
primitiva que
retiene los
elementos
primarios y
embrionarios en
nuestro
sistema.”
¿Finalmente qué
son esos
dragones?
¿Ya habrían sido
humanos? Si no
lo fueron, se
trata de seres
que, por no
haber alcanzado
la humanización,
no tendrían
condiciones de
tentar a
nadie, aún
porque el Autor
dice que ellos
“Son la
naturaleza
primitiva que
retiene los
elementos
primarios y
embrionários en
nuestro
sistema”.
Más allá de eso,
¿si el hombre
lanza
vibraciones
transformadoras
capaces de
transformar un
dragón,
haciéndolo bueno,
por qué el
hombre no las
aprovecharía en
su propio
beneficio?
Cap. 21 – Aquí
vemos un
Espíritu que
tomó la forma de
un árbol, con
sus raíces
plantadas en el
suelo. Tras
rechazar la
manifestación
amorosa de un
Espíritu
Superior, dice:
“¡Yo no
reconozco ni
acepto a Dios! –
replicó el
vegetal humano.
¡Él que me
encarceló en la
maldición de
esta forma no
puede esperar mi
respeto ni mi
amor! Y en un
grito de
terrible
angustia el
árbol
desesperado se
sacudió todo y
se contrajo
enrollándose
como una
serpiente”.
¡Sin
comentários!
Cap. 26 - Se
titula, este
capítulo
En la Gelatina.
Además de las
formas ya
descritas de esa
inmensa fauna y
flora humana,
ahora aparecen
los peces
imersos en
gelatina, acerca
de los cuales el
Guía da la
siguiente
explicación: “Son
seres que
vuelven en
la escala
evolutiva. Esta
es la fase que
en la
superficie
podríamos
considerar
acuática. La
centella mental
ahí está casi
petrificada
(...)
Últimamente se
han recordado
mucho de sus
últimas
experiencias en
la Tierra”.
Después, el Guía
dice que esos
recuerdo datan
de veinte mil
años...
Cap. 29 – “¿Y
la mente se
desintegrará
algún día?” –
el Autor
pregunta. A lo
que responde el
Guía: La
destrucción del
ser en su mayor
intimidad que es
la mente, mi
hijo, reducto
sagrado de la
divinidad,
también puede
ocurrir pero eso
sólo más tarde
podremos
comprender”.
Ahí, se pregunta:
¿Dónde queda la
inmortalidad del
alma?
Cap. 31 – Un
contrasentido
más:
“Recuerdan
formas femininas
de diafaneidad
inconcebible”.
Esas criaturas
tenían una tarea
poco compatible
con su elevación,
cual sea: “Son
nuestras
hermanas
designadas para
vigilar uno de
los desfiladeros
del abismo,
presentó
alegremente
Atafon”.
Más adelante,
dice que esas
hermanas, Temp y
Tera, oriundas
de Venus,
pertenecen a
turnos de
ochocientos años
y que serían
sustituidas por
dos hombres,
Irus y Urus, ya
escogidos, por
el Consejo
Venusiano,
después de
entendimiento
con el
Gobernador de la
Tierra. La
presencia de
Espíritus
Superiores, en
el desempeño de
esa tarea, se
contrapone al
argumento del
Ministro Flácus
(Liberación,
cap. 1), cuando
comenta el poder
ejercido por
Espíritus
inferiores, a
título precario,
en las zonas de
sufrimiento:
“sería ilógico y
absurdo designar
un ángel para
custodiar
criminales”.
Cap. 34 -
Gabriel
nuevamente
presentado como
ángel alado:
“Veíamos, ahora,
a Gabriel
perfectamente.
Sobre uma
grandiosa
montaña, de alas
esparcidas como
un águila, manos
abiertas vueltas
para nosotros,
irradiaba luz,
fuerza y amor.
Era de una
belleza
indescriptible y
el rostro
iluminado nos
ofuscaba la
mirada. Lo miré
apenas un
momento y
escondí los ojos
en las manos
para no quedarme
ciego”.
¿Cómo puede la
luz de um
Espíritu cegar a
alguien?
Debe ser
recordado que el
Autor declara,
tanto en esta
obra, como en
otra de su
autoría, “Sexo
Más Allá de la
Muerte” - otra
aberración
doctrinaria -
que ambas fueron
escritas bajo la
orientación de
André Luiz.
Comentar todas
las
infantilidades,
todos los
absurdos, todas
las afirmaciones
antidoctrinarias
contenidas en
ese libro
exigiria que se
escribiese outro
libro...
A partir de esa
obra, ha llegado
un verdadero
torrente de
producciones
mediúmnicas, no
sólo discutibles,
sino altamente
perniciosas a la
aclaración del
Espíritu Humano.
Son los enemigos
del Espiritismo
que, cansados de
combatirlo de
fuera, ahora se
inmiscuyen entre
nobles
trabajadores y,
como “lobos con
piel de ovejas”,
atacan
tenazmente.
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