Eny, Cláudio
Antonio de
Mauro, entre
otros. Tuvo
participación
activa en la
evangelización y
en movimiento de
juventudes en
donde dictó
curos y
participó en las
conocidas
confraternizaciones.
Después de su
formación
universitaria,
residió en
varias ciudades
buscando
integrarse en
los Centros
Espíritas
locales e
integrando a sus
dos hijos a la
evangelización
infantil.
Finalmente, en
1995 regreso al
estado de Sao
Paulo a la
ciudad de San
Carlos donde
completó su
carrera
universitaria al
lado de su
esposa Zilda con
quien escribió
varios libros y
artículos
científicos en
el área de
Psicología. |
¿Almir, podría
hacernos su
presentación?
Mi nombre
completo es
Almir Del
Prette, nací en
el año 1938 en
Lins. Mis padres
tuvieron 5
hijos, tres
mujeres y dos
hombres. Dos de
mis hermanas, la
menor y la
mayor, ya
regresaron a la
patria
espiritual. Mi
madre era
católica y mi
padre se decía
esotérico.
Cuando yo tenía
seis o siete
años, mis
padres, no sé
bien la razón,
me matricularon
en una Escuela
Adventista.
Pienso que esa
experiencia fue
positiva, pues
realzó aún más
el clima de
tolerancia y
libertad
religiosa que
teníamos. Y por
ello nunca
olvidé a mi
primer profesor,
cuyo nombre era
Abner da Silva
Ramos. Debo
mencionar que mi
abuelo siempre
vivió con
nosotros y fue
muy importante,
pues nos ayudó a
mantener la
familia
estructurada,
principalmente
cuando
desencarnaron
mis padres. En
la juventud me
enamoré mucho,
pero esas
relaciones no se
afirmaron y me
casé recién a
los 38 años. Un
hecho curioso es
que, póco
después de
terminar la
facultad de
Psicología, con
buena
oportunidad de
trabajo en donde
vivía, tomé la
decisión de ir a
Londrina donde
conocí a Zilda
que fue mi
alumna durante
un semestre
lectivo. Cuando
ella terminó el
curso,
comenzamos a
enamorarnos, nos
casamos y
trabajamos
juntos hasta
hoy. Tenemos dos
hijos: Lucas y
Giovana.
Recuerdo que mis
padres tenían
muchos libros y
yo quería
leerlos todos,
pero mi mamá los
seleccionaba y
me decía a qué
edad podría leer
ciertas obras.
Desde esa época
viene mi pasión
por los libros.
Cuando tenía
casi dieciocho
años mi madre se
puso muy
enferma,
desencarnando
poco después.
Ese
acontecimiento
produjo en mí
una gran crisis
religiosa que me
condujo al
materialismo
ingenuo
(incredulidad),
después al
marxismo
(lectura de
El Capital,
el estado como
superestructura,
etc.).
¿Cuál es su
formación
académica y
profesional?
Soy psicólogo y
profesor.
También hice
post-grado,
maestría y
doctorado.
Actualmente
estoy retirado,
pero continuo
trabajando como
profesor
voluntario,
desde hace
diecisiete años,
en la misma
Universidad en
que me retiré,
la Universidad
Federal de São
Carlos. Soy
investigador en
el CNPq (Consejo
Nacional de
Investigación),
entidad
gubernamental,
de la cual tuve
fondo de
investigación,
renovada
recientemente.
Mi área de
investigación
tiene mucha
relación, por un
lado, con mis
preocupaciones
sociales (la
cultura, la
justicia social,
el desarrollo de
las sociedades)
y, por otro
lado, con el
interés de la
renovación
espiritual
(relaciones
interpersonales,
interacción
social y
habilidades
sociales).
¿Cómo conoció el
Espiritismo y
desde cuándo es
espírita?
Cuando tenía
casi dieciocho
años mi madre
quedó muy
enferma,
desencarnado
poco después.
Ese hecho
produjo en mí
una especie de
crisis religiosa
que me condujo
al materialismo.
En ese periodo,
también enfermé
y estuve
hospitalizado
casi dos años.
Curiosamente, en
el hospital
participé de dos
grupos
organizados. El
primer grupo
estudiaba el
marxismo y
trabajaba de
manera
clandestina. Uno
de los líderes
de ese grupo
también era
espírita y eso
me llevó al
segundo grupo de
internados
espíritas que se
reunía de noche,
en el único
local
disponible, una
sala anexa a la
morgue. Se
decía, como
burla, que era
un buen local
para que los
espíritas se
reunieran. Ese
aspecto medio
subversivo me
entusiasmó. Pero
la primera vez
que fui a la
reunión, la pasé
muy mal y, según
alguien con más
conocimiento de
la doctrina, se
trataba de
mediumnidad y de
la acción de
algunos
Espíritus que
pretendían
entorpecer
cualquier
posibilidad de
recuperarme
espiritualmente.
Algunos de ellos
se quedaron
cerca por mucho
tiempo, pero
tengo la
esperanza de que
la mayoría ya me
perdonó.
La tercera vez
que fui a la
“morgue”, como
la gente le
decía, ya estaba
con más control
y ocurrió una
invitación a una
reunión que
espíritas de la
ciudad de Lins
irían a realizar
el domingo
siguiente. La
víspera de ese
encuentro yo no
me encontraba
nada bien, pero
tomé la decisión
de ir. Esa
reunión fue un
acontecimiento
inolvidable para
mí, pues
representó una
ruptura en la
mayoría de mis
concepciones
equivocadas,
trayéndome una
idea más
correcta de la
vida y del
Creador.
A la hora
señalada, allí
estaban el señor
Antonio Alfonso,
padre de Israel
Alfonso, el
Doctor Otavio
Noronha Ribeiro
y Maria Eny
Rossettinim que
aún no estaba
casada. El
doctor Otavio
habló sobre la
evolución humana
en la Tierra y
Maria Eny contó
la experiencia
de André Luiz en
el mundo
espiritual hasta
su ingreso en
Nuestro Hogar.
Esa tarde de
domingo marcó mi
conversión al
Espiritismo. Aún
me quedé un
tiempo en el
hospital y
después que
recibí el alta
comencé a
participar en el
movimiento
espírita de Lins
y de la región,
especialmente en
las llamadas
“concentraciones”,
donde conocí a
Ismael, Aylton,
Ademar, César y
tantos otros
cofrades. Eso
ocurrió
gradualmente,
pues al mismo
tiempo de mi
mejoría
espiritual
ocurrió la
recuperación de
mi salud física.
En ambos los
procesos fueron
muchos los que
me ayudaron de
varias maneras y
estoy agradecido
a todos, pero
nombrarlos aquí
no sería
pertinente.
¿Nos podría
describir su
trayectoria en
el Movimiento
Espírita?
Mi trayectoria
en el movimiento
espírita se
inició con la
asistencia a la
juventud
espírita. En esa
época, la
mayoría de las
juventudes no
era autónoma y
funcionaba como
Departamento del
Centro. En el
caso de Lins, la
agrupación del
Centro contaba
con un mentor,
siendo nuestro
mentor durante
mucho tiempo, el
Doctor Otavio,
con quien los
jóvenes
mantenían una
buena relación.
El Doctor Otávio
trabajaba en
varia áreas,
inclusive la
Biblioteca, y me
orientó bastante
en mis lecturas
espíritas. Algún
tiempo después,
empezó a
incentivarme a
escribir, lo que
venía haciendo,
ayudando a Maria
Eny en la
organización de
folletos para
los cursos en
las
confraternizaciones.
Después de mi
asistencia a las
juventudes, fui
invitado por
Maria Eny a
ayudar en la
Evangelización
Infantil, en esa
ocasión bajo la
coordinación de
Dinah Castro.
Fue trabajando
en la
Evangelización
Infantil que
descubrí mi
vocación para el
magisterio,
actividad que
mantengo hasta
hoy.
Simultáneamente,
allá por el año
68, comencé a
participar en
los Cursos de
Dirigentes de
Juventud
Espírita, con
Israel Alfonso,
Aylton Paiva,
Claudio de
Mauro, Maridélia
y otros, bajo el
liderazgo de
Maria Eny.
Abel Glaser
también
participaba y
tenía un papel
importante,
pues, de cierta
manera, daba un
respaldo
institucional a
aquel
movimiento. No
se puede olvidar
que el país
vivía, en el
terreno de la
política, los
años de plomo, y
bebíamos tener
mucho cuidado y
prudencia. Ese
fue un periodo
muy bueno, de
mucha lectura,
discusión y
aprendizaje.
Durante mi
formación
universitaria,
en Bauru,
disminuí mucho
mi participación
en el movimiento
espírita pero,
curiosamente, en
nuestro salón
había 4
espíritas. En la
graduación, ese
grupito, con el
apoyo de colegas
simpatizantes,
se realizó un
culto ecuménico
con un padre, un
pastor y un
orador espírita,
Ademar
Previdello. Otra
experiencia
importante de
aquella época
fue haber
trabajado,
durante poco más
de dos años,
como empleado en
un Hospital
Psiquiátrico
Espírita.
¿Y en el trabajo
de unificación?
Mi participación
en la
Unificación ha
sido bastante
limitada y
ocurrió
esporádicamente,
casi siempre
gracias a las
invitaciones de
Aylton Paiva,
después de
nuestro regreso
de João Pessoa
para vivir en el
estado de São
Paulo, primero
en Ribeirão
Preto y después
en São Carlos,
donde estamos
hasta el día de
hoy.
¿A cuál casa
espírita está
vinculado
actualmente y
cuáles son lao
trabajos que
desarrolla en
ella?
Estoy vinculado,
desde que llegué
a São Carlos, a
la Sociedad
Espírita Obrero
del Bien (SEOB),
pero participo,
principalmente
como
conferencista,
en otros
Centros, en
especial en
Batuira. He
participado en
la dirección y
en el consejo
fiscal, pero
trabajo con
mayor
frecuencia,
junto con Zilda,
dando cursos.
¿Cómo está el
movimiento
espírita en São
Carlos?
Mi impresión es
muy positiva. El
movimiento
espírita de São
Carlos tiene una
característica
interesante. São
Carlos tiene
cerca de 250 mil
habitantes y
cuenta con dos
grandes
universidades
públicas (USP y
Federal),
entonces hay
mucha gente que
viene aquí a
estudiar,
frecuenta los
Centros sólo
durante algunos
años y después
regresa a su
ciudad de
origen. Doña
Neide, esposa
del señor Apolo
Oliva,
acostumbraba a
decir que
nuestra vocación
era la de ayudar
en la
preparación de
esos jóvenes
estudiantes para
que ellos
regresen a sus
ciudades, y se
afiancen en sus
Centros de
origen.
Últimamente, la
SEOB viene
apoyando de
diversas maneras
a la
organización y
funcionamiento
de Centros
Espíritas en
barrios
periféricos.
¿Piensa que ese
movimiento va
bien por el
Brasil y por el
mundo?
No sabría hacer
un análisis del
alcance del
movimiento
espírita. La
impresión que
tengo es que
hoy, tanto por
la rapidez de
los medios de
comunicación,
como por la
facilidad de
desplazamiento,
hay una mayor
posibilidad de
divulgación.
Pienso que este
es el momento de
colocar la
candela bien
visible. Lo que
vi en algunos
lugares de
Europa puede
ser interpretado
como un
descontento con
la religión, que
se refleja en la
actualidad en el
movimiento ateo.
Aparentemente
debido al
desinterés
religioso, las
iglesias
disminuyeron sus
espacios para la
práctica
religiosa y
aumentaron la
parte destinada
al turismo.
Pienso que la
propia religión
es responsable
de ese
desinterés. Es
común observar
en el medio
universitario,
las bromas sobre
las principales
doctrinas
religiosas,
aunque los
estudiantes
tienen sed de
conocimiento,
derivado del
análisis lógico.
Sólo como
ejemplo, cierta
vez fuimos
invitados por
estudiantes de
una Universidad
Pública para dar
un curso sobre
Habilidades
Sociales (tema
que estudiamos),
Religión y
Ética. La
mayoría de los
presentes dijo
que no
frecuentaba
ninguna
agrupación
religiosa, pero
todos estaban
allí por un
interés en el
asunto. Luego de
iniciar el
curso, expusimos
a los alumnos
nuestro sesgo,
es decir,
hablaríamos
desde la
perspectiva de
quien acepta la
noción de un
creador del
universo, aunque
no sea un Dios
creado a nuestra
imagen y
semejanza.
Comprobamos que
en el grupo de
alumnos, casi un
centenar, la
mayoría era
atea, pero todo
trascurrió muy
bien, con un
diálogo
respetuoso. Al
final, muchos
nos felicitaron
y tres jóvenes
se dieron a
conocer como
espíritas.
¿Qué defectos
observa y qué
requiere ser
corregido?
Como mi
participación no
es tan intensa
como me
gustaría, no me
siento capaz de
un análisis más
profundo. De
cualquier
manera, recurro
a Kardec quien
identificaba la
misión del
Espiritismo como
un recurso
importante en el
combate al
egoísmo y al
materialismo.
Viendo ese
desencanto con
la religión, el
movimiento
espírita debería
enfatizar las
principales
diferencias de
la Doctrina
Espírita en
relación a la
teología
tradicional,
pues el dios
bíblico
justifica el
crecimiento del
materialismo y
del ateísmo.
Otro aspecto que
considero muy
importante se
refiere al
materialismo y,
específicamente,
al movimiento
ateo. La mayoría
de los que se
dicen ateos no
quieren vivir
más en la
ilusión, no
aceptan un “dios
menor”. Y
tenemos que
aceptar que
ellos tienen la
razón en ese
punto. La
Humanidad, aún
en su infancia,
hizo la pregunta
equivocada:
“¿quién es
Dios?”. La
respuesta a esta
pregunta trajo
lo que tenemos
por allí.
Necesitamos
analizar esa
equivocación con
la alternativa
que Kardec
colocó: “¿Qué es
Dios?”
Finalmente,
tanto o más
desastroso que
el materialismo
científico es el
materialismo
religioso. Está
en todas partes,
disfraza la
buena
intención,
subvierte la
verdad y mina el
esfuerzo del
progreso de la
Humanidad. La
mayoría de
nosotros que
tiene un interés
por la
trascendencia
ayudó a forjar
ese dios menor y
a inculcar en la
mente humana esa
representación
de la divinidad,
nos corresponde
enttonces la
tarea de
restituir la
verdad,
comenzando por
nosotros mismos.
¿Tiene alguna
obra escrita?
Zilda y yo
publicamos
algunos libros
en el área en la
que trabajamos:
la de relaciones
interpersonales.
Tenemos un site:
www.rihs.ufscar.br
que divulga
tesis,
artículos,
libros, eventos
de nuestro grupo
de
investigación.
¿De que tratan
ellos?
La mayoría
enfoca el tema
de las
relaciones
interpersonales
y áreas afines.
Tenemos hasta un
libro dedicado a
la infancia:
“¿Ya pensó si
todo el mundo
animara al mismo
equipo?”.
Además, entre
nuestros
trabajos tenemos
un libro,
“Habilidades
sociales - El
Modelo de
Jesús”, editado
por Vozes, que
enfoca en la
competencia
interpersonal de
Jesús. Pienso
que fuimos
inspirados en la
ejecución de
esta obra. El
original fue
enviado a
líderes
católicos,
protestantes y
espíritas con la
solicitud que
anoten cualquier
idea que pueda
contradecir a la
doctrina que
profesaban. Ello
porque queríamos
un libro que
enfocase los
comportamientos
de Jesús, pero
sin ninguna
connotación
doctrinaria o
teológica. En
otras palabras,
ante
innumerables
situaciones (en
el templo, en
la calle, en el
matrimonio, en
la familia, en
el tribunal,
etc.) y
diferentes
personas
(pobres, ricos,
fariseos,
mujeres,
discípulos,
enfermos,
autoridades,
etc.), nuestro
interés recae en
cómo Jesús se
comportaba. El
resultado de ese
trabajo ha sido
muy
gratificante.
Hemos recibido
cartas de
pastores,
líderes
católicos,
colegas que han
adoptado al
libro como
referencia en
cursos y/o
actividades
pastorales.
Recientemente,
mi cuñada que es
católica y
partica de un
grupo de estudio
ecuménico, nos
contó muy feliz
que el tema de
discusión había
sido transcrito
de ese libro,
que ya ha sido
reeditado.
¿Ha ido a dar
conferencia en
otras ciudades?
Raras veces he
hecho
conferencias
fuera de la
ciudad de São
Carlos.
Preferimos
aceptar
invitaciones
para curos que
entendemos
pueden hacer una
colaboración más
efectiva de
nuestros
recursos.
¿Cómo puede ser
contactado?
Además de
nuestro site,
citado arriba,
mi dirección es:
adprette@ufscar.br.
¿Algo más que le
gustaría añadir?
Agradecer esta
oportunidad que
usted me ha
permitido,
agradecer la
paciencia de los
lectores y
también
agradecer a los
Espíritus amigos
que nos ayudan
en nuestra
renovación
espiritual.
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