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Editorial Português   Inglês    
Año 6 291 – 16 de Diciembre de 2012
Traducción
Elza Ferreira Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 

Doctrina espirita y movimiento espirita son cosas distintas


Es importante que recordemos siempre a los que nos leen que es clara la distinción entre doctrina espirita y movimiento espirita. La primera comprende los principios y el cuerpo doctrinario del Espiritismo, cuya codificación debemos a Allan Kardec. Movimiento espirita es resultado de la conjugación de los esfuerzos de los adeptos del Espiritismo con el objetivo de su propagación y consecuente aplicación. 

La doctrina espirita está consustanciada en las obras fundamentales del Espiritismo, sobre todo en el llamado Pentateuco Kardequiano. El movimiento espirita se expresa en las actividades de todos los que – aquí, allí y más allá – divulgan, propagan y buscan poner en práctica la doctrina espirita. 

Nos referimos a este asunto porque no toca al Espiritismo contestar por equívocos cometidos por aquellos que tienen bajo su responsabilidad la conducción del movimiento espirita, quiera en el ámbito federal, estadual o regional.  

A veces ocurren, dentro de las instituciones que coordinan el movimiento espirita, situaciones o problemas que no tienen ningún respaldo en lo que la doctrina espirita enseña o aconseja. Además, ese entendimiento es aplicable a las diferentes instituciones que conocemos. Nadie culpará la Medicina por la mala conducta de un médico negligente, o el Derecho, por la acción delictuosa de un abogado. 

Hay, aún, en determinadas localidades, sociedades o grupos espiritas que hacen cuestión de aislarse y en nada contribuyen para que el trabajo del movimiento espirita en su ciudad logre éxito, como si hubiera, en eses casos, una disputa para ver quien es más competente, un hecho incomprensible en tratándose de movimiento espirita. 

Si, a veces, determinada institución enfrenta dificultades, sea de orden financiera, administrativa o doctrinaria, es un hecho fuera de lo común que ella reciba ayuda de sus hermandades, aunque se localicen en la misma ciudad. Y no estamos hablando del antagonismo que muchas veces colocan en posiciones divergentes esas mismas instituciones.  

Allan Kardec dice, oportunamente, que uno de los mayores obstáculos a la expansión del movimiento espirita sería “la falta de unidad”. Debido a eso, él nos recomendó de manera expresa: “Todos deben concurrir, aunque por vías diferentes, para el objetivo común, que es la investigación y la propaganda de la verdad. Los antagonismos, que no son más que el efecto del orgullo sobrexcitado, sólo podrán perjudicar la causa, que unos y otros pretenden defender”. (El Libro de los Médium, ítem 348.)   

Con ese objetivo, el Codificador destacó la importancia de la confraternización y de los contactos frecuentes entre las diferentes sociedades o grupos espiritas, como un factor relevante para el fortalecimiento general. “Esos grupos, correspondiéndose entre sí, visitándose, permutando observaciones, pueden, desde ahora, formar el núcleo de la gran familia espirita, que un día asociará todas las opiniones y unirá los hombres por un único sentimiento: lo de la fraternidad, trayendo el cuño de la caridad cristiana.” (L.M., ítem 334.)  

Se ve, así, que el dinamismo del movimiento espirita no adviene tan solamente de la divulgación doctrinaria por medio de los libros y de las publicaciones de la prensa espirita, pero es fruto, igualmente, de los encuentros fraternos, de los congresos, de los eventos vueltos a los niños, jóvenes y adultos, los cuales nos toca apoyar siempre, en atención a las directrices propuestas por Kardec, a que nos referimos.    



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita