Creaciones fluídicas
e ideoplastia
Presentamos en esta edición
el tema
nº
89
del Estudio Sistematizado de
la Doctrina Espirita, que
está siendo presentado aquí
semanalmente, de acuerdo con
el programa elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado en
seis módulos y 147 temas.
Si el lector utiliza este
programa para el estudio en
grupo, sugerimos que las
cuestiones propuestas sean
debatidas libremente antes
de la lectura del texto que
a ellas sigue.
Si es destinado solamente
para uso por parte del
lector, pedimos que el
interesado intente
inicialmente responder las
cuestiones y solo después
lea el texto referido. Las
respuestas correspondientes
a las cuestiones presentadas
se encuentran al final del
texto abajo.
Cuestiones
para debate
1. ¿De qué modo los
Espíritus actúan sobre los
fluidos espirituales?
2. ¿En las creaciones
fluídicas – por ejemplo, la
creación de las ropas usadas
por los desencarnados – la
acción de los Espíritus es
siempre consciente?
3. ¿Es posible a un Espíritu
asumir apariencias que él
vivió en existencias
pasadas?
4. ¿Cómo explicar los
fenómenos de zoantropía, en
que los desencarnados asumen
formas de animales?
5. ¿Los objetos creados por
los desencarnados tienen
para ellos una forma
concreta, cómo los objetos
terrenos aparentan tener
para nosotros los
encarnados?
Texto para la
lectura
Es por el pensamiento que
los Espíritus actúan sobre
los fluidos
1. El fluido espiritual, uno
de los estados asumidos por
el fluido universal, ofrece
a los Espíritus el elemento
de donde ellos extraen los
materiales sobre los cuales
operan. Para esa acción los
Espíritus se valen del
pensamiento y de la
voluntad, ya que, para ellos
el pensamiento y la voluntad
son lo que la mano
representa para el hombre.
2. Por el pensamiento, ellos
imprimen a los fluidos tal o
cual dirección y los
aglomera, los combinan o los
dispersan, organizan con
ellos conjuntos que
presentan una apariencia,
una forma, una colocación
determinada y hasta incluso
les alteran las propiedades,
como un químico de la Tierra
cambia la propiedad de los
gases o de otros cuerpos
combinándolos según ciertas
leyes. He ahí el gran taller
o laboratorio del mundo
invisible.
3. Es común la realización
de esas modificaciones sin
que haya un pensamiento
consciente de la persona que
lo provoca. Tal es el caso
de los Espíritus que son
percibidos por los videntes,
después de desencarnados,
usando una vestimenta
cualquiera, antes incluso de
haberse dado cuenta de su
nueva realidad. Ahora, si no
saben que están
desencarnados; ¿cómo es que
pueden estar vestidos de esa
o de aquella manera?
4. La mayor parte de las
transformaciones ocurren,
sin embargo, bajo el imperio
de un deseo, la
manifestación de un
propósito consciente. Basta
mentalizar alguna cosa y
esta se forma. Es por eso
que un Espíritu puede asumir
diferentes aspectos y
presentar diversas
apariencias, vestir trajes
especiales, portar los más
variados objetos, exhibir
defectos físicos e incluso
mutilaciones. Se trata, en
esos casos, de expresiones
asumidas con vistas a una
identificación, generalmente
asociada a situaciones
pasadas. Con todo, así como
asumió aspecto del pasado,
luego que su pensamiento lo
sitúe en el presente, o en
otra existencia,
inmediatamente se opera una
nueva transformación.
Sugestiones hipnóticas
pueden determinar cambios en
el periespíritu
5. Está, por otro lado, el
caso de Espíritus que
conservan las mutilaciones,
las deformaciones o las
llagas de su cuerpo
material, en razón de un
condicionamiento. Incapaces,
por sí mismos, de reasumir
la forma normal y sana, son
ellos inducidos a cambiar
mediante un proceso de
esclarecimiento y, una vez
equilibrados, logran
obtenerla, gracias al mismo
principio arriba referido.
6. Las sugestiones
hipnóticas provocan también,
frecuentes transformaciones
en el periespíritu, en el
sentido de su degradación.
Eso puede ser observado bajo
dos aspectos: primero, a
través de la auto-sugestión
motivada por sentimiento de
culpa o humillación
voluntaria; segunda, por la
acción de la mente de otro
Espíritu sobre determinada
entidad espiritual,
explotándoles los deslices
que lo vuelven prácticamente
vulnerable.
7. Se encuentra ahí la
explicación de los fenómenos
conocidos como zoantropía,
en que los Espíritus asumen
formas de animales, total o
parcialmente. El vocablo
zoantropía, debido a su
sentido amplío, viene siendo
sugerido últimamente en
lugar de licantropía, que
significa etimológicamente,
“estudio sobre el
hombre-lobo”. Hay también
casos de Espíritus que, casi
siempre con el propósito de
amedentrar para alcanzar
mejor sus objetivos, se
presentan con aspecto
monstruoso y pavoroso, que
recuerda a veces formas
popularmente asociadas a
Satanás.
8. A todas esas
transformaciones operadas
por la mente se da el nombre
de ideoplastia (del griego
ideo = idea + plastos =
forma + ia = estudio,
análisis), o sea, “estudio
del modelaje a través del
pensamiento”. André Luiz, al
tratar de esa tema, afirma
que “el pensamiento puede
materializarse, creando
formas que muchas veces se
revisten de larga duración,
conforme la persistencia de
la onda en que se expresan”.
Para los Espíritus en
general, las creaciones
fluídicas son cosas reales
9. Las materializaciones
constituyen otro ejemplo del
acto de plasmar realizado
por los Espíritus en las
sesiones de efectos físicos,
en las cuales se utilizan
elementos plásticos
exteriorizados por los
médiums y por los demás
participantes de la reunión
y, aun, componentes
fluido-plásticos recogidos
en la Naturaleza.
10. Por efecto análogo,
enseña Kardec, el
pensamiento del Espíritu
crea fluídicamente los
objetos que él esté
acostumbrado a usar. Eso no
se restringe a objetos de
uso personal, como es el
caso de las pipas de fumar y
de gafas, muleta, navaja,
champú etc., si no se
extiende a cosas como casas,
jardines, muebles, alimentos
etc. Algunos tienen una
existencia breve, tanto como
la duración del pensamiento,
pero los hay que persisten
largo tiempo.
11. En el plano de los
Espíritus, las creaciones
fluídicas son tan reales que
asumen, para ellos, el mismo
aspecto que las cosas
materiales presentan para
los encarnados. El
pensamiento, al crear
imágenes fluídicas, se
refleja en el periespíritu
de aquel que las crea, como
en un espejo, en el
adquiriendo cuerpo, y de
cierto modo ahí se
fotografía. Al respecto de
eso, explica Kardec: Un
hombre tiene, por ejemplo,
la idea de matar a alguien.
Aunque el cuerpo material se
conserve impasible, su
cuerpo espiritual es puesto
en acción por el pensamiento
y reproduce todos los
matices de este último. El
pensamiento crea imágenes de
la víctima y la escena
entera es pintada, como en
un cuadro, tal cual la mente
la imaginó.
12. Ese efecto nos permite
comprender por qué todo y
cualquier pensamiento se
vuelve conocido. Es que el
se evidencia en el cuerpo
periespiritual y puede ser
percibido por otros
Espíritus, que ven entonces
la intención de la persona.
Su ejecución, sin embargo,
va a depender de la
persistencia de propósitos y
de las circunstancias que la
favorezcan. Modificadas
estas, pueden los planes
sufrir cambios, con la
consecuente alteración de
las imágenes reflejadas en
el envoltorio fluídico del
individuo.
Respuestas a
las cuestiones propuestas
1. ¿De qué modo los
Espíritus actúan sobre los
fluidos espirituales?
R.: Ellos actúan sobre los
fluidos valiéndose del
pensamiento y de la
voluntad, una vez que, para
los Espíritus el pensamiento
y la voluntad son lo que la
mano representa para el
hombre.
2. En las creaciones
fluídicas – por ejemplo, la
creación de las ropas usadas
por los desencarnados - ¿la
acción de los Espíritus es
siempre consciente?
R.: No.
Además, es común la
realización de esas
creaciones fluídicas sin que
haya un pensamiento
consciente del desencarnado.
Tal es el caso de los
Espíritus que son percibidos
por los videntes, después de
desencarnados, usando una
vestimenta cualquiera, antes
incluso de haberse dado
cuenta de su nueva realidad.
3. ¿Es posible a un Espíritu
asumir apariencias que él
vivió en existencias
pasadas?
R.: Sí. Eso es perfectamente
posible.
4. ¿Cómo explicar los
fenómenos de zoantropía, en
que los desencarnados asumen
formas de animales?
R.: Son las sugestiones
hipnóticas que provocan esas
transformaciones
periespirituales. Eso puede
ser observado bajo dos
aspectos: primero, a través
de la auto-sugestión
motivada por sentimientos de
culpa o humillación
voluntaria; segunda, por la
acción de la mente de otro
Espíritu sobre determinada
entidad espiritual,
explotándole los deslices
que lo vuelven prácticamente
vulnerables.
5. ¿Los objetos creados por
los desencarnados tienen
para ellos una forma
concreta, como los objetos
terrenos aparentan tener
para nosotros los
encarnados?
R.: Sí. En el plano de los
Espíritus, las creaciones
son tan reales que asumen,
para ellos, el mismo aspecto
que las cosas materiales
presentan para los
encarnados.
Bibliografia:
A Gênese,
de Allan Kardec, itens 14 e
15, pp. 281 a 283.
Mecanismos da Mediunidade,
de André Luiz, edição da
FEB, 1970, p. 125.
Nos Bastidores da Obsessão,
de Manoel P. de Miranda,
edição da FEB, 1970, p. 77.
Dicionário Enciclopédico
Ilustrado,
de João Teixeira de Paula, 3a.
edição, p. 107.