La obsesión y sus
principales
variedades
Presentamos en esta edición
el tema
nº
123
del Estudio Sistematizado de
la Doctrina Espirita, que
está siendo presentado aquí
semanalmente, de acuerdo con
el programa elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado en
seis módulos y 147 temas.
Si el lector utiliza este
programa para el estudio en
grupo, sugerimos que las
cuestiones propuestas sean
debatidas libremente antes
de la lectura del texto que
a ellas sigue.
Si es destinado solamente
para uso por parte del
lector, pedimos que el
interesado intente
inicialmente responder las
cuestiones y solo después
lea el texto referido. Las
respuestas correspondientes
a las cuestiones presentadas
se encuentran al final del
texto abajo.
Cuestiones
para debate
1. ¿Cuáles son, según
Kardec, las principales
variedades de obsesión?
2. ¿En qué se distingue la
subyugación de la
fascinación?
3. ¿Qué es obsesión simple?
4. ¿Existen otras formas de
obsesión más allá de la más
conocida en que un
desencarnado actúa sobre un
individuo encarnado?
5. ¿Cómo puede un individuo
encarnado obsesar a un
Espíritu desencarnado?
Texto para la
lectura
La obsesión presenta grados
diversos, de lo que resultan
efectos variables
1. Venimos que la obsesión
puede ser entendida como el
dominio que algunos
Espíritus de naturaleza
inferior acostumbran a
ejercer sobre ciertas
personas. Ese dominio
presenta grados variables,
de que resultan efectos
también variables en grado y
complejidad.
2. Las principales
variedades de obsesión son,
según Kardec, la obsesión
simple, la fascinación y la
subyugación:
Obsesión simple:
Se verifica la obsesión
simple cuando un Espíritu
moralmente inferior se
impone a un médium, se
entromete en las
comunicaciones contra la
voluntad del médium, impide
que este se comunique con
otros Espíritus y sustituye
los Espíritus que son
evocados. Cualquier médium,
principalmente cuando le
falta experiencia, puede ser
engañado por Espíritus
apenas intencionados. Lo
que, sin embargo,
caracteriza la obsesión
simple es la persistencia de
un Espíritu en perturbar las
comunicaciones y la
dificultad que el médium
encuentra para librarse de
ese inconveniente.
Fascinación
– La fascinación es
entendida como una ilusión
creada directamente por el
Espíritu en el pensamiento
del médium, inhibido su
discernimiento o su
capacidad de juzgar las
comunicaciones. El médium
fascinado no se considera
engañado. El obsesor
consigue impedirle de
reconocer el engaño, aún
cuando la mistificación es
grosera o ridícula. Las
consecuencias de la
fascinación son más graves,
una vez que el obsesor
dirige la víctima,
haciéndola aceptar las más
absurdas teorías e ideas.
Los Espíritus obsesores son
generalmente, en los casos
de fascinación, bastante
expertos y tramposos.
Subyugación
– La subyugación es una
implicación que anula la
voluntad de la persona,
haciéndola actuar de acuerdo
con la voluntad del obsesor.
El obsesado queda
subordinado a un verdadero
yugo. La subyugación puede
ser moral o corpórea. En el
primer caso, la persona es
obligada a tomar decisiones
casi siempre absurdas y
comprometedoras; en el
segundo caso, el Espíritu
actúa sobre la organización
física, provocando desde
movimientos involuntarios
simples hasta lesiones
graves en el cuerpo del
encarnado.
Hay varias formas de
obsesión, no sólo de
desencarnado sobre encarnado
3. Entendiendo la obsesión
como el dominio de una mente
sobre otra mente, o sea, un
proceso de transmisión
mental, se comprende que
ella puede presentar otras
características además de
aquella hasta aquí
focalizada, o sea, la
actuación de un Espíritu
desencarnado sobre un
encarnado.
4. Existen, en gran número,
personas obsesando a
personas. Se caracterizan
estas por la capacidad que
tienen que dominar
mentalmente aquellos que
eligen como víctimas. Ese
dominio se enmascara con los
nombres de celos, envidia,
pasión o ansia de poder, y
es ejercido muchas veces de
manera tan sutil, que la
persona dominada se juzga
extremadamente amada e
incluso protegida. Se trata
de obsesión de encarnado
sobre encarnado. El marido
que subyuga a la esposa o la
esposa que tiraniza al
marido son expresiones de
ese tipo de obsesión.
5. El mismo drama del
dominio de una mente sobre
otra se desarrolla
igualmente en el plan
espiritual. Es la obsesión
de desencarnado sobre
desencarnado. Situaciones
que ocurren en la
erraticidad son muchas veces
reflejo de aquellas que
ocurren en la Superficie
terrestre, y viceversa.
La obsesión reciproca es una
de las modalidades de
obsesión
6. Si bien pueda parecer
difícil, la obsesión también
ocurre de un Espíritu
encarnado sobre un
desencarnado. Es un hecho
más frecuente del que se
piensa, pues muchas
criaturas humanas se
vinculan obstinadamente a
los entes amados que las
precedieron en el túmulo.
7. Expresiones de amor
egoísta y posesivo llevan a
la fijación mental en
aquellos que desencarnaron,
reteniéndolos a las
reminiscencias de la vida
terrestre, no permitiéndoles
el equilibrio necesario para
enfrentar la nueva situación
en la vida espiritual.
Idéntico proceso se verifica
cuando el sentimiento que
domina al encarnado es de
odio, de revuelta etc.
8. Finalmente, la obsesión
puede asumir aún la
expresión de obsesión
recíproca. Así como las
almas afines y volcadas para
el bien cultivan la
convivencia amiga y
fraterna, existen criaturas
que intercambian vibraciones
de naturaleza inferior con
las cuales se complacen. Es
una especie de obsesión
recíproca, que tanto puede
ocurrir entre encarnados
como entre desencarnados, o
aún entre estos y aquellos.
Respuestas a las cuestiones propuestas
1. ¿Cuáles son, según
Kardec, las principales
variedades de obsesión?
R.: Son la obsesión simple,
la fascinación y la
subyugación.
2. ¿En qué se distingue la
subyugación de la
fascinación?
R.: La fascinación es
entendida como una ilusión
creada directamente por el
Espíritu en el pensamiento
del médium, inhibido su
discernimiento o su
capacidad de juzgar las
comunicaciones. El médium
fascinado no se considera
engañado. El obsesor
consigue impedir de
reconocer el engaño, aún
cuando la mistificación es
grosera o ridícula. La
subyugación es una
implicación que anula la
voluntad de la persona,
haciéndola actuar de acuerdo
con la voluntad del obsesor.
El obsesado queda
subordinado a un verdadero
yugo, que puede ser moral o
corpóreo.
3. ¿Qué es la obsesión
simple?
R.: Se verifica la obsesión
simple cuando un Espíritu
moralmente inferior se
impone a un médium, se
entromete en las
comunicaciones contra la
voluntad del médium, impide
que este se comunique con
otros Espíritus y sustituye
a los Espíritus que son
evocados. Lo que, sin
embargo, caracteriza la
obsesión simple es la
persistencia de un Espíritu
en perturbar las
comunicaciones y la
dificultad que el médium
encuentra para librarse de
ese inconveniente.
4. ¿Existen otras formas de
obsesión además de la más
conocida en que un
desencarnado actúa sobre un
individuo encarnado?
R.: Sí. Entendiendo la
obsesión como el dominio de
una mente sobre otra mente,
o sea, un proceso de
transmisión mental, se
comprende que ella puede
presentar otras formas
además de la mencionada.
5. ¿Cómo puede un individuo
encarnado obsesar a un
Espíritu desencarnado?
R.: La obsesión de un
Espíritu encarnado sobre un
desencarnado es más
frecuente de lo que se
piensa, pues muchas
criaturas humanas se
vinculan obstinadamente a
los entes amados que las
precedieron en el túmulo.
Expresiones de amor egoísta
y posesivo llevan a la
fijación mental en aquellos
que desencarnaron,
reteniéndolos al recuerdo de
la vida terrestre, no
permitiéndoles el equilibrio
necesario para enfrentar la
nueva situación en la vida
espiritual. Idéntico proceso
se verifica cuando el
sentimiento que domina el
encarnado es de odio,
revuelta etc.
Bibliografia:
A Gênese,
de Allan Kardec, cap.
XIV, itens 45 a 49.
O Livro dos Médiuns,
de Allan Kardec, itens 237 a
254.
Obras Póstumas,
de Allan Kardec, 1a
parte, item 58.
Nos Bastidores da Obsessão,
de Manoel Philomeno de
Miranda, psicografado por
Divaldo P. Franco, pp. 28 e
29.
Obsessão/Desobsessão,
de Suely Caldas Schubert,
pp. 34 a 41.