tiempos en el
Departamento de
Mediumnidad de
la Federación
Espírita
Amazonense. Por
las respuestas
dadas en esta
entrevista será
posible al
lector percibir
la dimensión de
su vivencia en
el medio
espírita. |
¿Cuál es su
experiencia
viviendo ahora
en el singular
Estado de
Amazonas?
Estar en las
tierras del gran
cacique
Ajuricaba es un
gran honor, una
deferencia
inexpresable. Ha
sido una
experiencia
enriquecedora,
muy diferente,
que contrasta
con lo que
habíamos
vivenciado hasta
entonces en
Pozos de
Caldas-MG y Mogi
das Cruzes-SP,
pero resumiendo
es una
oportunidad sin
par en todos los
sentidos:
personal,
espiritual,
moral y
profesional.
¿Cuál es el
perfil del
movimiento
espírita en el
Estado,
considerando el
aspecto
geográfico?
Amazonas es un
gran gigante
verde, con más
de millón y
medio de km2.
Posee 62
municipios. Como
frontera, limita
con 5 estados y
3 países, y está
cubierto en su
inmensa
extensión por
grandes ríos y
una exuberante
selva Amazónica.
Mi percepción es
de un movimiento
espírita
bastante sólido
y fraterno, con
aspectos muy
particulares
teniendo en
cuenta su
extensión
geográfica y las
numerosas
dificultades: ya
sea de
transporte y su
alto costo, o de
acceso a las
demás regiones
del país, o por
la diversidad.
Tal vez por eso
encontramos un
movimiento
espírita
dedicado,
luchador,
valiente, unido
y rico en
experiencias. La
capital Manaos
tiene menos del
1% del
territorio del
Estado de
Amazonas y mas
del 50% de la
población de
todo el estado
con una gran
diversidad
cultural, y por
eso mismo, el
movimiento
espírita de
Manaos es tan
amplio y
activo. En
cuanto al
interior,
existen pocos
núcleos
espíritas
estructurados
(alrededor de 16
instituciones),
que tienen las
naturales
dificultades de
contacto
permanente con
otras bases y
con la propia
Federación.
Mientras tanto,
la dirección
ejecutiva de la
FEA –Federación
Espírita
Amazonense ha
enviado esfuerzo
para ir al
encuentro de
esas Casas
Espíritas del
interior, e
incluso ir más
allá: fundar
nuevos núcleos
para que las
luces de la
Doctrina
Redentora puedan
vencer las
distancias y
penetrar en los
rincones de la
selva, llevando
al Consolador.
Todas las
vibraciones en
favor de ese
trabajo son
bienvenidas.
¿Cuántos Centros
Espíritas hay en
Manaos y cuáles
son las formas
de divulgación
espírita más
utilizadas en la
capital?
El movimiento
espírita de
Manaos tiene
actualmente
cerca de 65
Centros
Espíritas en la
capital, además
de las dos sedes
de la Federación
Espírita
Amazonense-FEA.
La sede
histórica
fundada el 1º de
enero de 1904 y
la sede
administrativa.
En cuanto a la
divulgación, los
medios son
diversos:
conferencias,
seminarios
espíritas,
congresos,
radio,
librerías,
revistas, en
fin, todo lo que
ya tenemos por
allá
(sur/sureste),
pero concentrado
en la capital
del estado. La
vena artística
espírita local
es muy fuerte,
destacando los
grupos de música
y de teatro.
¿Qué nos puede
decir sobre su
experiencia
anterior en el
movimiento
espírita de
Minas Gerais,
comparada con el
trabajo
realizado ahora
en Amazonas?
Esa es una de
las más grandes
lecciones que
obtengo de aquí.
Acostumbrado a
las lides del
movimiento
espírita
regional de
Minas Gerais,
con 22 ciudades
componiendo el
Consejo que
tuvimos la
bendición de
presidir por 6
años, y ver que
un poco de
aquello que
experimentamos
en ese período
sería
equivalente al
trabajo en
Amazonas, donde
las distancias
son extremas y
las dificultades
a vencer son
innumerables.
Desde días y
días en barco o
montones de
pasajes aéreos,
hasta las
barreras
culturales, los
peligros
naturales de la
selva, las
enfermedades
transmitidas por
los mosquitos e
incluso, hasta
la intolerancia
de algunos
hermanos
militantes de
otras creencias
religiosas, cosa
que en el sur
del país no se
ven o se ven muy
poco en la
actualidad. Tuve
la oportunidad
de participar en
la inauguración
de una
institución en
el municipio de
Manaquiri (AM),
junto a los
compañeros de la
FEB, y eso me
hizo valorar más
aún las
facilidades que
tenemos en el
Sudeste y
admirar los
ejemplos de
superación del
pueblo de la
selva.
¿Cuáles fueron
las principales
dificultades que
experimentó?
Al inicio fue la
adaptación en un
lugar del que no
conocía nada ni
a nadie, y
enfrentar otras
diferencias como
el clima, la
alimentación, la
agitación de la
metrópoli,
diferente de la
tranquila Poços
de Caldas. A
medida que fui
conociendo a los
espíritas
locales,
principalmente
de la Federación
Espírita
Amazonense, fue
admirable el
apoyo, la
receptividad, el
cariño, la
acogida del
pueblo
amazonense, algo
“perfecto”, un
verdadero
ejemplo a ser
seguido. Las
lecciones que
sacamos son de
cariño, afecto,
reconfiguración
existencial para
mí y mi
familia,
desprendimiento,
equilibrio, en
fin, un bendito
ejercicio
evangélico. Fue
un corto tiempo
de convivencia,
sólo ocho meses
en este Estado,
por necesidad
profesional,
pero siento que
salgo diferente…
¿Hay algún
aspecto que le
gustaría
resaltar?
Venir al
Amazonas fue
descrito por
nosotros desde
un principio
como una
oportunidad de
reencarnar ya
estando
encarnado, y eso
resume bien esta
experiencia, ya
que dejar todo y
a todos,
llevando solo la
experiencia
aprendida “en la
calle” para
traerla acá,
rencontrando en
una “nueva
oportunidad” a
grandes amigos
del ayer,
corazones muy
queridos para
nuestras almas.
Significó
repensar todo y
todas las
vivencias del
“pasado”
reciente y
traerlas a la
nueva realidad,
con muy
distintos
desafíos y
extremadamente
importantes y
preciosos. En
esos pocos
meses, colaboré
aquí en Manaos
en el
departamento de
Mediumnidad de
la Federación y
llegué a
participar de la
reunión de la
Comisión
Regional Norte,
que tuvo lugar
el mes de junio
2012, en la
ciudad de Belén.
En esa
oportunidad,
quiero destacar
una
característica
local que es la
presencia de
muchas líderes
femeninas, que
le dan un toque
especial al
movimiento,
auténticas
“amazonas”, y la
inversión en los
jóvenes como
futuros lideres.
Es común ver
presidentes de
casas muy
jóvenes, pero
comprometidos y
enlazados al
movimiento.
¿Algo más que le
gustaría añadir?
Por razones
profesionales
nos estamos
desligando de
Amazonas para
ser acogidos
ahora por los
hermanos de
Paraná en la
ciudad de
Londrina;
entonces
desearía
registrar mi
profunda
gratitud al
pueblo
amazonense, en
particular a los
queridos
hermanos del
movimiento
espírita de
Amazonas y de la
Federación
Espírita del
Estado.
Ciertamente nos
dejan una huella
y un ejemplo de
vivencia de la
fraternidad
cristiana. Dejo
estas tierras
llevando en el
corazón a
grandes amigos,
una gran
experiencia que
ha de valer y
contribuir por
toda la
existencia.
Ruego a Jesús
que ilumine
nuestros caminos
y sentimientos
por donde quiera
que estemos.
Nota de la
Redacción:
Esta entrevista
fue concedida
cuando el
entrevistado aún
residía en
Manaos, capital
de Amazonas.
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