Actos de los Apóstoles
Quinto
libro del Nuevo Testamento
Lucas (Discípulo de
Pablo)
(Parte 3)
Damos continuidad en esta
edición al Estudio
Sistematizado del Nuevo
Testamento, que comprenderá
el estudio de los Evangelios
de Mateo, Marcos, Lucas y
Juan y del libro Actos de
los Apóstoles. El estudio
está basado en la versión del Nuevo
Testamento que el lector
puede consultar a partir de
este link: http://www.bibliaonline.con.br/tb.
Las respuestas
correspondientes a las
cuestiones presentadas se
encuentran a finales del
texto de abajo.
Cuestiones
para el debate
1. ¿Quién fue Gamaliel y que
dijo él a favor de los
apóstoles?
2. Sueltos por intercesión
de Gamaliel, y obligados a
no hablar más en el nombre
de Jesús, ¿qué conducta
tuvieron los apóstolos?
3. Como el trabajo hubo
crecido mucho, los apóstoles
decidieron designar siete
varones de buena reputación
para ayudarlos. ¿Quiénes
fueron los siete compañeros
elegidos por los discípulos?
4. ¿Por qué Esteban fue
apresado y llevado al
consejo presidido por el
sumo sacerdote?
5. Acusado delante del
consejo, ¿Esteban se
defendió?
Texto para la lectura
10. Muchos prodigios y
curas son obtenidos por los
discípulos - Los
discípulos que habían sido
dispersados iban de lugar en
lugar anunciando el
Evangelio. Fue así que
Felipe descendió a una
ciudad de Samaria, donde
anunció a Cristo e hizo
muchos prodigios que el
pueblo consideraba milagros:
Espíritus impuros salían de
muchos posesos, paralíticos
volvían a andar, cojos
quedaban curados. (N.R.:
En nota puesta por Ediciones
Loyola en su edición del
Nuevo Testamento,
se dice que ese Felipe no
era uno de los doce
apóstoles, pero sí uno de
los siete auxiliares
escogidos por los
discípulos, mencionado
inmediatamente tras Esteban
en la lista constante del
capítulo 6, versículo 5, del
libro de Actos.)
(Actos, 8:4 a 8:7.)
11. Simón, el hechicero,
ofrece dinero en pago del
don revelado por Pedro y
Juan - Había en Samaria
un hechicero profesional,
llamado Simón, que, viendo
las curas promovidas por
Felipe, quedó maravillado y
llegó hasta a ser bautizado.
Cuando Pedro y Juan
impusieron las
manos sobre algunos
samaritanos y estos
recibieron el Espíritu
Santo, el hechicero ofreció
dinero a los apóstoles,
diciendo: “Dadme ese poder a
mí también, para que reciban
el Espíritu Santo las
personas sobre quienes yo
imponga las manos”. Pedro le
respondió: “¡Que seas
condenado tú con tu dinero,
porque creíste que podías
comprar el don de Dios con
dinero! De modo alguno
tendrás parte en ese poder,
porque tu corazón no está
bien intencionado delante de
Dios. Cambia de idea sobre
esta tu maldad y pide perdón
al Señor. Tal vez Él perdone
ese pensamiento que
alimentaste dentro de ti.
Veo que estás lleno de
envidia amarga como la hiel,
y prendido en los lazos de
la maldad”. Simón,
arrepentido con lo que hubo
dicho, le suplicó: “Pedí por
mí al Señor, para que no me
ocurra nada de lo que
acabáis de decir”. (N.R.:
De esa oferta poco decorosa
de Simón se originó la
palabra simonía.)
(Actos, 8:9 a 8:13, 8:17 a
8:25.)
12. Felipe bautiza a un
trabajador etíope -
Obedeciendo a la orden de un
ángel del Señor, que le
recomendó ir rumbo al Sur,
por la carretera que iba de
Jerusalén a Gaza, Felipe
partió inmediatamente. En el
camino, él encontró a un
alto trabajador etíope, de
la corte de Candace,
reina de Etiopía, que le
había entregado la guardia
de todos sus tesoros.
Habiendo ido a Jerusalén
para orar en el templo, el
hombre volvía leyendo al
profeta Isaías, sentado en
su carruaje. Un Espíritu
dijo a Felipe que se
aproximase al carruaje.
Notando que el operario leía
al profeta Isaías, Felipe le
preguntó: “¿Por casualidad
comprendes lo que lees?” El
hombre respondió: “¿Cómo
puedo comprender sin que
alguien me explique?” El
tramo de la Escritura que él
leía era este: Como una
oveja fue llevado para ser
matado, y como un cordero
cambio delante del
trasquilador, él no abre su
boca. Fue humillado porque
le negaron la justicia.
¿Quién podrá enumerar su
descendencia? Porque su vida
está para ser quitada de la
tierra. El eunuco preguntó a
Felipe: “Por favor, ¿a quién
se refiere el profeta en
este pasaje? ¿A sí mismo o a
otro?” Felipe le explicó la
lección y, partiendo de ese
texto de la Escritura, le
anunció la buena nueva
acerca de Jesús. Más al
frente, encontrando agua en
el camino, el eunuco,
encontrando agua en el
camino, el eunuco pidió que
fuera bautizado y Felipe lo
atendió. Después que
salieron del agua, el
Espíritu del Señor arrebató
a Felipe, que no más fue
visto por el operario
etíope. Felipe llegó a la
ciudad de Azoto y de allá
prosiguió hasta Cesárea,
anunciando por donde pasaba
la buena nueva. (Actos,
8:26 a 8:40.)
13. Saulo es aconsejado a
seguir para Tarso, su ciudad
natal - Después de los
hechos ocurridos en Damasco,
en que recuperó la visión
con la ayuda de Ananias,
Saulo llegó a Jerusalén y
buscó juntarse a los
discípulos del Señor. Todos,
sin embargo, tenían miedo de
él y no creían que él
también fuera discípulo.
Entonces Bernabé lo acogió y
lo presentó a los apóstoles,
contándoles cómo, durante el
viaje, Saulo había visto y
oído al Señor y las
predicaciones por él hechas
en Damasco, donde hubo
hablado abiertamente en
nombre de Jesús. Desde
entonces, Saulo quedó con
ellos en Jerusalén y andaba
libremente por todas partes,
predicando abiertamente el
nombre del Señor. Como los
judíos hubieran tramado
contra la vida de él, sus
hermanos lo llevaron hasta
Cesárea y de allá lo
hicieron seguir para Tarso,
su ciudad natal. En esa
época la Iglesia vivía en
paz, en Judea, en Galilea y
en Samaria, y crecía gracias
al apoyo del Espíritu Santo.
(Actos, 9:26 a 9:31.)
Respuesta a las preguntas
propuestas
1. ¿Quién fue Gamaliel y qué
dijo él a favor de los
apóstoles?
Gamaliel era fariseo y
doctor de la ley, venerado
por todo el pueblo. He ahí
sus palabras: Hombres
israelitas, acautelaos
acerca de lo que habéis de
hacer a estos hombres,
porque antes de estos días
se levantó Teudas, diciendo
ser alguien; a este se juntó
el número de unos
cuatrocientos hombres; el
cual fue muerto, y todos los
que le dieron oídos fueron
dispersos y reducidos a
nada. Tras este se levantó
Judas, el galileo, los días
del alistamiento, y llevó
mucho pueblo después de sí;
pero también este pereció, y
todos los que le dieron
oídos fueron dispersos. Y
ahora os digo: Dad de mano a
estos
hombres, y dejadlos, porque,
si este consejo o esta obra
es de hombres, se deshará,
pero, si es de Dios, no
podréis deshacerla; para que
no ocurra seáis también
hallados combatiendo contra
Dios. (Actos, 5:33 a
5:39.)
2. Soltados por intercesión
de Gamaliel, y obligados a
no hablar más en el nombre
de Jesús, ¿qué conducta
tuvieron los apóstolos?
Primero, ellos se retiraron
de la presencia del consejo,
se regocijaron de haber sido
juzgados dignos de padecer
afrenta por el nombre de
Jesús. Después, todos los
días, en el templo y en las
casas, no cesaban de enseñar
y de anunciar a Jesucristo,
o sea, no obedecieron la
órdenes del Sanedrín.
(Actos, 5:40 a 5:42.)
3. Como el trabajo hubo
crecido mucho, los apóstoles
decidieron designar siete
varones de buena reputación
para ayudarlos. ¿Quiénes
fueron los siete compañeros
elegidos por los discípulos?
Los compañeros escogidos
fueron Esteban, hombre lleno
de fe y del Espíritu Santo,
Felipe, Prócoro, Nicanor,
Timón, Parmenas y Nicolás,
prosélito de Antioquia.
(Actos, 6:2 a 6:6.)
4. ¿Por qué Esteban fue
apresado y llevado al
consejo presidido por el
sumo sacerdote?
Crecía la palabra de Dios y
en Jerusalén se multiplicaba
mucho el número de los
discípulos. Mientras
Esteban, lleno de fe y de
poder, hacía prodigios y
grandes señales entre el
pueblo. Por envidia y
despecho, algunos hombres
fueron, entonces, sobornados
para que dijeran haber oído
a Esteban proferir palabras
blasfemas contra Moisés y
contra Dios. Llevado al
consejo, se presentaron
falsos testigos que decían:
Este hombre no cesa de
proferir palabras blasfemas
contra este santo lugar y la
ley; porque nosotros le
oímos decir que Jesús
Nazareno ha de destruir este
lugar y cambiar las
costumbres que Moisés nos
dio. (Actos, 6:7 a 6:15.)
5. Acusado delante del
consejo, ¿Esteban se
defendió?
Sí. Primero, él relató la
historia del pueblo hebreo
desde Abrahán hasta Salomón,
así como las persecuciones
que sufrieron los diferentes
profetas a lo largo de los
años. Después, él dijo de
modo incisivo: Hombres de
dura cabeza, e incircuncisos
de corazón y oído, vosotros
siempre resistís al Espíritu
Santo; así vosotros sois
como vuestros padres. ¿Cuál
de los profetas no
persiguieron vuestros
padres? Hasta mataron a los
que anteriormente anunciaron
la venida del Justo, del
cual vosotros ahora fuisteis
traidores y homicidas;
vosotros, que recibisteis la
ley por orden de los
ángeles, y no la
guardasteis. Oyendo esto,
sus inquisidores se
enfurecieron en sus
corazones, pero él, estando
lleno del Espíritu Santo,
fijando los ojos en el
cielo, vio la gloria de Dios
y Jesús, que estaba a la
derecha de Dios, y dijo: He
ahí que veo los cielos
abiertos, y el Hijo del
hombre, que está en pie a la
mano derecha de Dios. En ese
punto, sus adversarios
gritaron con gran voz,
taparon sus oídos, y
arremetieron unánimes contra
él y, expulsándolo de la
ciudad, lo apedrearon.
(Actos, 7:1 a 7:59.)