Waldenir Aparecido
Cuin:
“Una
criatura moralizada
será siempre un
hombre de bien donde
quiera que esté”
El administrador de
empresas Waldenir
Aparecido Cuin (foto)
es articulista en
diversos semanarios
espíritas
distribuidos en
Votuporanga (SP),
ciudad donde reside
desde la década de
1970 cuando llegó
con su familia,
oriundo de Cosmorama
(SP). Espírita desde
1972, Cuin fue uno
de los fundadores,
juntamente con otros
jóvenes de la época,
de la Juventud
Espírita del Centro
Espírita Humberto de
Campos, de
Votuporanga, donde
actualmente es el
presidente de la
casa.
Autor de siete
libros, el dedicado
compañero fue también uno de los
|
|
principales
responsables por la
creación de la
Asociación Benéfica
“Hermano Mariano
Días”, departamento
del Centro Espírita
Humberto de Campos,
donde actualmente
son atendidos 170
niños y
adolescentes. En la
entidad, que
funciona como centro
de educación
infantil, los
jóvenes reciben
aulas de pintura,
lengua extranjera,
artesanía,
informática,
bordados, más allá
del apoyo escolar.
Según Cuin, que
también es
coordinador general
de la asociación, la
entidad también
presta atención a
los padres de los
niños asistidos
ofreciéndoles cursos
de electricidad,
hidráulica y
bordados. |
El Consolador: ¿Qué
cargos o funciones
ejerció usted ya en
el movimiento
espírita a lo largo
de su vida?
Fundamos la Juventud
Espírita en el
Centro Espírita
Humberto de Campos,
pero después de un
tiempo, por
problemas
verificados en el
Centro, cuando toda
la dirección lo
dejó, acompañada de
prácticamente todos
los frecuentadores,
nosotros de la
Juventud asumimos la
dirección y con
enorme dificultad y
esfuerzos, contando
obviamente, con el
socorro espiritual,
conseguimos
reorganizarla, de
modo que el Centro
Espírita Humberto de
Campos sigue sus
actividades hasta
los días de hoy.
El Consolador: ¿Qué
actividad ejerce en
este momento?
Soy presidente del
Centro Espírita
Humberto de Campos y
coordinador general
de la Asociación
Benéfica Hermano
Mariano Días. En el
campo de la
divulgación, publico
dos columnas
espíritas semanales,
una en el “Diario de
Votuporanga” y otra
en la “Hoja
Espírita”, artículos
bimestrales en la
“Revista Espírita
Verdad y Luz”, de
Lisboa, Portugal;
artículos frecuentes
en la revista
electrónica “El
Consolador” y en
varios sites.
También publiqué
siete libros, siendo
los beneficios
obtenidos, aunque
pequeños, es todo
destinado a las
actividades
asistenciales y de
promoción humana de
la Asociación
Benéfica Hermano
Mariano Días.
El Consolador:
¿Cuándo tuvo usted
contacto con el
Espiritismo por
primera vez?
A través de un
primo, pues sabíamos
de su opción por el
Espiritismo, en
cuanto toda nuestra
familia pertenecía a
las filas católicas.
Por curiosidad nos
acercamos a el
queriendo
informaciones sobre
la vida después de
la muerte del
cuerpo. En la
oportunidad, eso en
1970, el me regaló
un volumen de “El
Evangelio según el
Espiritismo”, de
Allan Kardec, y un
volumen del libro
“Voces del Gran Más
Allá”, de Espíritus
diversos,
psicografía de
Francisco Cándido
Xavier. La lectura
de esas obras me
parecía familiar,
algo que realmente
debería ser verdad.
Pero el hecho
importante fue que
mí sueño era ser
jugador de fútbol.
Con diecisiete años
inicié nuestra
carrera en la
Asociación Atlética
Votuporanguense,
momento de la ciudad
que disputaba el
campeonato de la 1ª
división de Fútbol
Paulista. No
obstante, seis meses
después, sufrí una
grave contusión en
la rodilla derecha,
teniendo que ser
sometido a un
proceso quirúrgico,
sin éxito, donde
pasé más de seis
meses en tratamiento
médico, no siendo
posible continuar
más con mí sueño. Mi
carrera quedó
interrumpida y una
enorme frustración
me llevó a
cuestionar el porqué
de esos hechos.
Después de mucho
buscar, y sin poder
jugar más al fútbol,
comencé a trabajar,
pues la necesidad
material preocupaba
a nuestra familia.
En el empleo conocí
a un señor muy
generoso, José Bruno
Mattiazzo, que me
oyó algunas veces y,
delante de mi
historia, me condujo
al Centro Espírita
Humberto de Campos,
donde estoy hasta
hoy, para otros
desafíos, no
aguantando más, sino
delante de tantos
problemas y dolores
que afligen los
corazones humanos.
El Consolador: ¿Cuál
fue la reacción de
su familia ante su
adhesión a la
Doctrina Espírita?
Inicialmente fue de
preocupación, porque
corría un boato
falso, en nuestra
comunidad, que quien
se uniese a un
Centro Espírita se
fanatizaba y acababa
por dejar todo a un
lado en nombre de
una religión
demoníaca. Pero el
tiempo y mi
perseverancia
consiguieron probar
lo contrario. Hoy,
prácticamente, toda
nuestra familia es
espírita, teniendo
en mis padres,
hermanos, esposa,
hijo y nuera,
grandes aliados y
colaboradores de las
actividades que
ejercemos.
El Consolador: ¿Cuál
de los tres aspectos
del Espiritismo –
científico,
filosófico y
religioso – le atrae
más?
Los tres son
fundamentales para
que podamos
comprender el
Espiritismo. El
científico nos
esclarece y explica
los fenómenos
mediúmnicos y su
abordaje; el
filosófico nos
enseña la forma
correcta de vivir,
de seguir por la
vida sacando el
máximo de
aprovechamiento de
las oportunidades
que surgen y el
religioso nos
presenta las
condiciones para la
necesaria y urgente
reforma moral. El
conocimiento y la
manera de vivir bien
son muy importantes,
pero el crecimiento
interior, la
prosperidad moral,
el progreso
espiritual, con el
desarrollo y los
sentimientos del
amor y de la
fraternidad, son
urgentes e
imprescindibles, y
eso conseguimos con
el entendimiento y
la práctica del
Evangelio de Cristo.
Por eso tenemos una
profunda admiración
por el aspecto
religioso del
Espiritismo. Una
criatura moralizada
será siempre un
hombre de bien donde
quiera que sea.
El Consolador: ¿Qué
autores espíritas
más le agradan?
Me gusta mucho Pedro
de Camargo (Vinicius),
Richard Simonetti,
León Denis,
Herculano Pires,
entre otros.
El Consolador: ¿Que
libros espíritas
considera usted de
lectura
indispensable a
aquellos que se
inician en el
Espiritismo?
Lo correcto es
comenzar bien: “El
Principiante
Espírita”, “Qué es
el Espiritismo” y
“El Libro de los
Espíritus”, o sea,
la obra de Alan
Kardec, que es de
fácil entendimiento
y, a partir de
entonces, el
estudiante tendrá
plenas condiciones
de estudiar otras
obras, sin correr el
riesgo de perderse
en lecturas
engañosas y
equivocadas que hoy
se propagan en el
medio espírita.
El Consolador: Si
usted fuese para un
lugar distante, sin
acceso a las
actividades y
trabajos espíritas,
¿qué libros
llevaría?
Llevaría los libros
de Kardec, la obra
de André Luiz, los
cinco clásicos
romances de
Emmanuel, y el libro
“Fuente Viva”,
también de Emmanuel.
El Consolador: Las
divergencias
doctrinarias en
nuestro medio se
reducen a pocos
asuntos. Uno de
ellos habla al
respecto del llamado
Espiritismo laico.
¿Para usted, el
Espiritismo es una
religión?
Sin duda, es una
religión, pues nos
presenta las
lecciones de
Jesucristo con una
claridad y
envolvimiento sin
precedentes. El
Espiritismo nada
añade a las
enseñanzas de Jesús,
pero las explica de
tal forma y con
tanta lógica que
permite a todos
nosotros acceso
fácil a su
contenido, creando
el ambiente deseado
para la tan
necesaria reforma
moral de cada uno.
El Consolador: Otro
tema que suscita
generalmente grandes
debates habla al
respecto de la obra
publicada en Francia
por J. B. Roustaing.
¿Cuál es su
apreciación de esa
obra?
Una obra confusa y
totalmente
dispensable. Nada
añadió a lo que
Allan Kardec y el
equipo del Espíritu
de la Verdad
presentaron al
mundo. Tenemos a
Kardec, León Denis,
Herculano Pires,
Bozzano, Pedro de
Camargo (Vinicius),
Emmanuel, André Luiz,
Manoel Philomeno de
Miranda, Bezerra de
Menezes, Humberto de
Campos y tantos
otros luminosos de
la literatura
espírita que ofrecen
material para largas
y profundas
meditaciones. No
necesitamos correr
el riesgo de leer lo
que es dudoso, pues
tenemos lo que es
totalmente correcto
y debido.
El Consolador: ¿Cuál
es su opinión sobre
los pases
patrocinados
propuestos en la
obra de Edgard
Armond, aunque
sepamos que en
Brasil prevalece
hoy, casi de forma
general, la simple
imposición de las
manos, tal como es
recomendado por J.
Herculano Pires?
Nos quedamos con J.
Herculano Pires,
pues las narraciones
evangélicas nos
indican que Jesús
también así lo
hacía, colocando las
manos sobre los
necesitados y
ayudándolos
fluidicamente. El
pase nace de nuestro
deseo de ayudar al
prójimo, contando
con el apoyo del
mundo espiritual.
Así no creo que deba
existir patrón para
la expresión del
amor y de la
fraternidad.
El Consolador: ¿Cómo
ve usted la
discusión en torno
del aborto?
¿Encuentra que los
espíritas deberían
ser más osados en la
defensa de la vida,
como además, ha
hecho la Iglesia?
“El Libro de los
Espíritus”, en la
pregunta nº 358,
informa: “Hay
siempre crimen,
cuando se trasgrede
la ley de Dios. La
madre o cualquier
persona cometerá
siempre un crimen al
quitar la vida a la
criatura antes del
nacimiento”. Por
tanto, abortar es
quitar la
oportunidad de que
un Espíritu venga al
mundo físico para la
adquisición de
nuevas experiencias
evolutivas. Nosotros
los espíritas
necesitamos, sí,
avanzar más,
obviamente dentro de
un patrón de
equilibrio, pero sin
medir esfuerzos para
evitar, a través de
los medios que
estuvieran a nuestro
alcance, que la
legalización del
aborto se concrete.
Lamentablemente el
Ministro de Salud,
Doctor José Gomes
Temporâo, defiende
la idea de que la
legalización del
aborto vendrá a
resolver un problema
de salud pública,
refiriéndose a la
enorme cantidad de
abortos que son
hechos a escondidas.
Preguntamos
entonces: Los
tóxicos, hoy
consumidos
largamente, ha hecho
un gran número de
enfermos y
criminales y, por
cierto, es también
un problema de salud
pública y de
seguridad.
¿Deberemos entonces,
legalizar y liberar
el uso de la
cocaína, del crack,
del cannabi, del
éxtasis y otros?
Una ley podrá volver
el aborto un
procedimiento legal,
pero ni por eso
dejará de ser
inmoral, cargando
terribles daños a
los practicantes,
padres, médicos,
influenciadores etc.
Nuestra lucha deberá
ser siempre por la
vida y nunca por la
muerte.
El Consolador: La
eutanasia, como
sabemos, es una
práctica que no
tiene el apoyo de la
Doctrina Espírita.
Kardec y otros
autores, como Joanna
de Ângelis, ya se
posicionaron sobre
ese tema. Surgió, no
obstante,
últimamente la idea
de la ortotanasia,
defendida hasta
incluso por médicos
espíritas. ¿Cuál es
su opinión al
respecto?
El médico estudia
por largo tiempo
buscando salvar
vidas, aliviar los
dolores y el
sufrimiento de las
criaturas. Así,
dejar de medicar a
un paciente terminal,
para que muera
naturalmente, como
mínimo será omisión
de socorro. La
ciencia no consigue
precisar con total
acierto el momento
en que un enfermo
sin cura va a morir.
Su drama puede durar
horas, días, meses o
años. Muchos casos
existen de personas
que resistieron un
tiempo muchísimo
mayor de lo que
estaba previsto. De
esa forma, si un
Espíritu necesita
pasar por la
experiencia de estar
algún tiempo en un
cuerpo que no tiene
más condiciones de
vida, que quede por
lo menos con un poco
más de alivio que la
medicina puede
ofrecer. Soy de la
opinión que todo
debemos hacer en pro
de la vida, mientras
exista la mínima
posibilidad de que
alguien permanezca
en el cuerpo físico,
pues minutos de
reflexión de un
Espíritu preso a la
materia podrá evitar
grandes y largos
fastidios en el
futuro.
El Consolador: ¿El
movimiento espírita
en nuestro País le
agrada o falta algo
en el que favorezca
una mejor
divulgación de la
Doctrina?
La Doctrina Espírita
viene siendo
divulgada con
grandes esfuerzos y
la determinación de
muchos hermanos.
Siempre tendremos
más que hacer y
necesitamos insistir
para mejorar su
propaganda, para que
las lecciones del
Espiritismo puedan
llegar a todas las
criaturas, quedando
como opción
aceptarlas o no. Los
recursos financieros
han sido escasos y
el material humano
tampoco es
abundante, pues la
tarea de la
divulgación es
penosa, ardua y no
dispensa el coraje,
la perseverancia, el
idealismo y la
conciencia de pasar
adelante aquello que
tanto bien nos hace
y viene haciendo.
Creemos que el
movimiento espírita
viene realizando lo
que puede. Debemos
rogar inmensamente a
Dios por más fuerzas
para que las tareas
de la divulgación
sigan su curso,
creciendo siempre.
El Consolador: ¿Cómo
ve usted el nivel de
la criminalidad y de
la violencia que
parece aumentar en
todo el País? ¿En su
opinión, como
nosotros, espíritas,
podemos cooperar
para que esa
situación sea
devuelta?
Los niveles de la
criminalidad y de la
violencia son muy
preocupantes y,
solamente la
educación podrá
modificar el cuadro
social que ahí está.
Educar para formar
el carácter de las
personas y con eso
edificamos hombres
de bien. La familia,
que es la base de la
sociedad, no viene
en el momento
desempeñando su
debido papel. Los
modismos, las
tolerancias
peligrosas, la
omisión paterna, la
inversión de los
valores morales, las
despreocupaciones
para con la
disciplina de la
prole son factores
que comprometen a
las criaturas dentro
del hogar. Nuestros
hijos necesitan
también de educación
religiosa, tanto
como de médicos,
dentistas, ropas,
calzados, escuela.
Necesitamos cuidar
del cuerpo, pero
jamás olvidar de
cuidar del Espíritu,
pues reencarnamos
para corregir viejos
hábitos y aprender
nuevas lecciones de
dignidad.
En el contexto
social en que
vivimos, podemos
hacer mucho para
ayudar en el combate
a la criminalidad y
a la violencia.
Levantemos
instituciones
filantrópicas y de
promoción humana y
creemos
oportunidades a los
niños y jóvenes que
viven en la penuria.
La informática, la
música, las artes
plásticas, la danza,
el artesano y tantas
otras actividades
han hecho verdaderos
prodigios en las
comunidades de
riesgo. A los hijos
de las familias de
mejor renta demos
ejemplos de
dignidad, honradez y
decencia. En verdad
no existen niños o
jóvenes malos, pero
si aquellos que no
encuentran
oportunidades dignas
y, concordancia a
eso, resbalar por
los desfiladeros del
mal.
El Consolador: ¿De
aquí a cuántos años
cree usted que la
Tierra dejará de ser
un mundo de pruebas
y expiaciones,
pasando plenamente a
la condición de un
mundo de
regeneración, en
que, según San
Agustín, la palabra
amor estará escrita
en todas los frentes
y una equidad
perfecta regulará
las relaciones
sociales.
En una entrevista,
Chico Xavier afirmó
que Brasil será lo
que los brasileños
hicieran de el.
Aprovechando el
mismo razonamiento
podemos decir que la
Tierra será lo que
nosotros hicimos de
ella. Está en
nuestras manos
transformar el
planeta de
expiaciones y
pruebas en un mundo
regenerador.
Obviamente, no
existe una fecha
definida para eso.
Todo va a depender
de nuestros
esfuerzos en
promover los debidos
cambios íntimos,
sustituyendo los
defectos por
virtudes, y superar
el mal haciendo el
bien. Existen muchos
y graves puntos de
conflicto en la
Tierra. Una guerra
de proporción
mundial, por cierto,
sería una gran
catástrofe y un
atraso evidente para
esa esperada
evolución.
Hagamos nuestra
parte, emprendiendo
todos los esfuerzos
posibles para
ayudarnos en la
construcción de una
sociedad más justa y
fraterna, y
estaremos
contribuyendo de
forma decisiva para
que la Tierra llegue
a ser un mundo
regenerador.
El Consolador: En
base de los
problemas que la
sociedad terrena
esta enfrentando,
¿qué piensa usted
que debe ser la
prioridad máxima de
los que dirigen
actualmente el
movimiento espírita
en Brasil y en el
mundo?
Empeñarse al máximo
para que las
valiosas y profundas
lecciones de
Jesucristo lleguen a
todas las criaturas
de Brasil y del
mundo. Pues
solamente será
posible la paz en la
Tierra de Jesús,
definitivamente,
vivir en el corazón
de cada hombre.
Muchos, ciertamente,
no lo aceptaran,
otros permanecerán
indiferentes, pero
una gran mayoría de
la población
mundial, cansada de
tantos equívocos e
ilusiones, hará la
tan deseada reforma
íntima, “matando al
hombre viejo que
vive en la intimidad
para hacer nacer al
hombre nuevo”,
conforme nos
sentenció Pablo de
Tarso. Los
dirigentes espíritas,
por encima de todo,
deberán dar ejemplos
de la vivencia
práctica del
Evangelio de Cristo,
pues las palabras
informan, las letras
instruyen, pero los
ejemplos convencen y
arrastran
seguidores.
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