Odalis Carmenaty
Franco:
“Con
el estudio del
Espiritismo aprendí
a ser mejor conmigo
y con los otros”
|
Nuestra entrevistada
de la semana es
Odalis Carmenaty
Franco (foto),
natural de
Holguín, Cuba, que
reside en Barcelona,
en España, hace poco
más de seis años.
Miembro activo del
Centro Barcelonés de
Cultura Espírita,
Odalis respondió a
todas las preguntas
que le fueron
presentadas con
mucha propiedad,
además de relatar un
poco de la historia
del Movimiento
Espírita en España.
Para ella, el
Espiritismo es una
filosofía de vida,
que puso en sus
manos las
herramientas
necesarias para
vivir con sabiduría
y enfrentar las
circunstancias que
|
se le
presentan.
“Con el
Espiritismo
– dice ella
– he
aprendido a
conocerme
mejor, a ser
capaz de
dejar
resentimientos;
he aprendido
a perdonarme
y a
perdonar, a
darme cuenta
de los
errores que
hago e
intentar no
volver a
hacerlos.” |
El Consolador: ¿Qué
motivo la llevó a
mudarse de Cuba para
España?
Vine a vivir a
Barcelona en octubre
del 2002. Mi esposo
vino antes a
estudiar, se quedó y
decidimos vivir aquí.
El Consolador: ¿Cuál
es su formación
escolar?
Universitaria.
El Consolador:
¿Usted ejerce algún
cargo en el
Movimiento Espírita?
No. Nunca tuve ni
tengo ningún cargo
en el Movimiento
Espírita.
El Consolador: ¿En
qué actividad en la
Casa Espírita usted
participa en este
momento?
Participo en las
actividades del
Centro Barcelonés de
Cultura Espírita y
colaboro en todo lo
que puedo.
El Consolador: ¿Cuándo
se dio su primer
contacto con el
Espiritismo?
Mi primer contacto
con el Espiritismo
ocurrió en 1998,
aquí mismo en
Barcelona, en un
viaje que yo hice
antes de mudarme
para acá.
El Consolador: ¿Hubo
algún hecho o alguna
circunstancia
especial que haya
propiciado ese
contacto?
Antes de nada, el
hecho del viaje,
porque para un
cubano salir de su
país ya es una cosa
transcendental.
Enseguida, mi esposo
conoció algunos
libros de Kardec. Un
día estaba buscando
aquí y encontramos
“En lo Invisible”,
de León Denis, con
un prologo del
Centro Barcelonés de
Cultura Espírita (C.B.C.E.),
donde aparecía la
dirección del
Centro. Hicimos un
contacto con ellos y
así comenzamos a
conocer la Doctrina
Espiritista.
El Consolador: ¿Cuál
fue la reacción de
su familia?
Mi esposo y yo
compartimos el
estudio del
Espiritismo, vamos
juntos a las
actividades del
centro e intentamos
compartir nuestros
conocimientos con
nuestro hijo. Así,
ha sido muy buena la
reacción de la
familia. Y si usted
pregunta sobre la
familia mayor,
formada por mis
padres, mis hermanos,
mi abuela, le digo
que ellos no
comprenden muchas
cosas, pero lo
respetan y, además
de eso, muchas veces
preguntan y se
interesan por el
tema.
El Consolador: De
los tres aspectos
del Espiritismo –
ciencia, filosofía,
religión - ¿cuál le
atrae más?
La filosofía.
El Consolador: ¿Cuál
de los autores
espíritas le gusta
más a usted?
Allan Kardec y León
Denis.
El Consolador: ¿Qué
libros espíritas que
haya leído usted
encuentra
indispensable para
el compañero que se
inicia?
“Qué es el
Espiritismo”, de
Allan Kardec, y
“Después de la
Muerte”, de León
Denis.
El Consolador: ¿Para
usted el Espiritismo
es una religión?
Para mí el
Espiritismo no es
una religión. En el
C.B.C.E., estamos
muy de acuerdo con
la cita de Allan
Kardec, incluida al
final del Preámbulo
de “Qué es el
Espiritismo”: “El
Espiritismo es al
mismo tiempo una
ciencia de
observación y una
doctrina filosófica.
Como ciencia
práctica, consiste
en las relaciones
que son posibles
establecer con los
Espíritus. Como
filosofía abarca
todas las
consecuencias
morales que de
dichas relaciones
emanan.”
Termina ese
Preámbulo con la
definición del
Espiritismo más
clara realizada por
Kardec: “El
Espiritismo es una
ciencia que trata de
la naturaleza,
origen y el destino
de los Espíritus, y
de sus relaciones
con el mundo
corpóreo”.
He resaltado la
expresión
“consecuencias
morales”, pues
pensamos que es la
que más se aproxima
a la extructura
filósofica del
Espiritismo. Además
de eso, creemos que,
si Kardec hubiese
deseado referirse a
“consecuencias
religiosa”, en lugar
de “consecuencias
morales”, lo habría
hablado expresamente
en este texto; y, si
así hubiese
realmente pensado,
no definiría el
Espiritismo como
siendo una ciencia,
sino como una
religión.
Esta definición de
“¿Qué es el
Espiritismo?” tiene
una gran importancia,
pues practicamente
es la única que como
tal formuló Kardec.
Sólo tenemos
presente otra
definición de Kardec
en el vocabulario
Espírita, pero que
nada opone a la ya
referida. Ella esta
en el cap. XXXII –
Vocabulario Espírita
– de “El Libro de
los Médiums”, y dice
así: “Doctrina
basada en la
creencia de que
existen los
Espíritus y sus
manifestaciones”.
El Consolador: ¿Cómo
ve usted la cuestión
de los pases
magnéticos?
En el Centro
Barcelonés de
Cultura Espírita
conocemos la obra
“Mediumnidad” y, en
lo tocante a los
pases, encontramos
acertada la opinión
del Sr. Armond,
plasmada en el
capítulo 20 de esa
obra: “Es por eso
que toda
exterioridad, todo
escenario de que se
revista su
aplicación debe ser
dejada como inútil.
Una simple
imposición de manos
basta muchas veces
para obtener el
hecho deseado,
porque ese efecto no
reside en el gesto,
en la mecánica de la
aplicación, sino en
el deseo sincero que
tiene el operador de
aliviar el
sufrimiento del
enfermo”.
El Consolador: ¿Cómo
ve la discusión
sobre el aborto y
cómo este asunto es
tratado en España?
En España, el aborto
está legalizado hace
más de 20 años y se
está iniciando, por
parte del actual
gobierno, un proceso
de revisión de esa
ley, para ampliar,
probablemente, los
presupuestos y los
plazos en que pueda
producirse
legalmente la
interrupción del
embarazo.
Pensamos que no
sería adecuada una
oposición
beligerante a esa o
a cualquier otra ley
legalmente
establecida, siempre
que se trate de
leyes que PERMITAN,
pero no OBLIGUEN.
Además de eso,
pensamos que el
Espiritismo debe
respetar la
capacidad
legislativa de los
gobiernos
demócraticos, aunque
las leyes
promulgadas sean
incompatibles con el
elevado sentimiento
moral del
Espiritismo y de
otras filosofías o
religiones. Lo que
podemos hacer, lo
que debemos hacer
desde las filas
espíritas, es
predicar con el
ejemplo y dejar
claro, tantas veces
como sean posibles,
que la actividad
abortiva nada
soluciona sino que
complica más aun la
vida actúal y
posterior de la
madre, del Espíritu
reencarnante y, en
la mayoría de las
veces, de las
restantes personas
implicadas en ese
lamentable
procedimiento.
El Consolador: La
eutanasia es
práctica que no
tiene el apoyo de la
doctrina espírita.
Últimamente surgió,
sin embargo, la idea
de la ortotanasia,
defendida incluso
por los médicos
espíritas. ¿Cuál es
su opinión?
Si entendemos por
ortotanasiala
defensa del derecho
a morir dignamente,
sin el uso de medios
desproporcionados y
extraordinarios para
mantener la vida, y
que consiste en
dejar que la muerte
llegue naturalmente,
estoy de acuerdo.
Podemos recordar
hasta, al respecto
del asunto, una
frase introducida en
“El Evangelio según
el Espiritismo”, del
autor San Luis: “Mitigáis
los últimos
sifrimientos tanto
como podéis, pero
privaros de abreviar
la vida, incluso
cuando no sea sino
por un minuto,
porque este minuto
puede evitar muchas
lágrimas en el
porvenir”.
En el C.B.C.E.,
pensamos que,
inevitablemente,
tenemos que ir un
poco más allá de la
recomendación del
Espíritu San Luis,
pues mitigando el
dolor tanto como se
pueda – como él
recomendaba – es
prácticamente
inevitable minimizar
la vida del enfermo.
Creemos que a pesar
de eso es legal
evitar los dolores
de las enfermedades
tanto cuanto sea
posible. Es probable
que esa disminución
de dolores pueda
propiciar la
reflexión del
enfermo sobre su
situación más hasta
que cuando el
individuo se
encuentre inmerso en
continuos dolores.
El Consolador: ¿Usted
conoce el Movimiento
Espírita brasileño?
No conozco el
Movimiento Espírita
Brasileño lo
suficiente pero,
aunque a distancia,
tenemos un
sentimiento de
cierta perplejidad
ante la supremacia
de las obras
mediúmnicas de
estilo novelas sobre
las obras de estudio
y análisis de la
doctrina.
El Consolador: ¿Cómo
se desenvuelve el
Movimiento Espírita
en Cuba y en España?
En mí país natal,
que es Cuba, hay
bastantes confusión
con respecto al
Espiritismo, y en
pocos Centros se
hace un estudio
serio de la Doctrina.
Entre esos lugares
donde se estudia con
seriedad está la
Sociedad Espírita
Allan Kardec, de
Holguín, de donde
tengo el placer de
ser miembro, aun a
distancia, porque no
pierdo nunca el
vínculo con las
personas de allí y
mantenemos una
relación de amistad,
de fraternidad.
Siempre que podemos
colaboramos con
algún libro o algún
material que pueda
ser de utilidad para
ellos. Cuando
visitamos Cuba no
dejamos de
visitarlos y cambiar
conocimientos y
experiencias con
ellos.
En España, mi
segundo país,
podemos decir que el
Movimiento Espírita
está poco infiltrado
en el tejido social,
probablemente por
olvido de los
principios morales
de nuestra sociedad,
donde se constanta
una gran presencia
del consumismo
materialista sobre
los valores de la
espiritualidad. Y
creemos que así
ocurre en toda
Europa.
El Consolador:
¿Cuándo y cómo se
origino el
Movimiento Espírita
en España?
En cuanto a los
orígenes del
Movimiento Espírita
en España tenemos
que buscar en el
último tercio del
siglo XIX, cuando el
Sr. José María
Fernandez Colavida
realizó la primera
traducción de las
obras de Kardec para
el idioma español.
Así igual, es de
resaltar que en 1861
ocurrió un “Acto de
Fe” contra libros
espiritistas, como
Kardec relata en
“Obras Póstumas”.
Después de eso, el
Movimiento se
expandió de manera
equilibrada en
España dando lugar a
la fundación de
muchos Centros y a
la publicación de
numerosos periódicos
espíritas. El
momento culminante
fue la celebración
del V Congreso
Espiritista
Internacional en
Barcelona, en 1934.
después, con las
terribles guerras
que asolaron a
España (1936-1939) y
en Europa
(1939-1945) y la
instauración de la
dictadura militar,
el Espirtismo pasó a
ser una idea
duramente reprimida,
que solamente
subsistió en el seno
de algunas familias.
El Consolador: ¿Cómo
ve usted el nivel de
criminalidad y de
violencia que parece
aumentar en Brasil y
en el mundo y cómo
nosotros, espíritas,
podemos cooperar
para que esa
situación sea
alterada?
Creemos, tal y como
se desprende de la
idea espiritista,
que el bien es más
importante que el
mal y que, tarde o
temprano, el bien
sobrepujará en el
mal. También es
verdad que lo malo
es llamativo y
escandaloso
generando siempre
muchisíma más
expectación que
cualquier obra
positiva. Ya Kardec
expresaba esa
inquietud en “El
Libro de los
Espíritus”, en la
pregunta 784: “La
perversidad del
hombre es muy
grande, ¿y no parece
que retrocede en vez
de adelantar, por lo
menos desde el punto
de vista moral? “Tú
te engañas. Observa
bien el conjunto y
obsevarás como
adelanta, pues
comprende mejor lo
que es malo y cada
día reforma abusos.”
En el C.B.C.E.,
pensamos que la
mejor manera de
cooperar en la lucha
contra el mal es el
buen ejemplo de los
espíritas como
buenos ciudadanos,
con un
comportamiento
educado, sensato y
noble y, también,
con la divulgación –
adecuada a las
posibilidades – de
los valores
promovidos por la
moral espírita.
El Consolador: Sobre
los problemas que la
sociedad terrena
está enfrentando,
¿cuál debe ser la
prioridad máxima de
los que dirigen
actualmente el
Movimiento Espírita
en el mundo?
Probablemente,
además de meditar en
los problemas que
enfrenta la sociedad
terrena, habría que
considerar en primer
lugar los problemas
que enfrenta el
Movimiento Espírita.
En el C.B.C.E.,
pensamos que, ante
las divergencias en
el seno del
Movimiento
Espiritista,
deberíamos luchar
por la vuelta a la
esencia de la
doctrina codificada
por Kardec. Eso
debería suponer:
-
Respeto entre
todos los
espiritistas.
-
Ser consciente
de que no se
puede estar de
acuerdo con
todo, por el
hecho de ser
espiritistas.
Como muy bien
ejemplifica
André Luiz (Opinión
Espírita,
Capítulo 9,
“Estar con
todo”):Debemos
tratar con
benevolencia y
suavidad a
aquellos que no
piensan como
nosotros, sin
embargo, con
intenciones de
ser agradables a
ellos no podemos
aceptar sus
preconceptos,
engaños o
impropiedades.
La Doctrina
Espírita está
basada en la
lógica, siendo
por esto que,
para ser
espíritas, es
imposible
evadirnos de
ella.
-
No dejarse
tentar por un
afán de
proselitismo. “Por
mi parte –
dice Kardec en
Qué es el
Espiritismo”,
Primer Diálogo,
El Crítico -,
no doy fuerzas a
nadie para que
se convenza.
Cuando encuentro
personas
sinceramente
hambrientas de
instruirse, y
que me hacen la
honra de pedirme
esclarecimientos,
es para mí un
placer y un
deber
responderles, en
la medida de mis
conocimientos.”
-
Luchar, por
encima de todo,
por el estudio
de la doctrina y
el análisis
minucioso y
desapasionado de
las
comunicaciones
mediúmnicas.
En cuanto a los
problemas de la
sociedad terrena,
los espiritistas
tenemos que
colaborar para el
mejoramiento del
clima moral de la
sociedad como un
todo, trayendo
nuestra modesta
contribución
intentando ser
ciudadanos sensatos,
educados y
defensores de los
valores morales.
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