Libre albedrío
Presentamos en esta edición
el tema
nº
80
del Estudio Sistematizado de
la Doctrina Espirita, que
está siendo presentado aquí
semanalmente, de acuerdo con
el programa elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado en
seis módulos y 147 temas.
Si el lector utiliza este
programa para el estudio en
grupo, sugerimos que las
cuestiones propuestas sean
debatidas libremente antes
de la lectura del texto que
a ellas sigue.
Si es destinado solamente
para uso por parte del
lector, pedimos que el
interesado intente
inicialmente responder las
cuestiones y solo después
lea el texto referido. Las
respuestas correspondientes
a las cuestiones presentadas
se encuentran al final del
texto abajo.
Cuestiones
para debate
1. ¿El libre albedrío de que
el hombre disfruta es
relativo o absoluto?
2. Si el Espíritu tiene
libertad de escoger el tipo
de vida que quiera llevar,
¿por qué muchos enfrentan
dolores, dificultades y
sinsabores amargos?
3. ¿Existe correlación entre
libre albedrío y
responsabilidad?
4. ¿Qué enseña el
Espiritismo acerca del
destino?
5. “La siembra es libre,
pero la cosecha es
obligatoria”. Esta máxima
evangélica encuentra
confirmación en las
enseñanzas espíritas?
Texto para la
lectura
Sin el libre albedrío el
hombre sería una máquina
1. El libre albedrío
relativo es, según el
Espiritismo, atributo del
ser humano, cuyo ejercicio
en el orbe terráqueo estará
también sometido a
determinadas circunstancias
de acuerdo con el mapa de
servicios a ser desarrollado
por el reencarnante. Ese
mapa es delineado por el
Espíritu en armonía con las
opiniones de sus guías
espirituales, antes incluso
de iniciarse el proceso
reencarnatorio.
2. Las condiciones sociales,
las molestias, los ambientes
viciosos, el cerco de las
tentaciones, los sinsabores
son circunstancias de la
existencia humana. Entre
ellas, sin embargo, está
presente su voluntad
soberana. El puede pues,
nacer en un ambiente de
miseria y dificultades,
buscando vencer por su
perseverancia en el trabajo
y triunfar en las
deficiencias encontradas;
puede soportar las
enfermedades con serenidad y
resignación; puede ser
tentado de todas las
maneras, pero sólo se
volverá un criminal si
quiere.
3. Libre para obrar, el
hombre tiene libertad de
escoger el tipo de vida que
quiera llevar. Los dolores,
las dificultades, las
vicisitudes de la vida
constituyen pruebas o
expiaciones que el debe
enfrentar como consecuencia
del uso indebido,
incorrecto, del libre
albedrío en existencias y
vivencias pasadas.
4. El pensamiento espírita
es bastante claro: “Si el
hombre tiene libertad de
pensar, tiene igualmente la
de obrar”. Sin el libre
albedrío el sería una
máquina. Y eso resulta de un
hecho simple: la libertad es
condición necesaria a la
evolución del ser humano
que, sin ella, no podría
construir su destino.
5. A primera vista, la
libertad del hombre parece
mucho más limitada en el
círculo de fatalidades que
lo encierran: necesidades
físicas, condiciones
sociales, instintos o
intereses diversos. Pero,
considerando la cuestión más
de cerca, se ve que esta
libertad es siempre
suficiente para permitir que
el alma quiebre ese círculo
y escape a las fuerzas
opresoras.
6. Libertad de elección y
responsabilidad son
correlativas en el ser y
aumentan con su elevación
moral. Es la responsabilidad
del hombre que hace su
dignidad y moralidad. Sin
ella, no sería el más que un
autómata, un juguete de las
fuerzas ambientales. La
noción de moralidad es,
además, inseparable de la de
libertad. El hombre es, por
tanto, libre, pero
responsable por lo que hace;
puede, así, realizar lo que
desee. Estará, sin embargo,
ligado inevitablemente al
fruto de sus propias
acciones.
Cuanto más libre el
Espíritu, más responsable
será
7. Según la Escuela Clásica,
el hombre dotado de
inteligencia y libre
albedrío es penalmente
responsable, porque: a)
tiene la facultad de
analizar y discernir; b)
tiene el poder de libre
deliberación. La sociedad
tiene, por tanto, el derecho
de castigar al criminal,
porque este disfruta de
voluntad propia para
delinquir o no.
8. De acuerdo con la Escuela
Antropológica, el hombre
obra por fuerza de las
funciones
somático-medulares,
glandulares o cerebrales.
Así, el crimen no es
resultado de la libre
voluntad del delincuente,
sino de factores biológicos,
idea que diverge de la
Escuela Clásica.
9. La Escuela Crítica,
Ecléctica o Sociológica
afirma: a) el crimen resulta
no de la libre voluntad del
delincuente, como quieren
los clásicos; b) ni de la
imposición de reflejos
biológicos, heredados o
adquiridos, como quieren los
antropólogos, sino
exclusivamente de factores
sociales.
10. El Espiritismo tiene
visión propia acerca del
asunto. Sus conceptos
esenciales se afinan, de
alguna suerte, con las
diversas escuelas, yendo, no
obstante, más allá, en base
a la ley de reencarnación.
11. Nos esclarece el
Espiritismo que: a) por el
uso del libre albedrío
construimos nuestro destino,
que podrá ser de dolores o
de alegrías; b) cuanto más
libre es el Espíritu, más
responsable será; c) la
fatalidad o determinismo que
afectan su vida derivan de
la elección de las pruebas
que el Espíritu hizo antes
de reencarnar.
12. Si existe elección de
las pruebas antes del
renacimiento corporal, el
Espíritu establece para sí
una especie de destino. De
eso se concluye que el libre
albedrío no tiene una medida
absoluta, sino relativa.
Somos obligados a coger el
resultado de nuestras obras
13. Numerosos son los
ejemplos de las faltas del
individuo por el uso
indebido del libre albedrío.
Veamos algunos y sus
consecuencias, extraídos de
la obra Encuentro Marcado,
págs. 160 a 163, de autoría
de Emmanuel.
14. Con relación a la
posesión de bienes
materiales, el hombre es
libre para retener cualquier
posesión que la legislación
humana le faculte, pero si
abusa de ellas, creando la
penuria de los semejantes,
encontrará en las
consecuencias de eso la
lista de pruebas con que
aprenderá a encender en sí
mismo la luz de la
abnegación.
15. Con relación al
estudio, el hombre es
libre para leer y escribir,
enseñar o estudiar todo lo
que quisiera, pero si coloca
los valores de la
inteligencia en apoyo del
mal, deteriorando la
existencia de los compañeros
con el objetivo de acentuar
el propio orgullo,
encontrará en las
consecuencias de eso la
lista de pruebas con que
aprenderá a encender en sí
mismo la luz del
discernimiento.
16. Con relación al
trabajo, el hombre es
libre para abrazar las
tareas a que se aficione,
pero si malversa el don de
emprender y de obrar,
perjudicando al prójimo,
encontrará en las
consecuencias de eso la
lista de pruebas con que
aprenderá a encender en sí
mismo la luz del servicio a
los semejantes.
17. Con relación al sexo,
el hombre es libre para dar
sus energías e impulsos
sexuales la dirección que
prefiera, pero si transforma
los recursos genésicos en
dolor y desequilibrio,
angustia o desesperación
para los semejantes, por la
injuria a los sentimientos
ajenos o por la deslealtad y
falta de respeto a los
compromisos afectivos,
encontrará en las
consecuencias de eso la
lista de pruebas con que
aprenderá a encender en sí
mismo la luz del amor puro.
18. Como se ve, todos somos
libres para desear, escoger,
hacer y obtener, pero todos
somos también obligados a
coger los resultados de las
propias obras.
Respuestas a
las cuestiones propuestas
1. ¿El libre albedrío de que
disfruta el hombre es
relativo o absoluto?
R.: Relativo. El libre
albedrío relativo es
atributo del ser humano,
cuyo ejercicio en el mundo
terráqueo estará también
sometido a determinadas
circunstancias de acuerdo
con el mapa de servicio a
ser desarrollados por el
reencarnante.
2. Si el Espíritu tiene
libertad de escoger el tipo
de vida que quiera llevar,
¿por qué muchos enfrentan
dolores, dificultades y
sinsabores amargos?
R.: Las condiciones
sociales, las molestias, los
ambientes viciosos, el cerco
de las tentaciones, los
sinsabores son
circunstancias de la
existencia humana. La
elección depende pues, de
las necesidades y carencias
del individuo, que puede
nacer en un ambiente de
miseria y dificultades con
el propósito de probarse a
sí mismo que es capaz de
vencer tales vicisitudes con
perseverancia y trabajo.
3. ¿Existe correlación entre
libre albedrío y
responsabilidad?
R.: Sí.
Libertad de elección y
responsabilidad son
correlativas en el ser y
aumentan con su elevación
moral. Es la responsabilidad
del hombre que hace su
dignidad y moralidad. Sin
ella, no sería el más que un
autómata, un juguete de las
fuerzas ambientales.
4. ¿Qué enseña el
Espiritismo acerca del
destino?
R.: Nos esclarece el
Espiritismo que por el uso
del libre albedrío
construimos nuestro destino,
que podrá ser de dolores o
de alegrías. La fatalidad o
el determinismo que afectan
a su vida derivan de la
elección de las pruebas que
el Espíritu hizo antes de
reencarnar. Con la elección
de las pruebas antes del
renacimiento corporal, el
establece para sí una
especie de destino.
5. “La siembra es libre,
pero la cosecha es
obligatoria.” Esta máxima
evangélica encuentra
confirmación en las
enseñanzas espíritas?
R.: Sí. Conforme el
Espiritismo, todos somos
libres para desear, escoger,
hacer y obtener, pero todos
somos también obligados a
recoger los resultados de
nuestras propias obras.
Bibliografia:
O Livro dos
Espíritos,
de Allan
Kardec, questões 843, 844 e
872.
O Problema do
Ser, do Destino e da Dor,
de Léon
Denis, pág. 342.
No Mundo
Maior,
de André
Luiz, psicografado por
Francisco Cândido Xavier,
págs. 140 a 153.
O Pensamento
de Emmanuel,
de Martins Peralva, págs.
199 a 201.
Encontro
Marcado,
de Emmanuel,
psicografado por Francisco
Cândido Xavier, págs. 160 a
163.
Palavras do
Infinito,
de Humberto de Campos,
psicografado por Francisco
Cândido Xavier, págs. 94 e
95.