(publicados por
la FEEES); “Manual
para hablar en
público”, como
coautora con Leila
Brandão y Cylene
Guida (publicado en
2004 por la Editora
Celeiro, RJ);
“Manual para Padres
y Profesores de
Adolescentes”, como
coautora con Leila
Brandão (publicado
en el 2005 por la
Editora Celeiro);
“La muerte no es de
esa forma”, como
coautora con Leila
Brandão y Cylene
Guida (publicado en
el 2008 por la
Editora CELD – RJ),
Dalva convivió
directamente con el
trabajo del notable
investigador
espírita Lamartine
Palhano Júnior, como
el lector podrá ver
por sus respuestas a
las preguntas que
componen la presente
entrevista. |
El Consolador:
Sitúe al
ciudadano
Lamartine
Palhano para el
lector, haciendo
una síntesis
biográfica,
espírita y
profesional del
añorado
compañero.
Lamartine
Palhano Júnior
fue uno de los
más brillantes
investigadores
del Espiritismo
en Brasil. Nació
en Coronel
Fabriciano-MG en
15/12/1946,
pero, desde
niño, vivía en
Vitória-ES.
Estaba enamorado
por la Doctrina
Espírita.
A los 18 años,
ya colaboraba
activamente con
el equipo del
DIJ de la
Federación
Espírita del
Estado del
Espírito Santo,
en los años de
1964. Su vida
académica fue
muy productiva:
se graduó
en farmacia,
tenía master en
el área de
bacteriología y
doctorado en
ciencias por la
Universidad
Federal do Rio
de Janeiro. Se
destacaron sus
estudios sobre
la tuberculosis
y los artículos
que
publicó en
revistas
científicas
internacionales.
Fue profesor de
microbiología y
patología en
Universidades
del Estado do
Espírito Santo.
El Consolador:
¿Usted lo
conoció
personalmente?
Conocí a Palhano
después que
llegué a
Espírito Santo,
en 1982, en las
reuniones de
domingo de la
Casa Espírita
Cristiana (Vila
Vieja). Nos
hicimos amigos
más tarde, en
1988, cuando él
estuvo en la
Comunidad
Espírita
Esperanza
(Vitória), para
el lanzamiento
de su libro “La
Verdad de
Nostradamus”. En
esa oportunidad,
me invitó para
participar de
una
investigación
que tenía que
ver con mi área
de actuación.
Me relató que
estaba reuniendo
textos poéticos
dictados por los
artistas
“muertos” a
varios médiums,
con la finalidad
de elaborar un
análisis
comparado de los
textos. El
objetivo
era mostrar la
permanencia de
aspectos del
estilo
individual de
los poetas en
las
composiciones
mediúmnicas, lo
que, entonces,
probaría la
veracidad de la
autoría afirmada
por los médiums,
comprobando la
supervivencia
del alma al
fenómeno de la
muerte. Me
entusiasmé con
la idea y
pasamos a
trabajar juntos
en ese y en
otros proyectos.
Esa
investigación
fue, más tarde
publicada, se
trata del libro
“La inmortalidad
de los poetas
muertos”.
El Consolador:
¿Cuántos y
cuáles libros
publicó él?
Es difícil
relacionar todas
las obras,
especificando
año y editora,
porque son
muchas. Palhano
produjo obras de
cuño diverso,
para lectores
diferentes,
comprendiendo su
producción desde
los lectores
pequeños hasta
el lector
maduro,
el estudioso y
el investigador.
De entre otras,
escribió: La
verdad de
Nostradamus;
Rosma, el
Fantasma de
Hydesville;
Eusápia, la
hechicera;
Trance y
Mediumnidad; La
Carta de Tiago;
La Estrella de
Belén; Jesús a
los 12 años; El
Sueño de
Aurélio; El
pastorcillo de
Belén: Maria de
Nazaret en la
voz de los
poetas (en
co-autoría con
Walace F. Nieves
y Amira Mattar);
Dossiê Jeronymo
Ribeiro y
Fenelon Barbosa
(en co-
autoría con
Walace F.
Nieves); A los
efesios; A los
gálatas, La
carta de la
redención; El
diario de un
espírita; Las
llaves del
reino; Dossiê
Peixotinho;
Evocando los
espíritus; Juan
Bautista, el
profeta de
Cristo; Laudos
espíritas
de la locura; El
libro de la
plegaria; El
significado
oculto de los
sueños;
Reuniones
mediúmnicas;
Viajes psíquicos
en el tiempo.
Tres obras
resultaron de
trabajos de los
que participé
con mucha
alegría:
Espiritismo,
Religión
natural;
Magnetismo
curador e
Inmortalidad de
los poetas
muertos. Algunos
de esos libros
fueron
publicados por
la Lachâtre,
otros por el
CELD.
El Consolador:
¿Cuál es el
origen de esos
libros? ¿Qué
motivó las
publicaciones?
Palhano tenía
una gran
motivación para
estudiar
continuamente y
compartir
conocimientos.
Pienso que ese
fue el origen de
los libros que
escribió: el
deseo de
compartir todo
lo que aprendía
en sus
investigaciones.
Es preciso decir
que eso lo llevó
a fundar la
FESPE (Fundación
Espíritu-Santense
de Investigación
Espírita) y el
CIPES (Círculo
de Investigación
Espírita del
Espírito Santo),
instituciones
que se hicieron
marco de la
investigación
espírita en
Brasil. En todo
el tiempo que
con él trabajé,
pude constatar
la fuerza de su
idealismo y de
su amor a la
Doctrina. “El
Espiritismo ha
sido una bandera
que me apunta el
cielo, teniendo
a la vez su
mástil clavado
en la Tierra”,
afirmaba él.
El Consolador:
¿Cuál de ellos
considera usted
más expresivos?
Él produjo
libros que
atendían a los
diversos centros
de interés que
el impulsaba; no
da para destacar
uno en la
extensa
bibliografía que
dejó y es
difícil destacar
un aspecto como
más expresivo de
la contribución
de él al
movimiento
espírita, porque
él actuaba en
muchos frentes:
evangelización,
campañas,
cursos, visitas
fraternas,
trabajos
mediúmnicos,
acción de
departamentos,
investigaciones,
producción de
artículos y
libros, en fin,
era un gran
trabajador de
nuestra siembra.
El Consolador:
¿Cómo era el
grupo a que él
se vinculaba y
en el cual
realizaba sus
experiencias?
La Fundación
Espírito-Santense
de Investigación
Espírita era una
institución
espírita "sui
generis", porque
no era un centro
espírita o un
instituto, sino
una entidad,
cuyos objetivos
principales se
dirigían
exclusivamente
a la
investigación y
a la divulgación
del Espiritismo;
una institución
fomentadora del
pensamiento
espírita en
todos sus
aspectos, por lo
tanto.
Participamos
activamente de
las actividades
de la FESPE,
desde su
fundación,
Walace Fernando
Nieves, Mario
Alberto Pereira
de Castro
júnior, Amira
Mattar Pereira
de Castro, Elza
Valadão
Archanjo, Hélio
Bergo, Maria
Yonnita Feitosa
de Aguiar, Júlio
David Archanjo,
José Eustáquio
Drumond y yo. En
sus pocos años
de trabajo, esa
institución
compuso un
considerable
acervo de
producciones
dentro del
Movimiento
Espírita
Estatal,
Nacional y se
expandió para el
exterior, con
miras a su
participación en
el Congreso
Mundial de
Espiritismo en
Madrid
(noviembre de
1992), cuando la
profesora Maria
del Carmo
Schneider
presentó una
investigación
suya, que tuvo
el apoyo
de la FESPE,
relacionada a la
ideas espíritas
en la producción
poética de
Victor Hugo y la
tesis
“Espiritismo –
Religión
Natural”,
trabajo que
Palhano y yo
elaboramos.
El Consolador:
¿Cuál es el
aspecto más
importante de
las
investigaciones
que él
realizaba?
Era la
coherencia con
la base
doctrinaria, la
fidelidad al
Pentateuco
kardecista.
El Consolador:
Cite algún caso
importante de la
vida personal
espírita de
Palhano.
Palhano pasó un
periodo de gran
sufrimiento,
pues fue
acometido de un
cáncer que le
impuso un
tratamiento
difícil, pero
ese periodo de
dolor no lo
abatió o
inmovilizo; al
contrario, fue
justamente
en ese periodo
que él tuvo la
idea de crear
todo el
movimiento de
investigación,
reuniendo en
torno a sí
personas también
motivadas a
realizar ese
trabajo en pro
del Espiritismo.
El Consolador:
De las
investigaciones
realizadas,
¿cuál destaca
usted?
Los trabajos que
nacieron del
laboratorio
mediúmnico
montado por él,
cuando fue
Director del
Departamento de
Orientación
Mediúmnica de la
Federación
Espírita del
Estado. Fueron
muchos los
libros, pero
creo que se
pueden destacar:
Laudos Espíritas
de la Locura,
Viajes Psíquicos
en el Tiempo, El
Libro de la
Plegaria, Trance
y Mediumnidad y
Reuniones
Espíritas.
El Consolador:
¿Algo más que le
gustaría añadir?
Ese gran
compañero, cuya
partida para el
Mundo Espiritual
se dio el año
2000, dejó una
laguna inmensa y
una gran
nostalgia, pero
Palhano
permanece con
nosotros, no
sólo en la
extensa
bibliografía que
dejó, sino
también en los
mensajes que
frecuentemente
nos envía por la
mediumnidad de
diferentes
compañeros de
tareas, dándonos
ciencia de que,
traspasada la
última frontera,
entró en una
etapa nueva de
trabajo y
prosigue en
actividad, ahora
sin las
dificultades y
límites con los
cuales se
enfrento aquí y
tan bien supo
superar.
El Consolador:
Sus palabras
finales.
Sería
interesante que
todos nosotros
buscáramos
rescatar la
memoria de
aquellos que se
dedicaron al
Espiritismo como
Palhano hizo,
para que
podamos, a
nuestra vez,
proseguir,
empuñando la
bandera que tan
valientemente
ellos portaron,
contribuyendo
así para que la
Doctrina
Espírita cumpla
su finalidad de
renovación del
ser humano.
|