La moral cristiana
Presentamos en esta edición
el tema
nº
137
del Estudio Sistematizado de
la Doctrina Espirita, que
está siendo presentado aquí
semanalmente, de acuerdo con
el programa elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado en
seis módulos y 147 temas.
Si el lector utiliza este
programa para el estudio en
grupo, sugerimos que las
cuestiones propuestas sean
debatidas libremente antes
de la lectura del texto que
a ellas sigue.
Si es destinado solamente
para uso por parte del
lector, pedimos que el
interesado intente
inicialmente responder las
cuestiones y solo después
lea el texto referido. Las
respuestas correspondientes
a las cuestiones presentadas
se encuentran al final del
texto abajo.
Cuestiones
para debate
1. ¿Cuáles son las virtudes
que, según Kardec, resumen
la moral enseñada por Jesús?
2. ¿Qué importancia tiene
para nosotros la práctica de
la caridad, según las
enseñanzas de Jesús?
3. La caridad no se limita a
la limosna. ¿Cuál es el
concepto de caridad en la
visión de los Espíritus
superiores?
4. ¿Mencione algún pasaje
evangélico en que el amor al
prójimo y la caridad estén
claramente mencionados por
Jesús?
5. ¿Qué contiene el Sermón
de la Montaña y en cuál
evangelio él es presentado
en su totalidad?
Texto para la
lectura
La moral de Jesús se resume
en la caridad y en la
humildad
1. En el decir de Cairbar
Schutel, Jesús fue el mayor
revolucionario que apareció
en el mundo. Espíritu
incomparable en sabiduría y
en virtudes, fue Él escogido
por Dios para traer la ley
de la reforma social a la
Tierra a fin de que puedan
imperar en el hogar, en la
sociedad y en las
naciones los preceptos de
amor recíproco en plena
actividad para la evolución
de la Humanidad. La
revolución cristiana, según
Cairbar, “es la
exterminación del odio y la
proclamación del amor; es la
bandera de la fraternidad
universal, flotando en la
Inteligencia, bajo la
paternidad de Dios”.
2. Los principios esenciales
de la doctrina cristiana se
hallan claramente enunciados
en el Evangelio. Para Jesús,
toda la religión, toda la
filosofía, en una sólo
palabra, consisten en el
amor. Bajo la suave y tierna
palabra de Cristo,
impregnada toda ella del
sentimiento de la
naturaleza, su doctrina se
reviste de un encanto
irresistible y penetrante.
Saturada de tierna solicitud
por los débiles y por los
desheredados, glorifica la
pobreza y la simplicidad y
enseña que la riqueza es un
estorbo capaz de impedir los
vuelos del alma y retenerla
lejos del reino de Dios. La
renuncia, la humildad, al
contrario, desatan esos
lazos y facilitan el ascenso
de la criatura humana para
la luz.
3. La doctrina evangélica
atravesó los siglos como la
expresión máxima del
espiritualismo, el supremo
remedio para los males
terrestres, la consolación
de las almas afligidas en la
travesía de la vida,
sembrada de tantas lágrimas
y angustias. La Buena Nueva
resuma
esperanza, pues es la
historia del hombre
angustiado que suplica y, en
la medida en que pide,
recibe la respuesta de Jesús
en forma de socorro
consolador incesante, como
una dádiva de Dios para la
liberación del ser.
4. Kardec enseña que toda la
moral de Jesús se resume en
la caridad y en la humildad,
es decir, en las dos
virtudes contrarias al
egoísmo y al orgullo. Con
efecto, en todas sus
enseñanzas, el
Maestro apunta la caridad y
la humildad como siendo las
virtudes que conducirán al
hombre a la eterna
felicidad, al tiempo que no
se cansa de combatir el
orgullo y el egoísmo.
Jesús indica la caridad como
condición absoluta de la
felicidad futura
5. En lo tocante a la
caridad, es bueno que se
resalte, Jesús no se limitó
a recomendarla, sino que la
colocó claramente y en
términos explícitos como la
condición absoluta de la
felicidad futura, de lo que
se concluye que siendo
caritativos y humildes
estaremos viviendo el
Cristianismo en su sentido
más amplio, que es la
práctica de la ley del amor.
6. La caridad, como bien
sabemos, no se restringe a
la limosna o a la
beneficencia, porque ella
debe comprender todas las
relaciones en que nos
hallamos con nuestros
semejantes, sean ellos
nuestros inferiores,
nuestros iguales o nuestros
superiores.
Como explicaron los
Espíritus superiores, la
caridad, tal como a entendía
Jesús, significa
benevolencia para con todos,
indulgencia para con las
imperfecciones de los otros,
perdón de las ofensas:
• Benevolencia con
todos porque somos todos
hermanos y es así que
nuestro Padre desea que nos
tratemos.
• Indulgencia para
con los otros porque, como
nosotros aún cometemos
muchos errores, necesitamos
también de la indulgencia
ajena.
• Perdón de las
ofensas porque la actitud
contraria al perdón hace mal
a aquel que no consigue
perdonar.
7. Aunque Jesús recurriera
casi siempre al recurso de
las parábolas, porque no
todos poseían evolución
espiritual necesaria para
asimilar las verdades
evangélicas en toda su
profundidad,
el Maestro no dejó duda
alguna sobre la necesidad de
la caridad y del amor al
próximo como condiciones
para el ingreso de la
criatura humana en el
llamado Reino de los cielos.
8. Recordemos, a propósito
de eso, las enseñanzas que
siguen:
• “Ni todos los que
dicen: ¡Señor, Señor!
entrarán en el reino de los
cielos; sino los que hacen
la voluntad de mi Padre que
está en los cielos.” (Mateo,
7:21.)
• “Así, todo aquel
que oye mis palabras y las
pone en práctica, será
semejante a un hombre
juicioso, que construye su
casa sobre la roca. Cae la
lluvia, corren las aguas
sucias, soplan los vientos
que se lanzan contra esa
casa. Pero ella no cae,
porque está construida sobre
la roca.” (Mateus, 7:24-25.)
• “Por lo tanto, todo
lo que queréis que los otros
os hagan, haced lo mismo
también vosotros a ellos: en
eso está la Ley y los
Profetas.” (Mateus, 7:12.)
• “Entonces, el rey
dirá a los que estén a su
derecha: ¡Venid, benditos de
mi Padre! Recibid en
herencia el Reino que os
está preparado desde la
creación del mundo.
Porque tuve hambre y me
diste de comer. Tuve sed y
me diste de beber. Era
extranjero y me acogisteis.
Estaba desnudo y me
vestisteis, enfermo y me
visitasteis, en la prisión y
vinisteis a verme.” (Mateo,
25:34-36.)
El Sermón de la Montaña
contiene la síntesis de las
enseñanzas morales del
Cristo
9. No podemos, por fin,
dejar de mencionar el Sermón
de la Montaña, que el
evangelista Mateo registró
en los capítulos 5, 6 y 7 de
su evangelio, en el cual
Jesús compuso, con la
simplicidad de la sabiduría
auténtica y con la
profundidad de la verdad
revelada, una síntesis de
las leyes morales que rigen
la evolución humana.
10. En el Sermón de la
Montaña nos deparamos con
cinco temas principales:
• El espíritu que
debe animar a los hijos del
Reino
• El espíritu con que
deben ellos cumplir las
leyes y las prácticas del
judaísmo
• El desprendimento
de las riquezas
• Las relaciones con
el prójimo
• La necesidad de
entrar en el Reino por una
decisión valiente que se
traduzca en actos.
11. Gandhi, el inolvidable
líder hindú, afirmó cierta
vez que el Sermón de la
Montaña es la más bella
página de la Humanidad y que
por sí sólo preservaría los
patrimonios espirituales
humanos, aunque se perdieran
los libros sagrados de todas
las religiones.
Respuestas a las cuestiones propuestas
1. ¿Cuáles son las virtudes
que, según Kardec, resumen
la moral enseñada por Jesús?
Kardec enseña que toda la
moral de Jesús se resume en
la caridad y en la humildad,
esto es, en las dos virtudes
contrarias al egoísmo y al
orgullo.
2. ¿Qué importancia tiene
para nosotros la práctica de
la caridad, según las
enseñanzas de Jesús?
Jesús no se limitó a
recomendar la práctica de la
caridad, sino que la colocó
claramente y en términos
explícitos como la condición
absoluta de la felicidad
futura, por lo que se
concluye que siendo
caritativos y humildes
estaremos viviendo el
Cristianismo en su sentido
más amplio, que es la
práctica de la ley del amor.
3. La caridad no se limita a
la limosna. ¿Cuál es el
concepto de caridad en la
visión de los Espíritus
superiores?
Conforme la explicación dada
por los Espíritus
superiores, la caridad, tal
como la entendía Jesús,
significa benevolencia para
con todos, indulgencia para
con las imperfecciones de
los otros, el perdón de las
ofensas.
4. Mencione algún pasaje
evangélico en que el amor al
prójimo y la caridad estén
claramente mencionados por
Jesús.
He ahí tres conocidos
pasajes del Evangelio que
tratan de forma explícita
del asunto referido: 1)
“Así, todo aquel que oye mis
palabras y las pone en
práctica, será semejante a
un hombre juicioso, que
construye su casa sobre la
roca. Cae la lluvia, corren
las aguas sucias, soplan los
vientos que se lanzan contra
esa casa. Pero ella no se
desmorona, porque está
construida sobre la roca.”
(Mateo, 7:24-25).
“Por tanto, todo lo que
queráis que los otros os
hagan, haced lo mismo
también vosotros a ellos: en
eso está la Ley y los
Profetas.” (Mateo, 7:12). 3)
“Entonces, el rey dirá a los
que estuvieran a su derecha:
¡venid, benditos de mí
Padre! Recibid en herencia
el Reino que os está
preparado desde la creación
del mundo.
Porque tuve hambre y me
diste de comer. Tuve sed y
me diste de beber.
Era extranjero y me
acogisteis. Estaba desnudo y
me vestisteis, enfermo y me
visitasteis, en la prisión y
me viniste a ver.” (Mateo,
25: 34-36)
5. ¿Qué contiene el Sermón
de la Montaña y en cuál
evangelio él es presentado
en su totalidad?
En el Sermón de la Montaña,
que contiene una síntesis de
las enseñanzas de Jesús, nos
deparamos con cinco temas
principales: el espíritu que
debe animar a los hijos del
Reino; el espíritu con que
deben ellos cumplir las
leyes y las prácticas del
judaísmo; el desprendimiento
de las riquezas; las
relaciones con el prójimo;
la necesidad de entrar en el
Reino por una decisión
valiente que se traduzca en
actos. El Sermón está
contenido por entero en los
cap. 5 a 7 del Evangelio de
Mateo.
Bibliografia:
O Evangelho
segundo o Espiritismo,
de Allan
Kardec, capítulos I e XV.
O Livro dos
Espíritos,
de Allan
Kardec, questões 886 a 889.
A Bíblia de
Jerusalém,
publicada por
Edições Paulinas.
Cristianismo
e Espiritismo,
de Léon
Denis, pp. 37 a 46.
Pontos e
Contos,
de Irmão X,
psicografado por Francisco
Cândido Xavier, p. 21.
O Espírito do
Cristianismo,
de Cairbar Schutel, pp. 125
a 127.
A Voz do
Monte,
de Richard
Simonetti, p. 12.
Em Torno do
Mestre,
de Vinícius,
p. 229.
Luz do Mundo,
de Amélia
Rodrigues, psicografado por
Divaldo P. Franco, p. 14.