gues. Es
destacada además
su participación
en la Megaferia
del Libro de la
ciudad y el
evento anual con
Divaldo Franco,
temas que él
aborda en la
siguiente
entrevista. |
¿Cuándo nacieron
la Guardería
Amélia Rodrigues
y el Centro
Espírita Dr.
Adolfo Bezerra
de Menezes? ¿Son
instituciones
distintas o
están unidas?
La Institución
Asistencial y
Educativa Amelia
Rodrigues
(Guardería Nido)
fue
creada
oficialmente el
11 de noviembre
de |986. El
Centro Espírita
fue creado el 24
de mayo de 1976.
Son entidades
distintas.
En el caso de la
Guardería,
¿cuántos niños
son atendidos?
Coméntenos sobre
ese trabajo
educativo y
díganos cómo
surgió.
En la Guardería
estamos
atendiendo a 214
niños desde los
3 meses hasta
los 10 años.
Surgió como un
departamento del
Centro para
atender la
demanda del
Barrio Vila
Guiomar, donde
está la obra,
levantada en un
terreno cedido
por la
Prefectura
Municipal en
1982, a través
de un contrato
de comodato.
De su
experiencia con
la Megaferia,
¿qué le gustaría
relatar a los
lectores?
La primera
Megaferia del
Libro surgió en
abril de 1994.
La primera
edición tuvo el
nombre de Feria
del Libro
Espírita Chico
Xavier. No
teníamos planes
para realizar
otras ferias,
pero el éxito
fue tan
increíble que
decidimos
continuar.
Cambiamos el
nombre del
evento a Feria
del Libro
Espírita,
Espiritualista y
de Autoayuda.
Posteriormente,
al nombre
actual. Cada año
aumentaba el
éxito de ventas,
alcanzando la
fantástica cifra
de 30 mil libros
en un domingo.
Decidimos
entonces,
aumentar a dos
días (sábado y
domingo) desde
las 9 hasta las
17 hrs. El
promedio de
visitantes está
entre 4 y 5 mil,
y la venta
promedio es de
40 mil libros.
Es el más grande
evento de género
literario en el
mundo.
Háblenos sobre
su amistad con
Divaldo Pereira
Franco y de la
experiencia en
la programación
de su visita al
estado de São
Paulo.
En febrero de
1965 fui elegido
presidente de la
III
Concentración de
Juventudes
Espíritas del
Centro Sur del
Estado de São
Paulo, que se
realizó en Santo
André. Ese
encuentro reunió
a más de 300
jóvenes.
Hicimos
campañas,
promociones,
eventos para
recaudar fondos
y cubrir los
gastos. Fueron
cuatro días:
sábado, domingo,
lunes y martes
por la mañana.
Los jóvenes
pagaban una
pequeña cuota de
inscripción,
pero tenían
alojamiento y
alimentación.
Siempre
invitábamos a
tres oradores,
para el sábado,
domingo y lunes,
por la noche.
Divaldo fue uno
de ellos. Fue
nuestro primer
encuentro. Al
año siguiente
(1966) me ofrecí
a llevarlo a
Piracicaba y a
São José do Rio
Preto rumbo al
mismo evento de
Juventudes. Él
trabajaba en el
IPASE, organismo
de pensiones ya
extinto (él se
jubiló en 1980).
De allí en
adelante me
vinculé a su
trabajo, visité
la Mansión del
Camino en 1970 y
regresé allí
decenas de
veces. En
aquella época,
como hoy, São
Paulo era y es
la ciudad donde
se encuentra
prácticamente
todo lo que se
necesita. Varias
veces
intervenimos en
la compra de
materiales
diversos, piezas
y objetos de uso
común a mejor
precio. Así,
nuestra Casa se
volvió un punto
de apoyo para la
Mansión del
Camino y para
Divaldo, quien
se hospedaba en
São Paulo, sin
ningún tipo de
apoyo. Nos
volvimos grandes
amigos, él, yo y
Terezinha. En
1971 comenzó a
hospedarse con
nosotros y yo lo
trasladaba a las
conferencias en
los estados de
São Paulo. Desde
entonces, asumí
el compromiso de
asesorarlo en el
Estado de São
Paulo, con el
Quiosco del
Libro en sus
conferencias.
Ese trabajo
continua hasta
el día de hoy,
con un equipo de
10 voluntarios.
De los
seminarios
realizados
anualmente con
Divaldo en Santo
André, en la
sede de la
institución,
¿qué puede
relatar a los
lectores?
Los Seminarios
son parte de lo
que denominamos
Encuentro
Fraternal con
Divaldo Franco.
El primero se
realizó en 1986,
en el Parque
Duque de Caxias
(Celso Daniel).
El último fue
realizado el 27
de setiembre del
2014. El próximo
ya está agendado
para el 27 de
setiembre del
2015, en un
espacio de la
Guardería Amelia
Rodrigues. Este
encuentro ya se
ha vuelto
tradicional y ha
reunido a más de
3 mil personas.
La programación
es como sigue:
Seminario de 9 a
12 hrs., con un
intermedio. A
partir de las
13:30 horas
presentamos la
parte artística.
A las 15 horas
comienza la
tarde de
autógrafos. A
las 18 horas.
Divaldo cierra
el evento con
una conferencia.
Normalmente,
hemos sido
agraciados con
la presencia del
Dr. Bezerra, que
por la
psicofonía a
través de
Divaldo,
transmite un
conmovedor
mensaje de Amor
y de Oración que
nos lleva a las
lágrimas.
¿Cuál es la
experiencia más
resaltante en su
memoria de la
convivencia con
Divaldo?
Son muchos los
recuerdos. Pero
uno me conmovió
mucho: cuando
hablamos con
respecto a
nuestra amistad,
él me dijo que
estaba
programado para
que naciéramos
como hermanos
carnales. Pero
hubo cambios
debido a la edad
de su madre, que
ya tenía más de
40 años cuando
nació él y yo
reencarné 6 años
después, es
decir, él nació
en 1927 y yo en
1933. Esa
revelación me
engrandeció el
alma de
felicidad.
De las
instituciones en
Santo André,
especialmente la
Amélia
Rodrigues, ¿qué
experiencia
resaltante en su
memoria le
gustaría
relatar?
Son muchas las
memorias en ese
sentido. Pero
nuestra alegría
y satisfacción
permanentes es
ver a nuestros
214 niños,
oriundos de los
núcleos pobres
(favelas),
correr alegres
por el patio,
felices, bien
nutridos, bien
cuidados,
mientras los
padres y las
madres trabajan.
¿Algo más que le
gustaría
agregar?
Lo que puedo
decir es que no
despierta aún en
nuestros
gobernantes la
importancia que
se debe tener
con los niños,
futuros
ciudadanos. Los
fondos que
destinan para
ello no atienden
todas las
necesidades de
los pequeñitos.
Hay mucha
burocracia y
exigencias con
relación a las
ONG. Tenemos que
gastar mucho
tiempo y energía
para captar
recursos
financieros y
completar el
presupuesto de
la entidad,
promoviendo
eventos,
campañas, etc.
Sus palabras
finales.
Mis palabras
finales son de
gratitud a
Divaldo Franco,
quien incentivó
nuestro trabajo,
apoyándonos
siempre y
orientando
nuestros pasos.
Debemos mucho a
Divaldo, quien
ha sido aquel
“padrazo”
amoroso quien
nos da seguridad
y amor.
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