Participamos el
día 22 de
octubre de 2014
de la
mesa-redonda
“Los mansos
poseerán la
Tierra”,
discurriendo
sobre el tema
“La Nueva
Economía”, en la
calidad de
Economista, en
el 3º Congreso
Espiritismo:
Celebrando Los
150 Años del
Evangelio según
El Espiritismo.
El congreso fue
promovido por el
Programa de
Estudios e
Investigaciones
de las
Religiones –
PROEPER, del
Centro de
Ciencias
Sociales de la
Universidad del
Estado de Río de
Janeiro – UERJ,
teniendo cómo
representante
del Espiritismo
la profesora
Nadja de Couto
Valle.
Iniciamos
nuestra charla
presentando, con
el recurso del
data-show, de
entre otros
fundamentos de
la Nueva
Economía, la
respuesta de los
Instructores de
la Humanidad a
Allan Kardec, en
la cuestión 930
del Libro de los
Espíritus: “En
una sociedad
organizada según
la ley de
Cristo, nadie
debe morir de
hambre”.
Etimología de la
palabra economía
y su definición
A continuación,
pasamos a
conceptuar la
etimología de la
palabra
Economía, que se
origina del
griego, en que
oikos significa
casa o
patrimonio y
nomos, regla o
norma.
Etimológicamente
se refería,
pues, a la
administración
doméstica. Con
el fin de darle
su connotación
actual se añadió
a la palabra
economía el
adjetivo
política (del
griego polis,
ciudad). De esa
forma se dejaba
claro que la
economía tenía
como objetivo
específico la
sociedad y no el
individuo o la
unidad familiar.
Dando
proseguimiento a
la exposición
del tema,
presentamos la
definición de
Economía como la
ciencia social
que estudia la
producción,
distribución y
consumo de
bienes y
servicios, y que
estudia las
formas de
comportamiento
humano
resultantes de
la relación
entre las
necesidades de
los hombres y
los recursos
disponibles para
satisfacerlas.
Esclarecemos,
también, que
esta ciencia
está íntimamente
conectada a la
política de las
naciones y a la
vida de las
personas, siendo
que una de sus
principales
funciones es
explicar como
funcionan los
sistemas
económicos y las
relaciones de
los agentes
económicos,
proponiendo
soluciones para
los problemas
existentes.
Elementos
básicos de los
sistemas
económicos
Delante de la
definición de
economía y su
campo de
alcance,
consideramos que
los elementos
básicos de un
sistema
económico son:
1) los stocks de
recursos
productivos o
factores de
producción, que
son los recursos
humanos (trabajo
y capacidad
empresarial), el
capital, la
tierra, las
reservas
naturales y la
tecnología;
2) el complejo
de unidades de
producción, que
son constituidas
por las
empresas; y
3) el conjunto
de instituciones
políticas,
jurídicas,
económicas y
sociales, que
constituyen la
base de
organización de
la sociedad.
Clasificación de
los sistemas
económicos
En cuanto a la
clasificación,
actualmente, se
conoce la
existencia de
dos sistemas
económicos
distintos: el
capitalismo y el
socialismo.
El sistema
capitalista o
economía de
mercado es
regido por las
fuerzas de
mercado,
predominantemente
la libre
iniciativa y la
propiedad
privada de los
factores de
producción. El
sistema
capitalista
predomina en la
mayoría de los
países
industrializados
o en fase de
industrialización
y su economía se
basa en la
separación entre
trabajadores
jurídicamente
libres, que
disponen sólo de
la fuerza de
trabajo y la
venden en pago
de salario, y
capitalistas,
los cuales son
propietarios de
los medios de
producción y
contratan a los
trabajadores
para producir
mercancías
(bienes
dirigidos para
el mercado)
buscando la
obtención de
lucros.
El Socialismo se
refiere a
cualquiera de
las varias
teorías de
organización
económica
abogando la
propiedad
pública o
colectiva y
administración
de los medios de
producción y
distribución de
bienes, y de una
sociedad
caracterizada
por la igualdad
de
oportunidades/medios
para todos los
individuos con
un método más
igualitario de
compensación.
Los países
actuales que
siguen el
socialismo y son
unipartidarios:
la República
Popular de
China, la
República
Popular
Democrática de
Corea (Corea del
Norte), la
República de
Cuba, la
República
Socialista de
Vietnam y la
República
Democrática
Popular de Laos.
Economia y
Espiritismo
Tras conceptuar
la Economía, los
elementos
básicos de los
sistemas
económicos y su
clasificación, y
partiendo del
fundamento
básico de la
Nueva Economía,
en la que en una
sociedad
organizada según
las enseñanzas
de Jesús, “Nadie
debe morir de
hambre”,
considerando que
todos los
hombres son
hijos de Dios y
considerando que
todos somos
inmortales,
siendo nuestra
evolución
obtenida por la
vía de la
reencarnación,
propusimos las
siguientes
reflexiones:
1ª reflexión –
El proceso
evolutivo del
Espíritu
En esa
oportunidad
proyectamos el
gráfico de la
Evolución del
Espíritu,
extraído del
libro de nuestra
autoría
Reencarnación es
Posible Probar,
con el objetivo
de demostrar que
todos los
Espíritus
creados por Dios
llegarán, un
día, a la
perfección
espiritual, la
misma alcanzada
por Jesús. En
este sentido,
importa decir
que Dios nos
creó para la
perfección y
para ser
felices. La
Doctrina
Espírita da al
hombre esa gran
esperanza a
través de su
filosofía
espiritualista y
eminentemente
evolucionista,
desvelándole su
glorioso destino
reservado por el
Creador. Al
entender esa
meta a
conquistar con
su propio
esfuerzo, el
hombre se siente
plenamente
motivado a
regenerarse y
transformarse en
un hombre de
bien.
2ª reflexión –
Delante de la
propuesta de una
nueva Economía
Dando
proseguimiento,
presentamos las
cuestiones 806,
806-a, 811,
811-a, 812,
812-a, del
capítulo de la
Ley de Igualdad
del Libro de los
Espíritus,
dejando bien
claro que las
desigualdades
sociales son
obra del hombre
y no de Dios, y
que ellas
desaparecerán un
día a medida que
el hombre
progresa
moralmente,
combatiendo el
egoísmo, llaga
social, según la
respuesta de los
Instructores de
la Humanidad a
Allan Kardec,
codificador del
Espiritismo.
3ª reflexión –
Economia y
Ecologia
Ahora, siendo la
economía la
ciencia que
estudia las
formas y
comportamiento
humano en la
relación entre
sus necesidades
y los recursos
disponibles para
satisfacerlas,
es
imprescindible
una reflexión
sobre la
relación entre
Ecología (medio
ambiente) y La
Nueva Economía.
En síntesis: “Preservar
para crecer y
crecer sin
destruir”.
En la
introducción del
Proyecto de
nuestra autoría
“Preservación
del Medio
ambiente”,
enviado al CEERJ
– Consejo
Espírita del
Estado de Río de
Janeiro en 2005,
llamamos
atención para la
insanidad
ambiental, al
afirmar:
Es bien verdad
que nunca el
mundo necesitó
tanto de un
pensamiento
renovador y de
una nueva
filosofía de
acción como en
esta época en
que el proceso
ambiental se
acelera de
manera
descontrolada.
Sin embargo, no
podemos olvidar
que es el
hombre el
administrador de
los bienes de la
Tierra, como
sitúa con mucha
propiedad el
benefactor
espiritual
Emmanuel, por la
pluma de
Francisco
Cândido Xavier,
al aclararnos en
la página
Evolución y
Perfeccionamiento
(en el Libro de
la Esperanza,
Edición CEC): “Decididamente,
en nombre de la
Eterna
Sabiduría, el
hombre es el
señor de la
evolución en la
Tierra. Todos
los elementos se
le sujetan a la
descripción.
Todos los reinos
del planeta le
rinden
obediencia”.
4ª reflexión –
Crecimiento
poblacional
Debemos
reconocer que la
Tierra dispone
de recursos
limitados en
todos los
campos. Y esos
recursos están
en constante
disminución.
Cada año, 15
millones de
acres de tierra
fértil son
conquistados por
el desierto en
África. En
muchos países no
existen más
bosques. El
petróleo puede
acabar antes que
le encuentren un
sustituto. La
Humanidad está
gastando
las riquezas de
la Tierra y
sobrecargándola
de basuras a un
ritmo que está
haciéndose
insustentable.
Con tanto
egoísmo y falta
de previsión,
especialmente
por parte de los
países más
ricos, ¿cómo el
planeta
aguantará los
mil millones de
nuevos
habitantes
previstos para
las próximas
décadas y
siglos?
La especie
humana, usando
la inteligencia
de que es
dotada, crea
formas de
producción
necesarias a su
mantenimiento en
el orbe
terrestre. Sin
embargo, tales
formas deparan
en un obstáculo
difícil de ser
superado: el
consumo de las
riquezas del
planeta aliado a
la saturación de
detritos, a
una velocidad
que podrá ser
insustentable en
virtud del
crecimiento de
la población ya
constatado, de
acuerdo con
proyecciones
bien conocidas.
La población
mundial
estimada, que
hasta 1500 era
de 500 millones
de habitantes,
en 1961
alcanzaba el
número de los
tres mil
millones. El día
13 de agosto de
1987, es decir,
26 años después,
el mundo
conmemoró el
número de los
cinco mil
millones. En
2005 la Tierra
alcanzó los 6,5
mil millones de
habitantes, o
sea, registró un
aumento de 1
millón de
personas en
relación a 1993,
a pesar de la
baja fecundidad
en los países
desarrollados y
de la elevada
mortalidad en
los países en
desarrollo. Por
fin, en
consonancia con
un informe
divulgado por la
ONU, llegó a los
7 mil millones
en 2012,
pudiendo
estabilizarse en
9 mil millones
en 2015.
La taxa de
crecimiento
disminuyó del 2%
al final de la
década de 1960,
para 1,2% en los
días actuales.
Conclusión
Nuestra
propuesta, en
síntesis, se
apoya en los
siguientes
Fundamentos
Básicos para la
Nueva Economía:
1º) En una
sociedad
organizada según
la ley de
Cristo, nadie
debe morir de
hambre;
2º) Tener en
cuenta el
crecimiento
poblacional con
políticas que no
afecten ese
crecimiento con
métodos
abortivos, pero
sí con políticas
de mejor
distribución de
renta, que
resulte en el
control del
egoísmo y no de
la natalidad;
3º) La Ecología
como camino para
la preservación
del planeta debe
tener en mente:
preservar para
crecer y crecer
sin destruir;
y
4º)
La educación del
hombre en bases
morales, en la
formación del
hombre de bien,
por la educación
del espíritu.
Gerson Simões
Monteiro,
ex-professor
universitário e
economista,
é vice-presidente
da Rádio Rio de
Janeiro.
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