método de
investigación
que utilizó para
encontrar y
entender
referencias
sobre el tema de
la reencarnación
en los textos
bíblicos, cuyo
resultado está
publicado en el
libro “La Llave
Perdida”, de su
autoría, recién
publicado. |
¿De dónde vino
su interés por
los textos
bíblicos?
Mi interés por
el tema viene
desde niño,
cuando era
miembro del
catecismo de la
Iglesia Católica
y amigo de
seminaristas del
Seminario
Nuestra Señora
Aparecida, en
Franca-SP.
¿Por qué,
específicamente,
el tema de
investigación
fue la
reencarnación?
Porque
entendemos que
esta temática es
muy importante,
e incluso
fascinante. Todo
esto debido a
los horizontes
maravillosos que
abren a las
mentes
cuestionadoras,
por traer
explicaciones
satisfactorias a
muchas preguntas
hasta entonces
llenas de
argumentos
polémicos,
contradictorios,
insatisfactorios.
Por ser, en fin,
la llave de
comprensión de
variados temas
trascendentes y
cambiar para
mejor la
perspectiva de
los caminantes
del largo y
hermoso
recorrido de la
vida.
¿Cuál es la
mayor
dificultad, en
su opinión, en
el entendimiento
de los textos
bíblicos?
Entendemos que
los buenos
textos traen
muchas lecturas,
muchos niveles
de comprensión
de acuerdo con
la cultura o la
madurez
espiritual del
lector. Y el
espíritu del
mensaje de los
textos más
profundos está,
en general,
mucho más en las
entrelíneas, en
las figuras del
lenguaje, que en
su parte formal.
Los que
escribieron o
dijeron cosas
más sustanciales
o hicieron más
con su
sensibilidad, su
arte que con
simples
palabras. Esa es
una de las
mayores
dificultades,
además de tantas
otras.
¿Cómo estudiar
correctamente
tales textos?
Es necesario,
según nuestro
entender,
desarrollar la
sensibilidad
hacia las cosas
espirituales, la
madurez moral y
buscar llaves de
comprensión
desarrolladas
por quien está
delante nuestro,
tanto en
moralidad como
en inteligencia,
cultura y con
experiencia en
técnicas de
intelección de
textos.
En el caso de la
reencarnación,
¿cómo fue su
trabajo de
selección para
la elaboración
del libro?
Compramos todos
los libros que
encontramos
sobre el tema,
buscando
aprender de
todos ellos. Y
algunos de esos
autores nos
dieron llaves
importantes para
la comprensión,
que aumentó aún
más nuestro
interés por el
tema. Y, al
final, buscamos
concluir sobre
lo que habíamos
asimilado,
escribiendo
sobre los
aspectos que más
nos llamaron la
atención.
Siempre
aprendemos más y
mejor cuando nos
proponemos
escribir sobre
lo que leemos.
Así, fuimos
seleccionando lo
que más nos
interesaba y
registrarlo.
¿Qué
repercusiones
tuvo la obra?
Las
repercusiones
fueron buenas,
mejor de lo que
esperábamos;
pero aún es
reciente el
lanzamiento de
nuestro trabajo.
Creemos que, con
el tiempo, cada
vez más este
tema tendrá la
importancia y el
interés que
merece. Y las
repercusiones
serán mayores y
más
significativas.
¿Por qué los
espíritas
estamos aún tan
distantes en el
estudio de los
textos del
Antiguo y el
Nuevo
Testamento?
Creemos que
gran parte de
los seres
humanos, de
manera general,
no está aún
constituida de
lectores
asiduos. Ese
hecho hace que
se lea sólo lo
fundamental, es
decir, algunas
pocas obras
actuales, no
quedando tiempo
para otras,
consideradas tal
vez por algunos
como cosas del
pasado,
anticuadas, mal
comprendidas.
Con relación a
la Biblia,
entendemos que
hay opiniones
extremas al
respecto. Hay
quien ve en ella
(independientemente
de la traducción
y de las
“traiciones” de
los textos,
independientemente
de los diversos
libros y autores
que la componen,
de los diversos
estilos) la
infalible
palabra de Dios
a los hombres. Y
existen también
los que no le
dan el debido
valor.
¿Cuáles fueron
sus impresiones
durante las
investigaciones
realizadas?
Durante las
investigaciones,
me quedé con la
seguridad de que
algunos textos
bíblicos son de
gran valor y
serán siempre
actuales, y para
que los
comprendamos
basta que los
analicemos con
las llaves
correctas, es
decir, con las
doctrinas
liberadas de los
condicionamientos
que nosotros,
los seres
humanos, nos
impusimos por el
miedo que
teníamos de
pensar
libremente en el
pasado sombrío
de la Humanidad.
¿Algo más que le
gustaría añadir?
Nos gustaría
decir que el
autor es el
primer lector de
ese pequeño
trabajo; y que
mucho aprendió
con todos los
que compartieron
la elaboración,
que conversaron
sobre al tema,
que estaban en
desacuerdo o
concordaban,
corrigieron o
silenciaron. En
fin, agradecemos
a Dios y a todos
aquellos que, de
alguna manera,
ayudaron para
que, juntos,
diéramos a luz
este hijo del
intelecto. Hijo
que al lado de
tantos otros más
importantes
sobre esta misma
temática –
creemos –
cambiará la
perspectiva de
la Humanidad en
el futuro.
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