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Entrevista Português Inglês    
Año 3 145 – 14 de Febrero del 2010
ANTONIO AUGUSTO NASCIMENTO
acnascimento@terra.com.br        
Santo Ângelo, Rio Grande do Sul (Brasil)
Traducción:
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org  

 
João Paulo Bittencourt Cardozo:

 “El mal abunda en la Tierra porque los buenos son tímidos y dejan de ocupar los espacios”

 

El promotor de justicia Joao Paulo Bittencourt Cardozo, (foto), 34 años, residente en Sarandi (RS), habla en la presente entrevista sobre algunas de sus experiencias en la búsqueda de un mundo mejor y nos instiga a sumar nuestros esfuerzos en pro de este ideal, a través de la acción espírita.

El Consolador: ¿Cómo se hizo espírita?

Mostré el interés en razón de una tía mía que es espírita hace varias décadas y, en un determinado momento de la vida, empecé a frecuentar un centro espírita.


El Consolador: ¿En qué actividades participa en el Centro Espírita?

Tratándose de una sociedad espírita pequeña, la Sociedad Espírita Joanna de Ângelis de Sarandi (RS), con pocos trabajadores, todos desarrollamos allí varias actividades. Así, después de estar en la presidencia, participo de las reuniones mediúmnicas, conferencias, pases,  atención fraterna y grupo de estudios.

El Consolador: ¿Y en el movimiento Espírita?

Participo en la Asociación Jurídico Espírita de San Pablo (AJE-SP). He contribuido en artículos de la revista La Reencarnación, de la FERGS, y en las páginas de la Asociación Fraternidad de Ijuí (RS). También contribuyo en la secretaría  de la Unión Municipal Espírita de Carazinho (RS) y soy responsable de la 1ª Vice-Presidencia de la Asociación Jurídico Espírita de Rio Grande del Sur.

El Consolador: ¿Cuales son las particularidades para desempeñar una importante función en el Ministerio Público, con sus responsabilidades jurídicas y sociales, conciliándola con la de trabajador y dirigente espírita?

El principal desafío, ciertamente, es procurar ver cada cuestión presentada en el ámbito profesional desde una perspectiva más cristiana. Saber prestar atención al drama humano que hay detrás de cada proceso, procurando decir alguna palabra constructiva, estimulante, aunque el problema no pueda ser solucionado como gustaría. La mayor angustia es saber lo que queda por hacerse, el valor de las herramientas que se dan, y no disponer de tiempo suficiente para todas esas demandas. Creo que esto forma parte del proceso que nos estimula para procurar ser lo más laborioso y eficiente posible. ¡Que Dios nos ayude a todos a conseguirlo!

El Consolador: ¿Alguna situación en particular que quisiera compartir?

En dos ocasiones, actué en casos de madres gestantes de fetos anencefalos (sin cerebro) que pretendían abortar. Saber de la importancia de la preservación de la vida y de la necesidad de aquellas gestaciones para los Espíritus reencarnantes proporcionó la luz para encontrar la solución más correcta en esos casos.

El Consolador: ¿Qué piensa de la participación de los espíritas en funciones públicas?

Es fundamental. La Espiritualidad Superior, en El Libro de los Espíritus, ya nos advertía de que el mal abunda en la Tierra porque los buenos son tímidos y  dejan de ocupar los espacios. Cada espírita, si sabe que defectos tiene que vencer y cualidades a mejorar, se puede contar entre los buenos, teniendo mucho  que contribuir en el perfeccionamiento de las instituciones públicas, varias de ellas muy desacreditadas en la época actual.

El Consolador: Háblenos de su motivación para interesarse en las cuestiones de la dependencia química.

La principal motivación es percibir en el día a día profesional, el drama que supone la dependencia química, y lo devastadora que es en todas las familias en las que se presenta. A veces, nos sentimos frustrados ante la timidez de los resultados obtenidos, incluso en la creación de las estructuras públicas que sabemos son indispensables para la prevención, tratamiento y represión de la drogadicción, pero tenemos que intentar buscar fuerzas para proseguir adelante.

El Consolador: ¿Cuál es la importancia de que los centros espíritas acojan a los que llegan afligidos por la dependencia o co-dependencia química?

Nuestro papel, como espíritas, es consolar a los afligidos, es el principal medio de que disponemos, por tanto es enseñar la realidad de las cosas y que el sufrimiento, por más atroz que se presente, es siempre una situación temporal, si conseguimos hacer lo que nos cabe para vencer sus causas. Por eso, como trabajadores espíritas, nos cabe ofrecer toda la estructura de nuestros centros a los dependientes y co-dependientes, recibiéndolos con los brazos abiertos, abriéndoles el acceso al conocimiento de la Doctrina Espírita, al tratamiento espiritual y al apoyo de sus grupos familiares. Pero nuestra incumbencia no se limita a eso. Tenemos que saber que formamos parte de una sociedad en la que otras personas y organismos sociales ya están actuando contra la dependencia química, y que los esfuerzos aislados, en la mayoría de las veces no bastan. Así, tenemos que conocer toda la estructura ya existente y asociarnos a ella, trabajando en red, para dar un buen rumbo para que el dependiente y el co-dependiente químico encuentren todo el apoyo necesario para enfrentar el problema en todas sus facetas.

El Consolador: ¿Cómo ha sido su experiencia profesional para poder enfrentarse a los desafíos surgidos con los dependientes químicos del crack, donde el descontrol es total?

La tendencia de todos los que, profesionalmente, trabajan con dependientes químicos del crack es la frustración. Realmente nos gustaría disponer de estructuras que fuesen eficaces para el tratamiento. Pero, no existen, y las investigaciones científicas vienen demostrando que, desde el punto de vista médico, la recuperación de un dependiente de cocaína y sus derivados, en los que se incluye el crack, tiende a ser una serie de idas y venidas, recuperaciones y recaídas, durante varios años. Por eso, procuro ver la cuestión bajo el punto de vista del espíritu inmortal, que siempre tendrá condiciones de recuperarse, no importa el tiempo que cueste, sabiendo que invariablemente se debe invertir en el ser humano, por más degradante que sea su situación en el momento actual. Más allá que buscar con rigor la aplicación de la ley a los traficantes, pues el rigor de las leyes penales es todavía una necesidad en el actual estadio de la Humanidad, se procura dar énfasis a la prevención del uso del crack, buscando trabajar con creatividad conjuntamente con las escuelas y familias en  el establecimiento de campañas que eviten la dependencia química antes de empezar.

El Consolador: ¿Cómo analiza las condiciones de las casas espíritas para el cumplimiento de su función de escuelas de almas?

Desde el punto de vista actual, las situaciones son ciertamente muy variadas, habiendo instituciones que, desde hace mucho tiempo, tienen éxito en ser verdaderas escuelas de almas, al tiempo que otras, por diversos motivos, no han alcanzado los mismos resultados. En eso la necesidad de que todos reconozcan la importancia del Movimiento Federativo y de integrarse en él con participación efectiva, pues solo el tiene condiciones de hacer llegar a todos las experiencias que triunfan, a fin de que puedan ser repetidas en otro lugar.

El Consolador: ¿Cómo evaluaría el momento actual de la divulgación del Espiritismo?

Creo que estamos en una época de transición hacia otra del uso más eficaz de los medios de comunicación existentes para la divulgación de la Doctrina Espírita. Los pasos dados en los últimos cuatro años por el Departamento de Comunicación de la federación Espírita de Rio Grande do Sur son un gran ejemplo de esto. No obstante el incremento que, en ese corto espacio de tiempo, el DECOM dio a la página en internet, con su dinámica e implantación de una Web TV, al periódico Diálogo Espírita y otros medios, comenzaron a darse a los centros espíritas subsidios concretos para que cada uno de ellos establezca vínculos más firmes con los medios de comunicación de sus comunidades, lo que se hace como estímulo mucho más palpable para la divulgación del Espiritismo.

El Consolador: ¿Como el amigo percibe el desafío de la criminalidad?

El aumento de la criminalidad es el resultado de los valores que la sociedad, aún dormida, ha llevado a las últimas consecuencias, especialmente el individualismo y el consumismo. Valores de un mundo artificial al que diariamente permitimos el acceso a nuestros hogares cuando encendemos la televisión sin mayores criterios. Ciertas naciones, desde cierto punto de vista, parecen haber capitulado ante estos valores, sustituyendo políticas públicas que podrían emancipar sus capas más pobres por encarcelamiento en establecimientos penitenciarios. Así sin dispensar a las leyes penales en los aspectos que aún son necesarias, tenemos que concentrarnos, como sociedad, en la renovación de nuestros valores, destacando la importancia de ser en detrimento del tener, y de invertir en políticas públicas que realmente puedan dar cuidados a aquellos que, mientras tanto, están completamente al margen del cuerpo social.

El Consolador: Frente a la constatación del creciente interés del público en general por el Espiritismo, ¿cuales son las acciones que competen a los dirigentes de una casa espírita a fin de prepararla para atender mejor a los que llegan?

Creo que todos nuestros trabajadores deben buscar estar conscientes de la responsabilidad de este resultado, proponiéndonos a, antes de todo, recibir bien a quien acude  a las instituciones de las que hacemos parte. Recibir bien significa saber tener el gesto de receptividad que las personas esperan, como instrumentos que debemos ser de la Doctrina Espírita en su aspecto consolador. Saber tener la sensibilidad de percibir lo que pueda estar sucediendo en lo más íntimo de aquel que nos busca, acogiéndole cariñosamente y sabiendo encaminarle al servicio espírita que mejor pueda atender sus deseos. En una institución de pocos trabajadores como a la que pertenezco, todos somos a la vez dirigentes y dirigidos. De ese modo, tenemos que saber influenciarnos mutua y constantemente a que consigamos vigilar nuestras rutinas como trabajadores, induciéndonos a la autorreflexión y a la permanente mejora, venciendo los obstáculos materiales juntos.

O Consolador: ¿Cómo es de importante para el  trabajador espírita pautar su conducta por las leyes divinas y por las leyes humanas?

La Doctrina Espírita nos muestra que las leyes humanas son el reflejo de una época, imperfectas como la Humanidad que las crea, al tiempo en que las leyes divinas son, como el propio Creador, perfectas e inmutables. La obediencia a la ley humana, desde que esté conforme a la Constitución Federal del País, es algo a lo que nos debemos de someter como ciudadanos de un Estado Democrático de Derecho. Lo interesante, desde el punto de vista evolutivo en que estamos como nación -  rigiéndonos por una moderna Constitución que incluyó en su cuerpo todos los Derechos Humanos que la madurez del planeta en el siglo XX anunció como conquistas -, y que, si supiéramos hacer a nuestro prójimo solamente lo que nos gustaría que nos hiciesen, como nos recomienda la Ley de la Justicia, Amor y Caridad, naturalmente estaríamos sabiendo respetar los derechos de todas las personas. Por lo tanto, no nos basta dejar de practicar lo que podría perjudicar a otros, pero es indispensable empeñar todos nuestros esfuerzos para hacerlos crecer como seres humanos. Y eso debemos resaltarlo, simplemente por ser nuestros conciudadanos.

El Consolador: Como profesional del Derecho, ¿cual es la contribución que la Doctrina Espírita puede dar al mundo en la construcción de una sociedad más justa?

Creo que la respuesta anterior ya lo explica: dejando claro cual es el más perfecto concepto de Justicia que existe – hacer al prójimo lo que nos gustaría que nos hicieran, en pensamientos, palabras y acciones -, la Doctrina Espírita nos induce naturalmente a perfeccionar cada vez más nuestra legislación y a aplicarla de un modo que realmente consiga emancipar al que vive al margen, haciéndole ocupar su asiento en una sociedad de igualdad ante de Dios y las personas.

El Consolador: Sus palabras finales

Agradeciendo por este espacio tan valioso de divulgación de Espiritismo, esperamos que este vehículo pueda continuar, con innumerables ediciones, en su trayectoria de iluminar almas y consolar corazones por el conocimiento.


 


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O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita